10 de julio de 2014
Las organizaciones campesinas articuladas en la Alianza Campesina Hondureña (ACH), integrada por la Articulación Campesina ARCAH-LVC, Confederación Hondureña de Mujeres Campesinas (CHMC), El Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA), Movimiento Autentico, Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA), el Movimiento Campesino de San Manuel (MOCSAN), La Asociación de Desarrollo Campesino de El Progreso (ADCP) y La Vía Campesina de Honduras (LVC) mediante conferencia de prensa piden al gobierno de Honduras invertir en el agro hondureño y aprobar cuanto antes la propuesta de Ley de Reforma Agraria Integral con equidad de Género para la Soberanía Alimentaria y el Desarrollo Rural introducida al Congreso Nacional el pasado 9 de abril del 2014.
El agro hondureño atraviesa el peor momento de su historia política y productiva, hace más de 20 años viene pagando las consecuencias de un modelo neoliberal, que vino a desarticular la institucionalidad pública, a privatizar los bienes y servicios y a desmantelar la pequeña y mediana producción agrícola.
El estado hondureño abandono el rol de garante de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.
Ante lo expuesto anteriormente, la pobreza rural en Honduras es trágica, el 70% (5, 600.000.000) personas en el campo son pobres y el 40% (3,200.000.000) en extrema pobreza, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El déficit alimentario llega a cifras nunca antes vistas, «hoy tenemos que importar más de 15 millones de quintales de maíz, 120 mil toneladas de arroz y unas 5 mil toneladas de frijoles y el 70% de las hortalizas, carne y leche» lamento el Coordinador General de La Vía Campesina Honduras Rafael Alegría.
La emigración del campo es acelerada, llegando al extremo de que miles de niños y niñas provienen del sector rural.
Según lo expresado por los miembros de la Alianza Campesina entre las prioridades del gobierno no se encuentra el sector alimentario, pues en los últimos 20 años se han concentrado en incentivar, el turismo, la maquila, la palma africana, la caña de azúcar y ahora las Zonas Especiales de desarrollo (ZEDES) que no es más que la entrega de la soberanía nacional.
Los miembros de la Alianza Campesina lamentaron y a la vez denunciaron la desarticulación de la institucionalidad del sector público agrícola, por ejemplo la reducción del presupuesto de la Secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG), la paralización casi total del Instituto Nacional Agrario (INA) y la privatización del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA) a la banca privada extranjera, de igual manera denunciaron la pretensión de vender en subasta pública los bienes de BANADESA subvaluados.
«En contraste a lo anterior lo que tenemos en el campo son más de 130 campesinos asesinados en los últimos cuatro años de gobierno nacionalista, 4 campesinos en el presidio de Márcala, La Paz, Nazario Cabrera, Perfecto Gonzales, Juan González Pineda y Anastasio Cabrera y uno en el presidio de La Ceiba, José Isabel Morales condenado a 18 años de cárcel, más de 4 mil campesinos y campesinas procesados, más de 700 mujeres campesinas enjuiciadas, los heridos y desalojos violentos son innumerables como en el caso del MARCA, la Finca Paso Aguan del MUCA y otros en los departamentos de Choluteca, Comayagua y La Paz» denuncio Rafael Alegría.
Las y los campesinos articulados en la Alianza Campesina demandan libertad inmediata para las y los campesinos presos, no más represión para las y los campesinos que luchan por la tierra y la soberanía alimentaria, la aprobación inmediata a la Ley de Reforma Agraria Integral con Equidad de Género para la Soberanía Alimentaria y el Desarrollo Rural, el 10% como mínimo del presupuesto 2015 para un fondo especial para la reactivación del sector agrícola manejado por BANADESA, la no privatización de BANADESA y al contrario exigen su capitalización por parte del estado de Honduras, ya que es aunque en teoría el único banco de desarrollo del estado.
De igual manera la Alianza Campesina exige al gobierno de la República atención al problema del cambio climático, que viene a contribuir a los graves problemas que atraviesa el agro en Honduras.
El campo no aguanta más y advierten que están dispuestos a seguir unificándose y movilizándose en defensa de sus legítimos derechos.