En el 2012 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU creó un grupo de trabajo intergubernamental para redactar y proponer una declaración sobre los derechos de los campesinos que sea adoptada por el Consejo y seguidamente aprobada por la ONU.
Este grupo de trabajo intergubernamental está siendo presidido por el Gobierno de Bolivia y, a lo largo de los últimos 6 años, ya se han llevado a cabo múltiples consultas e instancias participativas para que la sociedad civil y los estados pudiesen contribuir en el proceso. Hubo muchos debates y el texto original fue adaptado cada año, incorporando las sugerencias presentadas tanto por los países como por la sociedad civil.
Brasil fue uno de los estados protagonistas comprometidos con el proceso, con mucha participación, acompañamiento y contribuyendo con innumerables sugerencias que han sido incorporadas. El Estado Brasileño fue un amigo del Proceso de construcción de la Declaración de los Derechos Campesinos, entendiendo que esta es una importante herramienta para millones de campesinas y campesinos tanto de Brasil, como del mundo. Incluso algunas políticas del Gobierno Lula fueron ejemplos a ser considerados en la Declaración, ya que las políticas públicas para la agricultura campesina fueron tenidas en cuenta en la lucha contra el hambre.
En 2017 el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución donde solicitó al Grupo de Trabajo Intergubernamental realizar la última sesión de trabajo participativo en 2018 y presentar la propuesta definitiva al Consejo en la sesión de septiembre de 2018.
En abril/mayo de 2018 hubo sesión del grupo de trabajo donde Brasil participó positivamente y no propuso nuevos cambios, tampoco modificaciones.
Sin embargo, en la consulta informal que realizó el grupo de trabajo, generó sorpresa que el delegado de la misión brasileña en Ginebra contradijo todo el histórico de participación de Brasil en la construcción de la Carta y propuso ampliar el plazo para la votación, solicitando un año más de debate sobre la declaración, sin presentar argumentos, ni criticas o aportes concretos.
La acción admite solo una lectura: la intención de retrasar la planificación y el proseguimiento de esta histórica declaración que determina, en el seno de las Naciones Unidas, los campesinos y campesinas como detentores de derechos y que será una guía para la discusión de políticas públicas en todos los países del mundo, buscando así asegurar los derechos de las familias campesinas y la producción de alimentos sanos para los pueblos.
Repudiamos y denunciamos esta actitud del Gobierno Brasileño e instamos a que Brasil vote afirmativamente en el Consejo por la adopción de la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos, campesinas y otras personas que trabajan en áreas rurales.
Firma La Vía Campesina Brasil
Traducido por Amanda Verrone
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