Con los resultados de las elecciones del 22 de abril, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo se consolidan con un proyecto económico, social, político y cultural excluyente, sobre todo para las familias campesinas, familias sin tierras, familias indígenas, que apuestan a la vida, la cultura y la agricultura en el campo.
La administración de Mario Abdo Benítez tiene en su propuesta de gobierno la continuidad de los proyectos de exclusión de la clase trabajadora, que Cartes ha impulsado en los últimos 5 años, consolidándolos a partir de políticas públicas para defender intereses de la oligarquía nacional, de empresas transnacionales, de ganaderos, sojeros, latifundistas, sectores mafiosos, entre otros.
Este panorama refleja el avance de un modelo de producción extractivista, depredador de los recursos naturales, de concentración de tierras, donde el “desarrollo” pasa por el exterminio de nuestros recursos naturales, la profundización de la pobreza, la extranjerización de las tierras, con consecuencias directas como la desigualdad, atropello permanente a derechos básicos y criminalización de las luchas sociales.
Ante ello, es fundamental que las organizaciones campesinas, organizaciones indígenas asuman las tareas de recuperación y defensa del territorio campesino e indígena, por lo cual hay que plantear y ejecutar la recuperación de las tierras malhabidas a partir de las ocupaciones directas, movilizaciones permanentes como una responsabilidad política e histórica de todas las fuerzas sociales, democráticas y populares de nuestro país.
De esta manera, los delegados y delegadas del décimo Congreso Nacional de la OLT resuelven:
1. Profundizar la toma de tierra a partir de las ocupaciones, lucha permanente para la confrontación al agronegocio y el extrativismo.
2. Retomar las movilizaciones permanentes para enfrentar al modelo neoliberal, excluyente, depredador, instalado en el Estado.
3. Recuperar las derecheras usurpadas por los sojeros en los diferentes departamentos y distritos.
4. Organizar la producción de alimentos sanos y combatir los transgénicos en los asentamientos, comunidades campesinas.
5. Tomar como eje de lucha la defensa y fortalecimiento de la producción agroecológica en las comunidades campesinas.
6. Fomentar el procesamiento de la producción agropecuaria campesina desde el enfoque agroecológico.
7. Luchar contra las violaciones de los derechos ambientales y contra la legislación que promueva la degradación de los recursos naturales, ambientales que profundizan el cambio climático.
8. Consolidar los espacios de formación política, técnica y de educación popular que acompañen la lucha del campesinado en los diferentes departamentos y distritos.
Por último, saludamos la constitución de la Dirección Nacional con compañeros y compañeras electas en los departamentos, que durante los próximos dos años tendrá en la vocería a Gaspar Florenciano y Marta Figueredo, militantes jóvenes construidos desde las tareas de nuestras bases.
Eusebio Ayala, 23 de mayo de 2018
Por la Reforma Agraria Integral, la soberanía alimentaria, para un Paraguay con igualdad y justicia social