Este miércoles 21 y jueves 22 de marzo, la Federación Nacional Campesina (FNC) realizará su tradicional marcha en la capital paraguaya, acción que viene realizando ininterrumpidamente desde hace un cuarto de siglo. El lema que los moviliza este año es “Por Reforma Agraria, elegimos Poder Popular”.
Desde sus inicios, la marcha de la FNC fue planteada como una expresión política del campesinado. Esto significa que no se agota en lo reivindicativo gremial o en una visión netamente sectorial, sino que trae consigo el dolor y las penurias por la que atraviesa nuestro pueblo y una propuesta política para transformar nuestro país y construir una nueva sociedad, una patria nueva.
En esa trayectoria, la marcha campesina de la FNC fue protagonista de las grandes luchas populares en nuestro país: la defensa de las libertades públicas en el Marzo Paraguayo y la condonación de la deuda campesina en el marco de la reactivación productiva nacional, que se constituyó en la fuerza principal para frenar el proceso de privatización en el año 2002; la conquista de más de 200.000 hectáreas de tierra que hoy son asentamientos florecientes con producción campesina, escuelas, caminos, electricidad, vivienda, todo como resultado de la organización y la lucha.
Durante estos años, la marcha campesina de la FNC también trajo consigo la elaboración y presentación de programas de desarrollo independiente y soberano a los gobiernos de turno: programa de reactivación productiva nacional, la banca pública, la producción e industrialización del algodón, entre otros. Este año presenta el Programa Nacional para la Producción Hortícola. Y lo más importante: mantiene una organización al paso de los años.
Esta 25º Marcha Campesina trae la consigna de la Reforma Agraria porque constituye el único camino para transformar la realidad impuesta por la oligarquía y los países imperialistas para nuestro país dominado. Y la consigna del Poder Popular como alternativa de participación política de nuestro pueblo, contrastando con la farsa electoral que renueva a los mismos corruptos, sinvergüenzas y bandidos. Ante esta realidad, lo que queda es ir construyendo un camino con el pueblo como única garantía de un salto cuantitativo hacia la transformación.
Revise el programa de la Marcha Campesina de la FNC.