25 de noviembre de 2015
Desde la COCIP y la OLT nos pronunciamos en esta jornada de lucha mundial contra la violencia hacia las mujeres para manifestar cuanto sigue:
Según fuentes oficiales, en nuestro país, y hasta el mes de agosto pasado, se han registrado más de 500 nuevos casos de violencia machista. En el año 2013, 20 mujeres en Paraguay fueron asesinadas por sus parejas, sin embargo, el feminicidio continúa sin ser tipificado en la legislación nacional. El 20% de los embarazos en nuestro país corresponden a adolescentes de entre 11 a 19 años y, aún así, la educación sexual y reproductiva sigue siendo materia ausente en las políticas públicas.
Paraguay figura entre los 10 países con mayor índice de violencia doméstica en América Latina, estimándose que el 20% de las paraguayas han sufrido algún tipo de violencia alguna vez en su vida, en tanto que el mismo porcentaje de mujeres indígenas han padecido violencia física o sexual por parte de sus parejas.
De las diferentes formas de violencia que se ejercen sobre las mujeres, las estructurales son de las más graves porque es el Estado mismo el que atenta contra los derechos de las mujeres, en vez de protegerlos, promoverlos y crear mecanismos de garantía y de cumplimiento. Por esa ausencia y desinterés del Estado paraguayo, se multiplicaron en estos últimos tiempos los casos de criminalización y represión contra la lucha de las mujeres en los sectores populares, acompañados de gran impunidad y, sobre todo, complicidad de las autoridades que deberían intervenir en razón de justicia.
Ante estas estadísticas que reflejan la realidad del machismo y el patriarcado, EXIGIMOS AL ESTADO PARAGUAYO:
DAR CURSO Y ATENCIÓN a las denuncias presentadas por las organizaciones que hacen referencia a casos de fumigaciones en comunidades rurales y que afectan de manera particular la vida y la salud de las mujeres. Así también, demandamos la actuación inmediata en caso de asesinatos contra mujeres en manos de sus parejas que no son investigados debidamente a fin de esclarecerlos y hacer justicia. De continuar esta tendencia, las estadísticas irán en aumento debido a la impunidad y el desinterés por parte de las entidades fiscales, policiales y todas aquellas que deben garantizar la seguridad de las personas. De igual forma, reclamamos la desestimación de los casos de mujeres imputadas en el marco de la lucha por la tierra o por defender su comunidad y su hábitat ante las fumigaciones con agrotóxicos.
GARANTIZAR la continuidad del programa de Atención Primaria a la Salud (APS), proveer medicamentos y kit de partos en forma gratuita en hospitales y centros de salud comunitarios y promover con fuerte impulso los programas de salud preventiva. Quedó demostrado que esto es posible cuando existe una verdadera voluntad de desarrollar políticas públicas inclusivas, en cumplimiento de los derechos humanos básicos avalados por la Constitución Nacional.
FORTALECER el Programa de Producción de Alimentos (PPA) en el marco de la agricultura campesina e indígena, teniendo como protagonistas a las mujeres agricultoras. Considerar que para las mujeres organizadas, las políticas del Estado, en cuanto a producción de alimentos en base al acaparamiento por parte de las transnacionales y la ganadería extensiva, son una forma de violencia estructural explícita al expulsar a las comunidades de sus territorios, al privatizar las semillas y tierras y, sobre todo, al contar con el aval del Gobierno de turno, en beneficio de las corporaciones del agronegocio y empresas extranjeras.
25 de Noviembre de 2014
CONTRA LA VIOLENCIA DEL ESTADO CONTRA LAS MUJERES. POR TIERRA Y TRABAJO DIGNO Y POR COMUNIDADES LIBRES DE AGROTÓXICOS
FIRMAN: COCIP (Organización de Mujeres Rurales e Indígenas CONAMURI, Organización Nacional Campesina ONAC, Coordinadora de Trabajadores Campesinos y Urbanos CTCU, Mesa de Articulación Indígena del Paraguay MAIPy, Central Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Populares CNOCIP y Organización Campesina Cultiva); y la Organización de Lucha por la Tierra OLT.