Martes 13 de Diciembre de 2011
El presidente Ollanta Humala y el congreso peruano escuchan el clamor de los agricultores y vetan por diez años los trasngénicos, en una medida encomiable.
Los efectos que tienen los alimentos transgénicos sobre las personas que los consumen y sus cultivos sobre la tierra generan enorme polémica. En esta tesitura Perú ha tomado una importante medida para proteger a sus productores de alimentos locales, estableciendo una moratoria al ingreso y producción de organismos modificados genéticamente. Esta ley, que fue aprobada el 4 de noviembre, fue publicada este 9 de diciembre en la gaceta oficial.
El presidente de Perú, Ollanta Humala dijo que para tomar su decisión escuchó ”el clamor de las organizaciones agrarias y la sociedad civil, para dar este paso importante en la defensa de nuestra biodiversidad”.
Los organismos vivos modificados (OVM) destinados a la investigación están excluidos de la norma, así como los que son usados como productos farmacéuticos y veterinarios que se rigen por normas específicas.
También los OVM o sus derivados importados destinados para la alimentación directa humana y animal, o para su procesamiento, señala la norma En este primer grupo entrarían los alimentos industrializados, como harinas lácteos, que hayan sido fabricados usando transgénicos.
El congresista Jaime Delgado, que fue el impulsor de la norma, afirmó, en un comunicado, que la ley establece la moratoria en respuesta a la necesidad de evitar un daño irreparable a la biodiversidad nacional y para lograr un ordenamiento territorial ambiental previo.
La Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro) también manifestó su satisfacción por la promulgación de la ley y saludó que Humala haya tomado la decisión “sin ceder a las presiones de los grupos de poder”. En un comunicado, aseguró que Humala “escuchó el clamor de las organizaciones agrarias y la sociedad civil, para dar este paso importante en la defensa de nuestra biodiversidad”.
La presidente de Conveagro, Lucila Quintana, dijo: “Ahora nos toca aprovechar el potencial diverso que tiene Perú en la agricultura, la gastronomía y el turismo, para, en el marco de un sistema nacional de bioseguridad, trabajar razonablemente la producción agraria y garantizar nuestra seguridad alimentaria”.
Fuente: El Comercio