Este año 2021 dos países centroamericanos (Nicaragua y Honduras) acudieron a las urnas para retomar la línea progresista que seguía América en la década pasada. Daniel Ortega Saavedra logra dar continuidad a la Revolución nicaragüense de Augusto C. Sandino el General de Hombres libres con un 75 % de aprobación del pueblo nicaragüense y Honduras ante un nuevo proceso liderado por Xiomara Castro, la primera presidenta del país Morazánico, que ante todo pronóstico logró llegar al poder.
Para Cesar Villalona, analista político de la región, el proceso hondureño es un gran avance para la izquierda centroamericana: “tenemos dos gobiernos a nuestro favor, creemos que tenemos las condiciones y la voluntad de recuperar la condición de la gente, restablecimiento del estado de derecho, la democratización, hacer un buen gobierno para que el pueblo se sienta bien y la derecha se debilite.”
La intervención injerencista de Estados Unidos es inevitable, en junio de este año la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland afirmó en gira por Panamá: “Cuando los países se salen del camino democrático, como ha sido el caso de Venezuela y Nicaragua, las personas sufren y la región se desestabiliza. Hay muchas razones por las cuales debemos proteger y avanzar nuestras democracias”. Con estas palabras se reafirma el proyecto de intervención por los medios que ya conocemos sobre nuestros pueblos; bloqueos, sanciones, financiamientos a oenegés pro derechos humanos, y pro democracia según los conceptos impuestos desde las políticas de conveniencia de quienes por siglos han impuesto el terror y explotación en América.
El compañero Villalona concluye que con los nuevos acontecimientos existe un golpe a la política neoliberal en la región, una política que ha consistido en debilitar el estado vía privatizaciones de las empresas públicas y medidas fiscales. Neoliberalismo es eliminar el estado y dar paso a lo privado, “Se busca golpear esta política, esperamos revertir y fortalecer lo público, detener el desmantelamiento y reforzar el estado, aquí en El Salvador se crearon empresas públicas y ARENA privatizó muchas, esperamos que lo contrario suceda en Honduras”, recalcó.
En este contexto las organizaciones articuladas a la CLOC-Vía Campesina Centroamérica tienen sus tareas propias para continuar fortaleciendo el trabajo de base en cada país.