El cierre del 2019 levantó una América Latina en llamas. Despertó la región austral de Chile, la patria de Allende, con protestas sin cuartel; suenan las calles de Bogotá, en Bolivia aún se mantenía en las trincheras junto al pueblo de Túpac Amaru, y se niega a vivir el resurgimiento del neofascismo, porque la Abya Yala del cimarrón esclavo Makandal, hasta Bolívar, Morazán, San Martin, Artigas, Martí, Sandino y el Che, tejen esa Patria Grande, así nace aquel momento histórico el nuevo año 2020.
Las noticias corrieron junto a la pandemia COVID-19; llegando para quedarse y puso al desnudo al neoliberalismo que privatizó la salud y su desplazamiento tiene de rodillas al planeta, solo quienes promueven la salud comunitaria y colocan la mirada al campo de la producción de alimentos saludables podrán tener la resiliencia y mitigación del daño que vive la clase dominante incapaz de resiliencia y mitigación ante el avance de la pandemia de COVID-19, garantizando el abastecimiento de alimentos a la población en toda la cadena agroalimentaria para mitigar los efectos de la pandemia sobre la soberanía alimentaria para beneficiar a la población.
En el penúltimo mes del 2020, el istmo de Centroamérica, puente que une al sur y norte de América, se le sumó los efectos de dos huracanes en un lapso de 13 días, los huracanes ETA y IOTA, que fueron letales y sus daños aún son incalculables. Según noticias de la Redacción BBC News Mundo informa que este año tuvimos 13 huracanes y 30 tormentas que provocaron daños irreversibles y muchos de esos problemas son debido a la crisis climática provocada por el capitalismo salvaje.
Este año en medio de la pandemia y los desastres naturales, vimos a un pueblo rebelde e inconforme protestando en las calles de Guatemala, Honduras y El Salvador, en caminatas por buscar la ansiada paz en Colombia y contra la estigmatización y criminalización de la lucha social, un pueblo chileno mediante el estallido social lucha por conquistar su nueva constitución, ojalá incluya la autonomía del pueblo Mapuche, finalmente para un cierre de película en Bolivia se terminó la pesadilla y volvió la democracia popular.
El Grupo de Lima, no se explica el ejemplo de democracia electoral de Estados Unidos y los Neofascistas y Uribistas están desconcertados por la derrota de su paradigmático presidente Donald Trump. Mientras en el Perú desfilan presidentes, Ecuador aún no se recupera por su abandono a la Revolución Ciudadana, pero si podemos saludar el abandono del Macrismo y la fuerza de México fuera del PRI y el PAN.
En las postrimerías del cierre de este inolvidable año desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y La Vía Campesina, lanzamos la Campaña Pueblos Soberanos, Pueblos Solidarios llevando e internacionalismo a tres países que aún se mantienen en lucha y son atacados a través de múltiples formas de la agresión imperialista a los pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Hemos colocado en agenda la crisis por la pandemia la Campaña Volver al Campo para recuperar la resiliencia consiguiendo sistemas saludables con énfasis en la recuperación de la cultura ancestral y la innovación de la agroecología para enfriar al planeta e incremento de las cadenas agroalimentarias con mercados de cercanía, circuitos cortos y que el campo sea el lugar mejor habitable a través de la reforma agraria y la soberanía alimentaria. Desafíos que serán muy importantes en el 2021 debido al futuro incierto que nos hereda este año 2020.
Fortalecimos las escuelas de formación a través de plataformas virtuales, trabajamos la carta orgánica y la funcionabilidad en todas las agendas de trabajo, desde el acompañamiento a políticas públicas, a la solidaridad e internacionalismo, la comunicación técnica y la política de alianzas más allá del acto presencial. Se le dio prioridad al Decenio de la Agricultura Familiar Campesina, a la declaración de los derechos campesinos y la búsqueda de aproximarnos a la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030.
El frente juvenil se levanta en su compromiso de posicionar las banderas de lucha en medio de una población joven, recientemente trabajan un documental sobre la acumulación de experiencias del movimiento.
En tanto la Articulación de Mujeres continúan con sus agendas construyendo en la distancia grandes momentos de formación y propuesta del feminismo campesino y popular en todos los frentes de la movilización social.
Los Institutos Agroecológicos (IALAs) es una iniciativa transformadora de campesinxs aplicando los instrumentos de la formación integral a través de una amplia gama de conocimientos, opciones y diseños de manejo a la biodiversidad funcional en los campos de cultivo. Estos centros de estudios refuerzan la resiliencia de los agroecosistemas para el desarrollo económico y social con vocación latinoamericana.
Desafíos para el 2021.
- Es el momento de potenciar la Agricultura Campesina a través de acciones de políticas públicas en todas las cadenas agroalimentarias para lograr la resiliencia por medio de la Reforma Agraria, Soberanía Alimentaria y la Agroecología.
- Fortalecer la unidad interna y la Solidaridad Internacional de acciones de lucha y otros movimientos de la clase trabajadora del campo y la ciudad.
- Fortalecer la organización de jóvenes y mujeres en toda la región.
- Formación política e ideológica y técnica en las Escuelas y los IALAs.
- Incentivar y hacer formación política e ideológica con los temas sobre la participación de a mujeres, la juventud y la diversidad.
Fausto Tórrez
Noviembre 2020.