(Harare, 31 de Agosto de 2021) La Vía Campesina expresa su solidaridad con el pueblo haitiano que enfrenta las terribles secuelas de un terremoto, que acabó con la vida de dos millares de personas, en medio de una pandemia, y un escenario de continuas protestas e inestabilidad política, aprovechada por intereses capitalistas, intervencionistas e imperialistas.
La crisis política y económica que vive Haití no es de ahora, se viene profundizando desde hace unos años atrás, y este año se desencadenó con el asesinato del presidente de derecha auspiciado por Estados Unidos y otros países. Actualmente, no hay sistema de gobernanza, ni un presidente electo democráticamente, solamente un primer ministro impuesto por EEUU. Es decir, todos los que están dirigiendo este país en estos momentos son ilegales e ilegítimos.
En Haití se está destruyendo no solo la vida y la naturaleza, sino también el sistema político de un país que fue referente de independencia en el continente. El terremoto 7.2 de magnitud, ocurrido el pasado 14 de agosto, vino a agudizar la crisis política y de salud, y afectó directamente a zonas campesinas y rurales más vulnerables. Principalmente la infraestructura de casas, escuelas, centros de acopio, carreteras y centros de salud.
Incluso con mucho pesar y dolor, confirmamos que varias personas de nuestras organizaciones miembros de Cloc – Vía Campesina Haití fallecieron en este lamentable hecho que afecta hoy a miles de familias. Se estima que 2200 personas perdieron la vida, 12 mil quedaron heridas, 53 mil viviendas desaparecieron y que medio millón está damnificada.
El Sistema Agrario Productivo esta arruinado, dejando en extrema precarización y pobreza a miles de campesinxs , atentando contra la seguridad y Soberanía Alimentaria del país. Es así que como La Vía Campesina denunciaos las prácticas imperialistas e intervencionistas que son responsables del desastre político y opresión del pueblo haitiano, a la vez que llamamos a la solidaridad concreta de miembros, amigxs y organizaciones aliadas para posibilitar la reconstrucción del país, principalmente en el campo. Nos unimos al grito de lxs haitianos que exigen una solución haitiana a las múltiples crisis que enfrentan, política, económica, climática y sanitaria, rechazamos toda imposición internacional.
El 10 de Septiembre de 2003, fuera de la sala de la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún, México, Lee Kyung Hae, un agricultor de arroz a pequeña escala y activista campesino de Corea del Sur, se dió una puñalada ( inmoló) en el pecho para protestar contra las políticas neoliberales que impulsaba la OMC, convirtiéndose así en un mártir, en el cartel que colgaba en su cuello decía “La OMC mata campesinxs”. Este acto de rebeldía se debe a que Lee era uno de los miles de agricultores coreanos que perdieron sus fincas y su sustento cuando el país decidió importar alimentos, dicha política fue auspiciada por la OMC.
Desde entonces cada 10 de Septiembre, La Vía Campesina conmemoran el sacrificio de Lee y de muchxs otrxs, y se movilizan en todo el mundo contra las políticas destructivas que se imponen a lxs pequeñxs productorxs de alimentos a través de acuerdos comerciales bilaterales, regionales y multilaterales.
Este año, por el contexto Covid, La Vía Campesina hace un llamado a nuestras organizaciones miembros, aliadxs y amigxs en la lucha para que se movilicen de manera simbólica, cuidando de la vida, denunciando las prácticas antidemocráticas de la OMC, FMI y TLCs, demandando un sistema de comercio solidario que ponga en el centro la vida, la salud y los bienes comunes por encima de las ganancias y el lucro.
¡El Libre Comercio trae deuda, pobreza, hambre y muerte!
¡Comercio Solidario YA!
Síguenos en redes con los hashtags: #BastaDeTLCs #OMCmata #NoHayFuturoSinSoberaníaAlimentaria
Envía un correo con los detalles de las acciones planificadas a lvcweb@viacampesina.org
La Asociación de Jovenes Emprendedores Sembrando para el Futuro ASOJESF, ISOL, C-mujer, Articulación Nacional Campesina, CONAMUCA, Justicia Alimentaria Banco BHD- León. CLOC vía Campesina de RD.
Realizan el viernes 13 el encuentro juvenil en celebracion a los 25 años por la soberania alimentaria y el sabado 14 de agosto la exitosa exhibición venta de producto agroecológico y alianza a nivel local en el marco de la celebración de los 25 años de la soberanía Alimentaria.
La Soberanía Alimentaria surgió en 1996 como un cambio de paradigma en la lucha contra el hambre y la pobreza, con la comprensión clara de que se configura como un prerrequisito para la seguridad alimentaria, ya que sin Soberanía Alimentaria no existe
La Soberanía Alimentaria es toda una estrategia de lucha de los/as Campesinos y campesina que retoma los temas trascendentales y necesario para su desarrollo como es el acceso a la tierra, agua y territorio mediante una Reforma Agraria Popular e integral y la Agroecología, como base necesaria para salir al frente a crisis originada por el capitalismo, la pandemia y post pandemia.
La Soberanía Alimentaria es la única que puede alcanzar todas las etapas de las cadenas agroalimentarias desde la producción, la transformación, la comercialización, la distribución y el consumo. De una agricultura de alimentos sanos, saludables e inclusivos que logran la resiliencia de todo el agroecosistema. Objetivo. El objetivo de este intercambio es contribuir al fortalecimiento, articulación y valor local de la produccion del Campesinado, permitiendo construir una propuesta conjunta de mercado y consumo local de productos sanos con miras a obtener un posicionamiento de los productores/as desde una propuesta de Los derechos de los Campesinos/as visibilizando su proceso desde esa propuesta local, nacional, Caribe, continental y Global de una verdadera Soberanía Alimentaria.
Agradecer la participación y apoyo de las organizaciones, instituciones y persona para el éxito de esta actividad.
La CLOC/LA VÍA CAMPESINA, se solidariza con la región caribeña en especial con el pueblo haitiano que fue azotado por un terremoto de 7,2 de magnitud el día sábado 14 de agosto en horas de la mañana.
Extendemos nuestro mensaje de hermandad a las familias de las más de 700 víctimas mortales y los miles de personas que han resultado heridas y las que han quedado desprovistas de sus viviendas a consecuencia de semejante tragedia.
Llamamos a la comunidad internacional ampliar la solidaridad a este pueblo que una vez más sufre los embates de la naturaleza en medio de una larga crisis sociopolítica y económica que agrava la paz, la estabilidad y la dignidad de este pueblo hermano.
El dirigente boliviano será entrevistado este lunes 2 de agosto de 2021, a las 10 (hora de Bolivia) por el mayor conjunto de comunicación popular, representado en el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América, en el primero de los conversatorios del ciclo organizado por Runasur.
La Runasur constituye un mecanismo de integración plurinacional entre los pueblos indígenas, afrodescendientes, organizaciones sociales, sindicales, territoriales y los movimientos sociales de la región, que se propone resolver la deuda histórica que los pueblos afrontamos en un contexto de crisis económica, social, cultural y sobre todo de vida.
Morales Ayma considera que la región vive la mayor agresión cultural de la historia, que viene del norte sobre los países del sur, y que es similar a la que se vivió en el período colonial. A esta batalla, sostiene, se la debe encarar desde la ideología, la política y fundamentalmente desde las identidades culturales. Por esta razón es que la primera acción comunicacional de Runasur es el encuentro de quien fuera presidente de Bolivia y creara esta herramienta de integración regional, con medios populares de América Latina, con los medios de los pueblos y para los pueblos.
En un ejercicio colaborativo y colectivo de comunicación popular, Evo Morales Ayma, con la mirada puesta en la consolidación de una América Plurinacional, dialogará para todas las plataformas comunicacionales este lunes 2 de agosto, a las 10 (hora de Bolivia), con representantes redes de medios de 30 países de la Región mediante el FCINA, Foro de Comunicación para la integración de Nuestra América.
La entrevista estará accesible en varios idiomas. Entre ellos, español, quichua, aymara, portugués e inglés. Desde Runasur invitamos a medios de todo el continente a participar en la transmisión colectiva para lo cual se ha dispuesto transmisión en vivo (streaming) para las plataformas analógicas y digitales.
Para consultar por parámetros satelitales para transmisión de TV: comunicacion@runasur.org Contactos de Prensa del FCINA: Dolores Arce (Bolivia) +59171429982 /// Sally Burch (Ecuador) +593995888652 /// Javier Tolcachier (Argentina) +54 3513937855 31 de julio de 2021
Desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC-Vía Campesina te compartimos la tercera edicion 2021 de nuestra revista digital Boletín Tierra.
En esta edición julio 2021 compartimos las acciones de las organizaciones miembros y aliados de CLOC-LVC frente a la actual pandemia de COVID-19, el caos climático, el aumento del hambre y todas las formas de malnutrición, la destrucción ecológica y las múltiples crisis humanitarias, nosotras, las personas que integramos los movimientos sociales, las articulaciones de los pueblos indígenas, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el sector académico, afirmando nuestro compromiso con la soberanía alimentaria y rechazamos la actual colonización corporativa de los sistemas alimentarios y la gobernanza de los alimentos bajo la fachada de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
La Vía Campesina Brasil realizó el pasado sábado (24/07), la primera etapa del Seminario de Diversidad Sexual y de Género con el tema «LGBTI La Vía Campesina: ¡Colorando territorios y sembrando orgullo y resistencia!». Con la presencia de movimientos de la Vía Campesina como el Movimiento de Afectados por las Represas (MAB), el MST, la Pastoral Juvenil Rural (PJR), el Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC), la Coordinadora Nacional de Articulación de Comunidades Rurales Negras Quilombolas (CONAQ), el Movimiento por la Soberanía Popular Minera (MAM), el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) Movimento de Pescadores e Pescadoras Artesanais do Brasil (MPP), Comissão Pastoral da Terra (CPT), y representantes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Rurales (CLOC) y de la Coordinadora Europea de la Vía Campesina (ECVC), el seminario también tuvo entre sus organizaciones invitadas a la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas (CONTAG) y al Colectivo Tibira (pueblos indígenas).
El proceso de organización de las personas LGBTI en Vía Campesina Brasil comenzó en 2016, pero en 2020 se consolidó el colectivo LGBTI de Vía Brasil, con el objetivo de crear un espacio organizativo sobre la diversidad sexual y de género, para conectar a las personas LGBTI del campo, las aguas y los bosques a nivel nacional e internacional. La organización del colectivo ya ha materializado varias acciones, como la elaboración del folleto «Diversidad sexual y de género en la Vía Campesina: rompiendo el silencio sobre la existencia de personas LGBTI en el campo».
En la apertura del seminario, Noeli Taborda, miembro del MMC, destacó que vivimos en una sociedad capitalista, patriarcal, racista y LGTBfóbica, que discrimina y destruye a las personas, los recursos naturales y la vida.
Paula Gioia, del Comité Organizador Internacional de Vía Campesina, destacó la importancia de este espacio para avanzar en la agenda de la diversidad sexual dentro de los movimientos y el mundo rural.
El objetivo del primer día del seminario fue profundizar en el debate sobre la situación política, la diversidad sexual y de género y las luchas de clase en el campo, así como los retos y la diversidad sexual y de género en el movimiento internacional de La Vía Campesina.
Público presente en la primera etapa del Seminario de Diversidad Sexual y de Género.
Por Andresa Paiva (MPA), Alice Nied (MPA) y Mário Manzi (CPT Para la página web del MST
Antecedentes
Anderson Amaro, del MPA, que contribuyó a la mesa con el tema «Análisis de la coyuntura política y los desafíos en este período pandémico», recuerda la importancia de la Vía Campesina en la lucha por la soberanía alimentaria, teniendo en cuenta los 25 años de acción en este sentido. Amaro destaca Covid-19 como resultado de la forma en que el modo capitalista se relaciona con la naturaleza. En cuanto a la coyuntura nacional, Anderson expuso los desafíos de los movimientos sociales para enfrentar al bolsonarismo como un fenómeno que va más allá de la figura de Bolsonaro. Entre ellos está el trabajo de organización popular, que tiene como etapa importante de lucha las elecciones de 2022, para asegurar la institucionalidad democrática.
Anderson también destaca los escenarios de posibles rupturas democráticas, que podrían culminar en un gobierno abiertamente dictatorial y fascista.
Campo y diversidad
A la intervención de Amaro le siguió el panel «Diversidad sexual y de género y luchas de clase en el campo, las aguas y los bosques», en el que Thaís Paz, del MST, presentó algunos retos estructurales que van más allá de la dinámica de la situación actual. Paz cuestionó cuál sería la relación entre la diversidad sexual y de género dentro del capitalismo y si estas cuestiones pueden considerarse un elemento constitutivo de la lucha de clases.
Para ello, retomó la idea de Marx, en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, de que «los hombres hacen su propia historia; sin embargo, no la hacen por su propia voluntad, pues no son ellos los que eligen las circunstancias en las que se hace, sino que éstas les han sido transmitidas tal cual». Así, según ella, se parte de la comprensión de un debate teórico más profundo, que ya hacen las organizaciones y es necesario reafirmar que «cuando hablamos de diversidad, como en cualquier otra relación social, no se puede aislar [la diversidad] de las determinaciones de la sociedad».
Para Paz, las relaciones que estructuran la sociedad no se manifiestan de forma clara y transparente, siguiendo la lógica de que «siempre ha sido así». Su discurso demostró que la determinación de la heterosexualidad y el cisgénero, como la única expresión posible de la sexualidad y la identidad de género no es natural, sino que es el resultado de un modelo de poder y dominación, que llamamos patriarcado.
«La heterosexualidad obligatoria y la cisgeneridad están determinadas por el patriarcado. En el capitalismo contemporáneo, el patriarcado y el racismo estructuran el conjunto de relaciones sociales. El capitalismo se apropia de esto, de la dominación masculina sobre la mujer, que se repite en la homofobia. Esta dominación es anterior a la construcción del capitalismo, pero el patriarcado ha sido apropiado por el capitalismo.»
Thaís también recuerda que no hay manera de separar los procesos de explotación y que también hay que observar las relaciones sociales capitalistas en la concreción de la realidad. Igualmente, recuerda que Brasil sufrió 300 años de esclavitud y tiene sus propias características, como por ejemplo la comprensión de la raza, que es diferente entre países como Brasil y Estados Unidos. «Hay que pensar en la concreción de cada formación social. No podemos importar algunos debates, que en nuestra realidad están fuera de lugar, un ejemplo clásico es el debate sobre los maricas. El Movimiento Queer en los Estados Unidos tiene un impacto en los Estados Unidos, pero en Brasil no se construyó de la misma manera. Hay que pensar en algunas cuestiones desde su construcción».
Para ella es un error pensar en el patriarcado y el racismo como apéndices del capitalismo, ya que el conjunto de relaciones sociales está atravesado por todas estas cuestiones. Así, la diversidad sexual y de género puede situarse como un elemento constitutivo de la lucha de clases, porque la lucha de clases debe derivar de la organización de las clases, y las relaciones sociales están atravesadas por estas diversidades. En este sentido, considera fundamental que los movimientos y organizaciones articulen los debates de clase y de diversidad sexual y de género.
«Los LGBT mueren por la violencia LGBTfóbica, pero también mueren de hambre, por falta de tierra. La unificación de las luchas es el reconocimiento de nuestra existencia como parte de la clase. El elemento clave es por qué la libertad sexual y la superación de las presiones de género deben formar parte de nuestro compromiso político. Esto forma parte del proceso revolucionario y emancipador», concluye.
Océlio Muniz, del MAB, calificó el seminario de histórico. Muniz hizo un recorrido por el proceso de organización LGBTI como una articulación. «El MAB se inserta en este debate desde las discusiones del MST, que marca la agenda de otras organizaciones». Para él, es necesario, como «sujetos en las filas de las luchas», mantener la discusión a la que se dedica el seminario, para la construcción de una nueva sociedad, común a todos. «Esa sociedad debe construirse ahora. La diversidad sexual y de género impregna este debate de construcción de una nueva sociedad. Un movimiento masivo, popular y autónomo sin distinción de raza, género, sexo».
Recuerda que la falta de debate, que durante mucho tiempo ha provocado la salida de miembros de organizaciones y movimientos por no ser acogidos por ser LGBTI. «Es nuestra deuda mantener esta discusión, que forma parte del mismo debate de la emancipación humana, en el sentido de que la igualdad es una condición para que sigamos en la lucha». Califica que se han dado varios pasos importantes, que han transformado los movimientos en espacios acogedores.
Neimar Kiga, del Colectivo Tibira, comenzó su intervención destacando que es necesario problematizar los espacios que se dan a los indígenas cuando se les invita a hablar. «Nos invitan a hablar en el mes de abril» y añadió que lo mismo ocurre por «ser indígenas LGBT, sólo en el mes de junio». Considera que es necesario mantener las agendas durante todo el año.
Kiga recordó que el colectivo al que pertenece se llamó Tibira en memoria del mártir indígena asesinado en 1614, en lo que sería el primer caso de homofobia en Brasil. Tibira, del pueblo tupinambá, fue atado a un cañón por los colonizadores y su cuerpo fue despedazado.
Como estrategia de articulación, se creó una cuenta de instagram (@indigenaslgbtq) como lugar de apoyo, «para dar visibilidad a personas de dentro y fuera de las comunidades indígenas». Kiga refuerza que es necesario ser consciente de la opresión, de estar en los márgenes, y por eso hay que unir las manos y que «hablar de sexualidad en el contexto indígena es también hablar de colonización».
Para él también es importante tener en cuenta la pluralidad étnica, ya que «hay más de 300 pueblos indígenas. No podemos generalizar sobre el hecho de ser indígena y ser LGBT». Sobre el proceso de afirmación, Kiga es firme, «no somos lo que la Iglesia quiere que seamos, y no volveremos a aceptar lo que la gente quería que fuéramos», cierra.
Internacional
La última mesa del primer día del Seminario bajo el nombre «Mesa Internacional: Los retos de la diversidad sexual y de género en el movimiento internacional de LVC» fue inaugurada por Blanca Ruiz, de CLOC Nicaragua. Señaló que la lucha es por una Reforma Agraria integral y popular. La resistencia es lo que impulsa el proceso de articulación de las personas LGBTI y Ruiz es explícito, «no queremos más invisibilidad. Estamos muy contentos de iniciar este proceso. Trabajamos muy activamente en las organizaciones, pero una vez que se conoce nuestra identidad sexual, la gente nos disminuye. Necesitamos mantener nuestra credibilidad como líderes, sin que nuestra sexualidad nos impida ser reconocidos como personas que luchan, con agendas muy claras, porque somos campesinas, campesinos, somos gay, lesbianas».
A continuación, Yeva Swart, de la Coordinación Europea de La Vía Campesina (ECVC), hizo una breve referencia a las recientes actividades sobre diversidad sexual y de género en La Vía Campesina Europa, recordando que este mes se ha publicado el primer libro y se ha celebrado el primer seminario sobre el tema.
También señaló que a veces existe el malentendido de que la situación en Europa es más progresista. «En diferentes regiones hay leyes antimigrantes y anti-lgbt. Vemos mucha difusión de las terapias de conversión y aumento del discurso transfóbico». Para ella, hay un lapso de identidad política. «Un proceso que ha sido bastante importante es la identificación y la importancia política de la identidad, la identidad campesina y la identidad campesina LGBT. Necesitamos identificar a nuestros miembros para aumentar nuestra red, construir alianzas, fortalecer el trabajo que se hace y luchar por la soberanía alimentaria y contra el patriarcado que quiere controlar los cuerpos», concluye.
El próximo sábado (31/07) tendrá lugar el segundo momento del Seminario que, entre sus objetivos, busca debatir los retos de la diversidad sexual y de género.
El 1 de julio de 2021, más de 50 agricultores, personas sin tierras, ciudadanes rurales y activistes de La Vía Campesina se reunieron virtualmente en un taller internacional sobre diversidad sexual y de género en las zonas rurales.
Si la vida rural ya es dura, ser gay, trans, bisexual o de cualquier otro género o identidad sexual más allá del patriarcado cis-hetero lo hace aún más difícil. El 28 de junio de 2021, el Día Internacional del Orgullo, la Coordinadora Europea Vía Campesina lanzó su primera publicación sobre diversidad sexual y de género. Abrazar la diversidad rural: Géneros y Sexualidades en el movimiento campesino se diseñó para crear un espacio inclusivo para contar historias, para el diálogo, el empoderamiento, el reconocimiento de la existencia de personas LGBTQIA+ en las zonas rurales y para dar un paso hacia su inclusión en los debates agrícolas. La publicación se compone de testimonios e ilustraciones de una docena de agricultores de Europa y otros lugares. Se ofreció a cada autore la oportunidad de llevar a cabo una reflexión profunda sobre sus vidas como agricultores y ciudadanes rurales LGBTQIA+. El resultado es un nuevo hito para los debates de género en el movimiento campesino europeo.
Aprovechando las celebraciones del Orgullo y el lanzamiento de esta publicación, ECVC invitó a la comunidad LGBTQIA+ de otras regiones de LVC a un intercambio sobre el proceso creativo de la publicación y a establecer intercambios interregionales entre actores y aliades LGTBQIA+.
El taller pretendió ser un espacio interno de confianza, solidaridad y pertenencia, generando espacio para experiencias personales que comparten y alimentan la reflexión política para incluir la diversidad en los debates del movimiento campesino.
El proceso creativo y la oportunidad de compartir experiencias con los demás en el movimiento fue una experiencia poderosa y conmovedora para muchos participantes y estos sentimientos de catarsis y visiones políticas liberadoras se reflejaron enormemente en el taller. Tal y como subrayó unx participante, “De lo que no hablas, no lo ves, así que hay que hablar de ello a los demás para normalizarlo’’.
Durante el transcurso de unas horas, escuchamos historias de esperanza y de terror. Desde los momentos de celebración de los tractores ondeando la bandera arco iris durante las movilizaciones campesinas en España; la descripción de un proyecto para cultivar la justicia que reúne a las comunidades marginadas interseccionales que se resisten a los sistemas alimentarios coloniales, patriarcales e imperialistas en los EE. UU.; las iniciativas para construir programas de formación para las personas LGBTQIA+ en América Latina; y escuchar sobre el proceso de las granjas que salen del armario como queer y animan a otres agricultores y granjas a hacerlo; hasta, por otro lado, las duras historias de persecución y discriminación contra miembres LGBTQIA+. El taller fue un espacio de celebración y conmemoración de las luchas no solo de las personas del movimiento, sino también su poder y potencial como grupo.
Como describió Yeva Swart de Toekomstboeren en Países Bajos: “Es increíble darse cuenta de que tu historia individual forma parte de un movimiento colectivo y puede encaminarse hacia la acción colectiva…”
Para muchos, el empoderamiento ha brindado un sentido político más fuerte a sus experiencias personales y muchas personas expresaron sentimientos de liberación, autorreflexión y autorrealización. Para Jens Köber de AbL (Alemania), ‘’Escribir fue terapéutico, […] cuando estaba escribiendo mi testimonio, comprendí que tenía necesidades diferentes y que me gustaba verme como agricultore, pero también viviendo mi identidad gay’’.
Para Breda Larkin, de la organización irlandesa Talamh Beo, hubo algunos momentos de alegría colectiva e intercambio mientras preparaba su contribución: “El proceso dio lugar a un pequeño grupo de cinco o seis personas que debaten sobre temas que no se habían abordado antes’’. Para este grupo, ha resultado obvio ahora que quieren “poner las cartas sobre la mesa y abrir una conversación sobre campesines queer y otras maneras de pensar diferentes’’.
Las expresiones culturales también formaron parte del taller. Les participantes compartieron poesías originales que expresaban la diversidad rural, interpretaron música en directo para denunciar la discriminación, compartieron vídeos y crearon un mapa de palabras colectivo que captaba realmente la energía y el sentimiento del encuentro: poderosas nociones de orgullo, felicidad, intercambio, empoderamiento, inspiración y mucho más.
La diversidad geográfica de la lucha era muy evidente, ya que había participantes de Europa, Norteamérica, América Latina y Asia. Sus aportaciones destacaron las diversas y multifacéticas formas en las que la comunidad campesina se expresa y lucha por la diversidad de género en todo el mundo.
Maggie Cheney, de la granja queer Rock Steady en Estados Unidos, también contribuyó a la publicación y habló de las numerosas granjas y colectivos que han salido del armario durante los últimos cinco años en EE. UU. Maggie habló de las grandes redes que están construyendo y de cómo ha fomentado la aparición de cada vez más campesines queer. Quieren ir más allá: ‘’Estamos muy presentes y hay muchas personas que quieren trabajar con nosotres. Empezamos un nuevo proyecto que trata de formar a campesines queer y trans. Creemos que es el siguiente nivel de apoyo que la comunidad queer necesita en nuestra zona”.
Alessandro Mariano, de MST en Brasil, lo dejó claro: “Nuestra comunidad se enfrenta a muchos retos: patriarcado, racismo, capitalismo. Además de la lucha por la tierra, tenemos que luchar por la libertad sexual. Porque el capital no solo se apodera del territorio, sino también de nuestros cuerpos. Lindolfo, uno de nuestros compañeros, fue quemado [el pasado 1 de mayo] por ser gay”. Por lo tanto, es muy importante que las organizaciones campesinas acepten otras maneras de amar y garantizar el derecho de las personas LGBTIQA+ a vivir en el campo. También coincidió con esto Blanca Ruiz, de la región del Caribe, que destacó el valor de la comunidad y señaló que “tenemos que unirnos como CLOC (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo) y hacer de esto una lucha conjunta”. No es suficiente simplemente luchar por la tierra”.
Por último, desde Asia, Nikar Tsai dio la bienvenida tanto a la publicación como al esfuerzo colectivo, compartiendo las experiencias de su granja feminista en Taiwán, Land dyke, cuyo objetivo es crear una Agricultura Apoyada por la Comunidad (CSA) no binaria y respetuosa con la diversidad de género. Nikar describió cómo “han conseguido aumentar la visibilidad y el respeto por las mujeres agricultoras en Taiwán, cultivando al mismo tiempo la biodiversidad y la diversidad de género”. Continuó: “pero no lo hicimos soles. Durante las dos últimas décadas, mi país se ha convertido en una democracia más abierta y dinámica’’. La pregunta que plantea Nikar es: “¿Cómo nos posicionamos en la agricultura más allá del capital y de los lazos de parentesco heteronormativos?”
¿Qué es lo siguiente?
Para poner estas voces sobre la mesa dentro del movimiento, se identificaron diferentes acciones durante el taller, empezando por conseguir que la publicación se traduzca a más idiomas y se comparta más abiertamente.
El taller también mostró la importancia de los momentos de intercambio para insipirarnos unes a otres y para reforzar la solidaridad entre las regiones. Ahora nos enfrentamos al reto de identificar y apoyar a más personas LGBTQIA+ en nuestras organizaciones y regiones.
Varies participantes expresaron su más sincero deseo de que se organicen más acciones sobre la diversidad sexual y de género a nivel nacional y regional. A nivel comunitario, se realizó una propuesta más específica para crear una articulación de diversidad de género en ECVC.
La importancia de establecer alianzas con otros grupos LGBTQIA+ de contextos urbanos y rurales se ha destacado como un elemento importante en nuestro camino.
También hubo consenso sobre la necesidad de organizar y articular un proceso dentro de LVC. A ese respecto, se hizo una propuesta muy concreta: en cuanto la pandemia lo permita, debería celebrarse una reunión internacional LGBTQIA+ física antes de la 8ª conferencia de LVC, para que la comunidad LGBTQIA+ dentro de LVC pueda intercambiar y llevar propuestas concretas a la conferencia prevista para 2023. Les participantes de Via Campesina Brasil expresaron la voluntad de acoger esta reunión al mismo tiempo que invitaron inmediatamente a las otras regiones a dos seminarios virtuales en julio organizados por el colectivo LGBTI de Via Campesina Brasil. Será una oportunidad de formación y aprendizaje, de intercambio de experiencias y de desarrollo de reflexiones y procesos colectivos.
En resumen, el taller del 1 de julio fue un paso más en reconocer la existencia de las personas LGBTQIA+ en el movimiento de soberanía alimentaria y más allá. A través de la acción continuada y organizada, alzamos nuestras voces, unidas, para ocupar nuestro lugar: en los campos, en las granjas, en las familias y en las comunidades rurales, ¡para luchar por la soberanía!
Era el año de 1844 y 28 artesanos de la fabricas de algodón de Inglaterra fundan la sociedad equitativa de los pioneros de Richter y se sientan las bases de los principios cooperativos de que hoy conocemos como cooperativismo.
Adhesión libre y voluntaria, distribución equitativa de los beneficios económicos, promoción de la educación entre sus miembros eran sus principales bases y acuerdos organizativos.
El pasado 03 de Julio se celebró el día mundial de las cooperativas con el lema con el lema ¨Reconstruir mejor juntos¨ y ante la crisis mundial por la pandemia, la soberanía alimentaria es la clave para sustentar la vida de los pueblos de américa latina y el mundo.
Mientras algunos países y sus gobiernos optaron por estrictas restricciones de cuarentena que llevó al desaceleramiento de la economía global y agudización de la pobreza, vimos que el campo no dejó de producir y fue el campesinado quien salió a sustentar la vida y a abastecer las ciudades de alimento.
Las cooperativas agrarias han sido agentes relevantes en esta tarea basada en una economía solidaria.
Desde la CLOC-Vía Campesina hablar de cooperativas es también hablar de asociaciones, y las diferentes formas en que las campesinas y campesinos puedan encontrarse y hacer frente al sistema capital que mercantiliza sus los recursos naturales, los expropia de sus territorios y despoja de las semillas.
Para CLOC-Vía Campesina el cooperativismo está basado en la producción familiar, unión de pequeños campesinos y campesinas que buscan distribución de sus productos y modernización pero que a su vez contribuyen y garantizan la soberanía alimentaria desde la producción agroecológica, sostenibilidad de la vida, la biodiversidad, resguardo de la c cultura ancestral.
En américa latina y el caribe existen grandes referentes de formas de organización productiva que garantizan la vida de los pueblos y que cada uno desde sus propias coyunturas contribuyen a la emancipación de sus economías del gran poder hegemónico capitalista, machista y patriarcal.
ANAP referente Mundial de organización productiva.
ANAP es la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, nace el 17 de mayo del 1961 con el objetivo de organizar y orientar a los campesinos cubanos en la participación a la transformación social y económica del ambiente rural.
Nace bajo los principios de la revolución cubana y en la actualidad ANAP desarrolla programas estratégicos en las zonas rurales para enfrentar el bloqueo, para enfrentar la pandemia.
El bloqueo que hace Estados Unidos hacia cuba impide el desarrollo agrícola y atenta contra el derecho humano de los pueblos a la alimentación, sin embargo, desde su propia coyuntura el campesinado cubano a sustentado al pueblo con el uso eficiente de la tierra producto de la reforma agraria, participación activa de la mujer en el papel protagónico del cambio social, en puestos de dirección y búsqueda del equilibrio, integración de la juventud en procesos productivos tecnificación e innovación agraria para producir para el pueblo.
Método de campesino a campesino ha sido también el pilar de rescate, transmisión y resguardo de saberes.
Las comunas modelo organizativo de éxito en Venezuela.
La Comuna Socialista El Maizal es una comuna situada en portuguesa, Venezuela. Es una comuna agropecuaria formada por 22 consejos comunales y su producción y se basa mayoritariamente en la cosecha de maíz, aunque también de leguminosas, vegetales, café, queso, leche, ganado, porcinos, etc. La comuna es referente de capacidad organizativa y productiva.
El Maizal se basa en la autogestión, corresponsabilidad, cooperación, sustentabilidad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia y participación democrática, formación y educación. Está regida por la Ley Orgánica de los Consejos Comunales (loCC) de 2009 la Asamblea Ciudadana que es la máxima instancia de deliberación y decisión para el ejercicio del poder comunitario, la participación y el protagonismo popular.
Las comunas es una expresión colectiva de unidad para el uso eficiente de los medios de producción.
( 26 de Julio de 2021) Frente a la actual pandemia de COVID-19, el caos climático, el aumento del hambre y todas las formas de malnutrición, la destrucción ecológica y las múltiples crisis humanitarias, nosotras[1], las personas que integramos los movimientos sociales, las articulaciones de los pueblos indígenas, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el sector académico, afirmamos nuestro compromiso con la soberanía alimentaria y rechazamos la actual colonización corporativa de los sistemas alimentarios y la gobernanza de los alimentos bajo la fachada de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
Los sistemas alimentarios industriales y el creciente control de las cadenas alimentarias por parte de las multinacionales son responsables de las amenazas existenciales a las que se enfrentan nuestras poblaciones y el planeta, como la crisis del clima, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la contaminación del agua e innumerables violaciones de los derechos humanos. El control por parte de las empresas multinacionales ha dado lugar a un sistema alimentario que deja a más de mil millones de personas hambrientas, desnutridas y económicamente desamparadas[2]. Además, los productos industriales ultraprocesados causan diversas formas de malnutrición, incluidos el sobrepeso y la obesidad, afecciones que contribuyen al agravamiento de los síntomas de la COVID-19 e incluso a la muerte. Es necesario tomar medidas políticas con urgencia, desde el ámbito local hasta el internacional, para hacer frente a la creciente desigualdad, la injusticia estructural, la violencia de género y los desplazamientos; el statu quo es sencillamente insostenible para la mayoría de la población mundial.
La única solución justa y sostenible consiste en detener y transformar inmediatamente los sistemas alimentarios globalizados controlados por las multinacionales. El primer paso en este camino es reconocer, llevar a la práctica y dar pleno cumplimiento al derecho humano a una alimentación adecuada. Este derecho, que es fundamental, también es indivisible de otros derechos humanos básicos, como los derechos a la salud, a la vivienda, a unas condiciones de trabajo seguras, a unos salarios dignos, a la protección social, a un ambiente limpio y los derechos civiles y políticos, incluidas la negociación colectiva y la participación política, que deberían ser, en sentido colectivo, el núcleo de todos los procesos relacionados con el sistema alimentario. Con esta importante orientación, las políticas públicas en materia de alimentación y la gobernanza deben dar respuesta a los medios de vida e intereses de las personas más vulnerables y de las generaciones futuras, ofreciendo protección y promoción a las campesinas y los campesinos, los pueblos indígenas, las comunidades de pescadores, las de pastoralistas, las trabajadoras y los trabajadores, las personas sin tierras, las personas que viven en los bosques, las consumidoras y los consumidores y las poblaciones urbanas que sufren la pobreza, y respetar nuestros límites planetarios. Son estos sectores los que más merecen ser el centro de atención cuando se abordan cuestiones como la gobernanza y la formulación de políticas. Rechazamos cualquier proceso vacío sobre los sistemas alimentarios, que ignore nuestros derechos humanos y no conceda explícita y significativamente la importancia que merecen a estos agentes de los sistemas alimentarios.
La Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021, impulsada por el Secretario General de las Naciones Unidas poco después de firmar un acuerdo global con el Foro Económico Mundial, no cumple esos requisitos fundamentales. El Foro Económico Mundial fue establecido por 1 000 de las mayores corporaciones del mundo, y sus afiliados han estado controlando el diseño, la estructura, los procesos, la gobernanza y el contenido de la Cumbre: la presidenta de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA) es la Enviada Especial de la Cumbre; el “Grupo Científico” está formado por agentes patrocinados por empresas que legitiman los sistemas de conocimiento y tecnología de propiedad corporativa; y las “soluciones innovadoras” que surgen de las vías de acción de la Cumbre han sido concebidas para profundizar en el control corporativo sobre todos los aspectos de nuestros sistemas alimentarios e imponer nuevas reglas para proteger los intereses y beneficios de un puñado de empresas multinacionales.
Las grandes corporaciones multinacionales, incluidas las que dominan las comunicaciones sociales y especulan en los mercados de productos de predicción, se están infiltrando cada vez más en los espacios multilaterales de las Naciones Unidas para cooptar la narrativa de la sostenibilidad y desviarla hacia los canales de una mayor industrialización sirviéndose de las tecnologías digitales y biológicas, la extracción de las riquezas y el empleo de mano de obra de las comunidades rurales, y la concentración del poder corporativo. Rechazamos las falsas soluciones que seguirán oprimiendo y explotando a las personas, las comunidades y los territorios.
En lugar de basarse en los derechos humanos, la Cumbre pretende ser un foro de múltiples partes interesadas en el que sus participantes, ya sean gobiernos, particulares, agencias o representantes de organizaciones, reciben un boleto simbólico para formar parte del público de este evento. Pero las partes interesadas no son necesariamente titulares de derechos: los derechos y la soberanía de las personas y las comunidades no deben confundirse con los intereses empresariales del sector privado. Pese a que entre el 70 % y el 80 % de los alimentos del mundo son producidos por agricultores en pequeña escala que tienen una poderosa voz colectiva, este proceso individualizado de múltiples partes interesadas da un poder desmesurado a unos pocos poderosos que controlan los mercados alimentarios, agrícolas y de capitales. La falta de salvaguardias adecuadas contra los conflictos de intereses en los procesos de la Cumbre ha permitido que las coaliciones impulsadas por las empresas se posicionen como agentes de aplicación de políticas públicas con recursos públicos, pero sin los mecanismos de rendición de cuentas, el mandato y las normas de transparencia de las instituciones públicas. No aceptaremos un proceso de este tipo, especialmente en el ámbito de la agroecología, porque, desde el punto de vista de los derechos humanos, las políticas para fortalecer la agroecología son una obligación de los Estados y de los organismos de las Naciones Unidas, debido al papel crucial de la agroecología en la consecución del derecho a una alimentación adecuada y otros derechos humanos[3].
Esta Cumbre se diferencia de las anteriores cumbres mundiales de las Naciones Unidas sobre la alimentación en que no será un evento multilateral en el que los acuerdos negociados podrían proporcionar una orientación clara para los procesos de toma de decisiones y los mecanismos de rendición de cuentas que delimitan las responsabilidades de los Estados. La apropiación por parte de las multinacionales, la multiplicidad de partes interesadas y la falta de referencias hacia los derechos humanos amenazan los más altos estamentos de las Naciones Unidas, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas (CSA), el principal y más inclusivo organismo multilateral para la gobernanza alimentaria, que tiene la autoridad y la legitimidad para dirigir este proceso. Consideramos inaceptable que la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, como proceso no normativo con una estructura de gobernanza ilegítima, intente delegar sus resultados y su seguimiento en el CSA, que se rige por un sistema intergubernamental; la Cumbre no posee ni la legitimidad ni la autoridad para ello, y ese enfoque vulnera el mandato y el estatuto de reforma del CSA. Condenamos este intento de socavar el CSA, y exigimos que se reconozcan y refuercen su visión y sus procesos inclusivos. Instamos a nuestros gobiernos a defender el multilateralismo, la elaboración de políticas basadas en los derechos y la participación —tal y como han establecido los Estados Miembros de la FAO en relación con las normas de participación de las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales—, así como la responsabilidad política.
La lucha por unos sistemas alimentarios sostenibles y justos no puede desvincularse de las realidades de los pueblos cuyos derechos, conocimientos y medios de vida no han sido reconocidos ni respetados. Conocemos las soluciones factibles para abordar los problemas sistémicos de nuestros sistemas alimentarios.
Como hemos exigido en nuestra Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios[4], los cambios en dichos sistemas deben ser ecológica y socialmente transformadores. Desde 1996, los movimientos sociales y la sociedad civil vienen desarrollando un movimiento y procesos comunitarios de gobernanza en torno a la visión de la soberanía alimentaria, tomando como referencia para ello a las personas que se ocupan de la producción de alimentos en pequeña escala y a las trabajadoras y los trabajadores, y basándose en las prácticas agroecológicas y los movimientos urbanos. En este 25.º aniversario de la soberanía alimentaria, reafirmamos nuestra unidad y compromiso para impulsar estrategias radicalmente transformadoras que reconozcan las necesidades de los pueblos, les otorguen dignidad, respeten la naturaleza, antepongan a las personas frente a los beneficios económicos y se resistan a la apropiación de las empresas multinacionales, y para hacerlo colectivamente hacia un sistema alimentario justo y digno para todas las personas.
📢 La Cumbre de la ONU sobre los sistemas alimentarios #UNFSS2021 es un ataque contra la gobernanza alimentaria y los Derechos Humanos. ¡En pie contra los sistemas alimentarios corporativos! #FoodSystems4Peoplepic.twitter.com/Or8fqxxeK8
— La Via Campesina Español (@via_campesinaSP) July 7, 2021
[1] La Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios es un proceso de base formado por cientos de organizaciones internacionales, regionales, nacionales y locales de todos los sectores: personas campesinas y que se dedican a la agricultura en pequeña escala, mujeres y jóvenes, pueblos indígenas, pastoralistas y personas sin tierras, personas que se dedican a trabajos agrícolas y alimentarios, pescadoras y pescadores, consumidoras y consumidores, poblaciones urbanas que padecen inseguridad alimentaria y ONG de muchos ámbitos de la sociedad. Para obtener más información, consulte: Foodsystems4people.org.