Enero 5 de 2022
Desde el Coordinador Nacional Agrario de Colombia CNA, saludamos al pueblo y sus organizaciones sociales en Arauca y el Centro Oriente de Colombia, con un abrazo fraterno y solidario en estos momentos de crisis humanitaria que cada día soportan y resisten.
Lamentamos los hechos ocurridos a partir del día 2 de enero del presente año, en que han resultado más de dos decenas de muertos en 4 municipios del departamento de Arauca, Cubará (Boyacá) y Toledo (Norte de Santander), producto de un enfrentamiento entre el ELN y disidencias de las FARC. Y que sin duda generan incertidumbre en la población campesina y demás habitantes, máxime cuando esa región ya vivió una experiencia parecida entre los años 2006 a 2010.
Colombia es un país gobernado por el capital trasnacional en el que las instituciones como la fuerza pública, la fiscalía y demás, son instrumentos de represión y persecución, que nunca se dispondrán a resolver asuntos sociales como mecanismo de salidas políticas a los conflictos, al contrario, hará lo posible por profundizar las causas; Por lo tanto rechazamos de manera enérgica la decisión del malgobierno nacional en cabeza de Duque, que aprovecha la crisis humanitaria para profundizar la militarización del departamento y desplazar a las comunidades campesinas, como parte de la segunda fase de la imposición de la estrategia de zonas futuro que implica limpiar de “obstáculos” el territorio para entregarlo a los intereses del capital trasnacional.
Recordamos a la comunidad nacional e internacional, que la presencia militar ha sido política en esa y las demás regiones del país, produciendo crímenes de Estado repudiables, masacres, desapariciones, desplazamiento, falsos positivos judiciales y degradación ambiental. Desde el año 2019, en medio de la crisis social y la persecución contra los liderazgos sociales, el CNA ha sufrido asesinatos selectivos, desplazamiento y encarcelamientos.
Exhortamos a las fuerzas en confrontación a cumplir con el compromiso que han hecho de manera pública en comunicados de respetar y preserva la integridad a la población civil, sus bienes y proyectos sociales y comunitarios, a las autoridades civiles a estar atentos a la preservación de los derechos humanos y a la comunidad internacional a estar atentos y vigilantes de los acontecimientos en la región y el país.
A la población campesina reiteramos nuestro abrazo de acompañamiento, invitándolos a la defensa y permanencia en el territorio, el refuerzo de las guardias campesinas, los mecanismos de defensa de los derechos humanos y el trabajo y la protección colectivas.
FRATERNALMENTE, COMITÉ EJECUTIVO
“Por la Defensa y Recuperación del campo colombiano, vida digna y soberanía popular”