27 de abril de 2015
El 21 de abril, João Pedro Stedile, de la coordinación nacional del MST, fue reconocido junto a otras 141 personas por la Medalla de la Inconfidencia.
Se trata del mayor homenaje ofrecido por el Estado mineiro concedida a personas y entidades que, en la evaluación de cada gobierno, contribuyen para el desarrollo de Minas y de Brasil.
Abajo, compartimos un artículo de Stedile sobre el significado de este homenaje.
La Medalla de la Inconfidencia es el Legado de Tiradentes
Fui reconocido el pasado 21 de abril con la Medalla de la Inconfidencia, entregada por el gobernador Fernando Pimentel, en la Plaza de Ouro Preto, en Minas Gerais, en nombre del pueblo mineiro.
La distinción no fue un homenaje personal. Considero que es un reconocimiento a todos los luchadores sociales de los movimientos populares mineiros y de Brasil, que luchan todos los días por los ideales de Tiradentes.
Y más que un homenaje, renueva el compromiso con aquellos ideales.
Tiradentes luchó contra la fuga de nuestras riquezas saqueadas por la metrópolis, luchó contra la esclavitud, por la República y por la democracia.
Nada más actual, después de más de doscientos años.
1. En su tiempo la fuga de riquezas era hecha en carreta y barco. Ahora, el capital transporta miles de millones de toneladas de minerales vía mineroductos, agotando inclusive el agua potable que falta en la periferia de Belo Horizonte. Y también quieren poner las garras sobre nuestro petróleo, con la clara campaña de privatización del petróleo y de Petrobras, que cuenta hasta con proyectos de ley de los “tucanos” en el senado.
2. Todos los años la Policía Federal libera a alrededor de mil trabajadores esclavizados en el campo. Los hacendados reciben algunas multas, pero ningún castigo real, como manda la constitución que prevé inclusive la expropiación de las haciendas. En Minas Gerais, un hacendado de Unaí mandó matar tres fiscales del Ministerio de Trabajo que fiscalizaban trabajo esclavo en su “moderna” hacienda. Todo sigue impune. En Felisburgo, otro hacendado participó de una masacre que mató a cinco trabajadores rurales Sin Tierra. El Jurado Popular lo condenó a 220 años de prisión, pero el está suelto, esperando apelaciones judiciales en libertad.
3. El sueño de Tiradentes era un régimen republicano, en que todo poder emanara del pueblo, y por el se organizaran los tres poderes de forma autónoma. Hoy, apenas 10 empresas secuestraron la democracia y eligieron 70% de los parlamentarios. El Poder Judicial aún no es republicano y nadie lo controla, al punto que en la más alta corte, el Ministro Gilmar Mendes interrumpe un juicio cuya cuestión ya está decidida por seis votos a uno, y hace un año no devuelve su parecer. Y nadie puede hacer nada.
4. Peor, ahora tenemos un nuevo y más poderoso poder, que no sólo no emana del pueblo, sino que carga contra él: la prensa burguesa.
Hay un monopolio vergonzoso, en que los propietarios de estos medios, aparte de enviar sus lucros a cuentas secretas en Suiza, hacen lo que quieren. Dicen lo que es cierto o errado e inducen jueces a juicio previo.
No habrá democracia en Brasil sin la reforma de los medios de comunicación, que garantice al pueblo brasilero el acceso a informaciones de forma igualitaria, y sin los intereses del poder económico.
5. La democracia soñada por Tiradentes todavía es una hipocresía, pues confunden democracia apenas con el derecho de ir a las urnas cada dos años. Las elecciones son necesarias y hacen parte del proceso, sin embargo, una sociedad democrática se mide por el grado de igualdades de derechos y oportunidades de todos sus ciudadanos, sin distinción. Pero infelizmente Brasil continúa siendo una de las sociedades más desiguales del mundo. La concentración de la riqueza y de la tierra continúa y es cada vez mayor, está en las manos de apenas 1% de ricos.
Para los jóvenes, pobres y negros de las periferias de las ciudades, además de la falta de oportunidad, existe la pena de muerte. Todos los años son asesinados 20 mil jóvenes.
Lo mismo para los trabajadores que tienen sus profesiones y empleo, ahora la saña de los capitalistas voltea para eliminar los derechos conquistados durante 100 años de luchas sociales durante el siglo XX, con el proyecto de tercerización.
6. Como si no bastara la herencia estructural de una sociedad desigual, ahora las voces de la derecha predican abiertamente un golpe militar. Disconformes con un resultado de las urnas, ya hicieron eso otras veces en nuestra historia. Toda vez que el pueblo insista en escoger él mismo sus representantes, hay una derecha desvergonzada que pasa a predicar golpes militares o versiones más sofisticadas de juicio político.
7. Que el espíritu de Tiradentes y sus ideales nos continúen ayudando a animarnos en la lucha. Que su espíritu ilumine a los gobernantes, para que no tengan miedo de aplicar los recursos públicos, que son del pueblo, en inversiones sociales de educación, salud, vivienda y reforma agraria, y no en intereses para los banqueros.
Que el espíritu de Tiradentes provoque vergüenza en los parlamentarios para tomar la iniciativa de aprobar la convocatoria de un plebiscito popular para que decidamos sobre la necesidad de una asamblea constituyente que haga una verdadera reforma política en el país. Y también una reforma de los medios de comunicación
Que el espíritu de Tiradentes ilumine nuestra juventud, para que tenga el coraje de abrazar los mismos ideales, y salir a las calles a luchar por justicia social y por derechos igualitarios.
Salve, Salve Tiradentes!
João Pedro Stedile
Ouro Preto- Minas Gerais