30 de julio de 2016
3 mil personas de todo el país participan del evento, además de una brigada con militantes de América Latina y Europa
Amar el campo al hacer la plantación/ No envenenar el campo es purificar el pan/ Amar la tierra y en ella plantar / nosotros la cultivamos, y ella nos cultiva.
Al ritmo de «Caminos Alternativos», del poeta Zé Pinto, comenzó el miércoles (27) la 15ª Jornada de Agroecología en Lapa – sur del estado de Paraná, a 70 km de Curitiba – que se extiende hasta el sábado (30). Más de 3 mil personas de todo el país participan del evento, ademas de la brigada internacionalista, que cuenta con militantes del movimiento campesino de América Latina y de Europa.
Los 15 años de la Jornada trajeron avances importantes relacionados principalmente a la educación del campo. El dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Paraná (MST-PR) Armelindo Maia, conocido como Beá, enumeró algunos de estos: «Tenemos nuestra escuela de agroecología en enseñanza fundamental y media, más próxima de nuestra realidad; además de universidades con cursos de graduación y maestría».
Análisis de coyuntura
«Esta Jornada no es más sólo de Paraná ni sólo de agroecología. Es un encuentro, un festival que se transformó en una referencia en Brasil y en toda América Latina», definió João Pedro Stedile, dirigente nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), que inició las actividades con un análisis de coyuntura junto al militante de agroecología, Vanderlei Ziger.
Stedile destacó los intereses del capital en el golpe en curso en Brasil. «En momentos de crisis, la primera medida es aumentar la explotación sobre el trabajo, disminuyendo salario, dejando a la mitad de los trabajadores en la calle. La segunda, es disputar el plusvalía social, o sea, los impuestos y los gastos dirigidos a los servicios públicos. Hoy, están en juego R$ 220 mil millones [USD 70 mil millones]. La tercera medida es apropiarse de las empresas públicas y el capital está con el ojo puesto en el Banco de Brasil, en la Caja Económica, en la Petrobras y en las hidroeléctricas como Itaipú [ubicada en la frontera Brasil-Paraguay], que es la mayor fábrica de dinero del mundo. La cuarta medida es apropiarse de los recursos naturales», explicó.
Para él, el golpe fue una articulación del poder económico para aplicar esas cuatro medidas clásicas y revertir su tasa de lucros. «No fue un golpe contra Dilma, personalmente».
«La crisis del capitalismo no es sólo de la forma de producción, sino del Estado burgués. Los gobierno de todo el mundo no consiguen controlar al capital», concluyó.
Stedile recordó, ademas, las acciones ya concretadas por el presidente interino Michel Temer, contra la agricultura y los campesinos, como el fin del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), que interrumpió todas las políticas públicas en favor de los campesinos, la aprobación de la ley que autoriza la pulverización de agrotóxicos y la transferencia del Incra [Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria] a la Casa Civil.
«El ‘Fuera, Temer’ es sinónimo de agroecología y reforma agraria», sintetizó.
Durante su discurso, Vanderlei Ziger resaltó los desafíos para la agricultura familiar, que también implican a la educación, la cultura y la investigación. Según argumentó, cada vez se invierte menos en la educación en el campo. Por otro lado, hay proyectos innovadores que deben ser profundizados, como la Universidad Federal de la Frontera Sur (UFFS) que, aunque ya lleva diez años disputando un proyecto popular, se ve amenazada por visiones volcadas al agronegocio. «Es fundamental que las universidades están cada vez más alineadas con el proyecto de agricultura familiar», defendió.
El militante de la agroecologí destaca además la necesidad de valorizar los saberes y las costumbres locales, en contraposición a un consumismo que asimila los productos que vienen de afuera sin senos crítico. En relación a la investigación, marcó que es preciso reconocer la importancia de la conservación de las semillas, fundamental para la autonomía de los pueblos. «Pero las políticas públicas están yendo en sentido contrario. Y lo peor es que quien osa proponer otro proyecto y denunciar el agronegocio, es criminal», denunció.
«Políticas Públicas no se hacen solas. Gran parte de los recursos que pasaron por las manos de los agricultores fue a parar a las grandes empresas. No sirven de nada los recursos de la «bolsa familia» si los beneficiarios no fueron politizados, esa es la cuestión central para nosotros de la agricultura familiar: no adelanta multiplicar los recursos para los agricultores si no conseguimos traerlos para estos espacios de formación», complementó.
Para Ziger, sin embargo, la cuestión debe centrarse en las acciones de lucha en las calles. «Ese es un espacio importante, pero precisamos la movilización. es importante hacer críticas en el Facebook, en internet, en nuestras asociaciones, aquí. Pero precisamos de gente en las calles consciente, no sin saber lo que está haciendo vestida de verde y amarillo, sino luchando por sus derechos», llamó.
La actual crisis es una oportunidad para que, ademas de más atención, la clase trabajadora pueda reorganizarse. Un proceso que, según Ziger, ya es posible sentir. Según agregó, el Frente Brasil Popular es un importante espacio para la actuación unitaria, ya fortalecida entre los trabajadores del campo, pero que precisa movilizar a los trabajadores de la ciudad para la lucha común contra el golpe.
Referencias e intercambios
La elección del local no fue aleatoria: Lapa es un municipio donde cerca del 40% de la población aún vive en el campo, organizada en 68 comunidades. Además, la ciudad cuenta con referencias nacionales sobre agroecología, como el Centro Paraenense de Referencia en Agroecología y el Instituto Agroeconómico de Paraná.
Seis de esos locales son espacio para talleres de experiencias agroecológicas, que van a tener lugar el jueves (28). Las y los participantes podrán escoger entre 40 talleres ofrecidos.
El viernes, habrá seminarios temáticos sobre agroecología, semillas, educación en el campo y soberanía ambiental.
El último día, será producida una carta con una síntesis de las propuestas e iniciativas populares para el próximo período.
Traducción: María Julia Giménez