MIEMBRO DE LA CONFEDERACIÓN BARTOLINA SISA ORGANIZACIÓN DE LA CLOC – LVC Y EXPRESIDENTA DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE DURANTE EL 2006 Y 2008 EN EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA.
29 de junio del 2020
Expresamos desde La Vía campesina Internacional y la Coordinadora de organizaciones del campo CLOC – LVC, nuestro más sentido pésame y dolor por la partida de Silvia Lazarte, mujer indígena campesina, hermana, dirigente social y luchadora por los derechos campesinos e indígenas en Bolivia.
La labor de Silvia la recordaremos y la reconoceremos en todo nuestro que hacer de lucha y resistencia campesina, fue una de las mujeres que alentó con su espíritu revolucionario la construcción de una Bolivia diversa y justa tal cual como lo menciona Evo morales en uno de sus comunicados, puesto que al ser la primera mujer indígena presidenta de la asamblea constituyente y entre otras cosas liderar la redacción del texto de la nueva constitución, contribuyó en una gran victoria para el pueblo boliviano, el cual fortaleció el reconocimiento de la producción comunitaria agropecuaria y a su vez el respeto hacia la madre tierra y cultura indígena en el país.
Sin lugar a duda nos deja un vacío al movimiento y organización indígena campesina, pero seguramente muchas y muchos más seguiremos su legado; a su familia, a nuestras compañeras de la confederación Bartolina sisa y en general a todo el pueblo boliviano todas nuestra condolencias y resistencias.
¡Construir Solidaridad, Resistencia y Esperanza entre los pueblos!
Pese a la situación de abandono y la falta de políticas públicas a favor de incentivar y apoyar al campesinado dominicano de cara a garantizar seguridad, soberanía alimentaria y nutricional en medio de esta pandemia mundial por parte del gobierno dominicano, los aportes de los pequeños y medianos productores agropecuarios a la economía nacional siguen siendo muy importantes para garantizar el abastecimiento de los mercados en los campos y las ciudades.
En la actualidad los/as agricultores/as están pasando por una prolongada sequía que está afectando varias regiones del país, destruyendo grandes plantaciones de banano, vegetales, arroz y otros cultivos, mientras miles de pequeños y medianos productores pecuarios vieron morir también sus crianzas bovinas, porcinas, avícolas y caprinas por escasez de agua y alimentos. Problemáticas que se suman a esta pandemia disminuyendo también la mano de obra agrícola en los predios.
Las organizaciones campesinas están promoviendo e incentivando la siembra de productos de ciclo corto, de consumo masivo en las comunidades rurales y de exigencia en los mercados nacionales, principalmente en zonas con sistema de regadíos (huertos familiares entre otros). En este marco, el objetivo está en llegar alos mercados locales e intercambiar productos entre provincias de manera asociativa, disminuyendo así el intermediario.
Con la presencia del COVID-19, los intermediaros aprovechan la situación de cierre de los mercados para especular con los precios y comprar los productos de los agricultores por debajo del coste de producción. Esta situación ha provocado que muchos productores y productoras no tengan los recursos suficientes para preparar su tierra, adquirir la semillas e iniciar su siembra de primavera.
Las organizaciones campesinas que forman parte de la CLOC y Vía Campesina en la República Dominicana, han estado en un proceso de lucha y resistencia demandando el cese de los desalojos a los campesinos/as que no han parado a pesar de la pandemia, además exigen al gobierno dominicano asumir un plan de emergencia agropecuaria para dar apoyo específico a pequeños y medianos productores y campesinos afectados por la sequía de años recientes, situación empeorada tras la crisis provocada por la pandemia de Coronavirus y la cuarentena, esto se realizó a través de un documento entregado al Ministerio de Agricultura, además de las iniciativas de cadena de mercado campo-ciudad y a través del uso de redes.
Cuba
El proceso productivo en el campo cubano no se ha detenido, desde mediados de marzo y hasta la fecha se visitaron en conjunto a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) con el sistema de la agricultura todos los tenientes de tierra de la organización en un proceso político para sensibilizar al campesinado sobre la necesidad de incrementar las producciones y determinar los recursos mínimos indispensables que se necesitaban para lograr el incremento deseado. Se recontrató en todos los casos por renglones la siembra, producción y comercialización de la gran mayoría de los campesinos para los meses que restan del 2020.
Actualmente se trabaja en el incremento de la siembra, fundamentalmente de cultivos de ciclo corto, policultivos, siembra en patios y parcelas de la comunidad, y se continúa impulsando el Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino y el uso de las prácticas agroecológicas con énfasis en la producción de abonos orgánicos y la utilización de la tracción animal para preparar las tierras y la comercialización de las producciones.
Se trabaja en el rescate de los módulos pecuarios para el autoconsumo de las Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y en las fincas de los campesinos, se incrementa la cría de aves con doble propósito (huevo y carnes), se incrementa la siembra de alimento animal y se realiza levantamiento en todo el país de aquellos residuos de otras industrias que puedan servir para alimento de los animales, se elaboran piensos criollos con materias primas locales. Se estimula el ahorro y el reciclaje de los recursos, se abren centros de acopio de mercancías cercanos a las cooperativas, se incrementa la producción de semillas y se destinan por el Estado recursos de otros sectores para la producción de alimentos.
Se continúa promoviendo el autoabastecimiento local y familiar, la producción de conservas de frutas y vegetales en mini-industria, la producción de harinas de yuca y boniato para la elaboración de pan y dulces con el objetivo de sustituir la harina de trigo.
Contamos con el apoyo y el acompañamiento del Gobierno Cubano y el Partido Comunista de Cuba.
Haití
De manera general, la crisis climática da muchos problemas en todas las regiones de Haití y afecta la intervención agrícola y pecuaria de las organizaciones que acompañan a las familias campesinas. El campesino, que su economía depende de la agricultura y el ganado se encuentra con muchas dificultades.
En la mayoría de las provincias de Haití apenas empieza a llover. Las y los campesinos están haciendo la preparación de suelos y otros están sembrando semillas como maíz, fríjoles, yuca, etc. Las actividades de pecuaria que están realizando son: cría de cabras, ovejas, cerdos, vacas y aves.
En el contexto de la pandemia están haciendo un trabajo de sensibilización para la prevención y con los pocos recursos financieros que tienen, intentan proveer algunos materiales de protección a la población con propósito de disminuir la propagación, sobre todo en el medio rural.
Siguen trabajando en la capacitación de las y los campesinos para que entren en la producción agrícola y pecuaria aprovechando al máximo la época de lluvia. Aconsejarlos de utilizar las semillas precoces sobre todo las hortalizas y maíz de ciclo corto. Las iniciativas en las que continúan trabajando son el aumento de parcelas colectivas dentro de las organizaciones, para promover el consumo local y facilitar respuestas a las exigencias del momento.
Las organizaciones trabajan siempre en la promoción y la sensibilización para el consumo de los productos locales y hoy en día en el contexto actual el trabajo sigue siendo el mismo, aunque el poder de compra de los consumidores disminuye considerablemente, el precio de los productos aumenta y la reserva de productos locales casi se agotan. La población compra lo que se encuentra en el mercado para responder a las necesidades familiares.
El COVID-19 trajo más problemas de los existentes, pero eso debe ser una oportunidad para planear mejor las respuestas sostenibles después de la pandemia, una oportunidad para fortalecer las organizaciones. En este panorama, hay que seguir practicando la agroecología para resistir contra la sequía y tener reservas necesarias para no pasar hambre. La solidaridad entre las organizaciones debe ser una respuesta sostenible frente a un estado débil que no tiene ninguna política pública para invertir y responder al fenómeno climático y alimentario.
Puerto Rico
La repuesta del Gobierno a la pandemia de COVID-19 ha sido inconsistente y represiva en el peor de los casos, colocando el mayor sacrificio en la espalda de un pueblo ya golpeado por huracanes, escasez de energía y terremotos. Mientras tanto en su intento desesperado de hacer algo, el gobierno impuso un toque de queda que muestra su falta de conciencia y respeto por los pequeños agricultores locales. La implementación del toque de queda depende de una fuerza policial represiva en Puerto Rico con múltiples investigaciones sobre abuso de poder y un foco documentado de infección.
Ese toque de queda evita que las y los productores salgan a sus fincas o puntos de ventas, los mercados locales se cerraron cortando una fuente primaria de ingresos y agrupando aún más personas en los supermercados, convirtiéndose así en una fuente de infección.
Cómo una forma de reducir el acoso policial y evitar el tiempo en la cárcel o las multas resultantes de la implementación de las órdenes ejecutivas, la Organización Boricuá de Agricultura Ecológica utilizó certificaciones modelos y conectó su red de agricultores para que las granjas certificadas oficialmente (dentro de la estructura estatal) adoptaran a otros agricultores dentro de la red que utilizan métodos de intercambio más tradicionales, que el estado se niega a reconocer, ignora o malinterpreta, un ejemplo, es la tradición del arado de bueyes.
Las y los agricultores están en el campo o en las calles, cuidando la tierra o vendiendo, intercambiando productos agrícolas todos los días de la semana. Reconociendo el mayor riesgo y la exposición de los pequeños productores Boricuá se propuso proporcionar material de protección para sus miembros (máscaras, guantes, desinfectantes).
De igual forma, se realizó talleres con el objetivo de promover la educación sobre la protección del sector agrícola frente al COVID-19. También generó una infografía educativa para compartir medidas implementadas y las estrategias sugeridas por los expertos en la salud pública, así como las medidas efectivas identificadas por los miembros. El gráfico ha sido utilizado por múltiples organizaciones, incluyendo la Vía Campesina.
Asimismo, se crearon campañas interactivas que involucran a los miembros, como «toque de siembra», un juego de palabras «toque de queda» y «toque de bomba» que establece el patrón rítmico de la música. Toque de siembra, utiliza las plataformas en línea para educar, compartir y resaltar diferentes imágenes de trabajadores y de sus miembros.
En la última edición del programa radial Voz Campesina, producido entre la CLOC y Radio Mundo Real, entrevistamos a referentes jóvenes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo de Sudamérica, Centroamérica y Caribe que nos transmitieron sus experiencias personales sobre el vínculo que tienen con la producción agroecológica, cómo comenzaron a participar en la CLOC y qué luchas dan por la soberanía alimentaria en sus territorios.
Analizamos por qué la agricultura campesina y familiar es una opción económica viable para las y los jóvenes, pero también los desafíos que implica para las nuevas generaciones volver al campo.
“Volver al campo es una tarea urgente frente a la escasez de alimentos sanos y esto solo es posible con la promoción de la agricultura familiar campesina e indígena”, afirman en la Secretaría Operativa de la CLOC. Desde Paraguay, en representación de la región Sudamérica, Augusto Isaac Acuña, integrante de la Secretaría de Formación y Educación de la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), dijo en Voz Campesina que volver al campo “no es solo hablar de la zona rural; la relación campo-ciudad necesita debatirse más para que haya una estrategia conjunta en este volver al campo de la juventud”.
Entre los desafíos, Acuña señaló que se debe pensar:
“a) cómo actualizar la agricultura campesina teniendo en cuenta los saberes ancestrales y el respeto al medioambiente para la producción de alimentos;
b) la problemática de la migración del campo a la ciudad;
c) difundir los aspectos ecológicos de la agricultura campesina e indígena, que le ha dado interés a los jóvenes para volver y quedarse en el campo; así como mantener la esencia de esta agricultura, sumando nuevas tecnologías y el procesamiento de productos. Es decir, no solo producir la materia prima, sino conservar los alimentos en pequeñas fábricas, que es también una opción de empleo con enfoque agroecológico”.
El coordinador de la CLOC-Vía Campesina Paraguay, destacó los aprendizajes tomados del modelo cubano, como las minifábricas, que potencian la producción de materia prima, la conservación para el consumo a lo largo del año, y la comercialización de los productos agroecológicos en mercados locales.
Acuña destacó la formación en agroecología que brindan los Institutos Agroecológicos Latinoamericanos (IALAs), siendo él un técnico agroecológico formado por el IALA Guaraní de Paraguay y en la Escuela Florestan Fernandes del MST-Brasil. Esas experiencias fortalecieron y profundizaron los aprendizajes que tuvo en su familia que ha luchado por la tierra desde 1995 y que, mediante la organización, logró obtener tierras para producir y desarrollar proyectos como la producción de yerba mate agroecológica de OLT y CONAMURI, a pesar de que los cultivos de soja transgénica de las grandes corporaciones han destruido yerbales comunitarios. Al norte de Paraguay, otros productores han desarrollado producción y procesamiento de mandioca, sésamo, chía para aceites naturales, leche y producción familiar de conservas, postres, dulces.
En el caso de Centroamérica, Enma Elizabeth Catu Raxjal, maya kaqchikel integrante de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), el Movimiento de Jóvenes Mayas (MOJOMAYAS), y subcoordinadora de la región Centroamérica de la Juventud de CLOC-Vía Campesina, contó que su acercamiento con la agroecología fue a través de los saberes que especialmente le transmitieron las mujeres en la familia (como su abuela y su madre) y cómo su conexión con el campo y la Madre Tierra comenzó desde algunas labores en las que participaba junto a sus abuelos y, estando en la CLOC, fue viendo “que el uso de los químicos no eran necesarios para producir alimentos”.
Catu Raxjal consideró que “recuperar la tierra” es uno de los principales desafíos en una región donde “no existen políticas que favorezcan los derechos de toda la juventud”, lo que se suma a “la falta de garantías para defender derechos campesinos e indígenas” y el cierre de fronteras que limita la seguridad alimentaria.
“El extractivismo de cementeras, mineras, hidroeléctricas nos ha dejado en esta crisis que nos impide el acceso a nuestras tierras, con proyectos que producen deslaves y derrumbes, y dejan a las tierras en tan malas condiciones que hay que recuperarlas en todo sentido. Los jóvenes no somos vulnerables, nos han vulnerado porque nos han aislado de las mejores condiciones para vivir. La juventud no es una población que tenga todavía la atención de los gobiernos y regresar al campo es un gran desafío para la juventud porque muchas veces nuestras familias no tienen tierra. Debemos recuperar las tierras desde la organización, fomentar cooperativas comunitarias, recuperar saberes ancestrales y buenas prácticas como el intercambio de semillas, dejar de aliarnos a grandes corporaciones que nos hacen producir con químicos, exigir políticas públicas como seguros -por si perdemos la producción por las fuertes tormentas, por ejemplo- o tener garantías para volver a cosechar”, dijo la referente guatemalteca.
A esto se suma la lucha contra las prácticas patriarcales y machistas que subsisten en la asignación y recuperación de tierras para las mujeres, así como la búsqueda por verdad y justicia que llevan desde CONAVIGUA por todas las víctimas del conflicto armado interno.
Lieser Inabel Ramírez, de República Dominicana, integrante de la Federación de Caficultores de la región sur (FEDECARES), de la Asociación de Jóvenes Emprendedores «Sembrando para el futuro» (ASOJESF) y responsable de la articulación de jóvenes de la CLOC-Vía Campesina Región Caribe, consideró que en este contexto de crisis “muchas empresas cerrarán sus puertas y los jóvenes volverán al campo” por lo que las articulaciones deben fortalecerse para “garantizar la alianza campo-ciudad, siendo más eficientes en nuestra producción y garantizando la distribución y comercialización”.
“Alimentamos nuestros pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo. Y en estos tiempos de pandemia, la juventud puede asumir un lugar super importante”, agregó el miembro de la Comisión Política CLOC-Via Campesina Caribe.
A finales del año 2019, cuando ya nos preparábamos para graduar la I Cohorte de jóvenes egresados del IALA Ixim Ulew junto a las organizaciones de la CLOC/VC en la región Centroamérica, convocamos una II cohorte que estaría llegando durante los primeros meses del año 2020. Sin embargo, debido a la situación mundial actual se vio retrasada un poco.
En nuestro Instituto de Agroecología, al igual que en el resto de los procesos formativos en agroecología de la CLOC/La Vía Campesina, nuestro modelo de estudio es la Alternancia: Tiempo Escuela-Tiempo Comunidad, lo cual nos permite orientar un proceso formativo desde la sede principal; pero a la vez desarrollamos un proceso organizativo y de práctica social en sus territorios. Esto significa que nuestra modalidad de estudio también es el acompañamiento mismo tanto de las organizaciones de base, como del Colectivo Pedagógico del IALA el cual a distancia, da seguimiento al tiempo comunidad de cada educando y educanda.
Dado que la pandemia de COVID-19 que vivimos actualmente, no nos ha permitido continuar con los Tiempos-Escuela debido a las medidas de bioseguridad que los países empezaron a implementar , entre ellas el cierre de fronteras y la inmovilidad del transporte terrestre y aéreo internacional, nos desafiamos a desarrollar sesiones formativas de modo virtual a través de la Plataforma Zoom en la cual contamos ya con cuenta propia para interactuar.
Tomando en cuenta que la situación del COVID-19, es de largo plazo, valoramos la necesidad de acelerar la propuesta de una estrategia de educación a distancia que nos permita continuar con los procesos formativos; y es así que estamos impulsando la formación virtual con la plataforma Moodle, la cual es una herramienta más completa y con fines educativos.
El IALA Ixim Ulew, en su modo virtual inició en Abril 15 de este año 2020, desarrollando el programa de estudio enfocado al Sector Agro y Forestal, con el pensum de la carrera Técnico Medio Agropecuario con enfoque en Agroecología. El programa modular de esta especialidad corresponde a 26 módulos formativos que corresponden a la preparación de la juventud en temas agropecuarios: Semillas, Suelos, Cultivos, Ganadería Mayor y Menor, pero también temas de Elaboración de Planes de Producción, Administración Agropecuaria y otros módulos transversales.
El IALA Ixim Ulew actualmente se encuentra acreditado por el Tecnológico Nacional, lo cual garantiza la validez de los títulos que son extendidos en el resto de los países. El programa de estudio tiene una duración de dos años y la II Cohorte que actualmente estudia finalizará a finales de Noviembre 2021.
El IALA Ixim Ulew cuenta con un Colectivo Pedagógico integrado por compañeros y compañeras de las organizaciones campesinas articuladas a la CLOC/LVC, pero además es acompañado y consensuado en su modalidad de estudio y revisión de currícula por la Comisión Política Pedagógica-CPP de la Región Centroamérica, la cual también es responsable del acompañamiento de sus participantes en cada país. El equipo docente es un colectivo intergeneracional con amplia experiencia formativa en las bases y de niveles académicos promoviendo en cada sesión la educación popular.
Actualmente tenemos una matrícula de 45 jóvenes de organizaciones de base del movimiento campesino que llegan de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, República Dominicana y de Nicaragua. Además, participan jóvenes de organizaciones aliadas y colaboradoras de la lucha campesina en la región.
¡Estudio, lucha y organización con agroecología en la revolución!
Entrevistas con educandos/as del II Cohorte del IALA Ixim Ulew
El II Cohorte del Instituto Agroecológico Latinoamericano – IALA Ixim Ulew se aperturó en abril de este año , parte del largo proceso de formación de jóvenes militantes de las organizaciones de la CLOC-Vía Campesina y aliados.
En este artículo compartimos las experiencias de dos jóvenes que hacen parte del II Cohorte.
Arnold Ajtún, Comité de Unidad Campesina (CUC)
Arnold Josué Ajtún Fuentes de 32 años de edad, de la Aldea la Democracia, del departamento de Quetzaltenango en Guatemala, es miembro del Comité de Unidad Campesina (CUC) donde es coordinador de un grupo de jóvenes que hacen batucada. Como joven organizado aprende sobre la defensa de los derechos de las y los campesinos, indígenas, mujeres, y de igual forma sobre la defensa del territorio.
Es originario de una familia campesina que se ha dedicado a la siembra de maíz, frijol y ajonjolí, actualmente es parte de una comunidad de nombre Palmeras que están en resistencia, ubicada en el departamento de Suchitepéquez.
En el 2019 le hicieron la propuesta de ir a Brasil por 6 meses a un curso de formación, el viaje fue cancelado, luego, le ofrecieron la oportunidad de participar en El Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA Ixim Ulew) que tiene sede en Nicaragua y de esa manera se convirtió en uno de los estudiantes que conforman lo que será la segunda promoción de ese instituto.
Del IALA espera poder formarse de manera distinta a como lo hacía antes, recordando que como campesino sus insumos para la producción siempre fueron químicos. Pero ahora, quiere aprender a curar la tierra, a cuidar del medio ambiente, a trabajar con abono orgánico, compartir esos conocimientos con la juventud de su comunidad, aprender a comer sano y tener una mejor vida, llenarse más de saberes y recuperar todos los conocimientos de sus ancestros.
Para él es importante tener producción campesina porque las y los campesinos son quienes producen los granos básicos, es decir, los alimentos que consume el ser humano y se ha demostrado en esta crisis de pandemia mundial y en otras tantas que han existido. Afirma que las y los campesinos son quienes abastecen a las grandes empresas ya que no tienen un mercado donde poder colocar su producción. “Si el campesino no existiera como harían los empresarios para obtener el producto que usan para su negocio, no cabe duda que si como campesinxs nos uniéramos para hacer una soberanía alimentaria cambiaría bastante el mundo,” subrayó.
Nos comparte que el planteamiento de la CLOC-Vía Campesina de “Volver al Campo» es muy interesante porque el campesino ya cuenta con la tierra para cultivarla y ser sustentable, “solo nos queda, tener actitud para re-enamorarnos del campo y continuar produciendo para seguir alimentando al mundo, de retornar a las prácticas de nuestros padres y nuestros abuelos, quienes a parte de producir su comida, vivian sanos y por muchos años,” puntualizó.
Sandra Isabel Aguilar, Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ), México
Sandra Isabel Aguilar, es de México, del Estado de Chiapas y pertenece a la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) del Frente de Organizaciones Sociales Independientes de Chiapas, que, a su vez, está dentro de la Red de Escuelas Campesinas Chiapas, aliada de la CLOC-Vía Campesina. En la organización lleva militando más de cuatro años donde se ha dedicado a coordinar la Región Centro, desarrollando talleres de sensibilización sobre educación popular.
Sandra proviene de una familia campesina donde produce sus propios alimentos como hortalizas, café, maíz, frijol, frutales. Ella nos comparte que antes de hacer cualquier tipo de siembra procuran alimentar la tierra a través de las compostas y otras prácticas, luego proceden a la siembra y después se encargan del cuido para tener un buen producto.
Se enteró del Instituto Agroecológico Latinoamericano – IALA Ixim Ulew por medio de la Red de Escuelas Campesinas Técnicas y decidió ser parte de este nuevo grupo por varias razones, especialmente para aprender nuevas técnicas de producción y con este nuevo aprendizaje ayudar a concientizar a más personas para curar a la Madre Tierra.
Para Laura, El planteamiento de la CLOC-Vía Campesina de “Volver al Campo” es de buena voluntad “porque eso ayudaría a recuperar nuestra autonomía no solo como campesina, sino también las plantas y animales, la madre tierra y la vida en general”.
La OPEZ como organización aliada de la CLOC-Vía campesina, considera que los nexos son cada vez más fuertes, partiendo de la participación en encuentros campesinos, talleres, seminarios, intercambios de experiencias, para finalmente coincidir y trabajar juntxs en la tarea de la transformación social.
El Gobierno del Presidente Lenin Moreno, quien hace tres años asumió su mandato, tenía que continuar con el legado del proceso progresista a fortalecer el Estado, aplicación de políticas sociales de derechos en marco de la Constitución del 2008.
Sin embargo el gobierno dio un giro de cogobernabilidad con los sectores de la banca, empresarios y los grandes medios de comunicación, las decisiones políticas que ha sido para favorecer a estos grupos económicos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha reducido el tamaño del estado, reducción de presupuesto para las áreas sociales principalmente la salud, educación, y el sector agrario, a esto se suma el despido de miles de trabajadores de sector público y la pretensión de privatizar sectores de petróleo, empresas eléctricas, telecomunicaciones y el seguro social, entre otros, estas políticas vienen profundizando el aumento de la pobreza de los ecuatorianos.
La pandemia Covid-19 en nuestro país se presenta en momentos difíciles, una reducción del recorte de 32% presupuesto para la salud durante tres años, lo que debilitó el sistema de salud público. En la actualidad ha colapsado la atención de la salud, sus consecuencias ha sido de más de 10.000 mil personas fallecidas por el Covid-19. Además, la salud se ha convertido en un negocio de las grandes empresas farmacéuticas, de servicios y alimentación, donde los sectores pudientes han tenido oportunidad de atención de servicios médicos particulares y prevenir sus vidas. La otra realidad es que los sectores populares han quedado en la indefensión, desnudando claramente la inequidad que vive nuestro país.
Con la promulgación de la Ley de Apoyo Humanitario para combatir la Crisis Sanitaria Covid-19 y Ley Orgánica para el Ordenamiento de la Finanzas Públicas por la Asamblea Nacional rompe el principio regulador del Estado la disputa entre empleadores y trabajadores, anula los principios básicos de la legislación laboral por la figura del «acuerdo» entre empleadores y trabajadores la fijación del salario y las horas de trabajo, se elimina las liquidaciones y reduce el aporte al seguro social. Las medidas del gobierno que reduce en un 25% el sueldo de los trabajadores del sector público, la reducción de la jornada de trabajo, son medidas que cargan todo el peso de la crisis económica a los trabajadores, dando cumplimiento a la Carta de Intención con el Fondo Monetario Internacional.
La situación de los campesinos, pequeños y medianos productores del agro es crítica. Cada día se quiebran las cadenas de distribución de productos. La falta de circulante del dólar en el campo ha producido una crisis económica por lo que los campesinos no pueden pagar las deudas de producción de la tierra. No existen incentivos de créditos preferenciales, e insumos para la producción desde el gobierno nacional.
Frente a esta realidad en mi calidad de Asambleísta, he presentado el Proyecto de Ley de Incentivos a la Asamblea Nacional para enfrentar los efectos de la pandemia COVID-19 que afectan a los productores agrícolas, familiares pequeños y medianos productores campesinos, pescadores artesanales, y productores acuícolas de la economía popular solidaria.
Finalmente llamo a la unidad de todas las organizaciones y movimientos sociales y fuerzas progresistas, partidos de izquierda a reorganizar nuestras fuerzas para la resistencia y lucha contra el capitalismo neoliberal.
La expulsión de campesinos, Afrodescendientes e indígenas de Mesoamérica en busca del sueño americano, ha sido una constante debido a la inseguridad ciudadana, falta de acceso a la tierra y la extrema pobreza.
La diáspora centroamericana en masa, deja a miles de familias en México y llegan a los Estados Unidos algunos indocumentados, a la pobreza se suma la extrema vulnerabilidad —en especial en las zonas rurales— y muchos fenómenos climáticos, la inseguridad ciudadana y la ausencia de oportunidades, vivimos en medio de un Corredor Seco en estado de calamidad y que demanda asistencia humanitaria.
La Migración y la Pandemia
El mundo está de rodillas y demanda respuestas urgentes y necesarias, esta crisis antes de ser sanitaria evidencia el fracaso de sus políticas de reducción del Estado, de las privatizaciones, precarización del trabajo y de los derechos sociales. Se abre ahora una disputa mundial del modelo económico, social y político, hay que abandonar el paradigma neoliberal. Las medidas del combate al virus no pueden ser autoritarias y politizadas, y alejar las amenazas de agresión militar por las grandes potencias.
Tareas a desarrollar en medio de esta crisis
Reestructuración recursos para la producción de alimentos, la organización y producción campesina, con acceso a mercados, áreas de acopio y semillas nativas, lograr mucha tierra para la producción de alimentos, además solicitar apoyo a las agencias de cooperación.
Trabajar los sistemas de producción animal, huevos y lácteos con énfasis en la producción ancestral y agroecológica, ampliando las áreas de siembra tubérculos, raíces y arboles forestales, frutales y cítricos.
Garantizar la estabilidad de empleo y de salario para trabajadores/as, a través de políticas, públicas que garanticen el empleo y la renta de trabajadoras/es, ya sea en condiciones de formalidad o de informalidad.
Es necesario la seguridad social y protección, teniendo en cuenta las legislaciones nacionales y acuerdos internacionales, a fin de garantizar el derecho a todas/os las/os trabajadoras/es independientemente de sus condiciones de formalidad o informalidad laboral, el teletrabajo sin precarización, garantías a los inmigrantes, asegurar la alimentación, salud comunitaria y publica, evitando además la violencia intrafamiliar, especialmente la violencia de género que se ven incrementados en situaciones de autoaislamiento y cuarentena.Con mucha solidaridad, paciencia y disciplina saldremos adelante en esta crisis mundial.
La convulsión social y política que atraviesa a nuestro país es sin duda una manifestación natural frente al desequilibrio y distancia del Estado en relación a las políticas y garantías de Derechos para el pueblo cada vez más oprimido y empobrecido hoy bajo un gobierno empresarial.
Chile tiene un antes y después del 18 de octubre desde hace menos de un año de las movilizaciones sociales, momento denominado estallido social bajo la consigna «Chile Despertó» y el despertar se ha hecho sentir en las calles de todas las ciudades del país mediante distintas expresiones de la movilización social que busca cambiar las reglas del juego en la política, en función de recuperar y fortalecer las distintas áreas de bienestar social como educación, salud, vivienda.
Las desigualdades sociales agudizadas a partir de la dictadura militar se manifiestan mediante la Constitución política que en la década del 80 incuba el sistema económico neoliberal como un experimento al encargo de los «chicago boys», economistas de la dictadura formados en el imperio norteamericano. Sin embargo, la vuelta o la transición a la democracia a partir del 90 pese a las reformas a la Constitución no cambió la esencia de ésta, manteniendo las políticas de libre mercado que solo favorecen a las elites dominantes y las empresas trasnacionales.
El despertar de la consciencia social y política, es hoy sin lugar a dudas la mayor amenaza al orden establecido que se esmera en mantener los privilegios mediante leyes en el parlamento que defienden con la fuerza policial y la violencia sistemática contra la movilización social que exige derechos, justicia y dignidad mediante la actualización y democratización de las Leyes que rigen la sociedad. Hacia una nueva Constitución que además deba ser representativa de la diversidad de pueblos originarios existentes en el territorio nacional, así como de la equidad de género.
Malestar social y lucha de clases es lo evidente en cuanto las diferencias sociales se continúan acrecentando y los problemas sociales no tienen solución en un gobierno incapaz de interpretar las exigencias de la movilización que de manera generalizada quiere ser oída pero el gobierno también sordo y ciego frente a una realidad que hoy se dibuja por las calles y tiene millones de rostros exigiendo dignidad.
Los campesinos y pueblos originarios desde las organizaciones de la CLOC – LVC en Chile junto a más organizaciones de carácter nacional y local en los territorios y comunidades, tenemos clara nuestra posición política y aportamos contenido a la lucha social en la que nos nutrimos de la politización que hoy vive la sociedad chilena, de la fuerza y la rebeldía de la juventud y las mujeres frente a todo lo que significa la opresión del Estado, el capitalismo y el patriarcado tanto en la ciudad como en el campo.
La economía neoliberal instalada en la Constitución a golpeado con mucha fuerza al sector campesino y la producción de alimentos, reemplazando las tierras por monocultivos junto a empresas extractivas a gran escala que además de asentar su economía en territorios agrícolas en disputa y reivindicación histórica del pueblo mapuche al sur, así como al centro y norte del país con pueblos originarios que luchan por seguir existiendo en sus lugares de origen, de relación identitaria y espiritual ligada a los territorios.
El agua, vital elemento garantía de vida en los territorios es cada vez más un privilegio de los grandes agricultores y empresarios de monocultivos y empresas extractivas que son elemento depredador de los territorios y que hoy son responsables de la sequía mortal que atraviesa el país conforme avanzan las empresas y la privatización de las aguas. El agua también dejó de ser un bien común y un Derecho en el período de la dictadura militar.
Así como el agua la consigna que desde el territorio ancestral mapuche ha acompañado las distintas movilizaciones es que «las tierras y las aguas robadas serán recuperadas» y pese a toda la militarización que han sufrido muchas comunidades mapuche en el marco de la lucha por la tierra para la soberanía alimentaria y el buen vivir éstas consignas o la solidaridad con esta lucha nunca fue tan fuerte y tan visibilizada como hasta ahora en el contexto del estallido social y es el espíritu de solidaridad que conecta en la totalidad del despertar en el que hay un objetivo claro y estratégico para cambiar el orden de las cosas.
El día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, marcó el inicio de este año 2020 con la fuerza y convicción de millones de mujeres del campo y la ciudad que en todo el país elevan consignas de repudio al actual gobierno y su nefasta gestión, responsable de la crisis social y política que desborda todas las posibilidades de un mal gobierno que a voces de las multitudes movilizadas debiera renunciar.
Hoy a más de 4 meses del estallido social, a más de 40 asesinados y más de 400 masacrados oculares el recuento es muy doloroso porque este gobierno de Piñera que declaro estar en un país en guerra ha permitido que la policía haga abuso sistemático de la fuerza para reprimir, violar, torturar, masacrar y asesinar a los hijos e hijas del pueblo chileno trabajador que ha salido a manifestase por sus derechos a la vida digna y en ruta al plebiscito en abril o cuando se pueda desarrollar sin que signifique riesgo de contagio del coronavirus. Este plebiscito será el que defina si el pueblo chileno quiere o no una nueva Constitución.
En medio de la lucha, el poder y su supremacía mediática siembra el terror frente a lo que significa la pandemia del coronavirus en nuestro país, lo que ha obligado a tomar medidas de cuidado por parte del movimiento social para regresar sanos y fuertes a seguir luchando por conquistar derechos.
El plebiscito como una aspiración de las grandes mayorías que sí quiere cambiar la Constitución no está en discusión en estos días que la pandemia pareciera ponernos en jaque, como una nueva jugada del capitalismo y este gobierno desesperado que ha encontrado un distractor perfecto para atemorizar, desmovilizar, ganar tiempo y dinero con las farmacias y los supermercados. Sin embargo, ya ha perdido terreno en la consciencia de un pueblo dispuesto a salir y volver a las calles hasta vencer, por los caídxs, por torturadxs, por los presos y presas políticas de todos los tiempos por luchar. Hasta que la dignidad se haga costumbre.
Como Coordinador Nacional Agrario -CNA- y ante la imposición de un Estado que no garantiza las condiciones dignas para vivir de las comunidades, no cuida los bienes comunes del territorio y, por el contrario, impulsa políticas violentas e injustas que priorizan la represión militar-judicial y la acumulación del sector privado por medio del robo y persecución al movimiento campesino y popular. Hemos construido propuestas, alimentado nuestras luchas y puesto en práctica nuestros mandatos.
Nuestras apuestas estratégicas de la Reforma Agraria Integral, el reconocimiento del campesinado como sujeto político de derechos, la soberanía alimentaria apuntando a la consolidación del Poder popular y la vida digna, se anteponen frente a ese Estado desde la movilización y la organización campesina.
La Guardia Campesina es otra contribución en esa vía, implementando el cuidado y la autoprotección de la vida y el territorio como mandato que desarrollamos en los territorios donde hacemos presencia.
A través de la Guardia Campesina (GC), como instrumento y forma de nuestras expresiones organizativas y dispersa en las veredas y Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECA), se está realizando la politización, organización y concientización para proteger el territorio y fortalecer la producción agroalimentaria.
La Guardia realiza diversas tareas tales como control social, previniendo el ingreso de personas foráneas con intenciones de alterar la tranquilidad y sana convivencia de las comunidades; restricción a la entrada a los territorios de extranjeros o personas de las ciudades como medida de contención de entrada del Coronavirus; estar prestos y prestas a las actividades de emergencia y en especial de complicaciones de salud, aplicando los conocimientos en primeros auxilios. Además, se ha sumado a estas actividades jornadas pedagógicas sobre el actuar de la GC, medidas preventivas que se deben hacer en casa y limpieza de las personas que pasan por los sitios de control de la GC.
Así es como en territorios del Cauca, en la vereda Antomoreno del municipio de Sotará, en el suroccidente colombiano; en el municipio de El Bagre, en las veredas Panamá, Caño Claro, La Bonga, Puerto López, y Remedios del departamento de Antioquia, la GC junto al pueblo indígena suman esfuerzos para seguir mejorando la convivencia; ahora en el oriente, precisamente en el departamento de Arauca, en el TECA Vida y Soberanía Popular del municipio de Saravena, al igual que en los TECA de los municipios de Fortul y Tame incluyendo sus zonas urbanas, más el municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá, la GC también ejerce el control social como parte de la comunidad.
Al ser parte de la comunidad campesina y de sus organizaciones sociales, la GC evidencia una vez más el protagonismo de la gente, de manera autónoma y soberana, en su movilización para buscar las condiciones materiales y sociales de Vida Digna. Se resalta que gracias a esta iniciativa se ha presionado a la institucionalidad local para entablar diálogo con las comunidades que permitan fortalecer las medidas preventivas en el marco de la pandemia, cosa que no sucede en la dinámica “normal” del modelo económico imperante. Esto es la traducción concreta de la exigibilidad permanente al Estado para arrancarle logros concretos que nos acerquen a nuestro proyecto de nación.
En el mismo sentido, la Guardia Campesina se contrapone a las prácticas individualistas y egoístas de las medidas gubernamentales de prevención del COVID-19, impulsando la solidaridad y trabajo colectivo entre las personas de las veredas y TECA. Lo que contribuye a afianzar más las relaciones de unión, organización y movilización que como movimiento campesino sembramos profundamente en la gente.
Se está trabajando con más esfuerzos en esta crisis de salud mundial, generada por el mismo sistema capitalista. La GC lleva a cabo una triple tarea de autoprotección y denuncia. La primera se ha explicado arriba gracias al trabajo de los procesos agrarios que conforman nuestra asociación nacional y de las cuales nacen y se sostienen las GC; la segunda se cumple implícitamente porque se revela que tanto el modelo económico capitalista y el gobierno nacional que lo defiende no están en función de la Vida Digna de las comunidades, sino de la clase oligarca-terrateniente cuyos beneficios públicos y encubiertos atizan la indignación de los pueblos; y la tercera, prepara a los guardias y las comunidades para las jornadas de lucha popular y exigencia de derechos donde otras expresiones de la guardia protagonizan.
Mientras los bancos reciben ayudas con la plata pública, los terratenientes siguen con la política de tierra arrasada, la GC y, en general, el movimiento campesino estamos demostrando la legitimidad y validez del proyecto de nación para la Vida Digna por medio de nuestro actuar diario de cuidado, autoprotección, movilización y lucha popular.
LA COORDINADORA LATINOAMERICANA DE ORGANIZACIONES DEL CAMPO Y LA VÍA CAMPESINA
Expresa su respaldo a la FEDERACION NACIONAL SINDICAL UNITARIA AGROPECUARIA – FENSUAGRO, miembro de la CLOC Colombia, en su DENUNCIA PÚBLICA por la MASACRE PERPETRADA EN CONTRA DE LA FAMILIA CAMPESINA GASCA ARROYO la noche del día 3 y la madrugada del día 4 de abril de este año, en la Vereda La Consolata del Corregimiento de Piamonte-Cauca. En el funesto ataque, fue asesinado Hamilton Gasca Ortega y sus dos hijos menores; María Josefa Arroyo y su hijo menor sobrevivieron. Padre y Madre están afiliados a la Asociación Sindical de Trabajadores Campesinos y Campesinas de Piamonte-ASINTRACAMPIC, filial deFENSUAGRO.
La CLOC/LVC se solidariza con FENSUAGRO ante los ataques sistemáticos: criminalización, persecución, homicidios, constantes amenazas y el desplazamiento forzoso a los que son obligados directivos y miembros en todo el territorio nacional de Colombia. Con 7 líderes asesinados en lo que va del año 2020, se constata una vez la masacre selectiva que busca quebrantar la defensa de los territorios.
Como Movimiento Social, nos unimos al llamado de FENSUAGRO, en exigir al Estado y Gobierno Colombiano dirigido por Iván Duque a dar cumplimiento a los Acuerdos Para la Construcción de una Paz Estable y Duradera y por la defensa de los Derechos Humanos; y a reconocer al campesinado como sujeto de derecho en el marco de la Declaración de los Derechos Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales aprobada oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas-ONU, el pasado año 2018.