La Vía Campesina responde a los supuestos planes de la OMC para establecer un “Consejo de la Sociedad Civil”

La Vía Campesina ha recibido una solicitud para participar en un “consejo” de la sociedad civil ante el ejecutivo de la OMC. Tras considerarlo detenidamente, hemos decidido declinar esta invitación. Con esta carta abierta, nos gustaría explicar por qué creemos que es imposible reformar la OMC de una manera que sea favorable para lxs agricultorxs y, más en general, para los intereses de las personas.


Desde 1995, el objetivo de la OMC es facilitar y aumentar la participación del comercio internacional en la producción y el consumo mundial. En comparación con el GATT, uno de los principales cambios que ha traído consigo la creación de la OMC ha sido la integración de la agricultura en esta lógica de libre comercio generalizado.

Ya en 1993, La Vía Campesina, como movimiento campesino mundial, se creó contra esta lógica de globalización y mercantilización de la agricultura y la alimentación. Los principios de la ideología del libre mercado y los marcos jurídicos que han regido el comercio internacional en las tres últimas décadas tienen profundas raíces en la historia del colonialismo. La gran mayoría de las organizaciones campesinas del mundo tenían claro que dar prioridad al comercio internacional sobre la producción agrícola para las poblaciones locales no haría sino acentuar la marginación de las poblaciones campesinas, agravar el hambre en el mundo y aumentar el poder de las empresas multinacionales. El Acuerdo sobre la Agricultura, que entró en vigor en 1995, es tan injusto que desde entonces no se ha vuelto a alcanzar ningún acuerdo entre los Estados miembros de la OMC en materia de agricultura. Como dice el título del libro del difunto Jacques Berthelot, “la agricultura es el talón de Aquiles de la globalización” y, por tanto, el eterno talón de Aquiles de la OMC.

Este año, en 2023, conmemoramos el 20 aniversario de la trágica muerte de nuestro hermano, amigo y camarada Lee Kyung Hae, de Corea del Sur, que dio su vida en Cancún en 2003 para denunciar a la OMC. En su memoria, pedimos el fin de la OMC y un nuevo marco para un comercio internacional justo basado en la soberanía alimentaria.

Un Acuerdo sobre Agricultura injusto

El Acuerdo sobre la Agricultura (AA) es fundamentalmente injusto. Es el resultado directo del Acuerdo de Blair House de 1992 entre Estados Unidos y la Unión Europea, que establece una estrategia común de estos dos actores en detrimento de los demás Estados del mundo, y en particular contra los intereses de los países del Sur. Las subvenciones a la exportación se limitan en principio (aunque en realidad siguen existiendo a través de diversos mecanismos), pero se sustituyen por ayudas directas de Estados Unidos y la UE a lxs agricultorxs. Sin embargo, estas ayudas directas, cuya finalidad es precisamente mantener la competitividad de la producción estadounidense y europea en los mercados internacionales, se clasifican en la “caja verde” de las denominadas ayudas “no distorsionantes”. La mayoría de los países del Sur no tienen capacidad presupuestaria para distribuir tales niveles de ayuda pública a lxs agricultorxs: la caja verde está reservada a los países ricos que controlan la producción monetaria internacional. Por el contrario, las herramientas de regulación de los mercados y, en particular, las medidas de apoyo a los precios agrícolas (aranceles, mecanismos de gestión de la oferta, precios mínimos de intervención, existencias públicas, etc.), más accesibles a los países pobres, se clasifican en la caja ámbar y son, por tanto, objeto de fuertes recortes. El Acuerdo sobre la Agricultura es un acuerdo hecho a medida para Estados Unidos y la UE, en contra de los países del Sur. Los países africanos, asiáticos y latinoamericanos tienen muy buenas razones para denunciar este acuerdo injusto.

Desde el punto de vista de lxs campesinxs del Sur y del Norte, este acuerdo ha tenido consecuencias desastrosas, como predijimos en 1993. En todo el mundo, el peso de las empresas multinacionales ha aumentado y han conseguido incrementar sus márgenes en detrimento de lxs campesinxs, que sólo han recibido una mínima parte del valor de su producción. En el Sur, estas empresas también han acaparado cada vez más tierras, fuentes de agua y semillas, en detrimento de las comunidades campesinas y a menudo de forma violenta, basándose en los acuerdos de la OMC, pero también en los programas de ajuste estructural impuestos por el FMI y el Banco Mundial. En el Norte, lxs agricultorxs de las pequeñas y medianas explotaciones han recibido pocas o ninguna ayuda directa (el 80% de las explotaciones de la UE tienen menos de 10 hectáreas), pero han sufrido la caída y la volatilidad de los precios agrícolas tras el desmantelamiento de las herramientas de regulación del mercado (el fin de las cuotas lecheras, por ejemplo). Entraron en competencia con grandes explotaciones que recibían decenas de miles de dólares o euros en subvenciones públicas.

En términos más generales, el Acuerdo sobre la Agricultura ha sido un desastre para las personas y el medio ambiente. 

Las cadenas alimentarias se han globalizado: cuando se producen grandes sacudidas en los mercados internacionales y los precios se disparan con la especulación financiera, los países endeudados que se han vuelto dependientes de las importaciones para alimentar a su población son extremadamente vulnerables, como vimos en el momento de la crisis de 2008, pero también actualmente. Así, lejos de las declaraciones de la cumbre alimentaria de 1996 que prometían acabar con el hambre a través del comercio internacional, está ocurriendo lo contrario. El hambre aumenta, alimentada por la pobreza y la desigualdad social. Las poblaciones rurales son expulsadas de sus territorios por el acaparamiento de tierras y la falta de ingresos agrícolas y emigran a las ciudades o a los países vecinos. Los países agrarios se empobrecen. Los grandes monocultivos industriales destinados a la exportación sustituyen a los diversos métodos agrícolas mixtos que solían producir alimentos para las poblaciones locales. Los pesticidas, los fertilizantes sintéticos y las semillas transgénicas proliferan y contaminan el agua, el suelo y el aire, afectando gravemente a la salud de las poblaciones rurales.

Este es el resultado de casi 30 años del Acuerdo sobre Agricultura: desiertos verdes, hambre y un campo moribundo.

La Vía Campesina lucha por la Soberanía Alimentaria

Por el contrario, desde 1996 afirmamos la necesidad de construir y defender la soberanía alimentaria, es decir, el derecho de los pueblos a decidir sobre sus políticas agrícolas y alimentarias, sin “dumping” sobre otros pueblos.

La soberanía alimentaria incluye el derecho de los pueblos, y por tanto de los Estados, a distribuir los derechos de uso de la tierra y del agua no según la llamada “ley del mercado”, sino según el interés general. Incluye el derecho de los Estados a poner en marcha políticas públicas que regulen el mercado para garantizar una producción agrícola acorde con las necesidades de la población y a precios estables. Considera la importancia de los métodos de producción, y en particular de la agroecología, para proteger la salud de los territorios y las poblaciones. Da prioridad a la producción y el consumo locales de alimentos, no a la exportación de productos agrícolas. Pone en el centro a las personas, especialmente a los pequeños productores de alimentos, y más concretamente a las mujeres y a los jovenes, en lugar de los intereses de las empresas multinacionales y los agentes financieros. 

Durante años, hemos visto que la OMC sigue siendo un poderoso instrumento para la destrucción de la soberanía alimentaria de los países. La OMC es utilizada por los Estados ricos y agroexportadores para denunciar y criminalizar las políticas que pretenden apoyar la agricultura campesina, regular los mercados agrícolas y estabilizar los precios de los alimentos para la población. Por ejemplo, la denuncia constante a través de la OMC del almacenamiento público es una vergüenza. En marzo de 2022, tuvimos acceso a documentos de la OMC que contenían amenazas de utilizar el órgano de solución de diferencias contra Egipto, que expresó la necesidad imperiosa de aumentar sus existencias públicas para garantizar la alimentación de su población ante la repentina subida de los precios en los mercados internacionales. Del mismo modo, el grupo de países africanos, India, China, Sudáfrica, el G33 y el grupo ACP llevan muchos años expresando la necesidad de permitir el almacenamiento público para apoyar su producción local de alimentos y luchar contra el hambre, y no se les escucha.

La soberanía alimentaria no es compatible con el Acuerdo sobre la Agricultura, ni con los propios principios de la OMC. Por eso siempre hemos denunciado el Acuerdo sobre la Agricultura y hemos dicho “Abajo la OMC”.

No a una reforma de la OMC, sí a negociaciones multilaterales fuera de la OMC para crear un marco comercial internacional basado en la Soberanía Alimentaria.

Usted nos invita a participar en un consejo para “reformar la OMC”. Pero la soberanía alimentaria nunca podrá ser alcanzada por la OMC, cuya finalidad misma, la globalización del comercio internacional y la acentuación del “libre comercio”, es contraria a la soberanía alimentaria. Así que nos vemos obligados a rechazar esta invitación. Basándose en la información recabada de múltiples fuentes, La Vía Campesina ha llegado a la conclusión de que, incluso dentro de la OMC, existe resistencia a la creación unilateral de estos órganos por parte del Director General (DG), especialmente por parte de los países en desarrollo. Parece que esta iniciativa del DG está impulsada por grupos empresariales que tienen evidentes intereses creados en un consejo asesor empresarial. En consecuencia, parece que la creación de un consejo de OSC no es más que un gesto superficial. ¡Lo rechazamos enérgicamente !

La última vez que nos invitaron a los debates de la OMC (y nos negamos) fue en 2005, tras el fracaso de las negociaciones de Hong Kong, ante una crisis existencial de su organización que nunca se ha resuelto. Esta crisis está llegando ahora a su clímax. Intentan salvar su organización lanzando un nuevo proceso de reforma, pero sin poner nunca en tela de juicio la filosofía misma de la OMC y la razón de su fracaso. La agricultura sigue siendo su “talón de Aquiles”. 

Nosotros, lxs agricultorxs del mundo, no queremos negociar con la OMC. Queremos que se derogue el Acuerdo sobre la Agricultura y que la OMC nos deje en paz. Queremos a la OMC fuera de la agricultura.

La OMC morirá. Su organización ha demostrado ser no sólo inútil, sino sobre todo perjudicial. Frente a los inmensos desafíos a los que se enfrenta la humanidad -hambre en el mundo, crisis climática, guerras, inflación, desigualdades sociales, colapso de la biodiversidad, pandemias, etc.- las respuestas que ustedes proponen agravan los problemas.

Cada vez son más los Estados que se dan cuenta de que no se encontrará ninguna solución con las instituciones que han sido los caballos de Troya del neoliberalismo occidental, la OMC, el FMI y el Banco Mundial, ya que son estas instituciones las que han conducido al desastre actual. Sin embargo, estos Estados aún no han encontrado los medios para crear instituciones alternativas que respondan a sus necesidades. “El viejo mundo está muriendo, el nuevo mundo tarda en aparecer…” 

Comprendemos perfectamente la necesidad de que los Estados no queden excluidos de la posibilidad de participar en el comercio internacional. La situación de los estados que están sujetos a sanciones unilaterales injustas que los excluyen del comercio internacional muestra la importancia de un marco justo para el comercio agrícola en particular.  La Vía Campesina no defiende la autarquía, sino la soberanía alimentaria.

Por ello, pedimos a los Estados que no pierdan el tiempo en negociaciones estériles en la OMC en torno a una hipotética “reforma” que nunca ha conducido a nada desde hace más de 20 años. Invitamos a los Estados, y en particular a los países del Sur, a sentarse a la mesa para negociar un nuevo marco para un comercio internacional justo e inclusivo basado en la soberanía alimentaria. Estas negociaciones podrían tener lugar en cualquier espacio que respete el multilateralismo auténtico donde todos los estados sean verdaderamente iguales y donde la voz de las organizaciones de la sociedad civil y en particular de lxs pequeñxs productorxs de alimentos sea escuchada y tenida en cuenta, por ejemplo en la FAO o la UNCTAD. 

Nosotros, La Vía Campesina, nos comprometemos a trabajar por este nuevo marco internacional, al igual que hicimos con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinxs y Otrxs Trabajadorxs Rurales (UNDROP). Nos ponemos bajo la guía de nuestro hermano, amigo y camarada Lee Kyung Hae para llevar a cabo esta necesaria tarea.

¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
Frente a las crisis mundiales, ¡construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!

La Vía Campesina
29 de mayo de 2023

La Vía Campesina alerta sobre fragilidad democrática en Ecuador

Comunicado de La Vía Campesina denuncia contexto de desinstitucionalización en Ecuador con militares junto al presidente y un decreto sobre terrorismo.

(Bagnolet, 20 de Mayo de 2023) Las organizaciones campesinas, indígenas, sin tierras, de mujeres y trabajadores que forman parte del movimiento internacional La Vía Campesina en todo el mundo, alertan con mucha preocupación sobre el actual contexto que vive Ecuador, marcado por una grave crisis política, acompañada de una profunda crisis económica y social, con altos índices de violencia por parte del Estado, por grupos delincuenciales y los grupos de poder que siguen saqueando a los pueblos.

El pasado miércoles 17 de Mayo, el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso firmó el decreto ejecutivo 741, que estableció la disolución de la Asamblea Nacional, medio del juicio político abierto en su contra por acusaciones de peculado. El decreto también convoca a elecciones generales anticipadas en un plazo de 90 días.

Como La Vía Campesina nos preocupa el hecho de que la “muerte cruzada” como se conoce esta acción, si bien es una figura constitucional aprobada en el 2008, vino respaldada por las Fuerzas Armadas y la Policía, sin que antes haya un pronunciamiento oficial de la Corte Constitucional.

Por otro lado, alertamos un riesgo muy fuerte para la vigencia de la democracia, pues si bien el instrumento de la “muerta cruzada “es una herramienta constitucional, en un escenario de antidemocracia puede ser peligrosa. 

Como organizaciones campesinas llamamos a que mientras dure este proceso, el presidente Lasso no profundice el Neoliberalismo, el extractivismo, la privatización servicios básicos, con la entrega de bienes naturales; petróleos, minería, espectro radioeléctrico, a las corporaciones transnacionales. Necesitamos decretos que atiendan las demandas urgentes de los sectores populares de los campos y ciudades, no solo de los grupos empresariales, rechazamos todo tipo de concesiones y privatizaciones de los bienes del Estado.

Como movimiento organizado en todo el mundo, hacemos un llamado a nivel internacional, a nuestras organizaciones, aliados e institucionales multilaterales para mantenernos alertas frente a los hechos ocurridos en Ecuador, debemos garantizar elecciones transparentes, la vigencia de democracia en el país y continente, denunciar las prácticas imperialistas e intervencionistas de EE UU y para que se mantenga la legalidad en todo el proceso.

Llamamos a:  

  • Responder de forma inmediata a la grave crisis social que vive el país, con altos índices de hambre y desnutrición de la niñez, pobreza, migración, falta de empleo de casi la mitad de la población, falta de inversión en salud y educación, y una violencia desmedida e inseguridad por parte de las bandas delincuenciales, sicarios y alarmante tasas de feminicidios.
  • Prestar especial interés por el sector campesino que alimenta al país, pueblos montubios, afro descendiente, indígenas, así como el sector de la pesca artesanal que están endeudados con la banca, esclavos en sus territorios, que  también sufren asaltos, secuestros, extorsiones y asesinatos y la total desatención del Estado. Mientras los sectores empresariales, de la agroindustria y la banca, afines al gobierno de Lasso y a otros sectores políticos, tienen tasas de ganancias vergonzosas, ya que son los principales beneficiarios de la corrupción que afecta al Ecuador.
  • Respetar los derechos políticos de los asambleístas progresistas, a la vez que reconocemos y respaldamos la trayectoria militante de izquierda, y la actuación política del compañero José Agualsaca líder histórico de la FEI (Confederación de Pueblos Organizaciones Indígenas Campesinas de Ecuador) organización miembro de la CLOC – La Vía Campesina y actual asambleísta que ya hace varios meses había ofrecido su curul a nombre de la gobernabilidad del país.
  • Avalar los procesos democráticos de las organizaciones indígenas, estudiantiles y de trabajadores, respetando la libertad de reunión y asociación, para iniciar procesos asamblearios a nivel territorial, pues entendemos que la democracia son los pueblos organizados y luchando por derechos.
  • Garantizar elecciones transparentes, que no censuren la participación y candidaturas de todos los sectores, que el CNE restructure las Juntas Provinciales Electorales, que su integración sea más democrática y se auditen los centros de cómputos intermedios, provinciales y nacionales.
  • A los sectores de izquierda, partidos, organizaciones y movimientos llamamos a articular un proyecto de unidad, popular y progresista para las elecciones convocadas para agosto 2023, que atienda a los sectores más afectados de la sociedad tal como lo indica la Constitución del 2008 que tiene una vocación humanista y anticapitalista.  Y que además reconoce al campesinado como sujeto de derechos y prioritario en la política pública, y a la Soberanía Alimentaria como objetivo estratégico del Estado para una revolución real en el campo.   

¡Llamamos a una minga nacional para reconstruir el Ecuador Intercultural, justo y Soberano!

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Fotografías Paro Nacional Ecuador, Junio 2022. Edu León.

De Mons al mundo: La Vía Campesina celebra 30 años globalizando la lucha campesina y la solidaridad

El 15 de mayo, La Vía Campesina celebrará su 30 aniversario de la fundación formal del movimiento campesino mundial. Esta celebración es un reflejo de tres décadas de compromiso con la realización de la justicia social, la dignidad humana y la soberanía alimentaria a través de la agroecología campesina, el feminismo popular y los derechos campesinos.

La historia de La Vía Campesina tuvo una etapa importante en Mons, Bélgica, en mayo de 1993, cuando diferentes organizaciones campesinas y de trabajadores de la tierra de varios continentes se reunieron para concretar las estrategias planificadas un año antes en Managua, Nicaragua, y coordinar acciones comunes a nivel internacional. Treinta organizaciones establecieron el movimiento que hoy conocemos, y desde entonces sus principios y convicciones quedaron sólidamente cimentados. El movimiento ha crecido hasta incluir 182 organizaciones miembro y más de 200 millones de trabajadores rurales, y es ahora el mayor movimiento social del mundo con el lema ” globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza”.

A lo largo de los años, La Vía Campesina ha desempeñado un papel fundamental en el apoyo a las luchas emancipatorias a todos los niveles llevadas a cabo por los campesinos así como en el reconocimiento de sus derechos en la declaración de la ONU sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales. Hoy en día, La Vía Campesina aporta una voz de esperanza a todas las sociedades en tiempos de crisis multidimensionales. Mientras celebramos el 30 aniversario de la fundación del movimiento, nos emociona compartir que este noviembre también estaremos llevando a cabo nuestra octava conferencia internacional en Colombia. Este evento será un momento para seguir trabajando nuestras propuestas basadas en el respeto por lo vivo, la organización de base, la diversidad y la solidaridad, que están sirviendo para construir sistemas alimentarios justos y equitativos, y a partir de ahí, sociedades justas y equitativas.

30 años compartiendo luchas para sembrar esperanza

Para celebrar 30 años globalizando las luchas, La Vía Campesina, en colaboración con la Coordinadora Europea Vía Campesina y las organizaciones belgas miembros de LVC: Boerenforum, FUGEA, MAP, está organizando un acto conmemorativo para el próximo 15 de mayo, que se dividirá en tres secciones. La primera parte contará con personas que estuvieron presentes e implicadas en la fundación, la segunda con antiguos coordinadores generales de LVC, y la tercera con representantes actuales de la CCI de La Via Campesina para analizar el contexto del movimiento en la actualidad.

Todo el programa del evento será una experiencia enriquecedora en sí misma, incluyendo un espectáculo de música en vivo, lecturas colectivas de documentos históricos, presentaciones audiovisuales y una comida a base de productos campesinos acompañada de música y danza.

La Vía Campesina invita a todos a unirse al evento conmemorativo del 15 de mayo a través de sus redes sociales para seguir compartiendo luchas y sembrando esperanza.

Para más información, pueden escribirnos a press@viacampesina.org

“En Paraguay no hay Estado de derecho.” Entrevista a Ricardo Canese, candidato a Senador por el Frente Guasú

A tan solo unos días de las elecciones generales del 30 de Abril en el Paraguay, el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) dialogó con Ricardo Canese, parlamentario del Mercosur y candidato a Senador por el Frente Guasú.

Ricardo Canese es parlamentario del Mercosur  y candidato a Senador por el Frente Guasú en las elecciones de Paraguay. Prolifero escritor, ha realizado diversas investigaciones sobre energía y sociedad.

Con motivo de las elecciones generales de Paraguay que se celebrarán el 30 de abril, en esta entrevista colectiva, Canese repasa varios de los puntos nodales y estratégicos que enfrenta tanto la fuerza de la que forma parte, así como el país y la región. 

La entrevista colaborativa que sigue fue organizada por el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA), una articulación de medios, redes informativas y movimientos sociales de la región comprometidos con la democratización de la comunicación y el avance de la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe. 

Ruben Ayala Vera: En sus diversos trabajos, se encuentra de manera muy presente, la noción de soberanía hidroeléctrica o energética. Fundamentalmente en referencia a las relaciones que Paraguay tiene con Brasil en Itaipú.

Podrías explicarnos brevemente: ¿A qué llamas soberanía energética? ¿Cuál es la situación actual y por qué es tan importante para Paraguay las negociaciones que se pueden dar en 2023? ¿Y de que manera se vinculan estas cuestiones con los resultados de las elecciones del 30 de abril?

Ricardo Canese: Bueno, hemos hablado de soberanía energética desde que se firmó el Acuerdo de Itaipú en 1973. Pero particularmente, durante la campaña que llevó a Fernando Lugo a la presidencia de la república insistimos en la imperiosa necesidad de que el Paraguay recupere su soberanía hidroeléctrica. Justamente, el acuerdo Lugo-Lula es un reconocimiento del Brasil, en ese momento presidido por Lula, de que efectivamente Paraguay es un país soberano.

Claro, nosotros sabemos que somos un país soberano pero sobre estos tratados, el de Itaipú y en menor medida el de Yacyretá, las prácticas que han tenido los gobiernos conservadores del Partido Colorado han negado esa soberanía de nuestro país. En un tema tan importante como la energía eléctrica que es nuestro principal rubro de exportación junto con la soja.

Entonces el acuerdo Lugo-Lula, como documento oficial de los dos países, reconoce que nuestro país puede exportar al mercado brasilero en forma libre la energía que no consumimos en forma inmediata y desde 2023 a terceros países. Se indicó este año porque era momento de la revisión del Anexo 6 y porque las deudas de Itaipú iban a estar completamente pagadas -lo cual era una de las condiciones que los gobiernos conservadores de Brasil pusieron al libre ejercicio de nuestra soberanía-.

Soberanía es poder disponer de lo que es propio. La energía de Itaipú y de Yacyretá pertenece al Paraguay, porque así lo dicen ambos tratados. Sin embargo, los gobiernos conservadores han interpretado que el Paraguay sí o sí tiene que enviarle energía al Brasil bajo las condiciones del tratado sin discusión y fuera de los criterios de mercado. O sea, todo lo que nosotros compramos, lo compramos a precios de mercado, pero no estamos remitiendo con esos costos nuestra energía hidroeléctrica excedente. Ese es un punto que indudablemente resulta crucial este 2023, estando Lula en Brasil y si tuviéramos un presidente mínimamente democrático y que quiera tanto la soberanía como la integración. El documento Lugo-Lula del 2009, hay que leerlo atentamente, no solamente trata sobre la defensa de la soberanía sino también de la integración. Con la integración ganamos todos.

Ahora con la privatización de los sistemas eléctricos de Brasil y Argentina ganan las grandes empresas. Entonces muchas veces se queman hidrocarburos al mismo tiempo que se tira energía hidroeléctrica. Por Itaipú se ha vertido energía por un valor de u$s500 millones por año, en los últimos 20 años, porque eso beneficiaba los intereses privados de Brasil y Argentina, que son los que manejan el sistema eléctrico de nuestra región.

Entonces creemos que con el presidente Lula en Brasil va a ser muy sencillo. Y con un gobernante democrático y que responda a los intereses de la ciudadanía en Paraguay tendría que pedir la aplicación del Acuerdo Lugo-Lula. No tiene que ser ningún experto, ningún técnico. Solamente con aplicar lo que ya está pactado en 2009 para que el Paraguay pueda sumarse a este proceso de integración al mismo tiempo que ejerce la soberanía sobre su principal recurso. Nosotros pedimos que nos paguen exactamente lo que están pagando en Brasil y Argentina.

Jimena Montoya: Sobre un panorama más general, dado el escenario político electoral ¿Qué viene trabajando el Frente Guasú y que cuestiones urgentes piensan que debería atender un gobierno popular?

Ricardo Canese: El tema de la soberanía es uno de los temas que está en nuestra agenda porque es una palanca de desarrollo importante. En términos políticos planteamos: la necesidad de llegar a una verdadera democracia, un estado de derecho. Digámoslo claramente: hoy Paraguay no tiene democracia. Hay libertades públicas, eso es cierto, pero no tenemos propiamente un estado de derecho. Existe una autocracia, que gobierna en cierta forma más benigna que una dictadura, pero que en realidad es una plutocracia. Una mafiocracia podemos decir. Fíjate que el Partido Colorado ha estado gobernando durante más de 75 años, más de tres cuartos de siglo. Con todos los defectos que tenía el PRI de México y ninguna de sus virtudes. Porque el PRI tenía algunas virtudes que no tiene nuestro ultraconservador, anticomunista Partido Colorado, el cual auspició una de las dictaduras más sangrientas y retrógradas de Latinoamérica como fue la de Alfredo Stroessner. Partido que hoy está en manos de una banda de narcotraficantes y lavadores de dinero del crimen organizado. Hay dirigentes del propio Partido Colorado que denuncian esto: quien gobierna Paraguay es el crimen organizado. Esa es nuestra triste situación.

En este sentido, el objetivo del Frente Guasú es que se instaure un estado de derecho. No como ahora que la fiscalía, el Poder Judicial, el Legislativo y, por supuesto, gran parte de los medios de comunicación están en manos de las mafias. Además, queremos que ese estado de derecho conforme una democracia representativa y participativa, como dice nuestra Constitución. Donde la ciudadanía tenga un rol trascendente en la decisión de los temas de nuestro país. Donde alcancemos el respeto por los derechos humanos, que siguen siendo vulnerados gravemente con mayor énfasis entre campesinos, indígenas, sin techo. Hay violaciones extremadamente graves que ya hemos constatado desde el observatorio de derechos humanos del Parlasur. Incluso los parlamentarios de las naciones vecinas han podido constatar esto.

En cuanto a  lo social, es fundamental que las comunidades indígenas tengan su tierra asegurada. Que se recuperen las tierras mal habidas, las tierras robadas al estado, implementando una reforma agraria para que la tierra sea de quienes la trabajan y no que sea de los ladrones de la tierra, de los latifundistas con sus políticas extractivas. Una reforma agraria que nos permita producir alimentos para el ser humano.

Tenemos que avanzar en derechos sociales, empleos dignos, respeto a los sindicatos, a los contratos colectivos de trabajo. Cartespor ejemplo, no permite la acción sindical, de hecho al momento de erigir un sindicato, los trabajadores son despedidos inmediatamente antes incluso de que se puedan constituir legalmente, porque el Ministerio de Trabajo es el brazo largo de la patronal, no de los trabajadores. Es decir, debemos avanzar en el derecho a cubrir necesidades básicas: la vivienda, la seguridad social que está tremendamente precaria, etc.

En el campo económico tenemos que avanzar en un proceso de industrialización y generación de empleo digno. Paraguay tiene las condiciones de avanzar porque estamos en el Mercosur y eso es un proceso de integración muy interesante.

Gerardo Gamarra: Haciendo énfasis en la matriz social del proyecto que el Frente Guasú está planteando ¿Cuáles evalúan que son los sectores más dinámicos de la sociedad hoy en día? y, por otra parte, en el mundo del trabajo ¿Cuáles son las propuestas urgentes en términos programáticos?

Ricardo Canese: El movimiento social más fuerte es el sector campesino-indígena. Tenemos un escaso desarrollo del sector de trabajadores en relación de dependencia debido a la escasa industrialización y además existe una alta tasa de informalidad en todos los sectores. Además de todas las trabas a la organizaciones de los trabajadores. Eso hace que los movimientos sociales más dinámicos estén en la órbita de los sectores campesinos. También porque la población campesina representa un tercio del total del país. Los trabajadores formales todavía son un porcentaje relativamente pequeño, y la mayoría de los sectores urbanos están en la informalidad.

Esto no quiere decir que no haya que actuar. Por el contrario, la agenda inmediata reclama garantías y libertades para que los trabajadores puedan organizarse, en contraposición a como viene ocurriendo hasta ahora. De alguna manera el Paraguay en general ha tenido un subdesarrollo de las fuerzas productivas y por una parte eso explica en parte la debilidad del movimiento obrero.

En ese sentido, desde el Frente Guasú propugnamos por un lado la industrialización y el desarrollo de empleo formal, al mismo tiempo que tendemos medidas de respeto a los derechos laborales. Debemos tomar medidas en todos los ámbitos, desde la reforma agraria, los derechos para las comunidades indígenas que representan el 3% de la población. Ese conjunto de sectores sociales es muy significativo si le sumamos el sector informal. Es enorme la cantidad de gente que busca el sustento en la venta callejera, como cuentapropistas con pequeños puestos en la calle o almacenes. Y es un sector muy castigado con el avance de las grandes cadenas de mercados que restringen los espacios de desarrollo de pequeños emprendimientos.

Tenemos que dar soluciones integrales a todas estas problemáticas. Para poder agregar valor en la generación de empleos dignos, al mismo tiempo que el movimiento de trabajadores se pueda articular para actuar como un mecanismo que exija mejores condiciones de vida para toda la sociedad.

Vanesa Rodriguez Silvestre: Sabemos que en su papel como parlamentario del Mercosur organizó una audiencia pública sobre los desalojos forzosos a comunidades campesinas e indígenas en Paraguay ¿De qué manera considera que los espacios institucionales y de creación de políticas pueden contribuir en la implementación de los derechos campesinos e indígenas?

La problemática de los desalojos es particularmente grave y afecta a las comunidades campesinas, indígenas y sin techo. Es decir, afecta tanto a las poblaciones rurales como urbanas. Lo que ha agravado esta situación es la ley Zavala-Riera que criminaliza a las personas sin tierra o sin techo. Imaginen el grado de negación de derechos que ha adoptado el congreso paraguayo dominado en gran medida por latifundistas. Personas que se han apropiado de tierras públicas como el propio Zavala que está denunciado por apropiarse de tierras del Estado. Y así como él muchos otros. El informe de Verdad y Justicia establece que desde la dictadura hubo apropiaciones por 8 millones de hectáreas en manos de los grandes latifundistas. A ellos no se los persigue, de hecho se los protege. Pero a las comunidades indígenas se las desaloja, incluso aunque estén bajo el amparo constitucional que versa sobre la inembargabilidad de las tierras ancestrales. Entonces en la Constitución y los estatutos, las comunidades están protegidas, pero en la realidad son perseguidas y criminalizadas. Específicamente la ley ordena un allanamiento, pero siempre termina en desalojos que dejan a las comunidades en la intemperie, incluso hay registros de muertes infantiles en estos procesos violentos.

Las fiscalías no son más que estudios jurídicos para proteger a los latifundistas sin respetar los derechos ancestrales e imprescriptibles que las comunidades tienen sobre sus tierras. Actuando como instrumento de represión y obviando el derecho a la tierra de forma totalmente impune.

Paula Giménez: Dada la hegemonía histórica que tiene el Partido Colorado, a fuerza de sangre y fuego, el grado de enquistamiento en los poderes instituciones y los poderes fácticos ¿Que proyecciones hacen desde el Frente Guasú respecto de la gobernabilidad en el caso que Efraín Alegre triunfe en las elecciones?

Ricardo Canese: Indudablemente no va a ser fácil, inclusive para un eventual gobierno de Efraín Alegre que sería de centro y no propiamente progresista. Pero que como Frente apoyamos porque creemos que hay que ir un poco a la izquierda porque ahora estamos en la extrema derecha, y eso no va a ser fácil.

Pero también creo que en la sociedad hay un hartazgo de estas políticas excluyentes de una oligarquía mafiosa que se ha apropiado de un partido tradicional que claro, el Partido Colorado es conservador en sus orígenes, pero que tiene sectores progresistas y exponentes democráticos que son los que están apoyando a la Concertación liderada por Efraín Alegre.

En su momento el gobierno de Fernando Lugo tuvo 24 intentos de golpe, antes del golpe parlamentario que efectivamente lo derrocó. Hemos pasado el período evitando golpes de Estado. Ninguno de esos intentos vinieron por parte de las fuerzas militares, todos esos intentos fueron maniobras de la oligarquía local y los medios de comunicación y por supuesto, el golpe final vino de mano de los EE. UU., y su ejecutor principal, Horacio Cartes que hasta hoy es el poder fáctico real.

Lo paradójico es que ahora fueron los propios EE. UU. los que acusan a Cartes por corrupción, algo que sabemos hace 40 años aquí en Paraguay, no nos cuenta nada nuevo la Embajada americana. Fue el corrupto utilizado para dar el golpe, pero ahora ya se volvió un corrupto impresentable, que es un poco lo que ocurrió con Bolsonaro en Brasil.

Efraín Alegre no es un peligro para el capitalismo y el empresariado, viene de una tradición liberal con la premisa de consolidar el Estado de derecho. Un gobierno de Alegre puede contar con el apoyo de EE. UU., de sectores del capital y con el apoyo de sectores populares que buscan una profundización de las garantías democráticas. Entonces en principio podría tener más estabilidad que Lugo, porque si bien tuvimos el apoyo del Partido Liberal Radical Autentico, sí era un gobierno de centro-izquierda progresista que sufrió conspiraciones desde el primer día. Era un gobierno más progresista que lo que el desarrollo de las fuerzas productivas podría permitir en ese momento. Tuvimos un gran líder como Fernando Lugo, pero no tenemos la fuerza que tiene la izquierda de Brasil. Incluso ahora Lula no puede gobernar solo y buscó el apoyo de otros sectores. Nuestro caso es más agudo en ese sentido.

El país necesita un gobierno estable, y si triunfamos el 30 de abril podremos tener un gobierno que inicie un proceso de democratización para luego avanzar en reformas sociales fundamentales.

Ruben Ayala Vera: Actualmente en Paraguay se decidió que ya no serán electos los parlamentarios del Parlasur sino que van a ser seleccionados en forma automática desde el mismo parlamento. Y con respecto al Mercosur, ¿cuál es la situación? ¿Cuáles son sus debilidades y qué futuro tiene tanto a nivel interno como internacional? Por otro lado ¿Qué futuro le ves a la participación de sectores sociales en el Mercosur?

Ricardo Canese: Hay que decir que el Mercosur no fue eliminado, pero fue puesto en un lugar no prioritario. Mientras con los gobiernos progresistas, la integración estaba en la agenda como un punto prioritario, con los gobiernos conservadores que vinieron después -Bolsonaro, Macri, Lacalle Pou, Cartes, Abdo Benitez- se redujo el rol de participación en el Mercosur, así como en todos los organismos de integración. Esa fue la línea de los gobiernos conservadores. Ahora tenemos condiciones para que se de un proceso inverso. Si bien, el triunfo de Lula es importante, también si triunfamos el 30 de abril vamos a sumarnos a gobiernos democráticos que creen en la integración. Creo que con el gobierno de la Concertación vamos a apostar a eso. Nosotros como Frente Guasu vamos a estar insistiendo en ese punto y por lo que yo conozco a Efraín Alegre, considero que él también hará la misma apuesta.

La integración no tiene que ser exclusiva de la izquierda y los movimientos sociales. Y lo digo en forma de autocrítica, para los objetivos que tenemos que trazarnos. Tenemos que pensar una integración que incluya a todos: convencer al empresariado de la región que la integración nos conviene a todos. Desde un empresario hasta un indígena, un trabajador y un campesino. Creo que tenemos que ganar a la derecha democrática en ese proceso de integración porque el mundo se está desarrollando en un sentido muy claro. Las regiones que están integradas tienen un rol más protagónico.

Suelo poner el caso de EE. UU. No son 51 estados, cada uno con su cabeza, porque están integrados. De igual manera China reúne muchas naciones. Su fuerza radica en ser una nación integrada. Por eso es tan importante la cuestión sobre Taiwán, que es una provincia rebelde. Para China la unidad es una cuestión de Estado. Y para nosotros en América Latina debería ser así, deberíamos avanzar en la integración y tendría que ser algo que no se discuta: ni en la derecha, ni en la izquierda.

Muchas veces se confunde como ‘agenda de la izquierda’ y debería ser la agenda de América Latina. El empresariado, los sectores democráticos tienen que comprender que separados vamos a ser el patio trasero del patio trasero. Para tener trascendencia tenemos que estar integrados y ahí vamos a poder hablar con EE. UU., con Europa, con China, con los grandes bloques. Creo que esa discusión tenemos que llevarla a los movimientos sociales -a los cuales hay que volver a darles protagonismo-. La tarea pendiente de los movimientos es la de generar un enfoque de una integración integral.

El capital nacional se va a desarrollar mucho mejor en una América Latina integrada de 600 millones en lugar de 6 millones. Un ejemplo muy contundente es que en 1950 América Latina tenía más patentes que China y solo eran el 3% del total. Hoy China supera a EE.UU.

Y esto se debe a que es una nación integrada, las principales universidades del mundo están en China. Eso es el Siglo XXI. Nosotros tenemos que ingresar al S. XXI. Muchas veces en la Parlasur propuse que las universidades públicas del Mercosur se unieran – la UNAM en México, la UBA en Buenos Aires, la USP en Brasil -. ¿Por qué no se hacen investigaciones conjuntas? Una integración real, entrando en la ciencia y la técnica. Pero estamos balcanizados en el peor sentido de la palabra. Incluso teniendo chances para ser una potencia mundial hemos retrocedido. China superó todas las expectativas y nosotros nos hemos atrasado. Tenemos que integrar a todas las fuerzas, no solamente sociales, también productivas de América Latina y tener una perspectiva de integración de todo el continente y no ideologizar algo que tiene que ser de todos.

Jimena Montoya: Cuando revisamos el panorama político de Paraguay vemos los flagelos que resultan comunes en la región al respecto de cómo son atacados los proyectos populares o progresistas cuando logran llegar al gobierno. ¿Qué se puede hacer desde los mecanismos de integración existentes o por inventar para abordar estas dimensiones?

Ricardo Canese: Nosotros tenemos instrumentos que hemos constituido en la primera ola progresista como lo son UNASUR y CELAC. Claro que está el Mercosur y recuerdo que esto lo hablamos con compañeros de Brasil y Argentina. Y es que el Mercosur es el proceso de integración más avanzado. Está la posibilidad que ingrese Bolivia, que vuelva Venezuela. A su vez, el Mercosur tiene que evolucionar hacia UNASUR. Tenemos que llegar a una integración de América del Sur, y después tenemos que avanzar hacia otra integración que tiene que ser la CELAC que integra 33 países de América Latina y el Caribe. Todos tenemos que estar ahí.

La integración es múltiple, no solamente económica y social, también es política. Tenemos el Parlasur, el Parlandino, y podemos tener un Parlamento de América del Sur. Los parlamentos dan la dimensión política y tiene que ser un proyecto de toda la sociedad y del continente. Claro que hay sectores que quieren nuestra destrucción. Tenemos que aislar esos sectores que abiertamente juegan a favor de EE. UU.

Hace unos días vino Pepe Mujica. Él decía que la izquierda tiene que ser lo más amplia posible. Nosotros tenemos que tener la capacidad de integrar a todos los sectores. Creo que tenemos una gran oportunidad en esta nueva ola progresista. Que indudablemente es más moderada, pero tenemos posibilidad de aprender de nuestros errores del pasado. Quizás se ha perdido radicalidad, pero se puede ganar en amplitud. Y esa ganancia puede ser hasta más revolucionaria. Si sabemos integrar a todas nuestras sociedades, el proceso de América Latina va a ser imparable. A pesar de las diferencias históricas con el sector empresarial tenemos que sentarnos en la misma mesa.

Lula en ese sentido es un ejemplo. Él proviene del sector trabajador, sindical, y su vicepresidente viene del sector empresarial. En la medida en que tengamos ese frente a favor de la integración con todas las fuerzas políticas, sociales y económicas de nuestro país, la integración va a ser más sólida. Creo que están dadas las condiciones y es el gran desafío que tenemos hoy que, por primera vez, en casi en todo el continente hay gobiernos progresistas.

Gerardo Gamarra: Con ese énfasis y en la perspectiva en los mecanismos de integración, ¿Qué potencialidades y problemáticas ves en proyectos como el corredor bioceánico?

Ricardo Canese: Hay varios proyectos de corredores bioceánicos en América del Sur. Hemos analizado esto en el Parlasur y mientras estuvo UNASUR se llevó un seguimiento muy importante de todos esos proyectos. Y estos corredores bioceánicos son transversales. Por ejemplo, en la hidrovía Paraná-Paraguay -que es de norte a sur- hay proyectos para conectarla con el Amazonas, y eso sería una integración fluvial factible. Limitándonos a los proyectos entre el Océano Atlántico y Pacifico, hay proyectos carreteros y ferroviarios. En principio yo soy más partidario de los corredores ferroviarios. Son mucho más eficientes, mucho más baratos aunque requieren una inversión un poco mayor. Pero su efecto multiplicador es mucho mayor.

Hay corredores ferroviarios que funcionan mal. Hay un corredor que viene desde Paraguay hasta Brasil y sigue por Resistencia en Argentina hasta Antofagasta en Chile. Hay otro un poco más al norte que sale de Santos (BR), va por Bolivia y sale en Perú.

Pero más allá de discutir cuál es más interesante, creo que es importante desarrollar todos. Porque la capacidad de transporte de estas conexiones también es geográfica. Un corredor muy al norte no beneficia a quienes están al sur y viceversa. Entonces hay que pensar en varios corredores ferroviarios que estén conectados con el transporte fluvial y ese sí va a ser un sistema de transporte muy eficiente. Tanto en bajo consumo de energía como a bajos costos.

Ahora en Paraguay se ha hecho la vía interoceánica que, sobre todo, beneficia al Estado de Mato Grosso do Sul en Brasil. Está pensado para que la extracción de soja que se produce en ese estado llegue en forma más eficiente a Chile. En el fondo es eso. Y tiene críticas socioambientales bastante severas porque atraviesa áreas indígenas. Los gobiernos conservadores no cuidan estos aspectos entonces ha generado muchas críticas. Además un proyecto carretero tiene un impacto mucho más limitado. Resuelve un problema inmediato: baja los costos. Pero no hay un cambio de sistema. Nosotros lo que tenemos que pensar en América del Sur, si hablamos en materia de infraestructura, es en un sistema mucho más eficiente de interconexión interna donde el transporte fluvial y ferroviarios sean fundamentales. No solo hablando de cargas, sino también de pasajeros.

Fíjense que en China y Europa, el transporte ferroviario tiene un gran auge. Aquí en América Latina casi no tenemos aún cuando tenemos las condiciones. Hay ferrovías entre Asunción y Buenos Aires, perfectamente puede haber entre Asunción y Sao Paulo. En Brasil entre Río de Janeiro y Sao Paulo hace tiempo hay un proyecto de interconexión ferroviaria, pero hay intereses creados y se mantiene el transporte carretero o aéreo que son mucho más eficientes. Consumen más energía y tampoco son más convenientes para la población.

Todo este tema hay que pensarlo muy bien. Para nuestro desarrollo y el de las fuerzas productivas, salir al Océano Pacifico y Atlántico en forma económica es fundamental. En esta nueva Ruta de la Seda, América Latina se podría integrar pero tenemos que pensar en sistemas de transporte de gran envergadura.

Paula Giménez: Quería recuperar la cuestión de la participación social y preguntarte ¿Cómo pensás que se construyen estos mecanismos desde las fuerzas populares? ¿Qué lugar, qué rol ejercen, qué importancia tienen y cómo se puede construir una agenda para que desde las fuerzas populares se aporte a una integración regional posible?

Ricardo Canese: Tenemos que poder abarcar a toda la sociedad y tener un parlamento que represente a la ciudadanía. El Parlasur intenta ser eso. Nosotros somos representantes de la ciudadanía ante el Mercosur. Pero ¿Qué capacidad de decisión tenemos hasta ahora? Cero. Podemos dar recomendaciones, hacer declaraciones, pero el problema son las competencias. El Parlasur tiene cero competencias, entonces la ciudadanía va solo como una caja de resonancia.

Quiero insistir en que un elemento fundamental de participación de las organizaciones ciudadanas, sociales, populares es un Parlamento representativo, que tenga capacidad para decidir algo y que interpele. Porque ahí es donde la ciudadanía se expresa.

Nuestra Constitución dice que tenemos una democracia representativa y participativa. Pero para que la participación pueda fluir es importante que haya una buena representación y que ese representante pueda decidir.

Algo preocupante es que el Protocolo del Parlasur, que viene del 2007,  contempla que el Parlasur pueda tomar decisiones. Pero nunca nos remitieron ningún proyecto. Entonces, también tenemos que decirle a los gobiernos progresistas que han minimizado el rol del Parlasur. Por eso la participación popular no puede tomar decisiones. Para que esto tenga real inserción y pueda echar raíces tenemos que darle poder al congreso para que las organizaciones sociales puedan tomar decisiones. Tenemos que poder llamar a plebiscito, sino solo va a ser un ‘muro de los lamentos’ más que una caja de resonancia.

Tenemos que buscar la participación protagónica de la ciudadanía, que contenga: a los empresarios, a los sectores medios, y a los trabajadores del campo y la ciudad. Hoy la ciudadanía no decide nada y eso tiene que cambiar. Hay incluso cancillerías que se oponen a que el Parlasur tome decisiones, Itamaraty por ejemplo. No quieren dejar que un parlamento decida sobre cuestiones que van a afectar de alguna manera a los países. De esos temores tenemos que levantarnos porque todo en manos del presidente de la República no es participativo.


De la entrevista participaron Gerardo Gammara (ALAI), Jimena Montoya (CLAE), Rubén Ayala Vera (Voces Paraguay), Vanessa Rodríguez Silvestre (CONAMUCA-CLOC-La Vía Campesina), Paula Giménez (NODAL) y Javier Tolcachier (Pressenza).

#17Abril: Frente a las crisis mundiales ¡construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!

Comunicado de prensa | Bagnolet 17/04/23Hoy, 17 de abril de 2023, mientras recordamos la “Masacre de Eldorado dos Carajás” que tuvo lugar hace 27 años en Brasil, y nuestras muchas luchas en otros lugares. Nosotrxs, La Vía Campesina, levantamos nuestros puños en alto con esperanza, sabiendo que la Soberanía Alimentaria, la Agroecología Campesina, las reformas agrarias populares integrales, el Feminismo Campesino Popular y la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP) asegurarán un futuro para la humanidad y el planeta.

¡Urge la solidaridad!

Las protestas mundiales van en aumento debido a la crisis climática y medioambiental, la crisis alimentaria y los conflictos provocados por los cambios en los contornos geopolíticos. Se han observado disturbios sociales en más de 60 países debido a las desigualdades económicas agravadas por la pandemia de COVID-19. Estas crisis ponen de manifiesto los fallos del modelo capitalista dominante, ya que los intereses capitalistas destruyen territorios y amenazan todos los sistemas de vida en todo el mundo. Los gobiernos han respondido a las protestas con represión y persecución, incluyendo matanzas y asesinatos, para intimidar y someter a los movimientos. Movimientos sociales en diversos países de Brasil, Palestina, Paraguay, Colombia, Mali, Ecuador, Francia, España, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Tailandia, Sri Lanka, Indonesia, Corea del Sur, Kenia, Canadá, Haití, Guatemala y Perú, entre otros, han alertado al mundo sobre las violaciones de los derechos del campesinado y lxs trabajadores; donde el malestar civil es elevado debido al alto coste de la vida, y a las políticas gubernamentales que profundizan las desigualdades sociales y económicas.

La mayoría de los gobiernos no están a la altura de la demanda de mejores servicios públicos, lo que deja a muchos ciudadanos viviendo en la precariedad. Por ejemplo, en Europa, que hasta hace poco disfrutaba de una gran estabilidad tras la Segunda Guerra Mundial impulsada por un crecimiento sin precedentes de la producción y la distribución de parte de la riqueza a la mayoría de la población, algunos países se enfrentan a la inestabilidad social a medida que retroceden los logros sociales. En este nuevo contexto de crisis, la mayoría de los gobiernos priorizan el enriquecimiento de los más ricos y la acumulación de capital, haciendo recaer el peso de las restricciones sobre la mayoría de la población. Los gobiernos están optando por el capitalismo a toda costa, rompiendo incluso con el marco de la democracia liberal y el Estado de Derecho que ha prevalecido hasta ahora, haciendo añicos la llamada “defensa de los valores occidentales”.

La Vía Campesina (LVC) se solidariza y se compromete también con quienes están siendo víctimas de la criminalización de la protesta social en todos los continentes. Es hora de construir un mundo más fraterno basado en la solidaridad entre los pueblos. Exigimos el cese inmediato e incondicional de la persecución de los movimientos campesinos y de sus liderazgos.

No cesan el acaparamiento y la mercantilización de los bienes comunes para obtener beneficios

El sistema alimentario industrial sigue obteniendo superbeneficios mientras pisotea las vidas y los medios de subsistencia de las familias campesinas y la población rural, cuyas tierras, agua y territorios están siendo acaparados para usos agrícolas de exportación en medio de una crisis alimentaria y económica mundial que se agrava. El acaparamiento de agua va en aumento para que unos pocos ganen dinero y para cultivar productos de exportación a medida que se agrava la crisis climática: las sequías relacionadas con el cambio climático son ahora extensas y frecuentes.

Insistimos en la necesidad de informar, educar, organizar y articular para construir una fuerza social que pueda detener la tendencia a convertir la crisis climática en oportunidades de negocio. LVC denuncia la indiferencia del gobierno ante el calentamiento del planeta y el debate sobre los negocios financieros especulativos, la nueva economía verde y azul, y la privatización de los bienes comunes, pidiendo cambios políticos para enfriarlo. LVC pide que se redoblen los esfuerzos para defender los bienes comunes y detener su mercantilización y exigir el reparto justo de los derechos de uso de los bienes comunes.

Crisis migratoria: resultado de un sistema inhumano de explotación y represión

La crisis ha obligado, sobre todo a las poblaciones rurales del Sur, a emigrar a los países del Norte en busca de mejores medios de subsistencia. En lugar de una vida mejor, la mayoría de los migrantes se han visto sometidos a un sistema inhumano de explotación y represión. Por ello, las luchas de los trabajadores agrícolas migrantes son también una parte fundamental del Día de la Lucha Campesina del 17 de abril.

El pleno reconocimiento de todos los derechos de las personas migrantes y refugiadas constantemente criminalizadas y asesinadas en las fronteras de nuestras naciones también forma parte de nuestra lucha por la plena consecución de la Soberanía Alimentaria. Hacemos un llamamiento a las sociedades, a los movimientos sociales y a todas las personas de buena voluntad, tanto del Norte como del Sur, para que se unan a nuestro Pacto Global de Solidaridad en defensa de las vidas y los derechos humanos de todas las personas migrantes y refugiadas del mundo.

Nuestras soluciones frente a las crisis

Las organizaciones campesinas tienen un papel fundamental que desempeñar para garantizar el futuro de la humanidad y del planeta resistiendo al hidro y agroextractivismo de las megacorporaciones transnacionales, que amenazan las tierras de los campesinos, los pueblos indígenas y otros habitantes rurales. Esta lucha por la justicia y la dignidad es significativa, ya que el 17 de abril celebramos el Día de las Luchas Campesinas. En este día, La Vía Campesina reafirma los elementos centrales para un proyecto político que asegure un futuro para la humanidad. Estos elementos incluyen la Soberanía Alimentaria, la Reforma Agraria, la Agroecología Campesina,  la demanda de un Procedimiento Especial de la ONU sobre el UNDROP, y el Feminismo Campesino y Popular:

– La Soberanía Alimentaria ofrece una alternativa a las crisis actuales del hambre, el clima y la ecología mediante la transformación del modelo industrial y la creación de sistemas alimentarios locales que vinculen las zonas rurales y urbanas. Prohíbe la especulación con los contratos de futuros alimentarios y aborda dos fuentes importantes de emisiones de gases de efecto invernadero: el transporte de alimentos a larga distancia y la agricultura industrializada. Los Principios de Soberanía Alimentaria pueden proporcionarnos el marco para un nuevo marco comercial mundial que ponga fin al dominio de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que actualmente intenta legitimar su labor mediante la creación de un espacio para la sociedad civil en su estructura y los Tratados de Libre Comercio (TLC).

– La Reforma Agraria es necesaria para garantizar un reparto justo de los derechos de uso de los bienes comunes y democratizar la propiedad de los territorios, actualmente concentrada en las élites.

– La Agroecología Campesina es un medio de resistencia a un sistema económico que prioriza el beneficio sobre la vida y es responsable de la deforestación, la contaminación del agua y la acidificación de los océanos. Ofrece una alternativa esencial a la producción industrial de alimentos y transforma la forma en que producimos y consumimos alimentos.

– La demanda de un Procedimiento Especial de la ONU sobre el UNDROP permitirá su aplicación efectiva a nivel internacional.

– El Feminismo Campesino y Popular cultiva la defensa de las relaciones basadas en el respeto y el cuidado de los demás y rechaza los modos de relación basados en la violencia, la dominación y el control de los demás.

Hacia la Octava Conferencia Internacional (#8ConfLVC)

En noviembre de este año, La Vía Campesina convocará su Octava Conferencia Internacional en Nicaragua. Y mientras recogemos nuestras propuestas hacia este importante evento, nuestro llamado a unirnos y construir una nueva sociedad está bien expresado en el lema de la 8va Conferencia: “Frente a las Crisis Globales, ¡Construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un Futuro para la Humanidad!” Intercambiaremos y construiremos una visión colectiva de futuro basada en estas alternativas existentes que se están practicando en nuestras comunidades.

¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!

CLOC La Vìa Campesina: Pronunciamiento 17 de abril 2023

En el marco de la II Conferencia Internacional de La Vía Campesina en Tlaxcala, México, nació el Día de la Lucha Campesina, propuesta para el 17 de abril en homenaje a los 19 trabajadores rurales y campesinos sin-tierra que fueron masacrados por la policía del estado de Pará, en el municipio de El Dorado dos Carajas en Brasil. Este hecho trágico ocurrió en medio de un proceso de lucha que se libró en el municipio en contra de los hacendados que usurparon las tierras del campesinado. Por ende como gesto de rebeldía y de solidaridad con los masacrados, se decidió declarar el 17 de abril como Día internacional de la Lucha Campesina y rendir honor así a los héroes de esta ofensiva que hoy sigue siendo parte de nuestra historia.

Es así como la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC/LVC desarrolla jornadas internacionales de solidaridad e incidencia, en honor a aquellas y aquellos héroes y mártires, conocidos y desconocidos, que ofrendaron su vida a la lucha por la tierra, el agua, el territorio, los derechos humanos y por la mejora de las condiciones de vida en el campo y que hoy trasciende a lo urbano rural.

Es importante destacar que nuestra lucha es parte de la defensa de los derechos humanos y de la vida, tal y como se señala en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP). Ante el avance del capital sobre territorios que hasta hace poco eran considerados «marginales», lxs campesinxs, indígenas y demás habitantes del campo representan la principal frontera de resistencia contra el hidro-agro-extractivismo de las megacorporaciones transnacionales.

Nuestros territorios, cuyo clima y biodiversidad se destruyen continuamente a medida que los intereses capitalistas imponen tecnologías nuevas y cada vez más peligrosas sin ningún debate, consulta o participación pública, sin embargo, continúan amenazados nuestros sistemas de vida. La inestabilidad política y social es generalizada como resultado de asesinatos sistemáticos, masacres, desapariciones forzadas, altas tasas de feminicidio, encarcelamiento y detención arbitraria, intimidación, acoso y amenazas, persecución de los defensores de los territorios, migración forzada, intervenciones, bloqueos y guerras contra nuestros pueblos.

Mientras se vislumbra un mundo multipolar; las demandas por el Derecho a la Tierra y la Reforma Agraria Integral y Popular, la Soberanía Alimentaria y denuncias en contra la criminalización, persecución de líderes y lideresas sociales, siguen vigentes y activas como la base fundamental de luchas históricas que han abonado victorias al movimiento campesino de América Latina. Sólo en los últimos meses, movimientos sociales en Brasil, Palestina, Paraguay, Colombia, Mali, Ecuador, Francia, España, Tailandia, Sri Lanka, Indonesia, Corea del Sur, Kenia, Canadá, Haití, Puerto Rico, Cuba, Guatemala y Perú han alertado al mundo sobre las violaciones de los derechos de las comunidades campesinas y rurales.

Este 17 de abril hacemos un llamado de ratificación a nuestra posición y banderas de lucha, reafirmar que para nuestras diversas sociedades es una continuidad del proceso de incidencia sobre la Soberanía Alimentaria mediante la práctica de la agroecología y su papel en respuesta a la crisis climática, la producción local de alimentos, la autodeterminación con dignidad, la paz, el feminismo campesino popular y la autodeterminación y soberanía de los pueblos.

La Soberanía Alimentaria es una realidad que descansa sobre la tierra, agua, territorio, mercados, solidarios y campesinos y moviliza a los gobiernos a su aplicación a través de las políticas públicas y la garantía del buen vivir del campesinado desde la propuesta de los planes de agricultura familiar a nivel local.

También incorporamos la celebración de los 30 años de nuestro movimiento, la CLOC/LVC que continuamos planteando dentro de nuestras demandas, estamos intensificando la presión para construir un modelo sistémico alternativo que garantice la justicia social y el logro de las acciones locales, regionales, continentales, e internacionales que continúan como parte de nuestras banderas de lucha este día internacional de las luchas campesinas.

17 abril 2023 Día Internacional de las Luchas Campesinas

«Frente a las Crisis Globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un Futuro a la Humanidad».

¡No hay futuro sin soberanía alimentaria!

¡Soberanía Alimentaria, queremos Reforma Agraria!

¡Soberania Alimentaria Ya!

Sin luchas, no hay Victorias!

¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!

Haití: Solidaridad Internacional

Santo Domingo, D. N. República Dominicana, 29 de marzo 2023.

Señores,

Representación Diplomática de Haití en República Dominicana

A la Atención del Encargado de Negocios,

Su Excelencia Luc Garvey Jean-Pierre

El 29 de marzo desde 1987, es una fecha ícono en la lucha del pueblo haitiano por la democracia, la defensa de la soberanía y el progreso, cuando fue adoptada una nueva Constitución, que coronó las luchas y movilizaciones populares que llevaron al derrocamiento de la sangrienta dictadura de extrema derecha de la familia Duvalier.

Consideramos oportuno reiterar en este día, nuestra solidaridad con el hermano pueblo haitiano en momentos en que sufre las secuelas de pésimos gobiernos y la conspiración intervencionista de las potencias imperialistas.

Haití atraviesa uno de los momentos más difíciles, trágicos e inciertos de su historia, sumido en una situación de caos propiciada por la oligarquía, sucesivos gobiernos anti-populares incluido el actual y la injerencia de organismos internacionales al servicio de los intereses de las potencias colonialistas como el Core Group que, desde el 2003 logró destruir casi todas las instituciones públicas del país, atomizarlas y crear una situación de anarquía generalizada, provocando la destrucción del Parlamento y la ingobernabilidad sin elecciones democráticas desde 2016.

Impuesto luego del asesinato del ex-presidente de facto Jovenel Moïse, el gobierno actual dirigido por Ariel Henry, es denunciado por organizaciones sociales haitianas por carecer de total legalidad y legitimidad y seguir al pie al pie de la letra los mandatos del FMI, lo que se traduce en impactos catastróficos sobre la vida de la inmensa mayoría de la población: incremento de un 260% en los precios de los combustibles, crecimiento negativo del PIB, crisis cambiara con un desplome del 50% del valor de la moneda nacional (gourde) frente al dólar y una inflación del 48% anual.

El país está amenazado por una crisis humanitaria de gran magnitud. Se calcula que hay 4.9 millones de habitantes en inseguridad alimentaria, esta crisis se agrava con el resurgimiento del cólera y el accionar de las pandillas con más de 1000 secuestros mensuales, múltiples violaciones a mujeres, masacres con saldos entre 70 – 80 muertos en cada operación, la ruptura de las cadenas de abastecimiento, los ataques diarios contra escuelas, hospitales, iglesias, centros culturales, entre otros.

Ante estas tragedias, continua la denuncia de que el actual gobierno de facto está solicitando una nueva ocupación militar, cuyo objetivo es utilizarla contra la población y organizar elecciones controladas. Y, de forma estratégica, generar un cambio de la Constitución para concentrar el poder en la figura de un presidente y desmantelar la mayoría de las conquistas democráticas logradas tras la expulsión de la dictadura Duvalierista.

Denunciamos que una nueva intervención militar no aportará solución sostenible como tampoco la aportó en el pasado, así lo demuestra de forma incontrovertible el desastre ocasionado por la MINUSTAH y el CORE GROUP.

Denunciamos que una nueva intervención de los países históricamente colonialistas va por las riquezas y ubicación estratégica de Haití y toda la isla. Las organizaciones políticas y sociales de República Dominicana asumimos como nuestras, las demandas del pueblo haitiano expresadas en las consignas sostenidas en manifestaciones de calle y otros escenarios:

¡No a una nueva intervención militar extranjera! ¡¡Por una Salida Nacional a la crisis!!

¡Respeto a la soberanía del Pueblo haitiano que debe encontrar una solución a la crisis guiada por actores sociales y políticos haitianos!

¡No a un cambio precipitado de la Constitución para satisfacer la oligarquía local y el imperialismo!

¡Reparación Ya!

Firmado;
Organizaciones políticas y sociales de República Dominicana

BLOQUE POPULAR “JESÚS ADÓN”, Santos Saladín Percel

CONFEDERACIÓN NACIONAL DE UNIDAD SINDICAL CNUS, Isabel Tejada

UNIÓN CLASISTA DE TRABAJADORES UCT, Clecensio Reyes

CORRIENTE MAGISTERIAL “JUAN PABLO DUARTE”, Juan Núñez

MOVIMIENTO DE MUJERES TRABAJADORAS, Luz Eneida Mejía

COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS

MOVIMIENTO PATRIA PARA TODOS, Julio Díaz Campusano

MOVIMIENTO POPULAR DOMINICANO –MPD-; FRENTE AMPLIO, Dany Minaya

PARTIDO COMUNISTA DEL TRABAJO –PCT-; RED URBANO POPULAR, Pedro Franco

FRENTE ESTUDIANTIL “FLAVIO SUERO” –FEFLAS-; FUERZA DE LA REVOLUCIÓN –FRARTICULACIÓN

NACIONAL CAMPESINA.- GENTÍO PARA EL CAMBIO POLÍTICO Y SOCIAL

MOVIMIENTO CAMPESINO DE COMUNIDADES UNIDAS MCCCU

FRENTE UNIVERSITARIO RENOVADOR FUR; FRENTE AMPLIO DE LUCHA POPULAR -FALPOASAMBLEA DE LOS PUEBLOS DEL CARIBE – APC- Capítulo Dominicano

FRENTE ESTUDIANTIL DE LIBERACIÓN “AMÍN ABEL” –FELABEL-

CAMPAÑA DOMINICANA DE SOLIDARIDAD CON CUBA.

MOVIMIENTO REBELDE

ACCIÓN AFRO-DOMINICANA

COMITÉ DOMINICANO DE DERECHOS HUMANOS

AGENDA SOLIDARIDAD, RD

COORDINACION FEMINISTAS DE IZQUIERDA -COFIZ-

Canadá: Experiencia de producción y organización en La Vía Campesina

Entrevista con Joan Brady de la Unión Nacional de Agricultores (National Farmers Union – NFU) y representante La Vïa Campesina Norteamérica.

Hola, soy Joan, de Canadá. Trabajo para la Unión Nacional de Agricultores. Soy campesina en Canadá. Cultivo con mi familia en la zona central del país, justo al lado de uno de los Grandes Lagos. Cultivamos frutas y verduras para el mercado local. Es un negocio de temporada porque durante 4 o 5 meses al año hace demasiado frío para cultivar en Canadá.

Pertenezco a la Unión Nacional de Agricultores desde hace muchos años. He sido una líder en la Unión Nacional de Agricultores como Presidenta de las Mujeres durante varios años y desde 2017 he estado participando en el proceso de La Vía Campesina. Ahora soy uno de los dos coordinadores regionales de la región de América del Norte.

Soy agricultora a pequeña escala. Cultivo frutas y verduras, así como flores para el mercado local. Acudo a tres mercados de agricultores cada semana y también tengo un puesto de venta en la propia finca. Trabajo con mi familia, y sólo trabajo la mitad del año porque luego hace demasiado frío para cultivar alimentos en Canadá. Trabajo con la Unión Nacional de Agricultores como dirigente y ellos trabajan en política tanto a nivel local como nacional e internacional con su participación en LVC.

En nuestra finca utilizamos la agroecología. Cuidamos nuestro suelo. Es un suelo precioso. Es un suelo franco arenoso. Era el fondo del lago cerca del cual vivimos. Requiere un cuidado especial. Debemos alimentarlo con nutrientes mediante cultivos de cobertura, teniendo cuidado al labrarlo y siendo respetuosos con las malas hierbas y cosas así. Me entusiasma mi suelo.

Ahora tenemos una finca muy pequeña, pero antes teníamos una finca más grande. Tenía 125 acres, es decir, 62,5 hectáreas. Y también teníamos una gran granja de cerdos con 90 cerdas, es decir, 90 madres con todas sus crías y todos los cerdos gordos. Estábamos allí en 1998 y tuvimos lo que llamamos la crisis porcina. Lo que ocurrió fue que el mercado nos daba 35 dólares por cada cerdo que enviábamos al mercado, pero su producción costaba 135 dólares, así que literalmente estábamos poniendo 100 dólares sobre el lomo de cada animal que salía de nuestro establo. Fue un momento muy difícil para nosotros, terminamos siendo capaces de superarlo. Nos costó algunos de nuestros ahorros, nos costó mucho trabajo y paciencia, pero nos hizo darnos cuenta de que estamos a merced del mercado, éramos tomadores de precios, no podíamos decirles lo que queríamos por nuestro producto, nos decían cuánto nos darían.

En Canadá, sólo el 2% de la población son productores. Así que nos resulta muy difícil hacer oír nuestra voz. La Unión Nacional de Agricultores no es una organización muy grande, no es la organización más difundida porque tenemos la política de no trabajar con empresas transnacionales y defendemos los derechos humanos en Canadá y en todo el mundo. Estos valores son muy importantes para nuestra organización, pero no atraen a la mayoría de los agricultores canadienses. Pero sí tenemos influencia, sobre todo porque hemos trabajado mucho en torno al cambio climático y la justicia climática. El gobierno nos reconoce como expertos en la materia. Hemos hecho muchas presentaciones sobre diversas cuestiones que afectan a los agricultores, hemos hecho mucho trabajo en el archivo de semillas, el UPOV 91 en la oposición, trabajamos en el comercio, así que no somos una gran organización, pero tenemos algunas grandes personas allí.

Yo soy productora, pero también soy organizadora comunitaria y apoyo a otros agricultores y artesanos de la alimentación y la artesanía, y juntos creamos estructuras de venta colaborativas, así que he podido apoyar el desarrollo de 7 u 8 ferias campesinas en nuestra región. He ayudado a mi comunidad a crear una subasta de productos al por mayor y he trabajado con ellos para desarrollar algunos proyectos de distribución en línea. Como productora, es muy bueno participar en este aspecto de la construcción de la infraestructura pública para construir el sistema alimentario.

Entrevista realizada en Managua, Nicaragua por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina del 22-28 de abril de 2022, en marco de los 30 años desde el nacimiento de La Vía Campesina.

17 de abril 2023 – Día Internacional de las Luchas Campesinas | Llamado a la acción global

Resistimos a la represión de nuestras luchas: ¡Frente a las crisis globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!

Llamado a acciones globales de solidaridad

(Bagnolet | 17/03/2023) El Día Internacional de las Luchas Campesinas es conmemorado por La Vía Campesina cada año el 17 de abril para recordar la masacre de Eldorado do Carajás en 1996, donde la maquinaria del Estado brasileño, en complicidad con los intereses del agronegocio, asesinó a 19 campesinxs que defendían su derecho a la tierra. En este día, también destacamos y denunciamos la continua criminalización, opresión y represión de campesinxs, trabajadorxs del campo, mujeres rurales, migrantes y comunidades negras e indígenas en todo el mundo.

Nuestra vida está en riesgo y también el futuro de la humanidad

Sólo en los últimos meses, movimientos sociales en Brasil, Palestina, Paraguay, Colombia, Mali, Ecuador, Francia, España, Tailandia, Sri Lanka, Indonesia, Corea del Sur, Kenia, Canadá, Haití, Guatemala y Perú han alertado al mundo sobre graves violaciones de los derechos de las comunidades campesinas y rurales.

El hambre también es violenciaLa pandemia y los conflictos en curso no han hecho sino acentuar el hambre. Todas estas supuestas crisis no hacen sino poner en entredicho el modelo capitalista neocolonial dominante en la actualidad. Nuestros territorios, cuyo clima y biodiversidad se destruyen continuamente a medida que los intereses corporativos imponen tecnologías nuevas y cada vez más peligrosas sin ningún debate, consulta o participación pública, ven amenazados todos sus sistemas de vida. La inestabilidad política y social es generalizada como resultado de asesinatos sistemáticos, masacres, desapariciones forzadas, altas tasas de feminicidio, encarcelamiento y detención arbitraria, intimidación, acoso y amenazas, persecución de los defensores de los territorios, migración forzada y guerras contra nuestros pueblos.

Este 17 de abril, más que nunca, reafirmamos que nuestra lucha es parte de la defensa de los derechos humanos y de la vida, tal y como se señala en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP). Ante el avance del capital sobre territorios que hasta hace poco eran considerados “marginales”, lxs campesinxs, indígenas y demás habitantes del campo representan la principal frontera de resistencia contra el hidro-agro-extractivismo de las megacorporaciones transnacionales. La Vía Campesina es una expresión de esta acción y resistencia colectivas. Este año, cuando nuestro movimiento global celebra su 30 aniversario, estamos intensificando nuestras luchas para construir un modelo sistémico alternativo que garantice la justicia en todas sus dimensiones.

El 17 de abril es, por tanto, un momento para reafirmar nuestras propuestas concretas. Construiremos una sociedad mejor en la que nuestras diversas sociedades hagan realidad su soberanía alimentaria mediante la práctica de la Agroecología Campesina. Seguiremos defendiendo nuestros derechos haciendo uso de la UNDROP y de otros instrumentos internacionales. Construiremos sociedades mejores con justicia social. Nuestra producción local de alimentos, la autodeterminación con dignidad, la paz, el feminismo campesino popular y la soberanía de los pueblos sólo son posibles con estas herramientas. ¡No hay futuro sin Soberanía Alimentaria!

Nuestro llamado hacia la VIII Conferencia

En noviembre de este año, La Vía Campesina convocará su 8ª Conferencia Internacional en Nicaragua. En esta conferencia internacional, reuniremos las diversas propuestas provenientes de nuestras 182 organizaciones miembros en 81 países. Aprenderemos de un conjunto diverso de experiencias que nuestras comunidades campesinas e indígenas ya han puesto en práctica. Intercambiaremos y construiremos una visión colectiva de futuro basada en estas alternativas existentes que se están practicando en nuestras comunidades.

Y mientras recogemos nuestras propuestas de cara a este importante acontecimiento, nuestro llamado a unirnos y construir una nueva sociedad ha quedado plasmado en el slogan para nuestra 8va Conferencia: “Frente a las Crisis Globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la Humanidad”.

La condición previa para ese futuro es el cese inmediato e incondicional de la actual criminalización y persecución de los movimientos campesinos y sus líderes. Abril es nuestro momento para denunciar colectivamente esta persecución, para levantarnos unidos contra las fuerzas que nos oprimen.


Este llamado es para que todos los miembros de La Vía Campesina nos reunamos durante este mes de abril y logremos hacernos ver y escuchar.

Así es como podemos hacerlo:

  • Organiza manifestaciones públicas y foros contra los actuales actos de criminalización en tu territorio. Ponemos a disposición un afiche para que lo adapten, traduzcan y compartan en sus comunidades. Accede AQUÍ a los materiales de comunicación y la versión editable del afiche en Canva.
  • Comparte las noticias y actualizaciones de estas acciones en las redes sociales
  • Utiliza los hashtags #LuchasCampesinas #ParenDeMatarnos #8ConfLVC, y comparte activamente fotos, vídeos y afiches de tus acciones públicas, foros y reuniones.
  • Expresa nuestra intención colectiva de existir, sobrevivir y construir una nueva sociedad. Haz tuyo nuestro slogan oficial para la 8ª Conferencia: “Frente a las crisis globales, construimos la Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad”.
  • El lunes 20/03 se estrenará un vídeo promocional de nuestra próxima 8ª Conferencia Internacional, un momento para reunirnos y construir nuestras alternativas.
  • Utiliza el hashtag #8ConfLVC para destacar nuestros esfuerzos hacia la 8ª Conferencia Internacional
  • Visita la página web de La Vía Campesina y sus redes sociales para ver nuevos vídeos y mucho más. También volveremos a publicar una serie de materiales educativos ilustrados sobre la UNDROP, las Semillas Campesinas y el Feminismo Campesino.
  • Envía por correo electrónico los detalles de tus acciones y eventos a communications@viacampesina.org. Añadiremos los detalles a un mapa global que recogerá todas las acciones solidarias.

¡Frente a las crisis globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!

Entrevista del Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA) a Leonidas Iza (CONAIE)

Leonidas Iza Salazar es hijo de José María Iza Viracocha, un histórico dirigente indígena del Ecuador. Desde 2016 hasta 2021 se desempeñó como presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), una poderosa federación emplazada en la provincia del mismo nombre, en la zona interandina del país.

Su influencia y notoriedad pública se aumentó con la movilización social del año 2019 contra el paquetazo económico impulsado por el gobierno del ex presidente Lenin Moreno, cuanto Iza encabezó la movilización de más de 60 mil indígenas hasta la capital Quito. El prestigio alcanzado y su centralidad en las mesas de negociación con el gobierno le valieron una intensa persecución política y judicial, aunque implicó también su elección como presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) –la más poderosa de las confederaciones indígenas del país– en junio del 2021.

La entrevista colaborativa que sigue fue organizada por el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA), una articulación de medios, redes informativas y movimientos sociales de la región comprometidos con la democratización de la comunicación y el avance de la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe.

La misma fue realizada con la moderación de Javier Tolcachier de Pressenza y Felipe Bianchi del Centro de Estudios de Medios Alternativos “Barão de Itararé”, y contó con la participación de María Cianci Bastidas (Ecuador) de ALER; Leonardo Wexell Severo (Brasil) de Hora do Povo/Comunica Sul; Coco Vidal Quispe (Bolivia) de la Coordinadora Audiovisual Indígena Originaria de Bolivia; Lautaro Rivara (Argentina) de ALAI; y Kervin Martinez (República Dominicana) de la CLOC-La Vía Campesina.

María Cianci Bastidas (ALER): El escenario reciente de Ecuador arroja muchas novedades: el pedido de juicio político al presidente Guillermo Lasso; los desacuerdos surgidos en la Asamblea Nacional; el lamentable asesinato de Eduardo Mendúa, dirigente de la CONAIE y defensor ambiental contra el extractivismo; así como la denuncia de incumplimiento de los acuerdos surgidos en las mesas de diálogo con el gobierno tras el estallido social. Ante este panorama, ¿ratifica el movimiento indígena que usted lidera el pedido de renuncia del ejecutivo?

Leonidas Iza: Hay una crisis instalada en el Ecuador. Una desestabilización institucional que no fue generada ni por el movimiento indígena ni por los sectores populares, sino que parte de una administración nula, que no beneficia ni resuelve los problemas más sentidos de los ecuatorianos. En este escenario, el asesinato de nuestro compañero Eduardo Mendúa ha caldeado los ánimos. Por lo tanto, desde el Consejo de Gobierno [de la CONAIE], hemos declarado una total radicalización de la lucha, más aún cuando el extractivismo, petrolero o minero, busca anular los derechos de los pueblos indígenas sobre los territorios. En estos días han aumentado los niveles de violencia de las empresas mineras transnacionales hacia nuestros compañeros. Por eso, como fuerza organizada, vamos a defender los territorios.

Respecto al escenario nacional, si miramos este conflicto entre la Asamblea Nacional y el ejecutivo, si vemos que las autoridades administrativas están involucradas en actos de corrupción y se relacionan con las mafias del narcotráfico, debemos dar una salida, pero considerando también que un sector de los ecuatorianos no quieren más movilizaciones ni paros. Por ello la CONAIE ha tomado una postura en favor del proceso de juicio político [al presidente Lasso], comprobándose, lógicamente, todo lo que deba comprobarse en lo referente a las acciones del gobierno nacional, en este caso en la figura del presidente de la República.

En estos días hemos declarado la movilización en los territorios y la movilización por el Día Internacional de la Mujer. El día 17 tendremos una asamblea, y el 28 vamos a participar en una movilización que hará entrega [del proyecto] de la Ley de Aguas en que hemos estado trabajando este año. Vamos a estar expectantes a lo que pase en el país, y si la situación se agrava, nos declararemos en movilización nacional.

Leonardo Wexell Severo (Hora do Povo/Comunica Sul): Recientemente, un amplio frente logró derrotar en Brasil a las fuerzas fascistas de [Jair Messias] Bolsonaro. ¿Cuál es su valoración de los frentes de esas características? ¿Podrían consolidar en Ecuador una fuerza opositora que garantice el avance de la democracia y las políticas soberanas? Además, ante la posibilidad real de derrotar al gobierno de Lasso y su política de privatización de sectores estratégicos de la economía a favor de las transnacionales y del sistema financiero, ¿cuáles deberían ser las medidas de emergencia a tomar para frenar la sangría de riquezas y ponerlas al servicio de la generación de ingresos y empleos?

Leonidas Iza: Creo que hay una necesidad histórica en Latinoamérica, en el continente todo y en el mundo. Y creo que los últimos procesos electorales de América Latina, el Tahuantinsuyo, Abya Yala, han dado el mensaje de que la región no está dispuesta a seguir las políticas neoliberales, ni a seguir cargando sobre sus hombros las políticas de imposición del Fondo Monetario Internacional. Este mensaje es importante, y lo compartimos en su debido momento con el presidente del Estado brasileño, el hermano [Luiz Inácio] Lula da Silva.

Creemos importante seguir también lo que ha ido pasando en otros países, como en aquellos en donde se ha instalado un tipo de política por parte de sectores que no quieren soltar el poder, como lo vemos en el hermano país del Perú, en donde acabaron sacando del poder al presidente [Pedro] Castillo. Me parece que desde los pueblos debemos garantizar una gran plataforma continental para unirnos y luchar frente a la imposición de las políticas fascistas en nuestros territorios. Así también debemos generar las condiciones del cambio, respetando la autonomía de cada pueblo, de cada Estado, avanzando, como diría aquel pensador, en una “creación heroica”[1].

En el mismo sentido, y en relación a su otra pregunta, creo importante pensar en un sistema económico que sea continental, como pasa en otras partes del mundo, en donde otras regiones han generado sus propios bloques económicos. Sólo Latinoamérica no ha tenido la posibilidad de contar con una base económica consolidada, para hacer frente a los otros bloques a nivel internacional, que nos tratan como servidores de las multinacionales, como servidores de las economías centrales. Creo que es importante, desde la unidad continental y desde la unidad de los sectores populares, pensar en una integración que no sea solo organizativa o de lucha, sino también económica, que incorpore a la economía circular, a la economía comunitaria, a todas las economías que hacen parte de las alternativas a la economía neoliberal. Por eso demandamos que debe ser la economía real la que sostenga a nuestras familias, y no las economías especulativas del sistema financiero, que extraen el trabajo de nuestros campesinos o nos dejan sin empleo.

Coco Vidal Quispe (CAIB): ¿Cómo se están organizando los pueblos indígenas de la Amazonía, de los valles, del altiplano? ¿Cuáles son las similitudes, las fortalezas y los acuerdos comunes que han construido como pueblos indígenas del Ecuador?

Leonidas Iza: Creo en primer lugar que la CONAIE es una de las organizaciones de importancia del continente. Nosotros hemos logrado estructurarnos en varios niveles de organización, que vienen desde la comuna, pasan por la comunidad y el pueblo, y llegan hasta la nacionalidad, y que están articulados lógicamente en las tres regiones del país. Por eso hay autoridades de diferentes niveles, hasta llegar a una autoridad nacional que es la que en este momento estamos ejerciendo nosotros.

La CONAIE integra aproximadamente a 10 mil comunidades de base de las tres regiones del país. Es integrada por 18 pueblos de nacionalidad quichua, en la sierra ecuatoriana, la Amazonía y la costa; e integra a otras 15 nacionalidades diferenciadas por su cultura, su idioma y sus tradiciones. La ramificación de estas estructuras organizativas hace parte de nuestras fortalezas. Pero intentamos, desde esta identidad política y organizativa, colaborar y cooperar con otras organizaciones hermanas a nivel continental.

Según las Naciones Unidas, en América Latina y el Caribe hay 873 pueblos, los que compartimos todos los mismos problemas. El problema territorial, el problema de la discriminación, el problema del racismo, el problema de la expansión de los monocultivos sobre nuestros territorios, etcétera. Por eso intentamos encauzar nuestras luchas en una lucha común que no es sólo para los pueblos indígenas. Por ejemplo, el tema de la defensa territorial se ha vuelto un tema central para toda la humanidad, porque en este momento enfrentamos un proceso de calentamiento global que es efecto del modelo económico capitalista, que extrae los recursos de nuestros territorios para su acumulación global.

No podemos aceptar esta locura. ¿Cómo es posible que algunos seres humanos acumulen a título individual los recursos de todo un continente? Esto se tiene que discutir con toda centralidad, y no puede quedar en un debate ético ni moral, sino que es un asunto estructural. Por eso impulsamos también esta unidad a nivel mundial. Veamos lo que pasa en Francia, en donde millones se han movilizado para defender los derechos de las personas de la tercera edad, a quienes se pretende hacer trabajar cuando ya no pueden sostenerse. No es posible que la crisis de la sociedad capitalista se siga cargando sobre los sectores populares.

Lautaro Rivara (ALAI): Le quería hacer tres preguntas muy breves, todas ellas enmarcadas en la cuestión político-electoral. En primer lugar, si pudiera explicar para un público no ecuatoriano cuál es el vínculo orgánico exacto que une a la CONAIE con el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. En segundo lugar, preguntarle por su valoración del desempeño de esta formación político-partidaria, en particular sobre el rol de sus parlamentarias y parlamentarios en la Asamblea Nacional. Por último, consultarle sobre si podría llegar a ser candidato presidencial en las elecciones de 2025, o incluso antes, en unas eventuales elecciones anticipadas.

Leonidas Iza: Primero, decir que el movimiento Pachakutik nace con varias características distintivas. Este surge en 1994 en una relación orgánica indisoluble con la estructura organizativa [de la CONAIE]. Por eso nosotros reivindicamos que su nacimiento se da en el corazón de las luchas, para disputar los escenarios colonialistas del Estado ecuatoriano, disputando los sentidos de lo que es o significa la República. Su función es recoger la fuerza organizativa de los pueblos y nacionalidades indígenas, pero abriéndose hacia el conjunto de la sociedad ecuatoriana, hacia el conjunto de los sectores populares, sean estos blancos, mestizos, montubios[2], indígenas, afros. Es decir, todas las identidades, pero también todas las formas de organización de las clases trabajadoras, feministas y comunitaristas, para que podamos encauzarlas en un solo proyecto político de país. Así definido el campo popular, de lo que se trata es de unirse con todos los explotados del Ecuador. Todo este proceso –y esto es importante– se sostiene no con liderazgos individuales, sino con los liderazgos colectivos que demanda nuestro proyecto político.

Ahora bien, ¿qué es lo que pienso sobre algunos de nuestros representantes dentro de la Asamblea Nacional? Como lo hemos dicho, nuestra posición es de izquierda y se debe a los sectores más desfavorecidos. Pero hay algunos asambleístas [de Pachakutik] que se han acercado a sectores que impulsan políticas capitalistas y neoliberales de las que hemos sido fuertemente críticos. Por eso, les hemos exigido que mantengan su coherencia como representantes elegidos por los sectores populares del Ecuador.

En relación a la última pregunta: si voy a ser candidato o representante, esta no es una decisión individual que yo pueda tomar. Nosotros somos sociedades colectivas, y nos debemos a ese sujeto colectivo en cada núcleo de nuestra organización. Yo vengo de una comunidad, de una organización de segundo grado, de un pueblo indígena determinado, de un proceso regional que hace parte de Ecuarunari[3]ii, organización que a su vez hace parte de la CONAIE. Cualquier intención, cualquier decisión, debe pasar primero por todos los filtros de la organización. En ese momento somos autoridades comunitarias de la CONAIE, y no vamos a confundir este rol con las cuestiones electorales. Una vez concluido nuestro período serán nuestras organizaciones, nuestros pueblos a nivel de base, los que determinen lo que hagamos en el escenario electoral.

Felipe Bianchi (Barão de Itararé): Te pregunto por un tema que trabajamos mucho en FCINA, que tiene que ver con la democratización de los medios de comunicación. ¿Cómo ves la lucha por la democracia, por la cuestión comunicacional, y cuál es la situación de la Ley Orgánica de Comunicación que fue aprobada en 2013? ¿Cómo podría esta ley servir a los pueblos y nacionalidades indígenas de tu país, a la hora de enfrentar el dominio de los medios hegemónicos por parte de las élites ecuatorianas? ¿Cómo ve la CONAIE la situación de este sector, el de la comunicación, tan estratégico para la lucha política?

Leonidas Iza: Creo que el derecho a la comunicación es un derecho inalienable que los seres humanos y las organizaciones –no solo en el Ecuador, sino a nivel global– debemos exigir con fuerza. Aquí se dio una reforma en el año pasado, en donde desde la CONAIE defendimos el derecho a la comunicación comunitaria, el derecho a la comunicación alternativa, el derecho a la comunicación popular. No puede ser que solo se consideren los derechos de los medios masivos de comunicación, sean privados o públicos, dejando sin vocería a los más humildes. No podemos aceptar que los medios masivos privaticen la información. Lo que debemos, para empezar, es garantizar la redistribución de la frecuencia radioeléctrica en el país. Nosotros tenemos nuestros propios medios, y los estamos articulando en una plataforma unitaria que pueda hacer contrapeso a los medios oficiales y masivos, que sólo hablan de lo que quieren sus propietarios. Estamos poniendo todo nuestro empeño en construir nuevos tópicos y nuevos medios que permitan disputar las vocerías, los sentidos, y la verdad en el Ecuador.

Leonardo Wexell Severo (Hora do Povo/Comunica Sul): Cuando hablamos de comunicación e integración regional, nos enfrentamos con gigantescas murallas impuestas por los monopolios, que van desde la invisibilidad y el silencio, hasta las más aberrantes manipulaciones y mentiras. Vale la pena destacar que cuando deseamos comunicar, por ejemplo, una manifestación de la CONAIE, se hace difícil conseguir fotos o declaraciones de los dirigentes, porque la internet manipula y segrega. En ese sentido, ¿cuál es la importancia de invertir en redes alternativas que puedan formar a nuestros ciudadanos política e ideológicamente en la independencia de conciencia?

Leonidas Iza: Creo que estamos ante una necesidad histórica. Necesitamos dar ese salto cualitativo en este nuevo tiempo de la humanidad, cada vez más sostenida en estas nuevas plataformas comunicativas, que deben ser también apropiadas por los sectores populares. No podemos confiar en los medios masivos, parcializados, en donde no encontramos información objetiva. Para estar a la altura de la historia, debemos articular los medios comunitarios, los medios alternativos, los medios populares, desde cada uno de nuestros países.

Es importante el tema de la libertad de conciencia: si nosotros no accedemos a una información real, alguien va a estar llenando por nosotros nuestras conciencias: y serán esas mismas personas que manejan y manipulan las plataformas de comunicación, los mismos capitalistas de la información y de la comunicación.

Coco Vidal Quispe (CAIB): En cuanto a la integración de los pueblos, de las naciones, de los indígenas originarios, de los campesinos en el gobierno, ¿cómo cree que debemos avanzar en la diplomacia de los pueblos, a nivel del continente y también a nivel internacional?

Leonidas Iza: Creo que debemos construir esta integración en tres niveles. Primero, sobre la autonomía de cada pueblo y cada nacionalidad (ya mencioné los 873 pueblos y nacionalidades que habitan en América Latina y el Caribe). Desde estas formas milenarias de organización necesitamos articularnos en una autonomía no basada centralmente en los Estados, sino en los pueblos y en los territorios. Debemos recobrar aquella unidad previa a la Colonia, previa a las Repúblicas, para no dejarnos obnubilar por la intermediación estatal.

En primera instancia, esta articulación en un proceso continental. Pero para eso no debemos inventar más espacios organizativos, sino fortalecer los que ya tenemos. Por ejemplo, para los nueve países amazónicos tenemos la COICA [Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica]. Tenemos también la CAOI [Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas], que integra a los países y organizaciones que nos podemos agrupar desde una visión más andina, identificando los patrones comunes de lucha contra el deterioro del agua y los páramos, por ejemplo. Tenemos también el Foro Indígena de Abya Yala (FIAY) y el Foro de Soberanía Alimentaria. Tenemos ya las estructuras organizativas; tres, cuatro, cinco organizaciones a nivel regional y continental que podrían hacer parte de un solo bloque, manteniendo la autonomía de las organizaciones, pueblos y nacionalidades.

En un segundo nivel, creemos necesario que los países y Estados que han logrado caminar hacia políticas progresistas, también fortalezcan su integración, pero sosteniendo esta integración más allá de la permanencia de gobiernos de izquierda o progresistas. Debemos garantizar la continuidad de estas políticas, y cuidar la institucionalidad de la integración de esos Estados, que son los que luego toman importantes decisiones económicas. Por otro lado, la unidad dentro de los Estados sólo puede darse si estos se convierten en Estados plurinacionales. Esto no podrá hacerse de la noche a la mañana, pero es importante que esté presente en las agendas autonómicas de los pueblos y nacionalidades.

Hay, por último, un tercer nivel. Debemos unificar nuestras vocerías en los organismos multilaterales, como en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas; o en el próximo foro sobre el cambio climático, el número 28; o en la Conferencia Mundial del Agua. Se están desarrollando también los eventos oficiales de las Naciones Unidas sobre soberanía alimentaria. En todos estos procesos es importante tener una agenda articulada a nivel global, para que no se expresen únicamente luchas parcializadas de los territorios y los Estados. En síntesis, es importante encauzar el esfuerzo de integración en esos tres niveles en simultáneo.

María Cianci Bastidas (ALER): Acaba de producirse la VII Cumbre de Jefes y Jefas de Estado de la Comunidad de Estados Caribeños y Latinoamericanos (CELAC). Quisiéramos saber, entonces, cuál es tu lectura sobre la geopolítica regional a corto plazo, y sobre las correlaciones de fuerza presentes en el continente en relación a la hegemonía sostenida todavía por los Estados Unidos.

Leonidas Iza: Creo que en este momento estamos viviendo un deterioro de la política neoliberal, y que la geopolítica global se ha movido mucho a partir de la guerra entre Rusia y Estados Unidos. No es una guerra entre Rusia y Ucrania, dado que este país ha sido utilizado tan solo como un territorio de batalla. En este marco, Estados Unidos, que impone a nivel global una política neoliberal que chupa de los territorios los recursos que un estado hipotecado como el suyo necesita, ha comenzó a impulsar en su propio país medidas proteccionistas, como hemos visto en estos días con los cambios que han tenido lugar en el Congreso y en el gobierno para proteger sus fronteras, para proteger su matriz productiva.

Pero en este momento hay que vigilar también la apertura hacia políticas neoliberales que están tomando cuerpo en otros bloques, como es el caso de China. En este momento Estados Unidos necesita tener el control de nuestra región para continuar su disputa con otros bloques a nivel mundial. Por eso debemos convertir a Latinoamérica en una fuerza económica y política capaz de enfrentarse a otros modelos, a partir de otras formas económicas, de la práctica del buen vivir, y a partir de nuestros Estados plurinacionales.

Kervin Martinez (CLOC-La Vía Campesina): ¿Qué acciones podemos tomar para ampliar la solidaridad continental con el movimiento indígena, en el marco de la crisis que actualmente vive tu país?

Leonidas Iza: En estos días se ha discutido mucho la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos. Tenemos que llevar este tema con mucha fuerza para que entre en vigencia, y para que los gobiernos de nuestros países adhieran con su firma a esta declaratoria. Creo que con ese objetivo podemos hacer un esfuerzo de unidad. Ahora que estamos enfrentando un serio problema de alimentación a nivel global, debemos volver a debatir las estructuras económicas que están sosteniendo nuestros hermanos en cada territorio. Desde que en 1950 se implementó la famosa «revolución verde», han desaparecido miles de semillas y especies. Al comenzar esa década teníamos más de 5 millones de especies animales y vegetales en el continente, que han comenzado a ser monopolizadas por un puñado de empresas trasnacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta y otras. Creo viable que la CLOC, la Vía Campesina y el movimiento indígena se unan para defender nuestros conocimientos milenarios, nuestra ciencia milenaria y nuestras semillas, para enfrentar, sin importar cual sea el riesgo, la soberanía de cada uno de nuestros países y territorios. Porque nuestra lucha también es desde el campo, desde la agricultura, desde la ganadería, desde los modos de producir de nuestras culturas.

Javier Tolcachier (Pressenza): Leonidas, ¿quieres darnos tus palabras finales?

Leonidas Iza: Necesitamos construir una nueva unidad como latinoamericanos. Integrémonos, y no sigamos siendo el patio trasero de las economías centrales, ni de las economías emergentes. Nosotros producimos agricultura, producimos nuestra cultura, producimos ciencia, producimos sabiduría. ¿Qué nos hace diferentes de otras civilizaciones en el mundo? Nada. Nosotros tenemos lo nuestro. Unámonos en un gran fuego que transforme Latinoamérica, que transforme las injusticias sociales, que acabe con el racismo. No podemos tolerar países o gobiernos fascistas, no podemos tolerar derechas que solo velan por su codicia. La madre tierra está enferma, porque los humanos la hemos enfermado. Creo que podemos recuperar la memoria ancestral de nuestros pueblos, para ponerla al servicio de la humanidad, de esta diversidad de culturas y de idiomas, para salvaguardarnos como seres humanos. Tenemos el efecto del calentamiento global, del desequilibrio de la madre naturaleza. Sino la ponemos de pie, sino unimos cada territorio, simplemente nos iremos todos al despeñadero. Pero creo que aún podemos evitarlo.


[1] Se refiere probablemente a José Carlos Mariátegui, quien en el artículo “Aniversario y Balance” de la revista Amauta, señala: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heróica.”

[2] Nombre que reciben los campesinos de la costa (principalmente en Guayas, Manabí y Los Ríos), y que representan, según el censo de 2010, el 7,4% de la población ecuatoriana.

[3] Ecuarunari es la confederación que agrupa a los pueblos de nacionalidad quichua de la sierra ecuatoriana. Es la organización tradicionalmente más fuerte y numerosa y una de las fundadoras de la CONAIE en el año 1986.