En el marco del día internacional de la Madre Tierra

Contaminación, sobreexplotación y destrucción de la madre tierra son las consecuencias de las políticas implementadas por el sistema capitalista, a través de los gobiernos elitistas en nuestros países, que han sido sus cómplices al aplicarlas. Prueba de ello el mundo sufre las repercusiones del calentamiento global cuyas alteraciones están afectando a toda la población mundial, principalmente en la producción de granos básicos que pone en peligro la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. La humanidad no puede vivir alejado de su entorno natural y de lo que produce la madre tierra, de ahí su lucha por revertir la situación actual ante los efectos de la extracción minera, la contaminación de las corrientes hídricas, la siembra de palma africana para agro combustibles, construcción de hidroeléctricas, sementeras y la desviación de los ríos por parte de las transnacionales.

Senaida Cosagua del Comité de Unidad Campesina CUC, miembro de la CLOC Vía Campesina, indicó, … que la madre tierra se está destruyendo de diferentes maneras, resaltó que cientos de familias carecen de agua potable, porque ésta es utilizada por los megaproyectos para el riego de la palma africana y caña de azúcar, agregó también: …Las mujeres estamos sufriendo, ahora hay más escasez de maíz y alimentos básicos, los bosques están siendo arrasados para la siembra de

palma y caña de azúcar, por ello los nacimientos de agua continúan secándose en todas las regiones, el agua nos hace falta por el desvío de los ríos, hay mucha enfermedad por la contaminación que realizan las grandes empresas de la minería…, agregó Cosagua

César Bol de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina CONIC indicó que principalmente los primeros que salen afectados por la destrucción de la madre tierra son los indígenas y campesinos, porque se dedican a la agricultura basado en el conocimiento ancestral, los cambios climáticos hacen que se pierdan las cosechas de granos básicos, que afecta a las comunidades, incrementándose la hambruna en el país.

En el marco del día internacional de la tierra, diferentes organizaciones entre ellas las que conforman La Vía Campesina en Guatemala plantean que se debe tomar en cuenta a los en las políticas pública dirigidas a los pueblos indígenas la conservación de la madre tierra y el medio ambiente, así como cumplir con las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo –OIT -la Corte de Constitucionalidad -CC- y el Comité Contra toda forma de Discriminación Racial -CERD- de las Naciones Unidas, donde establece la suspensión inmediata de las la cancelación de concesiones, exploración, explotación y de las Operaciones Mineras, y la construcción de Hidroeléctricas. Dichas recomendaciones internacionales es fruto de las luchas de los pueblos indígenas y campesinos de Guatemala

 

Guatemala: No es día para conmemorar, es día para reflexionar y demandar

Contaminación, sobreexplotación y destrucción de la madre tierra son las consecuencias de las políticas implementadas por el sistema capitalista, a través de los gobiernos elitistas en nuestros países, que han sido sus cómplices al aplicarlas. Prueba de ello el mundo sufre las repercusiones del calentamiento global cuyas alteraciones están afectando a toda la población mundial, principalmente en la producción de granos básicos que pone en peligro la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.
 
La humanidad no puede vivir alejada de su entorno natural y de lo que produce la madre tierra, de ahí su lucha por revertir la situación actual ante los efectos de la extracción minera, la contaminación de corrientes hídricas, la siembra de palma africana para agro combustibles, la construcción de hidroeléctricas, cementeras y la desviación de los ríos por parte de las transnacionales.
 
Senaida Cosagua del Comité de Unidad Campesina CUC, miembro de la CLOC Vía Campesina, indicó, “… que la madre tierra se está destruyendo de diferentes maneras, resaltó que cientos de familias carecen de agua potable, porque ésta es utilizada por los megaproyectos para el riego de la palma africana y caña de azúcar, agregó también: “…Las mujeres estamos sufriendo, ahora hay más escasez de maíz y alimentos básicos, los bosques están siendo arrasados para la siembra de palma y caña de azúcar, por ello los nacimientos de agua continúan secándose en todas las regiones, el agua nos hace falta por el desvío de los ríos, hay mucha enfermedad por la contaminación que realizan las grandes empresas de la minería”, dijo Cosagua
 
Agregó que principalmente los primeros que salen afectados por la destrucción de la madre tierra son los indígenas y campesinos, porque se dedican a la agricultura basados en el conocimiento ancestral, los cambios climáticos hacen que se pierdan las cosechas de granos básicos, que afecta a las comunidades, incrementándose la hambruna en el país.
 
En las demandas de este 22 de abril, es que se debe tomar en cuenta en las políticas públicas dirigidas a los pueblos indígenas para la conservación de la madre tierra y el medio ambiente, así como cumplir con las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo –OIT- la Corte de Constitucionalidad -CC- y el Comité Contra toda forma de Discriminación Racial –CERD- de las Naciones Unidas, donde establece la suspensión inmediata de las la cancelación de concesiones, exploración, explotación y de las operaciones mineras, y la construcción de hidroeléctricas, que constituyen el resultado de las luchas indígenas y campesinas.
 
Rocizela Pérez Gómez
Periodista
CLOC Vía Campesina en Guatemala

Se instaura Mesa de Agricultura y Soberanía Alimentaria

Con más de trescientas cincuenta, delegadas y delegados de distintas organizaciones sociales de Chile, Ecuador, Uruguay, Bolivia, Ecuador, País Vasco, Argentina, Inglaterra, EEUU, Venezuela, Colombia, Ecuador, Nepal, Holanda, Perú, China, España e Italia, la mesa número 17 denominada Agricultura y Soberanía Alimentaria inició su trabajo inició su trabajo en el marco del I Encuentro Mundial de los Pueblos por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre tierra, convocada por el presidente de Bolivia Evo Morales.

 

Esta mesa de trabajo ha sido la más concurrida de este encuentro, pues en ella se están abordando temas de gran interés, como punto de debate se analizada el tema de los agronegocios y su lógica de producción de alimentos para el mercado que es al presente una de las principales causas del cambio climático, a través del cambio de uso de suelo (deforestación y expansión de la frontera agrícola), los monocultivos, la utilización excesiva de insumos derivados de la industria petroquímica, el procesamiento de alimentos, toda la logística de transporte de alimentos hasta llegar al consumidor y también a través de su modelo.

Dentro de esta mesa se conformó una directiva conformada por Luis Andrango Cadena, líder indígena ecuatoriano y actual presidente de la Confederación Nacional de Organización Campesinas, Indígenas y Negras, FENOCIN, quien convocó a todas y todos a conducir de manera conjunta este espacio de debate, reflexión y construcción colectiva de las ideas relacionadas a la agricultura y soberanía alimentaria. Así mismo, habló de dos lógicas de la agricultura que están en disputa: la lógica de los agronegocios y la de la vía campesina. Simultáneamente, Leonila Zurita, dirigenta de Las Bartolinas, delegada de Bolivia expresó la necesidad urgente de rescatar la vida de la madre tierra y de hacer propuestas de políticas públicas que garanticen una verdadera armonía, el buen vivir.

Esta mesa se planteó trabajar en tres momentos: 1) Recopilación de propuestas trabajadas en los distintos países y organizaciones para fomentar el debate; 2) Socialización de propuestas y nuevos planteamientos;3) Construcción de una propuesta conjunta que alimentará a las otras mesas y a las resoluciones finales. Para el día jueves se plantea contar con una propuesta final que recogerá las propuestas de los distintos sectores.

 

32 años de lucha y resistencia

Este 15 de abril el Comité de Unidad Campesina CUC conmemoró sus 32 años de lucha y resistencia.

Cientos de hombres mujeres, jóvenes niños y niñas de las diferentes regiones del país, así como invitados especiales, conmemoraron los 32 años de lucha, propuesta y resistencia del Comité de Unidad Campesina CUC, mismo que salió a luz pública el 15 de abril de 1978.

 

 

Foto: 32 aniversario del Comité de Unidad Campesina CUC.

 

La historia de la organización se divide en diferentes etapas: la primera esta formada por los esfuerzos de hombres y mujeres que desde 1972, comenzaron a analizar y discutir con campesinos y campesinas de las mismas regiones donde actualmente está estructurado el CUC, la necesidad de la unidad y organización del movimiento indígena y campesino y así dar respuesta a la represión  que se vivía en dicha época.

 

La segunda etapa la conforma el periodo de 1978 desde su nacimiento hasta el año de 1982. La tercera etapa del periodo de 1982 hasta 1996 cuando se da la firma de los Acuerdos de Paz, y la ultima etapa que se señala es de 1996 hasta la actualidad.

 

Rafael González del Comité Nacional explica que el CUC nace mediante un proceso de análisis y en una situación de guerra interna y sus principales objetivos desde su nacimiento fueron la lucha por los derechos humanos, reivindicación del salario mínimo recuerda la gran huelga nacional realizada el 14 de enero de 1980, donde participaron alrededor de 80 mil personas. También el entrevistado detalló las ocupaciones de tierras y/o fincas sin producir  realizadas durante los años 90 que con la participación de cientos de campesinos e indígenas hombres y mujeres en la costa sur  donde se hizo sentir la unidad del pueblo que muestra la disposición de lucha. Así como  logros puntuales como la obtención de 30 fincas, reconocimiento a nivel nacional e internacional, propuestas concretas ante instituciones  de gobierno entre otros.

 

González Yoc  reafirma la posición política del CUC ante los diferentes gobiernos de no dejarse influenciar por programas asistencialistas y paliativos que los diferentes gobernantes proponen en sus planes de trabajo, contrario a ello, junto con organizaciones aliadas han demandado una reforma agraria integral, y una ley de desarrollo rural integral.    Desde el CUC se plantea que la situación agraria solo se resuelve a través de una reforma agraria integral, además de demandar al  gobierno para que asigne presupuesto a la implementación de  la política de Ley de Desarrollo Rural Integral, encaminada al desarrollo productivo que plantea créditos, asistencia técnica, mercados para las y los campesinos.

 

Para Aparicio Pérez, los 18 años de ser parte del CUC, ha significado logros en diferentes demandas planteadas, recordó que en el planteamiento de demandas específicas muchos

hombres y mujeres dirigentes de diferentes comunidades, han dado su vida por exigir el respeto de sus derechos y el  buen vivir, señala que ser parte de una lucha colectiva es fundamental  para la consolidación de planteamientos como la formación de nuevos dirigentes jóvenes con el propósito de un relevo generacional para la continuidad de los planteamientos propuestas y demandas.

 

Las perspectivas para el CUC es fortalecer la lucha de resistencia por la defensa de la vida y la madre tierra, así como  la continuidad de la  formación política e ideológica de nuevos dirigentes. La organización tiene presencia en 15 departamentos y  en alrededor de 340 comunidades del país.

 

“Sigo recordando a aquellos hermanos que dieron su vida por un ideal de libertad, por un sueño de ser libres, de ser dueño de la tierra,  dieron la vida por el bien común”. (Rigoberta Menchú premio Nobel de la Paz)

 

Es importante  las raíces, hay que romper los barrotes del olvido para entender por que nacieron muchas cosas y en que circunstancias. Para obtener la sabiduría y experiencias de nuestros hermanos. (Enrique Corral, Fundación Guillermo Toriello).

 

 

El CUC siempre ha tenido presente la consoli-daciòn de alianzas obrera campesina   indígena y ladina. (Domingo Hernández Ukux B`e)

 

La CLOC/Vía Campesina ante Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

En primer lugar queremos manifestar nuestra coincidencia con la propuesta del compañero y hermano Presidente Evo Morales y es por ello que decimos: ¡Aquí estamos! en Cochabamba, Bolivia, para ser parte activa de esta gran movilización mundial por nuestra Madre Tierra.
Nuestro Planeta se encuentra gravemente enfermo. Todas las formas de vida, y no solo la humana se encuentran amenazadas y éste anuncio dista de ser apocalíptico. El modelo capitalista, basado en la explotación y expoliación de la naturaleza y en la idea del progreso ilimitado, es el principal causante del desastre ambiental. Las secuelas del calentamiento global y el cambio climático que son el resultado de la aplicación de este modelo ya las estamos viviendo dramáticamente cada día: deshielo acelerado de los polos y de la montañas; huracanes, inundaciones, sequías o deslaves; islas y poblaciones costeras amenazadas por marejadas y tifones y con ser tragadas por las aguas de los mares; desertificación creciente y urbanización acelerada que invade las tierras agrícolas; migraciones forzadas de poblaciones enteras.
Para los campesinos y campesinas y las zonas rurales del mundo el cambio climático tiene un impacto directo. Las inundaciones, sequías, la alteración de los ciclos naturales de la lluvia y el surgimiento de nuevas pestes están acabando con la pequeña agricultura y ganadería que contribuyen de manera decisiva a la alimentación mayoritariamente a la humanidad.
El uso de combustibles fósiles para la obtención de energía y el modelo agrícola industrial –fuertemente controlado por un puñado de transnacionales- son las dos fuentes principales del cambio climático. Según las estadísticas, las prácticas agrícolas contribuyeron alrededor del 17 por ciento en las emisiones mundiales entre 1990 y 2005. La agricultura industrial, que promueve la deforestación y los monocultivos, contribuye sustancialmente a las emisiones de gases efecto invernadero. Los bosques y praderas ricos en carbono son convertidos en “desiertos verdes” que destruyen la biodiversidad. Pero además, al utilizar intensivamente fertilizantes y pesticidas químicos provenientes del petróleo, maquinaria y semillas transgénicas, provocan degradación del medio ambiente, la agricultura industrial contamina las fuentes de agua y causa graves daños a la salud humana.
La agricultura industrial es el “esqueleto en el armario’ de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Si tenemos en cuenta la producción, el tratamiento de los productos y el transporte, toda la cadena alimentaria sería la responsable de casi la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, los países del Norte no parecen estar dispuestos a reconocer el impacto que tienen los alimentos y el sistema agrícola actual, ni la necesidad apremiante de cambiar de manera radical las políticas en alimentación.
Nuestros bosques, manglares, páramos y humedales están protegiendo al planeta del cambio climático, pues son capaces de captar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera de forma natural. Estos ecosistemas constituyen vida y hogar de pueblos indígenas, comunidades campesinas y afrodescendientes, que hemos vivido en estos territorios desde hace mucho tiempo de manera sustentable, asegurando el equilibrio climático, local y global. Estos ecosistemas están siendo destruidos por actividades extractivas como la minería, la explotación petrolera, la conversión en monocultivos para producir agrocombustibles o productos agrícolas para la exportación. Todo esto contribuye a acelerar el cambio climático, y contamina las fuentes de agua de las que depende nuestra soberanía alimentaria y nuestra sobrevivencia.
Los países industrializados son culpables del cambio climático, pero se niegan a asumir esa responsabilidad, impulsando e imponiendo falsas soluciones que no modifican el modelo vigente y por tanto su forma de vida. Entre estas, podemos mencionar a la iniciativa REDD (Programa de las Naciones Unidas para la Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo), los mecanismos de bonos de carbono y los proyectos de geoingeniería que son tan amenazantes como la sequía, los tornados y los nuevos patrones del clima.
Otras propuestas como la iniciativa biochar (enterrar en el suelo miles de millones de toneladas de carbón cada año),
la agricultura de laboreo cero y los transgénicos resistentes al clima son las propuestas del agronegocio y aumentarán la marginalización de los/as pequeños/as campesinos/as.
La fuerte promoción de plantaciones industriales de monocultivo y agrocombustibles como soluciones para la crisis en realidad aumentan la presión sobre la tierra agrícola. Ha llevado ya a la masiva apropiación de tierra por parte de las compañías transnacionales en los países en vías de desarrollo, expulsando a campesinos/as y a comunidades indígenas de sus territorios.
El sistema capitalista patriarcal, basado en la explotación agresiva de la naturaleza y en la valoración económica de las personas, ha provocado la explotación y el empobrecimiento de grandes sectores de la sociedad, golpeando doblemente a las mujeres pobres del campo y la ciudad. Las mujeres signadas por el rol del cuidado de las familias nos vemos obligadas a redoblar las jornadas de trabajo para sostener la producción agropecuaria y la alimentación adecuada de nuestros/as hijos/as. Resguardar nuestras tierras comunales y las semillas, conseguir alimentos sanos y nutritivos culturalmente apropiados, conservar y transmitir los saberes y prácticas tradicionales, obtener agua limpia y segura, entre otras, son tareas que hacen que las condiciones de vida de las mujeres urbano – marginales y del campo se endurezcan.
La lógica de depredación y destrucción de la Madre Naturaleza, afecta igualmente a la niñez y a la juventud, amenazando la soberanía alimentaria, nuestras culturas, nuestra salud y nuestras vidas.
Frente a la situación descrita:
Señalamos la urgencia y la necesidad de atajar la crisis del cambio climático deteniendo la agricultura industrial. Los agro-negocios no solo han contribuido enormemente a esta crisis climática, sino que también han atentado contra la vida de campesinos/as y pequeños agricultores del mundo, quienes han sido expulsados de sus tierras o han sido víctimas de mil formas de violencia por luchar por la tierra en África, Asia y América Latina. Somos los campesinos y campesinas quienes sufrimos gravemente las consecuencias del llamado libre comercio que ha ocasionado incluso el suicidio de muchos de nosotros/as en el sur de Asia. Por todo esto, el fin de la agricultura industrial es el único para abrir camino hacia delante.
Planteamos que la agricultura campesina de pequeña escala es una solución clave para el cambio climático. Contribuye a enfriar el planeta y juega un papel vital en la relocalización de economías que nos permitirán vivir en una sociedad sostenible. La producción local sostenible de alimentos utiliza menos energía, elimina la dependencia respecto a productos alimentarios animales importados y retiene carbono en la tierra al mismo tiempo que aumenta su biodiversidad. Las semillas locales se adaptan mejor a los cambios del clima que ya nos están afectando. La agricultura familiar no solamente contribuye positivamente al balance de carbono del planeta, sino que además da empleo a 2.800 millones de personas – hombres y mujeres – a lo largo del mundo y sigue siendo la mejor manera para combatir el hambre, la malnutrición y la actual crisis alimentaria. Si a los/as pequeños/as campesinos/as se les da acceso a la tierra, al agua, a la educación y a la salud y son apoyados/as con políticas que pretendan la soberanía alimentaria seguieremos alimentando el mundo y protegiendo el planeta.
Pensamos que es indispensable construir un nuevo modelo de sociedad que sustituya al modelo neoliberal extractivista, nuevo modelo que se base en la reciprocidad y el principio del ayni (solidaridad y condescendencia), que respete profundamente a la naturaleza y a los pueblos, y sea la base para la construcción de los nuevos Estados Interculturales y Plurinacionales, en el marco de una nueva sociedad que ponga en práctica los principios milenarios del Sumak Kawsay o Suma Qamaña.
Consideramos que una de las acciones ineludibles para enfrentar el cambio climático es frenar la quema de combustibles fósiles y la explotación de minerales. Necesitamos promover un cambio de matriz energética fundada en las soberanías energética y alimentaria. Para ello, la producción de energía debe estar cada vez más vinculada a las necesidades locales, bajo control comunitario y público, desarrollando tecnologías ambiental y socialmente sustentables. Pensamos que no es admisible que, con el pretexto de sustituir la energía fósil por fuentes de energía renovables, se represen los ríos para instalar hidroeléctricas o se promuevan plantaciones de caña o palma para producir agrocombustibles.
Creemos que el agua es un derecho humano, que no debe ser de propiedad privada bajo ningún concepto. El agua debe ser tratada como un patrimonio social, cultural y comunitario, más no como una mercancía, por lo cual es imperioso procesos de redistribución y desprivatización del agua para garantizar los ciclos productivos de las pequeñas y medianas agriculturas.
Sostenemos que es fundamental la redistribución de la tierra y la reforma agraria para evitar la apertura de nuevas fronteras agrícolas y el desplazamiento de campesinos/as por parte de las empresas agroindustriales y fortalecer la agricultura en pequeña escala para alcanzar la soberanía alimentaria.
Rechazamos los proyectos de forestación y reforestación con especies exóticas y monocultivos para sumideros de carbono, en nuestras tierras y territorios, pues esto nos impide conservar nuestros ecosistemas y producir alimentos, así como los monocultivos de eucaliptos, cipreses, soya, etc. por ser atentatorios para el medio ambiente, la biodiversidad y la vida humana.
Consideramos que es indispensable revalorizar los saberes y prácticas milenarias de las colectividades que han sido la garantía del equilibrio del ser humano con la naturaleza. La agricultura, practicada por los pequeños productores en todo el mundo, puede enfriar el planeta. Por ello exigimos que los Estados adopten políticas para recuperar y reproducir estos saberes impulsando la agroecología, la cual solo podrá hacerse realidad con una verdadera y profunda revolución agraria que significa la redistribución y desprivatización de la tierra y el agua, y la democratización de los medios de producción que permita garantizar la soberanía alimentaria para todos y todas.
Proponemos que ante la violencia estructural que se ejerce sobre las vidas y cuerpos de las mujeres, los hombres y mujeres debemos asumir equitativamente el cuidado de la Pacha Mama, es necesario una redistribución del trabajo, es urgente que como sociedades y como movimientos reflexionemos sobre los roles productivos y reproductivos. Los Estados deben garantizar el acceso de las mujeres a la tierra y a los recursos productivos.
Señalamos que para garantizar la protección efectiva de los recursos naturales, las zonas intangibles, los ecosistemas frágiles, la biodiversidad y la protección de la vida de los pueblos no contactados se debe prohibir la extracción minera y petrolera. Para enfrentar los cambios climáticos, los ecosistemas de Latinoamérica deben ser declarados fuentes de vida para el mundo, los cuales no podrán ser destruidos ni alterados.
Apoyamos la creación de un Tribunal Internacional de Defensa de la Naturaleza para sancionar a los responsables de los crímenes contra el medio ambiente y evitar la impunidad. Impulsaremos y seremos parte activa del referéndum mundial sobre cambio climático.
Nos sumamos al planteamiento de que las Naciones Unidas adopte una Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza, para que sea una herramienta que permita disminuir y evitar las emisiones de carbono, el reconocimiento de los refugiados climáticos, la conservación de ecosistemas, el ejercicio de los derechos colectivos y el respeto de los derechos de la Madre Naturaleza.
Planteamos que los países desarrollados deben reconocer y pagar la deuda histórica y climática que tienen con el planeta y crear un mecanismo financiero para apoyar a los países en desarrollo en la implementación de sus planes y programas de adaptación y mitigación de los cambios climáticos, en la conservación de sus ecosistemas y en la innovación, desarrollo y transferencia de tecnología. El aporte de los países industrializados no debe ser menor al 1 % del PIB, a lo que se debe sumar otros recursos provenientes de impuestos sobre combustibles, transacciones financieras, transporte marítimo y aéreo y bienes de empresas transnacionales.
Finalmente, rechazamos la pretensión de las potencias capitalistas que fueron las causantes del fracaso de la Conferencia sobre el Clima en Copenhague de querer imponer un “acuerdo” espurio, puesto que establecido por un puñado de países al margen del proceso legítimo de negociaciones multilaterales. Y que hoy están recurriendo al chantaje para tratar que tal imposición prospere.

Miguel D’Escoto se reune con la delegacion de La Via Campesina en Cochabamba

En el tercer día de actividades de La Vía Campesina, en el marco de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, el padre nicaragüense Miguel D’Escoto, sandinista y ex presidente de la Asamblea de la ONU, se reunió con la delegación en el Centro Palestra en Cochabamba.

El padre Miguel D’Escoto dijo que “Nuestra madre tierra esta grave” y que había que luchar para protegerla porque más de la mitad de las especies de flora y fauna desaparecerán del planeta si continua la emisión de gases tipo invernadero al ritmo actual.

También platicó sobre la lucha en el seno de la ONU para que sea aprobada una Carta por los Derechos del Bien Común y por la Protección de la Madre Tierra y la Humanidad.

Reconoció la lucha de La Vía Campesina e hizo un llamado a la delegación a seguir la lucha por una agricultura campesina, agroecológica y sustentable, que ayude a frenar la emisión de gases tipo invernadero provocadas por el destructivo sistema capitalista.

Abril 18, 2010.

La Vía Campesina celebra hoy el Día Internacional de la Lucha Campesina

(Cochabamba, 17 de abril del 2010) Las Campesinas y los campesinos de los movimientos del campo a nivel mundial, miembros de La Vía Campesina celebran hoy 17 de Abril, el Día Internacional de la Lucha Campesina, fecha en que reafirman su compromiso de intensificar la movilización en favor de los derechos de las y los campesinos del todo el mundo. Para recordar esta fecha representativa las delegadas y los delegados, de distintos países, se concentrarán a partir de las 11 de la mañana, en la Plaza del 14 de septiembre en Cochabamba, Bolivia, con el propósito de incidir para que esta fecha no sea invisibilizada y para que la lucha de sector campesino tome cada vez más fuerza.
 
Las Mujeres y los hombres de La Vía Campesina Bolivia junto con delegadas y delegados de todas partes de mundo conmemoran hoy el asesinato de 19 campesinas y campesinos que fallecieron luchando para el acceso a la tierra en el estado de Para en Brasil en 1996. Así mismo, recuerdan el asesinato de 5 compañeros indígenas, entre ellas un niño y una mujer, que fueron asesinadas el 17 de abril del 1997, por llevar 3 meses de vigilia para la defensa de la Madre Tierra y del cultivo de la hoja de coca en Bolivia.
 
Cabe resaltar, que en Bolivia, específicamente, en Cochabamaba miles de campesinas y campesinos de todo el mundo se concentraran a principios de semana para participar en la Conferencia de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra convocada por el presidente Evo Morales, evento para el cual más 300 miembros de La Vía Campesina estarán participando. Según, sus organizadores la cumbre convocada por el presidente Morales cuenta ya con más de 7 500 inscritos. Además, se conoce que cerca de 3 000 campesinas y campesinos de La Vía Campesina Bolivia bajarán de sus comunidades para defender la agricultura campesina y la justicia climática.
 
Contactos para periodistas (entrevistas con representantes de Vía Campesina en Cochabamba )
 
Boaventura Monjane – tel : (00591) 74815401 begin_of_the_skype_highlighting (00591) 74815401 end_of_the_skype_highlighting, e-mail: boa.monjane@viacampesina.org
Isabelle Delforge – tel : (00591) 74306257 begin_of_the_skype_highlighting (00591) 74306257 end_of_the_skype_highlighting, e-mail: idelforge@viacampesina.org
 

Agricultores inician bloqueo de ruta contra minera Southern en Perú

Miles de agricultores iniciaron este miércoles una huelga por tiempo indefinido con el bloqueo de la carretera Panamericana (sur de Perú) en rechazo a un proyecto de la minera Southern, de capitales mexicanos, informaron la Defensoría del Pueblo y dirigentes.

Choques entre mineros y policías durante un bloque de carretera en la provincia de Chala, departamento de Arequipa, 620 km al sur de Lima, el 5 de abril de 2010. Centenares de agricultores iniciaron este miércoles una huelga por tiempo indefinido con el bloqueo de la carretera Panamericana (sur de Perú) en rechazo a un proyecto de la minera Southern, de capitales mexicanos.

 

sur de Perú

Choques entre mineros y policías durante un bloque de carretera en la provincia de Chala, departamento de Arequipa, 620 km al sur de Lima, el 5 de abril de 2010. Centenares de agricultores iniciaron este miércoles una huelga por tiempo indefinido con el bloqueo de la carretera Panamericana (sur de Perú) en rechazo a un proyecto de la minera Southern, de capitales mexicanos.

Miles de agricultores iniciaron este miércoles una huelga por tiempo indefinido con el bloqueo de la carretera Panamericana (sur de Perú) en rechazo a un proyecto de la minera Southern, de capitales mexicanos, informaron la Defensoría del Pueblo y dirigentes.

La protesta comenzó en la provincia de Islay (departamento de Arequipa), 1.050 km al sur de Lima, con una movilización masiva de agricultores que obstaculizó el tránsito en varios tramos de esa estratégica ruta que corre paralela al litoral peruano y une al norte y sur de Perú.

La Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, dijo en la tarde del miércoles que «hay varios miles de manifestantes que ya han bloqueado el puente Santa Rosa», sobre esa carretera, y pidió calma tanto a manifestantes como a la policía para evitar incidentes de violencia.

«Queremos la agricultura, no la minería», «agua sí, mina no», coreaban los manifestantes, opuestos al proyecto cuprífero Tía María de la Southern.

Según los pobladores de Islay, ese proyecto significará un golpe al ecosistema de la región e implicará la pérdida de sus fuentes de agua, necesarias para sus cultivos de arroz, azúcar y otros productos.
«Nosotros no podemos perder el sustento de nuestros hogares, no queremos contaminación, no queremos que saquen el agua del subsuelo ni una mina de tajo abierto», dijo a la radio RPP Sabina Cárdenas, presidenta del Frente de Defensa de los Intereses de Islay.

En las últimas semanas la minera Southern, propiedad del Grupo México, publicó en diarios de Lima grandes avisos señalando que el proyecto Tía María será beneficioso para el sur del país.
Un fuente contingente policial, enviado desde Lima, vigila las movilizaciones de los agricultores en previsión de desórdenes.

En la víspera la Defensora del Pueblo recordó a la policía que «el uso de armas letales sólo está permitido en circunstancias específicas».

La semana pasada choques entre mineros informales y agentes antimotines dejaron un saldo de seis civiles muertos por heridas de bala.

El viceministro de Energía y Minas, Fernando Gala, sostuvo que las reservas de agua de Islay no se verán afectadas por el proyecto Tía María, que prevé una producción de casi 120.000 toneladas de cobre anuales.
El economista Pedro Francke reveló en el diario La República que Southern tuvo «ganancias netas de 5.300 millones de dólares en los últimos cinco años, que es más de tres veces su inversión».

Primer encuentro nacional juvenil Indígena y Campesino

Discusión sobre la realidad económica, política y social que viven las y los jóvenes, retos desafíos y  propuesta de una estructura organizativa nacional de  la juventud, fueron algunos de los temas discutidos en el primer encuentro juvenil indígena y campesino,  realizado con la presencia de 250 jóvenes de diferentes regiones del país en el marco del 32 aniversario del Comité de Unidad Campesina CUC.

 

Foto: Participantes del primer encuentro nacional juvenil

 

Iniciar un proceso organizativo de jóvenes hombres y mujeres para oponerse al individualismo que promueve el actual sistema capitalista, luchar por la defensa de los derechos individuales y colectivos y, consolidar la lucha para la búsqueda de soluciones a los diferentes problemas estructurales que aquejan a la mayoría de la población, son algunos de los compromisos que plasma la declaración final del primer encuentro juvenil.

 

Durante el encuentro se realizó un análisis sobre la realidad nacional e internacional que desde las perspectivas de los y las jóvenes revela que la migración, desempleo, discriminación, cultura machista y falta de acceso a los servicios básicos, son algunos problemas que enfrentan la juventud en sus comunidades. Otro de los problemas señalados fue la falta de acceso al uso y tenencia de la tierra, lo que ha repercutido que la juventud deje su lugar de origen para migrar y subemplearse en los pueblos y zonas productivas, con el agravante que no se les respetan sus derechos económicos sociales.

 

Para revertir la problemática de falta de acceso al uso y tenencia de la tierra, se apoya el planteamiento de una reforma agraria integral, señalando que hasta el momento existen únicamente  programas asistencialistas de parte del gobierno que refuerza las practicas del sistema capitalista. El desarrollo de la juventud pasa por su acceso a la educación, su derecho a la salud, vivienda y trabajo, para que puedan desarrollar su identidad como parte de los pueblos indígenas y tener una visión nacional de los problemas que aquejan al país y su relación con los hechos que suceden en el ámbito internacional.

 

Los participantes en el encuentro eligieron a dos representantes por cada una de las regiones de trabajo del CUC para que sean propuestos a formar parte del Comité Nacional de la Juventud de la organización.

 

 

Romelia Gabriel (Huehuetenango): “En la región las principales dificultades que  las y los jóvenes enfrentan  es el machismo discriminación, falta de empleo y educación”.

 

Elder Gamaliel Estrada (Izabal) “La situación en nuestra región es que existe mucha

 

discriminación, trabajos de mas de 12 horas con salarios que no son acordes al costo de la canasta básica”.

 

 

 

Gloria Leticia Ibate (Sololà)

“Es interesante este encuentro nacional es importante la participación de las y los jóvenes desde cualquier espacio para no dejarnos engañar con programas asistencialistas y definir propuestas concretas”.

 

Rechazo a la detención arbitraria de Feliciano Valencia

Una vez más las fuerzas del estado represivo colombiano  actúan contra el movimiento indígena y el movimiento social colombiano.
 
El líder indígena FELICIANO VALENCIA fue capturado en el aeropuerto internacional de la ciudad Cali cuando se disponía salir hacia el Brasil a un encuentro de organizaciones sociales. Feliciano es vocero de la minga nacional de resistencia social y comunitaria comprometido con la lucha indígena y con la unidad de las organizaciones sociales en Colombia.
Ante los hechos:
 
Exigimos al gobierno nacional la libertad inmediata del compañero valencia ante su  arbitraria detención.
 
Denunciamos y rechazamos la persecución que se continúa aplicando al movimiento social colombiano.
 
Llamamos a las organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos a exigir al gobierno nacional la libertad y garantías a los derechos constitucionales del líder indígena.
 
Ratificamos nuestra solidaridad con el movimiento indígena, y nuestro compromiso con la minga nacional de resistencia social y comunitaria en la defensa de la  dignidad, la  soberanía y la autonomía de nuestros pueblos.
 
 
Coordinador Nacional Agrario de Colombia CNA
 
Abril 10 de 2010