Chile: Camila Montecinos: «La lucha por la Soberanía Alimentaria es la lucha por el futuro de la humanidad»

Lunes 24 de Octubre de 2011
grain4«Si llegamos a perder el control sobre la comida, ¿qué capacidad tendremos de ser libres?. La lucha por la Soberanía Alimentaria y la persistencia del mundo rural soberano es luchar por un mejor futuro para todos».

El premio Nobel Alternativo este año fue otorgado a la organización GRAIN. Camila Montecinos, una de las integrantes de este colectivo afirma que «el premio lo usaran para difundir que cuando luchamos por la Soberanía Alimentaria, por la Reforma Agraria y por la Soberanía de los Pueblos, especialmente los pueblos indígenas y campesinos, en el fondo estamos dando una lucha por la Humanidad. Si llegamos a perder el control sobre la comida, ¿qué capacidad tendremos de ser libres?. La lucha por la Soberanía Alimentaria y la persistencia del mundo rural soberano es luchar por un mejor futuro para todos».

Hace unos días la Fundación Right Livelihood Award que cada año entrega el Premio Nobel Alternativo que “honra a personalidades que proponen soluciones concretas y ejemplares a los retos del mundo actual”, otorgó el galardón a la organización GRAIN que lucha por potenciar el principio y las prácticas de Soberanía Alimentaria. Esta organización es parte de una nueva generación de agrupaciones que trabajan en red a nivel internacional y que cuenta con 9 personas coordinadas además con varias otros sectores de campesinos, indígenas y colectivos urbanos. Una de estas personas es la chilena Camila Montecinos, que además participa en la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI).

Con ella hablamos de lo que significa la Soberanía Alimentaria, pero junto con este concepto y principio, también aparecieron una serie de otros términos quecami poco a poco comienzan a conocerse y a alertar a las organizaciones ciudadanas. “Acaparamiento de Tierras”, “ruralización de las ciudadaes”, “privatización de las semillas”, son algunas de las frases que forman parte de esta nueva e interesante lucha. Camila MOntecinos nos dice que en definitiva la Soberanía Alimentaria es la lucha por la Humanidad, por el futuro libre y autónomo de los pueblos.

– ¿Qué es la Soberanía Alimentaria, una estrategia, una política, un manual?

– La Soberanía Alimentaria (SA) es un concepto que lanzó la organización Vía Campesina, esta es una federación mundial de campesinos, hace más de 10 años en un momento en que la FAO define que el acceso a la alimentación debe ser regulado por el mercado. En ese momento las organizaciones campesinas dicen que el derecho a la alimentación no puede ser regulado por el mercado y levantan este concepto de SA como el principio de que los pueblos tienen derechos soberanos para definir cómo producen, cómo intercambian y cómo consumen sus alimentos. La alimentación es un derecho de los pueblos y ellos deben definir todo, desde la producción hasta la distribución, el comercio y el consumo. Este concepto ha sido muy potente porque se lanza en un momento en que las organizaciones estaban muy abatidas, era el triunfo más brutal del neoliberalismo. Ese concepto cada vez lo toman más organizaciones y se ha ido profundizando y desarrollando. Y ahora Via Campesina y GRAIN definen que la SA ya no es un concepto sino que un principio.

– La FAO venía hablando de seguridad alimentaria, inocuidad y alimentos de calidad para todos, pero ustedes le agregan los términos de soberanía. Que ha pasado ahora con la FAO, ha tomado este principio de SA.

– La FAO dice que deben haber alimentos inocuos para todos los individuos, ni siquiera habla de pueblos, pero luego agrega que el acceso debe ser liderado por el mercado, pero nosotros decimos que el mercado es el que produce hambre en el mundo. Tenemos más de Mil millones de personas hambrientas, no porque no haya comida, sino que porque el mercado no le permite acceder a la alimentación. Pero la FAO al comienzo no le dio ninguna importancia a nuestra propuesta, pero en los últimos años se ha visto obligada a hablar de SA, pero no ha avanzado para nada en este camino. Incluso se ha visto un retroceso pues la FAO no ha tenido una posición clara al acaparamiento de tierra.

– ¿Acaparamiento?…. otro concepto nuevo, ¿que es eso?

– A ver, después de las últimas crisis económicas, los grandes capitales especulativos no tenían donde invertir su dinero, y se dieron cuenta que invertir en la compra de tierras para producir comida era un gran negocio. Entonces hoy están comprando y exigiendo que se le entregue tierra, como se entregan las concesiones mineras. Ellos piden miles y miles de hectáreas. Esto está ocurriendo en todas partes y en América Latina donde más está ocurriendo es en Argentina y en Brasil. Y en Chile no pasa tanto porque en nuestro país la propiedad de la tierra está tan concentrada que no puedes concentrarla más. Estos capitales especulativos se apoderan de tierras que hoy están en manos campesinas o que son del Estado. Entonces, si uno mira las cifras, incluidas las del Banco Mundial, la cantidad de dinero que se gasta en comida a nivel mundial es mucho mayor a la que se gasta en petróleo, y a eso hay que agregar que hay mucha comida que no pasa por los circuitos comerciales y menos aún pasa por los circuitos transnacionales. Hoy todavía se calcula que la mitad de la comida la producen los campesinos, la cual una parte importante circula en el comercio oficial y otra por fuera. Así, hoy hay una intención consciente y sistemática de apoderarse de la alimentación, de controlar el comercio, la producción y los territorios. Porque claro, si el campesinado, los pueblos indígenas, si tienen tierras de alguna forma se las arreglan para ser independientes. Pero la soberanía de los pueblos significa también la soberanía de los pescadores. Ese es el sector que se ha arrasado más brutalmente en los últimos años. Eso lo podemos ver en Chile donde se acabó con la pesca popular, con la pesca de los pueblos. Hoy no solamente está con problemas de sobreexplotación, sino que hoy está con problemas de ilegalidad. Es decir es un delito si ejerces la pesca como se ejerció la pesca hace 10 años, cuando no había privatización pesquera.

– Precisamente hay toda una discusión en Chile sobre el intento del gobierno y empresarios de privatizar los peces. Incluso influyentes empresarios a través del diario La Tercera propusieron eliminar la categoría de pescador artesanal. ¿Qué opinas de eso?

– La conquista del lenguaje es clave. Uno ha ido tomando conciencia también de lo importante de ir defendiendo el lenguaje. La agricultura de los pueblos indígenas no existe, no está en ningún documento. En Indap, antes los campesinos eran beneficiarios hoy son clientes, los trabajadores antes eran trabajadores ahora son colaboradores. En realidad, están instalando un nuevo lenguaje que cambia la mente y la gente no se da cuenta. En dictadura la salud, la vivienda, la educación, paso a ser un servicio y no un derecho. Entonces por eso en Via Campesina, los campesinos quieren seguir siendo campesinos y dicen “nosotros defendemos el derecho y el deber de producir comida” y lo mismo debería ser para los pescadores artesanales. Deberían reconocer que tienen un deber de reconocer dignamente, proteger y defender su nombre y su actividad.

– Sigamos con el concepto de Soberanía Alimentaria. El principio de SA, no es que sea algo nuevo, sino que es la fijación significativa de lo que los pueblos vienen realizando, es su práctica cotidiana de su sistema alimentario…

– Sin lugar a dudas. Es simplemente reclamar el derecho de los pueblos de decidir cómo se alimentan, como producen, como hacen para que todos se alimenten. Pero después hubo que trabajar más porque vino la pregunta de qué tenemos que hacer para que la SA sea realidad. Entonces tomo mucha fuerza la protección de las semillas, para que la semilla siga circulando y pueda ser intercambiada libremente. Pero también, vino la pregunta de que no podemos ejercer la SA si no tenemos tierra, entonces ahí vino toda la lucha por reforma agraria y la restitución de los territorios a los pueblos originarios. Luego vino otra inquietud acerca de que no puede haber Soberanía Alimentaria si ésta va a depender de los grandes supermercados y de las multinacionales de comida; entonces se necesita volver a restituir los mercados locales, los mercados de circuitos cortos, la posibilidad del campesinado y los pueblos indígenas de comercializar directamente. Y así el concepto, que salió de la práctica, se fue enriqueciendo y elaborando mucho más. Entonces si queremos hablar de SA, tienes que tener soberanía en el campo, eso significa autodeterminación de los pueblos, y la Via Campesina ya no habla solo de territorios indígenas autónomos, sino que habla de territorios campesinos autónomos.

– ¿Y qué pasa con zonas con alta concentración urbana? Siempre se habla de pueblos indígenas, campesinado y se mira inmediatamente a América Latina, África y Ásia. ¿Qué pasa con Europa por ejemplo?

– Allí hay pueblos campesinos. Entonces hay que pensar que eso es equivalente a los pueblos indígenas. Lo que pasa es que han sido desarraigados, desculturizados. Pero allá hay campesinado y están en una situación dramática, pero hay un resurgir de las organizaciones campesinas que también se adhieren a la SA de manera muy fuerte. Porque los procesos de criminalización de la actividad campesina y del ejercicio soberano de la agricultura de los pueblos iriginarios, en Europa están muy avanzados. Allá no se puede sembrar una semilla si no está en los registros. Es decir, si tú tienes una semilla que viene en tu familia 200, 300 años, pero no está en un registro, no la puedes sembrar.

– ¿Y qué hacen las comunidades frente a eso?

– Ahora hay mucha concientización respecto a estos temas, hay situaciones de desobediencia civil, y hay mucha pelea para que ese tipo de leyes se derogue. Y por ejemplo en Colombia hay un triunfo muy grande donde no lograron imponer la prohibición de venta de la leche cruda, que por ejemplo en Chile está prohibida. Ahí es interesante ver que contra esa prohibición no se reveló solamente la gente del campo sino que también la gente de la ciudad.

– Hagamos una revisión en América Latina. Argentina era el granero del mundo, Brasil es un extenso país lleno de recursos naturales, y el Pacífico Sudamericano entrega casi la mitad del pescado en el planeta. ¿Cómo ves esta situación?

– En general hoy hay una ofensiva muy fuerte para terminar con el campesinado y los pueblos indígenas como agricultores independientes, o simplemente como agricultores. Existe una ofensiva sistemática, desde los gobiernos, desde las empresas, por despoblar el campo. Por ejemplo aquí en Chile, el documento del Ministerio de Agricultura “Visión 2030”, dice que la población en el campo debe ser alrededor del 5%. En Brasil también existe eso. Además, la gente se va del campo porque no aguanta más sin tierra, sin agua, y en las condiciones que les compran sus productos los supermercados. Hay otra cifra además que dice que 80% de las personas del campo tiene algo así como 2 hectáreas. Eso es nada. Y si es que se quedan, no pueden ser agricultores independientes. Entonces el agronegocio es lo que ocupa las tierras, desapareció el latifundio y apareció la agricultura industrial, que es mucho más grande que el latifundio. En Chile hoy hay más concentración de la tierra que antes de la Reforma Agraria, cuando existía el latifundio. El 1% de los propietarios de la tierra tiene el 75% de la propiedad.

– ¿Qué te parece la estrategia de Chile Potencia Alimentaria?

– Es un chiste trágico. Porque Chile no produce alimento. Alrededor del 80 por ciento del producto agrícola se exporta. Pero al tirar las cifras a la balanza, nosotros somos grandes importadores de alimento, desde Argentina, Uruguay, Paraguay, incluso de Brasil. Nosotros comemos lentejas canadienses y la lenteja era de origen 100 por ciento campesino. Chile produce postres, vino y salmón. Y eso es una estrategia súper frágil, porque en tiempos de crisis lo primero que la gente deja de consumir son esos productos suntuarios, delicatesen. Además el salmón chileno que le hacía la competencia al noruego, hoy tiene una fama horrible por sus problemas de contaminación y sanitarios. Chile potencia exportadora sí, pero alimentaria no, porque no produce comida, solo postres, vino y salmón. Además se dice que la agricultura es gran generadora de empleo y por tanto no puede desaparecer el actual modelo porque se generaría desempleo, pero resulta que la agricultura hoy emplea la misma cantidad de gente que ocupaba en 1985 y el producto agrícola es 5 a 6 veces más. En 1985 el 20 por ciento del empleo en Chile, era agrícola, hoy está en alrededor del 11%.

– ¿En Chile hay experiencias de Soberanía Alimentaria interesantes de observar?

– Mira, lo que hay son resistencias muy fuertes que son reserva para cuando se den espacios de soberanía y la podamos ejercer con plenitud. En Chile se ha destacado la defensa de la semilla campesina, donde se el trabajo de las mujeres ha sido clave pues cuidan y conservan la semilla y la mantienen de una generación a otra y la intercambian, la circulan. Entonces hay una práctica muy extendida, descentralizada y popular de ferias de semillas, intercambio y aprendizaje. En otros lugares como en Estados Unidos o Canada, algunos dicen que quieren hacer todo lo que se discute en las reuniones y estrategias de Soberanía Alimentaria, pero no lo pueden hacer porque no tienen semillas y tienen que comprarle la semilla a las compañías Dupont o Monsanto. Ahí está el tema de la propiedad intelectual y la privatización de las semillas, entonces acá en Chile en toda esta lucha por la soberanía alimentaria esta el rechazo al Convenio UPOV que privatiza las semillas. Otra interesante experiencia que se ha ido fortaleciendo me manera muy clara, es la pelea por comenzar a producir de manera más agroecológica, que es la forma de recuperar los conocimientos antiguos, ancestrales, colectivos y volver a aplicarlos a la agricultura, para hacerla menos dependiente de todos los insumos industriales.

– ¿Qué significa el Premio Nobel Alternativo para GRAIN?

– Recibir el premio fue un reconocimiento a la importancia de la agricultura campesina, de los pueblos originarios. Pero también reconocemos que el trabajo este, no es nuestro, es de una cantidad grandes de organizaciones, de una gran red. Y el premio es para toda esta gente que potencia la Soberanía Alimentaria. El premio lo usaremos para difundir más el principio de Soberania Alimentaria para que una cantidad mayor de gente tome conciencia acerca de qué estamos hablando y para que se entienda que cuando luchamos por la Soberanía Alimentaria, por la Reforma Agraria y por la Soberanía de los Pueblos, especialmente los pueblos indígenas y campesinos, en el fondo estamos dando una lucha por la Humanidad. Si llegamos a perder el control sobre la comida, qué capacidad tendremos de ser libres. La lucha por la Soberanía Alimentaria y la persistencia del mundo rural e indígena soberano es luchar por un mejor futuro para todos.

Camila Montecinos es parte de GRAIN y ANAMURI.

Fuente: Radio del Mar

 

 

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