El 2 de julio en el resguardo indígena de La María Piendamó, territorio ubicado en el departamento del Cauca (Colombia), tuvo lugar la inauguración del Primer Encuentro Internacional Juvenil organizado por la Confederación Caribeña y Latinoamericana de Estudiantes de Agronomía (CONCLAEA), la Coordinación Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y Vía Campesina que se desarrollará hasta el día 7 de julio de 2011.
Al ritmo de la música indígena y campesina latinoamericana, del folclor del Pacífico colombiano y de algo de hip-hop bogotano empezó este acontecimiento que conglomeró a más de 400 personas integrantes de 56 organizaciones sociales de 11 países de América Latina y el Caribe.
Importancia política
Según sus comunicados oficiales, este suceso es un proceso inicial y un momento político importante que se abre con el fin de conocer las organizaciones —juveniles, estudiantiles, campesinas, indígenas, negras, ambientalistas o de medios alternativos— que se vienen pensando los cambios sociales, políticos y económicos del continente desde una perspectiva juvenil y revolucionaria. La invitación está abierta a todas las organizaciones que hacen parte de la CONCLAEA, la CLOC, Vía Campesina y la colombiana Minga de Resistencia Social y Comunitaria que quieran participar de este espacio de articulación e integración del movimiento social latinoamericano.
Los objetivos del Encuentro radican en la posibilidad de reconocer unas problemáticas comunes entre las regiones partícipes, ocasionar un intercambio cultural y de saberes y promover y fortalecer la movilización social de la juventud colombiana y latinoamericana. En ese sentido, las temáticas a trabajar durante los días de reunión serán: contexto mundial, latinoamericano y colombiano; políticas de explotación de la madre tierra; estrategias de dominación y experiencias de resistencia en América Latina; y, por último, el papel de la juventud en los procesos de cambio en América Latina.
Primer día del Encuentro
En las horas de la mañana se dieron indicaciones específicas para hacer del lugar de trabajo un espacio ameno para el desarrollo de todas las actividades programadas. Diversos grupos adecuaron lugares previamente ajustados para el asentamiento de las carpas, otros consiguieron leña para la alimentación de las personas participantes, otros se dedicaron a habilitar los baños y, finalmente, jóvenes de ambos sexos se unieron a la Guardia Indígena para asumir las responsabilidades de seguridad. Llegada la lluviosa tarde —ya con el lugar debidamente ambientado con banderas e insignias de las organizaciones y sus luchas— las distintas organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en procesos juveniles se presentaron. Tras las exposiciones se constituyeron 12 colectivos de trabajo y cada uno de ellos debió crear un nombre y un “grito de orden”, es decir, una característica que diera identidad al grupo. La mayoría de estos conjuntos utilizaron términos ancestrales o canciones conocidas con modificaciones en las letras y acudieron a las representaciones artísticas para desplegarlas.
Luego de la comida y para terminar la jornada del primer día se pudo observar un ejercicio bastante estremecedor que funcionó como una actividad de mística e integración para las organizaciones y personas presentes. Con las luces apagadas y los ojos vendados, todas las personas formaron un círculo inmenso mientras alguien exponía las reflexiones profundas sobre las injusticias del mundo de un modo subjetivo y poético. Intermitentemente iban sonando explosiones, gritos y sonidos de disparos de ametralladoras y luego una relajante música indígena. Sólo se escuchaba el sonido de los grillos y apenas se veían las luces de las luciérnagas; cuando las personas destaparon sus ojos encontraron varios puntos del escenario prendidos con fuego y algunos individuos bailando al compás de las canciones indígenas. La actividad culminó con la consigna colectiva «Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza».
Organizaciones presentadas
Las organizaciones sociales colombianas que se presentaron son las que han estado más atentas al desenvolvimiento de este proceso y tuvieron un criterio político común en sus pronunciamientos: la construcción de poder popular como alternativa a las políticas excluyentes del Estado y como avance hacia la soberanía y la unidad de los pueblos. Representantes del Comité Organizador del evento y de la Federación de Estudiantes de Agronomía de Colombia (FEAC), el Coordinador Nacional Agrario (CNA), la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, la Minga Juvenil, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y la Asociación Nacional Usuarios Campesinos-Unidad y Reconstrucción (ANUC-UR) dieron apertura al proceso con su presentación.
Delegaciones internacionales
Durante esta primera presentación las organizaciones internacionales manifestaron su interés en el Encuentro reafirmando su solidaridad con los pueblos saqueados por empresas transnacionales. Asimismo, evidenciaron sus posturas antiimperialistas y proclamaron discursos invitando a la construcción de una América socialista. Entre las organizaciones internacionales que asistieron estuvieron: Movimiento Sin Tierra (MST, Brasil), Frente Popular Darío Santillán (Argentina), Federación de Estudiantes de Agronomía de Brasil, Centro Memorial Martin Luther King (Cuba), Federación Argentina de Estudiantes de Agronomía, Movimiento Nacional Campesino Indígena de Argentina (MNCI) y Civis (Suecia).
Otros momentos del Encuentro
El Encuentro cuenta con otros dos momentos fundamentales que se abordarán entre el 2 de julio y el 18 de julio. El XX Congreso Caribeño y Latinoamericano de Estudiantes de Agronomía (CLACEEA) organizado por CONCLAEA que además celebra sus 20 años de existencia. Igualmente, está la VII Jornada Nacional de Vivencias Campesinas e Indígenas que busca que quienes participen se encuentren con realidades similares a las suyas pero viviendo en contextos alejados a su cotidianidad.