En los últimos años se ha avanzado mucho en tecnologías agropecuarias, sin embargo el hambre crece. En la actualidad se producen suficientes alimentos para alimentar a toda la población mundial. El problema no es de producción de alimentos, sino de cómo se producen, quién los produce, cómo se distribuyen y cómo se tiene acceso a los mismos.
Intervención de Diego Montón (Vía Campesina/MNCI – Argentina) a la Reunión COAG (Committee of Agriculture – FAO), Roma 22 al 25 de abril
Desde Via Campesina, movimiento internacional que nuclea a mas de 300 millones de familias de campesinas y campesinos, indígenas, pequeños agricultores y trabajadores rurales, en mas de 80 paises., estamos muy preocupados con este tema.
En los últimos años se ha avanzado mucho en tecnologías agropecuarias, sin embargo el hambre crece. En la actualidad se producen suficientes alimentos para alimentar a toda la población mundial. El problema no es de producción de alimentos, sino de cómo se producen, quién los produce, cómo se distribuyen y cómo se tiene acceso a los mismos.
El agronegocio y las coorporaciones multinacionales han obtenido una alta concentración en todos los niveles de las cadenas agroalimentarias. Concomitantemente esto ha sido un factor decisivo en el aumento de los precios de los alimentos que los ha puesto fuera del alcance de muchos sectores.
Muchos países han perdido la capacidad de autoabastecerse de alimentos y pasaron a depender del comercio internacional y de la asistencia. El modelo de agricultura industrial ha aumentado el hambre de los pueblos, daña severamente el ambiente e incide gravemente en el aumento del calentamiento global. El único objetivo del agronegocio es el lucro y la ganancia.
La agricultura campesina en cambio abastece de alimentos a los pueblos, genera empleos genuinos, cuenta con una experiencia milenaria en la relación con la naturaleza, y por eso tiene la capacidad de mitigar los efectos sobre el cambio climático. La agricultura campesina enfría el planeta.
El agronegocio intenta desplazar a la agricultura familiar y campesina, con todo tipo de prácticas ilegales y violentas que a veces cuentan con la complicidad de funcionarios corruptos. Miles de familias campesinas están siendo expulsadas del campo por la acción del agronegocio- Miles de hectáreas de bosques nativos han sido deforestadas por acción del agronegocio.
Las semillas son patrimonio de la humanidad y las multinacionales intentan apropiarse de los derechos de uso por medio de las patentes de semillas. ¿Cómo puede contribuir eso a la lucha contra el hambre? Desde Vía Campesina sostenemos que el agronegocio es contradictorio con la agricultura campesina y a la lucha contra el hambre.
Para Vía Campesina , los campesinos, indígenas y agricultores familiares no son parte del sector privado. Por eso FAO también debe tener un espacio institucional específico de consulta con los campesinos, mujeres rurales, indígenas, pastores y pescadores. FAO debería investigar la concentración que existe en las cadenas agroalimentarias en manos de las corporaciones y su relación con el aumento de los precios de alimentos e insumos.
Por último instamos a la FAO a que se centre en su objetivo principal que es la lucha contra el hambre, ya que no es rol de la FAO el fortalecer los negocios privados.
Insistimos es tiempo de trabajar por la soberanía alimentaria- Gracias señor presidente–