26 de febrero de 2016
La verdad de las valientes y dignas mujeres q’eqchís es nuestra verdad
En el Día Nacional de Dignificación de las Víctimas del Conflicto Armado Interno, la voz de doña Demecia Yat, sobreviviente y representante de la colectiva Jalok U, organización querellante en el caso Sepur Zarco, fue escuchada por el Tribunal de Mayor Riesgo A, ante una Sala de Vistas colmada de solidaridad.
Las voces de las 11 valientes y dignas mujeres qéqchís forman ya parte de la historia que no había sido contada en Guatemala, sobre los hechos ocurridos durante el conflicto armado interno.
Este 25 de febrero, día en que se honra la memoria de todas las víctimas del conflicto armado interno, doña Demecia, sobreviviente de Sepur Zarco, alzó su voz para repetir con voz firme, al Tribunal, que ella y las otras sobrevivientes, estaban allí para decir todo lo que vivieron.
“Si nosotras no hubiéramos pasado todo eso en nuestra comunidad no hubiéramos venido, porque no podemos mentir ante esta autoridad”, expresó doña Demecia. También dijo a las juezas Yassmin Barrios y Patricia Bustamante, así como al juez Gerbi Sical, que “el sufrimiento lo hemos llevado en nuestros cuerpos, por eso venimos a buscar la justicia y reparación de nuestras vidas”.
Las representante de la organización Mujeres Transformando el Mundo (MTM), también querellante en el caso, Paula Barrios, señaló que han sido las mujeres de Sepur Zarco, “quienes nos han llevado a transitar este camino en la búsqueda de justicia”, ante el señalamiento hecho por el abogado Moisés Galindo, durante sus alegatos finales, sobre que a las mujeres “se les ha llevado y se les ha traído durante un mes”.
El abogado Galindo, defensor del militar acusado Francisco Esteelmer Reyes Girón, durante la exposición de sus conclusiones finales desacreditó las pruebas materiales, las testimoniales y documentales ofrecidas por el Ministerio Público y las organizaciones querellantes. También llamó “mentirosas” y “prostitutas” a las mujeres q’eqchís, al afirmar que ellas “de común acuerdo”, estuvieron con los soldados, ante la ausencia de sus maridos. Barrios enfatizó que “en un sistema patriarcal y machista, la palabra de las mujeres no es creíble”.
Barrios también dijo que el caso de Sepur Zarco, es el primero de muchos que vendrán, debido a que “hay más de mil relatos sobre violencia sexual durante la guerra que ya fueron documentados”.
El único peritaje con valor probatorio, según Galindo, fue el que ofreció la Dra. Irma Alicia Velásquez Nimatuj. El argumento de Galindo se fundamenta en que la Dra. Velásquez no mencionó el nombre de su defendido, en su dictamen pericial.
Los peritajes fueron tachados de imparciales, por la defensa del excomisionado militar, Heriberto Valdez Asig, particularmente el del perito Prudencia García, un exmilitar español que ofreció un análisis sobre la cadena de mando dentro de Ejército.
Fidencia García Orozco, abogada de la Defensa Pública Penal que representa a Valdez Asig, pidió al Tribunal que emitiera una sentencia absolutoria, debido que, a su criterio, no se comprobó la participación de Valdez Asig en los hechos que se le imputan.
A manera de amenaza, Galindo dijo al tribunal que si quería emitir una sentencia condenatoria contra su patrocinado, esta “duraría lo que les dure la felicidad, pero esto se va a caer, porque se cae”.
Por Equipo de Comunicación de MTM