La Vía Campesina y sus organizaciones de base en Haití que luchamos por la construcción de un mundo solidario, denunciamos la conducta procónsul de ciertas Embajadas haitianas que han creado una crisis multidimensional en nuestro país con el fin de invadirlo mediante tropas extranjeras. Cabe mencionar que desde hace mucho tiempo existen procesos de movilización ciudadana que desde principios de 2016 reclaman cambios estructurales en la sociedad haitiana y denuncian las actuales amenazas al futuro de Haití. Ahora, el actual gobierno de facto -desde la muerte del expresidente en 2021- ha pretendido controlar hacer de todo ya que actualmente no hay parlamento y este gobierno fue impuesto por la comunidad internacional. Sin embargo, no tiene título, ni calidad, ni legitimidad que lo autorice a operar de esta forma, llegando incluso a producir una situación que se asemeja a un delito de alta traición, penado por el artículo 21.1 de la Constitución. Es un ataque directo a nuestra soberanía y a nuestra dignidad nacional. Este nuevo ataque genera enojo e indignación por doquier a escala nacional e internacional, y llama imperativa y urgentemente a una acción solidaria y unitaria para evitar, una vez más, la inaceptable profanación del suelo nacional por parte de tropas militares extranjeras.
Agravando la crisis, en República Dominicana se realizan campañas mediáticas en complicidad con la burguesía nacional, al mismo tiempo que el gobierno dominicano muestra actitudes racistas y xenófobas hacia los migrantes haitianos al deportarlos masivamente, sin respeto por los derechos humanos y los derechos de las personas. Los soldados dominicanos los matan, sin excluir ni siquiera a los niños y las mujeres embarazadas, y violan los derechos de las personas migrantes.
Como organización campesina, estamos en primera línea de esta crisis, dado el acaparamiento de tierras a gran escala que continúa, así como los desalojos de campesinxs y su conversión en asalariadxs agrícolas. Esta situación hace cada vez más precaria la situación de lxs campesinxs, ya de por sí marginados por el Estado haitiano, que no ha sido capaz de poner en marcha ninguna estructura para satisfacer las necesidades básicas de la población. Como consecuencia, el éxodo rural está en pleno apogeo, principalmente hacia las grandes ciudades, desde donde la gente migra hacia fuera del país. Lxs jóvenes se ven mucho más afectados por la migración forzada impuesta por el imperialismo, tanto para explotar a lxs haitianxs en otros países como mano de obra barata, como nuestros bienes comunes como proyecto ilusorio de industrialización.
Para derrotar este vergonzoso e insostenible proyecto criminal de agresión y maltrato militar y para fortalecer la lucha heroica del pueblo haitiano en pos de un Haití soberano y libre de injerencias extranjeras asfixiantes, la intensificación imperiosa de una solidaridad internacional activa se vuelve más que necesaria en este momento crucial. Y es por ese motivo que lanzamos un fuerte llamamiento a fortalecer la solidaridad internacional para ayudar al pueblo haitiano a encontrar una salida. En este sentido, facilitada a escala global, sería fundamental una toma de conciencia de la gravedad de la situación y de la necesidad de actuar solidaria y rápidamente a favor de Haití.
Desde esta perspectiva, se lanza un urgente llamado a la acción solidaria a representantes de organizaciones progresistas de todo el mundo, organizaciones de derechos humanos, sindicatos, organizaciones políticas, sociales y populares, a personalidades internacionales sensibles a los derechos e intereses de los pueblos, a militantes internacionalistas, a Premios Nobel de la Paz, a las personalidades políticas e intelectuales del mundo entero y a los dignos representantes de todos los pueblos en lucha.
¡Solo nos salva la solidaridad!
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!