Paraguay: Juicio “Masacre de Marinakue” – Declaración del administrador de Campos Morombí

30 de marzo de 2016

curug30mzo16.jpgDeclaración del testigo Gustavo Crispín Penzi Benítez

Ese día el testigo, quien se desempeña como administrador del área de ganadería de la firma Campos Morombí desde 1998, estuvo en el lugar de los hechos en representación de la empresa para acompañar el procedimiento. Se constituyó en el lugar temprano desde las 7 am y solo volvió al mismo después de la balacera, alrededor del mediodía, para acompañar el levantamiento de los cuerpos abatidos proveyendo de medios para el traslado al destinado decidido por las autoridades.

De acuerdo a lo escuchado, la comitiva policial presente en ese momento comentó que recibieron amenazas por parte de los ocupantes, por lo que la incursión incluyó el sobrevuelo de un helicóptero; pero que pese a eso se fueron como para cumplir la orden de dialogar con los ocupantes.

La firma Campos Morombí es su representada, es el administrador en la parte de ganadería. La última “invasión” de la estancia había tenido lugar dos o tres meses antes de la masacre. Anteriormente hubo otras ocupaciones pero todas habían terminado en desalojo.

De este grupo de campesinos afectados por los resultados del procedimiento no conocía a nadie, dijo el testigo, sí al señor Avelino Espínola, dirigente de la ocupación que falleciera en la matanza, quien en otras ocasiones había ingresado también al predio en situación de ocupante. No recordó el nombre de otras personas. El testigo dijo que solo de nombre había escuchado sobre el señor Villalba, pero no le conocía, por antecedentes en Yasy Kañy. En una conversación anterior con Avelino Espínola éste había manifestado al testigo que estaba preparando una ocupación mayor, la conversación fue de forma pacífica, sin altercados, solo le informó de esa situación. Esa conversación ocurrió una semana antes de la ocupación del grupo de la masacre. No había tenido antes otra conversación con Avelino Espínola.

El testigo conoció al señor Carajallo, se desempeñaba de retirero en una casa que se tenía en la estancia, que estaba destinada a exploraciones para estudiantes universitarios de la UNA, por convenio. Le habían asaltado en esa casa, hay una denuncia del 16 de mayo de 2012, le habían sustraído algunos valores, una escopeta calibre 12 y un revólver calibre 38, un reloj de oro y 500 mil Gs. en efectivo. Eso fue lo que Carajallo expuso; le mencionó que fue asaltado bruscamente por personas encapuchadas, se lo ató junto a su esposa y se le advirtió que no hiciera ninguna denuncia. El testigo dijo que Carajallo no supo identificar a sus agresores.

Penzi declaró que Carajallo continuó trabajando cuatro meses con la firma, se tuvo que retirar porque recibió advertencia de que no podía estar más en el lugar, no le había aclarado quién profirió esas amenazas. El testigo declaró que Carajallo le dijo que esas amenazas tenían relación con la denuncia presentada el 16 de mayo de ese año. Las armas que le fueron sustraídas a Carajallo eran de su propiedad. Antes de que le ocurriera el asalto en el retiro, Carajallo no le había comentado de ningún otro hecho violento de esa naturaleza. El testigo no había acompañado a su personal Carajallo a presentar la denuncia sobre el asalto. Sobre incursiones policiales anteriores al día de la matanza, dijo que sí hubo porque se habían presentado denuncias al respecto.

En la primera ocupación participó la policía de Agua’e, después de la denuncia de Carajallo entró otra comitiva de Agua’e con el comisario Anoni. Fueron dos viajes. Anoni le comentó que fueron recibidos por personas parapetadas, esa información se la dio en ambas visitas al lugar. Las personas estaban encubiertas sobre un barranco, no les dejaron pasar al lugar. Anoni le dijo que esas personas estaban armadas. Lo que hicieron fue levantar datos del lugar en ese momento, no tuvieron conversación con la gente

Penzi estuvo a 2 Km del lugar de lo sucedido, después de terminar la matanza, no vio a campesinos ocupantes armados ni a personas detenidas ese día. Tampoco participó de la reunión policial donde se daban indicaciones para el procedimiento. El personal policial en la primera brigada entró en forma pacífica, sin armas. Pudo ver cuerpos de civiles dentro de la propiedad, pero no pudo percibir el tipo de heridas que sufrieron esas personas.

Había casas precarias en el lugar, existían desde la fecha de la ocupación. La finca 72 mencionada, dijo el testigo, pertenece a Campos Morombí. No tenían guardia en ese momento en todo Campos Morombí, según el testigo. En ese entonces y hasta ahora tienen 10 retireros que andan desarmados. Carajallo pidió permiso para portar arma debido al deterioro de la situación con los ocupantes. No llegó a ver las armas de Carajallo, este se desempeñaba laboralmente en el retiro desde el año 2011. En ese tiempo no había ocurrido ninguna sustracción de bienes que él conociera, ni de su propiedad ni ajena.

No había visto las armas que ingresó Carajallo en la propiedad, en ese momento no estaba bajo su cargo, sino de un biólogo. El testigo dijo que era el encargado de esas gestiones, pero como Carajallo se quedó en la parte del retiro que pertenece a la reserva Morombí pero estaba bajo administración del biólogo Víctor Vera, no tuvo participación de esas diligencias.

El testigo negó haber mantenido conversación con el diputado Oscar Tuma, ni supo si el mismo era amigo de los Riquelme. Conocía a Blas N. Riquelme, fue su patrón. En el predio de Marinakue no se encontraron 40 has de marihuana, pero sí en el predio de Campos Morombí. No sabía quién era el fiscal que tomó esa denuncia, la firma había levantado esa y todas las otras denuncias a medida que se hallaban plantaciones de marihuana en el lugar. El testigo dijo haber escuchado sobre Jalil Rachid, pero no lo conocía. Campos Morombí tiene 9 mil hectáreas de plantación de soja transgénica, no supo decir cuántas hectáreas tiene Marinakue, conocía por versiones que eran tierras pertenecientes a la Marina, pero no supo hasta qué año estuvo en poder de esta institución.

Desde la caseta pudo observar cuerpos de campesinos caídos a distintos metros, sobre la represa también. A unos 500 metros de la caseta estaba el cadáver más próximo, vio unos 7 cuerpos esparcidos. Punto elevado en forma de U era hacia la zona del sojal, el centro de la U sería hacia la represa, donde está el camino por donde ingresaron los policías. La represa está en la finca 72, todos allí estaban alineados en forma de U, el extremo estaba al costado, en un esteral, el otro extremo hacia el maizal. No vio campesinos armados en ese momento. Había una distancia de entre 10 o 15 metros entre cada cadáver, la fiscalía ya había entrado a proceder por los cuerpos cuando él ingresó. No supo el testigo de qué lugares fueron movidos esos cuerpos.

No vio campesinos heridos. La caseta a la que el testigo hace referencia se encontraba en el lugar de los hechos, ingresó allí al mediodía. En ese momento estaba resguardado el lugar por policías, no supo precisar la cantidad. En cuestión de media hora vio los cadáveres, le pidieron vehículos para trasladar los cuerpos, no entró allí en calidad de curioso, sino para colaborar. Los vehículos ingresados estaban destinados a llevar cadáveres de campesinos. Pasaron patrulleras a medida que caían, no recordó a qué hora salió el primer personal herido, sería a la media hora después del tiroteo. En la formación estuvo cerca de los policías.

Vio cuando Lovera ingresó al helicóptero a hacer sobrevuelo, adentro estaban dos personas con uniforme negro, no vio que estuvieran armadas. Volvieron después del sobrevuelo al lugar de la formación. No escuchó disparos en la estancia en ese momento del primer sobrevuelo del helicóptero. Recordó que Lovera comentó que había 50 a 70 personas armadas y que profirieron amenazas, no escuchó ninguna conversación que el mismo mantuviera con sus pares. No vio a la fiscala Ninfa Aguilar en una reunión anterior ni a ningún otro fiscal. Eran unas 30 personas, según Carajallo, quienes lo asaltaron en la caseta. Posterior a eso no habían vuelto a tener conversación sobre lo mismo con Carajallo. No había escuchado el testigo sobre Rubén Villalba, solo escuchó que mencionaban a un Sr. Villalba.

El testigo declaró que no sabía que en 2005 se había hecho un procedimiento legal sobre las tierras de Marinakue. De acuerdo al plano en su poder, Campos Morombí tiene 54 mil hectáreas. La finca 72 mencionada está sobre la ruta X. No sabe qué superficie tendría la misma. El testigo no sabía sobre la existencia de la finca 30 que era propiedad de la Marina. Declaró que se tiene un plano georreferenciado para diferenciar la finca 72, sabía que había una controversia entre el Estado y la firma Campos Morombí por la propiedad de esas tierras. Sobre la usucapión promovida por los Riquelme, no sabía nada.

El testigo no fue quien ordenó la quema de las carpas existentes en el lugar, no vio que se hiciera eso.

Cercano al mediodía no escuchó disparos en el lugar. No vio las evidencias colectadas por el ministerio público. No supo qué proyectiles fueron los que alcanzaron a los policías. En la formación que se hizo él no tuvo participación con los policías en ninguna reunión, él solo estuvo allí, igual que los funcionarios de la fiscalía, todos quedaron a unos 2 Km del lugar. Había una comitiva de 20 o 30 policías, el resto estaba en la zona de la represa. Los policías dejaron sus colectivos allí e ingresaron a pie, no supo si sus armas también quedaron en la zona de la administración, estaban en un callejón. Conversó con Avelino Espínola dentro de la finca 72 cerca de la represa.

Sobre el campo experimental de estudios para universitarios, estaba ubicado en la finca 72, no supo sobre qué finca están las tierras de Marinakue, había escuchado que antes estaba la Marina allí. Había unas 10 a 15 carpas en el lugar de los hechos, la finca 72. El retiro donde estaba Carajallo también sería en la finca 72, aunque no lo puede corroborar.

Los problemas de cultivos de marihuana son permanentes, en distintos lugares, y hacen siempre la denuncia correspondiente, según declaró. Hay precedentes de todas las denuncias, según el testigo Penzi. No sabía quién habría quemado las carpas de los ocupantes. No supo si entró cuerpo militar a realizar incursión ese día en el lugar de los hechos. El testigo dijo que no había participado de una reunión con el abogado Peña Gamba y personal fiscal de Canindeyú.

Para resguardo del lugar quedó la gente de la policía, no supo qué agrupación. Unos 15 a 20 personas acamparon allí, de noche pernoctaron en el retiro. No hay otra entrada, solo un portón de acceso y de salida, por allí entró el personal policial. No hubo servicio de resguardo policial antes del 15 de junio, declaró el testigo. No supo si se tomaron fotos o se filmó el procedimiento. La última denuncia antes del procedimiento de allanamiento no recordó qué fecha fue entregada. No sabía que la fiscala Ninfa Aguilar fue asesora de Campos Morombí. No sabía él si esa finca 30 fue la ocupada por los campesinos que sufrieron la masacre. El testigo dijo no haber llevado tractores ese día para ningún procedimiento. No sabía el testigo que el oficial Anoni formara parte de la brigada Antinarcóticos. Campos Morombí tiene una pista aérea, para uso particular del dueño, no se le presta a nadie más.

Los demás testigos citados no se presentaron, pero tanto defensa como ministerio público solicitaron una nueva convocatoria para los mismos en fecha futura. El tribunal resolvió la comparecencia compulsiva de los mismos.

Ante la ausencia de los testigos, el tribunal decidió habilitar la etapa documental con la incorporación de pruebas instrumentales. Se dio lectura al documento caratulado SB97, fojas 50, tomo 1, carpeta fiscal, donde consta el escrito del juicio de usucapión que hizo Campos Morombí para apropiarse ilegítimamente de las tierras de Marinakue. Con la lectura de este instrumental, se tiene por incorporado el primer elemento de la etapa documental.
El juicio entra en receso hasta el día jueves, 31 de marzo de 2016 a partir de las 8 horas.

Informe: Articulación por Curuguaty
Fuente: http://bit.ly/232iMGr

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