Paraguay: Resumen del juicio oral Curuguaty en su sesión de hoy

16 de marzo de 2016

curugmzo16.jpgAl inicio de la audiencia, y como ningún testigo había llegado hasta ese momento, el Ministerio Público sugirió al tribunal adelantar la etapa de las pruebas documentales, a lo que en su momento se opuso la defensa técnica por considerar que las testificales son la parte esencial en un juicio de esta naturaleza y que no debe ser interrumpida para no generar confusiones.

El abogado de la defensa, Amelio Sisco presentó un escrito de denuncia por violación del derecho de asistencia técnica en actos de test psicológicos contra sus defendidas Dolores López y Fany Olmedo, ya que el día 15 de marzo las acompañó a realizar la pericia psicológica solicitada en forma extemporánea por el Ministerio Público y consentida por el Juzgado, pero no lo dejaron participar de dicha diligencia. Solicitó se libre nuevo oficio en el que quede palpable que la defensa esté presente en forma física.

En su denuncia, Sisco también mencionó que los funcionarios llamaron a la policía para coaccionarlo ante su insistencia de presenciar la entrevista de sus defendidas para no llevarla a cabo en «secreto absoluto posiblemente con la intención de adulterar el resultado del peritaje». Prosiguió diciendo que se les requirió a las acusadas firmar un documento sobre el cual no permitieron que el defensor se enterara de su contenido. Las acusadas quedaron bajo arresto en el Poder Judicial desde las 8:30 hasta las 15:50 de ese día, sin probar bocado alguno.

Sisco expuso en su escrito que el tribunal orientó que las defensas pudieran participar de las entrevistas psicológicas en el marco de la defensa amplia, en calidad de oyente, sin potestad de intervenir en las preguntas. El tratamiento de la psicóloga fue inquisitorio. Sugirió a sus defendidas que no ingresaran sin la defensa. Desde entonces se las retuvo presuntamente para terminar un escrito de denuncia entre la psicóloga y el relator, desde la mañana temprano hasta pasadas las horas de la siesta, sin provisión de alimentos. Trataron de forzarlas a firmar dicha denuncia, pero ambas se negaron: «las quisieron incluir como testigos de algo que no había ocurrido en ese lugar».

También informó la defensa técnica de Rubén Villalba que a éste le fue practicado en tres oportunidades ya el test psicológico, sin embargo en Secretaría consta que esas entrevistas fueron fijadas en fecha 24 y 25 de marzo. O sea que las tres sesiones psicológicas ya fueron realizadas sin conocimiento de la defensa, por lo que solicita se libre nuevo oficio y la nulidad de la evaluación psicológica de sus tres defendidos porque no se informó a la defensa en el caso de Rubén Villalba y porque con las acusadas la psicóloga perito interpretó un papel inquisitivo, de fiscal.

Asimismo solicitó por la salud de Rubén, que se librara oficio a la penitenciaría de Tacumbú a fin de informar al tribunal sobre dos desmayos anteriores que éste había padecido en el penal, ya que esto provoca temor de que pudiera darse una más en el penal y no sea tratado decuadamente.

El abogado Víctor Azuaga denunció que Adalberto y Néstor Castro, sus defendidos, también pasaron por una situación similar, ya que la psicóloga que les fue asignada cumplió un papel de fiscal haciéndoles increpaciones y maltratos tipo «¿y por qué invadieron, por qué mataron?» Solicitó que la actuación de los psicólogos intervinientes sea remitida como antecedente a la Corte Suprema de Justicia, solicitando la nulidad de sus futuros informes.

Al finalizar la declaración de los testigos presentes el tribunal resolvió los asuntos planteados hoy y también los pendientes.

-Sobre lo planteado por la defensa de tomar medidas contra el Dr. Leonardo Zarza: la defensa debe recurrir ante el órgano competente para dilucidar el incidente.

-Respecto a la conducta del fiscal Leonardi Guerrero: los alegatos deben ser utilizados en el momento oportuno, por esto recomienda que los actos conclusivos sean guardados para los alegatos finales, son posiciones del ministerio público y no del tribunal.

-Con relación al traslado de lxs compañerxs campesinxs por Semana Santa a Curuguaty: no hace lugar y ya fueron explicadas en audiencias anteriores las razones.

-Respecto a la provisión de alimentos para lxs campesinxs que sufren el juicio: libraron oficio a Alberto Ayala, administrativo de la Corte y hoy serán informados los defensores y los procesados acerca del lugar donde van a almorzar.

-En relación a pruebas instrumentales, en caso de no venir los testigos: el tribunal dispondrá según su potestad.

-Respecto a la nota del defensor Sisco sobre los informes médicos de Rubén Villalba: el tribunal va a elevar sobre la atención que recibiera en la sanidad pues los oficios son enviados a la penitenciaría y no están llegando al tribunal.

-Respecto a los peritos psicólogos, el colegiado resuelve que la defensa puede contar con un consultor técnico, ya que son los técnicos los que deben acompañar este procedimiento.

El defensor Sisco solicitó reposición pues pidió se anulara el informe de los test practicados a su defendido Rubén Villalba porque la defensa no fue notificada, y porque se le ha privado de participar a la defensa en el caso de las acusadas y su evaluación psicológica. La defensa aclaró que no está poniendo en tela de juicio la capacidad de los peritos pero sí hay agravio al impedir que la defensa estuviese presente y también porque la defensa no tuvo conocimiento del procedimiento en el caso de Villalba.

La fiscalía, quien obviamente se opuso a lo planteado por la defensa: solicitó el rechazo «pues no es sólido el planteamiento de su reposición, las actuaciones pueden ser objeto de nulidad pero estamos hablando de una pericia, ninguna de las partes puede estar ni la defensa ni la fiscalía, nosotros no somos expertos (…) no sabemos cuál es la metodología que utilizan y ellos manejan el calendario porque para eso no podemos estar las partes sino solo los peritos.»

El tribunal resolvió rechazar la reposición planteada por la defensa respecto a la nulidad del procedimiento psicológico.

Testigos que comparecieron esta jornada

Suboficial Sergio Alarcón

Este testigo propuesto por la defensa no aportó muchos elementos y dudaba ante cada respuesta. Dijo que se encontraba en la retaguardia de la comitiva policial, apenas vio forcejeos y escuchó los disparos se cubrió para que no le alcanzaran los proyectiles. Unos 20 minutos duró la balacera.
Formó parte ese día del grupo de Orden y Seguridad, hicieron la formación en la estancia, no recordó la cantidad de policías «pero eran muchos», de la montada, antimotines, provenientes como apoyo de Ciudad del Este y Caaguazú. Dijo que portaba su arma reglamentaria, la 9 mm, pero no la llegó a usar y que el helicóptero sobrevoló antes y después de los disparos, con vuelo medio. Sobre la quemazón de los pastizales, mencionó el testigo que empezaron a quemarse durante los disparos. Escuchó tiros de fusil, armas de cazador, tiro por tiro. Se retiró del lugar en un par de horas, ayudando en el procedimiento.

Declaró Alarcón que una fiscal o un asistente fiscal le leyó la orden judicial para el procedimiento. El testigo mencionó que la policía hizo cobertura en la estancia de los Riquelme antes de la masacre, se turnaban por grupo de Orden y Seguridad de Canindeyú, para lo cual se empleaban unos 20 agentes de policía que no recibían pago extraordinario por ese servicio.

La mayor parte de las preguntas contestó que no sabía.

Suboficial Antonio Carlos Guzmán

Este testigo fue uno de los que acudieron para socorrer a los heridos y retirara los cuerpos. Declaró que estaba en la entrada, a 1500 metros del lugar de los hechos, frente a la finca de Campos Morombí, luego ingresaron GEO y Orden y Seguridad. Después de 15 minutos del tiroteo se llamó a la patrullera donde él estaba para socorrer a los heridos. Cuando llegó ya lo habían retirado a Lovera, que estaba muerto, todavía se escuchaban disparos, según él, había campesinos escondidos entre maderas y zanjas. En la comisaría llegó a las 7 de la mañana y de ahí fueron a Campos Morombí, entraron hacia una lagunita y ahí vio también a los campesinos. Se quedó en el lugar unos 10 minutos.

Declaró que los policías tenían armas cortas, algunas largas y otros estaban desarmados, los de GEO portaban armas largas, los comentarios decían que los campesinos portaban escopetas de calibre 38. Ante la pregunta de la defensa técnica, aclaró que no vio bien si se trataba de campesinos los que estaban escondidos, tomaron rumbo hacia el bosque.

Ese día hicieron los auxilios desde dos patrulleras para el traslado. Dijo que el helicóptero desde un primer momento pedía que bajaran sus armas para conversar a los ocupantes, dio muchas vueltas, descendió en un momento y ocupaban la aeronave dos o tres personas. Según el testigo, la orden que recibieron fue de un servicio de desalojo, supuestamente la indicación era ir sin armas, solo tonfa y chaleco. El testigo declaró que auxilió dos cuerpos y luego se quedó como custodia en el Hospital de Curuguaty cuando corrió la voz de que los campesinos irían a irrumpir en ese sitio, cosa que al final no ocurrió. En tanto, en el lugar de la masacre, quedaron de resguardo agentes de FOPE, GEO, Orden y Seguridad. El testigo Guzmán mencionó que no fue parte de la formación en la estancia.

Suboficial Inspector Hugo Andrés Acosta

Acosta fue chofer de guardia al tiempo de la masacre. Se quedó a 5 mil metros del lugar de los hechos porque la patrullera no podía ingresar porque otras patrulleras se estacionaron adelante. Escuchó disparos y fue a socorrer a dos personas de la GEO, después fue a trasladar a heridos, unos 20 minutos después, y luego se quedaron sobre la ruta X en la entrada de la estancia.

Como se escuchaban disparos, tuvieron que ingresar con lentitud, estacionaron cerca del puente, allí subió a los dos suboficiales heridos quienes posteriormente murieron. Sacaron a los cuerpos con marcha rastreante, tenían disparos en la cabeza y el cuello. Dijo que el helicóptero sobrevoló «en todo momento». Declaró que el comisario Elizardo Gamarra estaba en el procedimiento. Vio a un fiscal pero no recordó su nombre.

El testigo recordó un servicio de resguardo en la estancia de los Riquelme antes de la masacre, pero no supo decir cuántos agentes de policía se emplearon en ese servicio. La nota del servicio para acompañar el procedimiento de desalojo el 15 de junio pedía dos personal más patrullera, lo acompañaron dos suboficiales. En la formación en la estancia estaba personal de GEO de Ciudad del Este y Canindeyú, los de Asunción y otros departamentos estaban formados en otra parte. Sobre los heridos, dijo que fueron trasladados al Hospital de Curuguaty y allí los atendieron en Urgencias.

Conoce a Jalil Rachid, ex fiscal del caso, pero no lo vio en el procedimiento en el hospital.

Esta mañana participó de la audiencia en calidad de público una delegación del Congreso Democrático del Pueblo.

El juicio entró en receso hasta mañana, jueves 17 de marzo, a las 8 am en la misma sala.

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