Respeto a sus derechos laborales, un salario justo para la jornada laboral, cumplimiento a los derechos establecidos en la legislación nacional, fueron algunas de las principales demandas de miles de trabajadoras y trabajadores que participaron de la marcha este 1 de mayo.
Hombres y mujeres provenientes de diferentes departamentos del país, se unieron a la marcha en el marco del 1 de mayo Día Internacional del Trabajo. Se denunció las violaciones que constantemente viven miles de personas en sus respectivos lugares de trabajos al no cancelárseles el salario mínimo, prestaciones de ley y no gozar de jornadas de trabajo de 8 horas. Asimismo, resaltaron la violación hacia los derechos de las mujeres, que no tienen acceso al seguro social, y ambientes adecuados para el desarrollo de sus labores.
En el pronunciamiento final los manifestantes señalaron que el actual gobierno dirigido por Álvaro Colom, los intereses de los sectores empresariales son mejor representados, mientras los trabajadores y trabajadoras continúan siendo explotados en los diferentes sectores laborales mencionando a las maquilas, empresas de seguridad privadas, constructoras donde emplean mano de obra barata (albañiles), y casas particulares.
Señalaron que los mismos abusos sufren los pobladores indígenas y campesinos, Rigoberto Monteros de La Coordinadora Nacional Indígena y Campesina CONIC, indicó que en las fincas cañeras los empleados son explotados ya que por tonelada de corte de caña se les paga de Q 8.00 a Q.10.00 quetzales, señaló que los finqueros no contratan a las personas sino utilizan el método de mano libre en donde solo emplean la mano de obra por temporada sin comprometerse a pagar las prestaciones de ley. Monteros señaló, que el trabajo de las mujeres es empleado en su mayoría en empresas empacadoras de banano, en donde las jornadas laborales son extendidas hasta de 12 horas, y en su mayoría no se les cancelas horas extras.
Rodrigo Pop de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas CNOC, catalogó como crítica la situación de las y los trabajadores del campo, señaló que en varias empresas, ya sean fincas o haciendas, de varias comunidades los terratenientes cancelan entre Q.22.00 a Q.40.00 quetzales diarios, y se burlan de las autoridades encargadas de velar por el cumplimento de los derechos laborales, porque los finqueros cuentan con dos planillas una interna para ellos, y la otra es la que presentan a las instituciones como el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social IGSS y al Ministerio de Trabajo.
Miles de trabajadoras y trabajadores reafirmaron que el futuro del país depende de la generación de condiciones de trabajo decente, de la construcción de una verdadera democracia participativa y como pilares de la misma, del pleno respeto a la libertad sindical, al dialogo social efectivo y de buena fe, de una reforma agraria y tributaria de naturaleza integral, soberanía alimentaria y energética. Esa voz de reclamo y justicia de la clase trabajadora se hizo sentir, este primero de mayo, en las principales calles y avenidas de ciudad Guatemala.