Dirigentas de organizaciones campesinas y de agrupaciones feministas de América Latina, se dieron cita en el marco del IV Foro Social Américas (FSA) en Asunción, Paraguay, en un conversatorio que intenta acercar distintas visiones sobre la liberación de las mujeres para construir una propuesta de sociedad anticapitalista y antipatriarcal, un proyecto socialista que sea emancipador, incorporando las distintas identidades.
“Sin feminismo no hay socialismo”
El conversatorio “Taller sobre feminismo y socialismo”, tuvo como panelistas a las representantes de la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI) de Paraguay, Fridas de Paraguay, Pañuelos en Rebeldía de Argentina, la Marcha Mundial de Mujeres (MMM) Brasil y la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI) de Chile.
La presidenta de Conamuri, Magui Balbuena fue la encargada de abrir el panel, poniendo en el centro de su propuesta, que sin feminismo no puede haber socialismo, señalando “este tema no puede estar ausente de los grandes lineamientos políticos y debe ser encarado por los dos sexos, es impensable que un movimiento avance si no incorpora en todos los programas de las organizaciones sociales, el tema de la mujer y sus problemáticas específicas, feminismo y socialismo no son cosas aisladas”.
Durante el conversatorio, varias integrantes de organizaciones de El Salvador, Honduras, Guatemala, Estados Unidos y Chile, plantearon el tema de avanzar también en profundizar el debate al interior de los movimientos sociales, para ir conquistando pequeñas luchas en el cambio del pensamiento patriarcal que impera internamente en las organizaciones. Al respecto, se ha dado a conocer las dificultades que han tenido las mujeres en los distintos procesos de resistencia, para ser parte visibles en las distintas luchas que se han librado en el continente.
Además, las mujeres de organizaciones campesinas, han interpelado a las feministas, a realizar una profunda reflexión sobre cómo aunar las luchas por la emancipación de las mujeres, con las luchas y las demandas de los pueblos, para dar un mayor impulso a la reflexión de la nueva sociedad que queremos las mujeres.
Por otro lado, las feministas señalan que según la experiencia vivida en los socialismos reales, surge la necesidad de señalar, dentro de este socialismo que se quiere, que éste no sólo sea anticapitalista, sino también antipatriarcal, que incluya otras miradas y otras identidades, pues uno de los efectos más graves del patriarcado, que se debe combatir a diario, es la violencia de todo tipo sobre la mujer.
La separación que se hace entre feminismo y socialismo, es un debate que ha comenzado a repensar cómo unificar estas propuestas, por ello, las asistentes al conversatorio, valoran como altamente positivo el encuentro entre las campesinas y las feministas, como un gran avance en construir propuestas para un proyecto revolucionario socialista, que contemple un modelo de relaciones distintas