La derecha venezolana, pieza ejecutora de los planes diseñados en El Pentágono y operacionalizados por el Comando Sur, continúa con su agenda insurreccional: entró en fase desesperada, desatando definitivamente su carácter irresponsable y fascista.
Luego de realizado el plebiscito ilegal, cuyos resultados carecen de toda legitimidad y credibilidad, pretenden continuar en su escalada para quebrar la democracia venezolana y llevar al país a un escenario de confrontación fatricida.
Su objetivo inmediato es impedir la realización de la Asamblea Nacional Constituyente y para ello han anunciado diversas acciones: llamado a paro general, nombramiento ilegal de magistrados del TSJ y legitimación de los resultados del plebiscito por parte de la Asamblea Nacional. En su agenda, la AN es el instrumento político para la ejecución del Golpe de Estado.
Al mismo tiempo, convocan a su base social a conformar comités de hora cero con el fin de impedir la realización de las elecciones del 30 de julio, a sabiendas de que el chavismo estará ese día en la calle ejerciendo masivamente su derecho al voto y su determinación democrática y pacifista. A todas luces, siguen abonando el terreno para que el conflicto político venezolano escale a una guerra civil. La llamada hora cero es un paso más en esa dirección. Al no contar con el ansiado apoyo de factores de la FANB, es de esperarse la actuación de sus grupos de choque y de sus unidades de mercenarios para generar terror y disminuir o impedir la participación de la gente en las elecciones.
Paralelamente, se ha desplegado en el escenario internacional, desde la misma noche del domingo, la operación político-mediática para buscar el reconocimiento internacional tanto de la consulta ilegal como de sus posteriores acciones. Queda claro definitivamente su plan: la conformación de un Estado paralelo que goce del reconocimiento de factores del estamento institucional del mundo y de gobiernos específicos, el cual podría tener su componente armado “rebelde” también reconocido internacionalmente y apoyado militarmente por fuerzas extranjeras. No se puede olvidar que la conspiración contra Venezuela está sostenida por principales factores poderosos del capital internacional.
Pero el chavismo demostró, durante el simulacro electoral del domingo 16, que sigue siendo una fuerza viva y poderosa, organizada, disciplinada, consciente y madura, conformada por millones de venezolanos y venezolanas. La movilización demostró que una importante mayoría está dispuesta a defender su derecho a elegir la Asamblea Nacional Constituyente, a que ésta se instale y cumpla su proceso, y es ése nuestro principal desafío en este momento.
Vivimos horas clave. Es momento para la unidad de los y las patriotas, de los y las demócratas. Somos hijos e hijas de Bolívar y de Chávez, de Zamora, de Manuelita y Juana Ramírez, hijos e hijas de Apacuana y Guaicaipuro, de José Leonardo y negro Miguel, y eso debemos demostrarlo en circunstancias como las actuales.
Es imprescindible profundizar la organización de nuestra fuerza y prepararnos en todos los terrenos para las batallas que nos tocará enfrentar. Se trata de la defensa de nuestra soberanía e independencia, de la preservación de la paz y la democracia, se trata de defender nuestras conquistas y nuestro derecho soberano a continuar avanzando en nuestro proyecto histórico de liberación.
Unidad chavista por la soberanía y la paz!
Venezuela no se doblega, aquí no se rinde nadie!
Por la Constituyente de la Gente!
Coordinación Nacional de Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora