El ataque recrudece, como previsto, desde el frente exterior. Esto responde al efecto de la nuestra victoria del domingo en las urnas, la incapacidad de la derecha de volver a calentar las calles, la división dentro de sus filas, la inviabilidad a nivel nacional de su estrategia golpista. Están en crisis, y el frente internacional es en ese contexto el más fuerte para continuar con la escalada.
Por eso los Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro, avanzan con sanciones: la semana pasada fue contra 13 funcionarios, y ayer directamente contra el presidente Nicolás Maduro, a quien acusaron de dictador. Ya lo habían hecho en el mes de mayo contra los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. La lista de sancionados aumenta, y los resultados tampoco llegan.
A esto se le deben sumar las amenazas contra la economía, que podrían tener impactos en caso de llevarse adelante, en particular si atacan a Pdvsa. Estas podrían venir no solamente de Estados Unidos, sino de también de gobiernos aliados del imperio. La consecuencia sería una mayor dificultad para la economía del país, es decir para nuestro pueblo. Eso pide por ejemplo Julio Borges, en una nueva muestra de hasta dónde son capaces de llegar para avanzar en su plan anti-patria. Apelan a medidas anti-democráticas como es intentar someter a un pueblo a penurias económicas en un cuadro ya marcado por las dificultades. Y todavía apelan a que defienden los derechos humanos.
Nosotros rechazamos las sanciones contra el presidente, los funcionarios, y todas las amenazas de los Estados Unidos contra nuestro pueblo, que deja claro que la batalla en Venezuela es ante todo contra el imperialismo. Somos un país soberano, independiente, y no nos vamos a intimidar porque sancionen, presionen y amenacen. Lo hemos y dicho y lo repetimos: estamos dispuestos a pelear en todos los terrenos.
En ese contexto creemos necesario que se active la solidaridad de los gobiernos aliados, los movimientos populares del continente y el mundo, para evitar que se materialice el cerco que intenta aislar y demonizar a nuestro país, a nuestro presidente, y a toda la población. Hemos visto en estos días varias acciones en ese sentido, creemos que son necesarias, que ante la amenaza del imperio se deben activar todas las solidaridades activas de los pueblos. Debemos romper el cerco mediático, buscar los mecanismos económicos para romper el intento de asfixia que seguramente intentarán imponer.
Somos un pueblo soberano e independiente. No nos quebrarán ni con mil sanciones económicas y diplomáticas.
Coordinación Nacional de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora