En la mañana del pasado sábado 12 aparecieron asesinados los campesinos Jesús León y Guillermo Toledo, quienes fueron secuestrados por paramilitares colombianos en la tarde de ayer. León y Toledo forman parte del grupo de familias campesinas que disputan el rescate de 336 hectáreas del Hato Palo Quemao, supuestamente propiedad del terrateniente Carlos Pardi, ubicado en el municipio Arismendi del estado Barinas.
En el predio, en el cual se encuentran apostadas aproximadamente 60 familias campesinas, se presentaron ayer a las 6 de la tarde cinco (05) hombres armados con fusiles AK-47, a bordo de una camioneta Hilux verde oscuro. Los paramilitares estaban uniformados con ropas militares y botas de caucho. Portaban una lista con nombres de campesinos, la cual fue leída en voz alta ante los campesinos y las campesinas. Toledo y León estaban en la lista y fueron esposados y llevados del sitio a bordo de la Hilux.
Este hecho evidencia que la escalada de amedrentamiento iniciada días atrás en los predios La Escondida y La Palmera, también ubicados en Barinas, se convierte ahora en secuestro y asesinato por medio de la contratación de sicarios paramilitares por parte de los terratenientes. En ese sentido, hacemos un llamado a las autoridades nacionales y regionales a investigar a fondo la responsabilidad del señor Carlos Pardi como autor intelectual del asesinato de estos compañeros campesinos. Y hacemos, a la vez, un llamado a que los cuerpos de seguridad del Estado se avoquen con urgencia a la protección y resguardo de la integridad personal y la vida de los campesinos y las campesinas que actualmente se encuentran en lucha por su derecho histórico a la tierra, al trabajo y a una vida digna.
Asimismo, exigimos que se investigue la vinculación de funcionarios y funcionarias del INTI con terratenientes, y que se desmonten las mafias agrarias de las que estos(as) hacen parte en conjunto con jueces y juezas, fiscales(as) y funcionarios(as) de los cuerpos de seguridad del Estado.
Es importante señalar que en el caso del predio Palo Quemao, en el año 2014 el INTI, en directorio nacional, aprobó el rescate conclusivo de las 336 hectáreas a cinco consejos campesinos y una cooperativa. Luego de eso, se asentaron en el predio 56 familias e iniciaron el trabajo de siembra en la tierra, a pesar de que el INTI no avanzó en el proceso de adjudicación y regularización. A mediados del año pasado, la funcionaria Ingrid Gil, quien estaba a cargo de la ORT del INTI de Barinas, en conjunto con María Mascarel del INTI Central, otorgaron una medida de finca mejorable a favor del terrateniente. Luego, el 27 de noviembre, se practicó allí un desalojo con más de cien policías y guardias nacionales. Durante el desalojo quemaron los ranchos y destruyeron entre 250 y 300 hectáreas de siembras de distintos rubros. Acabaron todo, enseres, herramientas, ropa, cultivos. La gente quedó a la intemperie.
Actualmente, en el marco del respaldo manifestado por el presidente Nicolás Maduro a la lucha del campesinado por la tierra, hace 15 días la gente se organizó y ocupó nuevamente el predio en disputa, para exigir que se concluya el rescate que el INTI autorizó e inició en su momento. En la tierra se encuentran hoy 60 familias aproximadamente. Es en el marco de este nuevo avance del campesinado en la lucha, que ocurre este asesinato y esta avanzada terrateniente recurriendo al paramilitarismo y al sicariato.
En función de detener esta nueva arremetida de la clase terrateniente en contra del pueblo campesino, es importante que las autoridades nacionales, el presidente Nicolás Maduro, la directiva de la Asamblea Nacional Constituyente, el Fiscal General de la República, los Ministros de Agricultura, Defensa y Justicia se avoquen a esta situación con urgencia y se nombre una comisión de actuación inmediata que, junto con la participación de los consejos campesinos que están en disputas de tierras, organice la defensa y protección de las familias, líderes y liderezas que se encuentran encabezando estas luchas en los territorios.
Prensa Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora