Centroamérica es una región muy vulnerable a los efectos del cambio climático; una zona que a finales del invierno convergen tormentas y huracanes, deslizamiento de tierra e inundaciones de ríos. En días recientes, el Huracán Eta ha dejado destrozos en la infraestructura, la producción campesina y pérdida de vidas humanas.
Nuestras organizaciones campesinas, trabajadores asalariados y pueblos originarios en Honduras y Guatemala pasan por un momento muy difícil y esta situación se debe también a los gobiernos que ejecutan políticas neoliberales que se manifiestan en el enriquecimiento ilícito de la clase política y empresarial dominante que gobierna, la falta de institucionalidad, la corrupción sobre los fondos estatales y de cooperación internacional; además la privatización de los servicios básicos.
Como consecuencias de estos manejos, la clase desposeída: el campesinado, los y las obreras trabajadoras asalariadas y comunidades indígenas sufren el abandono de sus Estados. La situación socioeconómica y ambiental de estos sectores es vulnerable y se recrudece cuando de fenómenos meteorológicos se trata o bien crisis sanitarias como la Pandemia del Covid-19 que actualmente se vive.
Honduras y Guatemala son dos países que denuncian sistemáticamente la falta de políticas sociales y económicas; el abuso de poder dirigido al acaparamiento de tierras y territorios para la expansión de monocultivos y el extractivismo, realidad que vulnerabiliza los derechos de las poblaciones, pero sobre todo provoca la destrucción lenta y progresiva de los bienes naturales.
Con la llegada del Huracán Eta, es más que evidente esta realidad. Nuestras organizaciones campesinas e indígenas de ambos países, la Central Nacional de Trabajadores del Campo – CNTC y el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina – CODIMCA en Honduras; el Comité de Unidad Campesina – CUC y la Coordinadora Nacional de Viudas en Guatemala – CONAVIGUA denunciaron la inexistencia de planes de prevención y evacuación de las zonas afectadas por parte de sus gobiernos.
En Guatemala, el Comité de Unidad Campesina – CUC miembro de la CLOC-VC reporta decenas de comunidades inundadas y aisladas, casas e infraestructura dañada, cientos de hectáreas de cultivos campesinos perdidos totalmente por los ríos desbordados, ausencia de albergues y hacinamiento de familias. Este panorama principalmente en el Valle del Polochic y diversos municipios de las tierras bajas de Izabal, Alta Verapaz y El Quiché. En las tierras altas de Alta Verapaz, El Quiché y Huehuetenango, las lluvias torrenciales han provocado derrumbes que han causado pérdida de vidas humanas, destrucción de viviendas y cultivos, así como el corte de carreteras por los derrumbes.
En Honduras, CODIMCA reporta que sus bases organizadas en los departamentos de Yoro, Santa Bárbara y Lempira se encuentran damnificadas; la CNTC reporta que sus bases organizadas en 12 de los 18 departamentos hondureños se vieron afectadas.
Solo el Pueblo salva el Pueblo! es la consigna en estos dos países que enfrentan la tormenta con la solidaridad de los mismos compatriotas que con acciones propias se han dado a la tarea de recolectar alimentos no perecederos, medicinas, productos de bioseguridad y demás enseres importantes para solventar algunas necesidades básicas.
Unamos toda nuestra fuerza por la solidaridad de los pueblos y unamos recursos para ayudar a paliar y mitigar el desastre que dejo el Huracán Eta, coordinando esfuerzos con las organizadas antes mencionadas.
Estaremos compartiendo enlaces de llamados a solidaridad y también pueden comunicarse con la Secretaría Operativa de la CLOC-Vía Campesina a secretaria.cloc.vc@gmail.com o +505 8998 5564 para coordinar su donación.
Comunicados / Llamados de Solidaridad de Organizaciones de la CLOC-LVC (actualizaremos esta lista de manera continua):
El ciclón tropical Eta, originado en la península de Yucatán en México, el pasado 28 de octubre y considerado el segundo huracán más fuerte registrado en el mes de noviembre, ha dejado hasta la fecha miles de afectados en Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Panamá.
El pasado 31 de octubre, en base a las informaciones y recomendaciones emitidas por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales-INETER, el Gobierno de Nicaragua a través del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres-SINAPRED, reafirmaba el estado de Alerta Verde en toda Nicaragua y Alerta Amarilla para la Región Autónoma del Caribe Norte-RACN y los departamentos del norte del país, ante lo que serían las posibles afectaciones de la Tormenta 29 Eta en estas zonas del país. Previendo así el progreso de este evento a categorías ciclónicas superiores (Tormenta Tropical y Huracán) que habría de manifestarse con fuertes vientos, marejadas ciclónicas, lluvias intensas con inundaciones en las zonas bajas costeras del litoral y las riveras de los ríos. En efecto, el día 02 de noviembre se declaraba Alerta Roja para la Región Autónoma del Caribe Norte y Triángulo Minero y Alerta Amarilla para los Departamentos de Jinotega, Nueva Segovia y Chinandega ante la formación del huracán ETA en el Caribe Central el cual se intensificaría gradualmente. El huracán Eta en categoría 4, toca tierra en la ciudad de Bilwi-Puerto Cabezas la madrugada del 03 noviembre con vientos sostenidos que alcanzarían hasta 230 kilómetros por hora.
Oficialmente, en horas de la tarde del miércoles 04, la tormenta tropical abandonaba Nicaragua, adentrándose al vecino país de honduras en calidad de depresión tropical.
Las afectaciones por el paso del huracán Eta en Nicaragua, al momento están en la pérdida de más de mil viviendas, y pérdidas de cultivos como el frijol por las inundaciones y otros cultivos afectados por los fuertes vientos y las persistentes lluvias.
Nicaragua, con su sistema nacional de prevención de desastres, se organizó para tomar medidas preventivas desde días antes de la llegada del Huracán Eta, incluyendo la evacuación de más de 20,000 personas en la región caribeña, el envío de 80 mil toneladas de alimentos y materiales para albergues, planes para estabilizar los sistemas y abastecimiento de energía y agua, y acompañamiento por parte del ejército y la coordinación con otras instituciones estatales.
En comparación con el Huracàn Mitch, hace 22 años los estragos fueron menores. El Gobierno Central está trabajando en reparaciones de las infraestructuras y abastecimiento de alimentos y enseres necesarios para la población afectada.
Las afectaciones generadas por Eta, son aún más lamentables para el resto de los países de Centroamérica principalmente Honduras, Guatemala, Costa Rica y Panamá; se reportan cientos de víctimas mortales, decenas de desaparecidos, miles de familias que abandonan sus comunidades para buscar refugio ya sea en albergues improvisados, centros de atención que en su mayoría no cumplen con lo mínimo, sin camas, sin comida y donde las medidas de bioseguridad por la pandemia del COVID-19 ni siquiera son consideradas. Cientos de familias han aguardado en los techos de las casas hasta 48 horas para ser auxiliados.
Las organizaciones de la CLOC-Vía Campesina en Honduras: la Central Nacional de Trabajadores del Campo – CNTC y el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina – CODIMCA denuncian el abandono y la irresponsabilidad del Estado Hondureño ante esta emergencia climática; informan sobre comunidades completamente inundadas sin energía eléctrica y sin red telefónica lo que imposibilita la comunicación. Entre los Departamentos más afectados se encuentran San Pedro Sula, Yoro, Cortés, Atlántida, Colon, Gracias a Dios, Olancho e Islas de la Bahía.
En Guatemala, el Comitè de Unidad Campesina – CUC miembro de la CLOC-VC reporta decenas de comunidades inundadas y aisladas, casas e infraestructura dañada, cientos de hectáreas de cultivos campesinos perdidos totalmente por los ríos desbordados, ausencia de albergues y hacinamiento de familias. Este panorama principalmente en el Valle del Polochic y diversos municipios de las tierras bajas de Izabal, Alta Verapaz y El Quiché. En las tierras altas de Alta Verapaz, El Quiché y Huehuetenango, las lluvias torrenciales han provocado derrumbes que han causado pérdida de vidas humanas, destrucción de viviendas y cultivos, así como el corte de carreteras por los derrumbes. Como en otras tragedias, la respuesta gubernamental está ausente, es lenta o ineficiente.
«Calculamos que entre fallecidos y desaparecidos las cifras no oficiales nos arrojan más o menos 150 muertos,» llegó a decir este viernes 06 sobre la situación en su país el presidente Alejandro Giammattei.
La gran mayoría de estas víctimas, aún sin confirmar, se encuentran en la aldea Quejá del municipio norteño de San Cristóbal Verapaz, que quedó en buena parte sepultada por un alud.
Las fuertes lluvias de Eta, también dejaron sus estragos en Panamá; 17 personas murieron y el Estado Panameño declaró estado de emergencia ambiental para las provincias de Bocas del Toro, Coclé, Chiriquí, Herrera, Panamá, Panamá Oeste, Veraguas y en la Comarca Ngäbe Buglé. Las autoridades panameñas detallaron que 68 personas están no localizadas en la zona occidental del país, área más afectada y detallaron que son 2,587 personas afectadas y se han rescatados 832 personas. Además, hay 68 personas incomunicadas, 25 sitios de deslizamientos y 29 puntos de albergues. En Costa Rica, se dio labor para la evacuación de familias afectadas; carreteras afectadas con deslizamientos, aumento del caudal de los ríos y reportes de inundaciones en distintas partes del país.
Con las organizaciones de la CLOC-Vía Campesina de la región, seguimos dando seguimiento a esta situación trágica que ha afectado a muchas comunidades campesina e indígenas de nuestra región.
¿Cómo podemos salir de la crisis de hambre y desnutrición que enfrentamos en la pandemia? ¿La crisis climático y destrucción medioambiental?¿Y el desempleo y la migración de jóvenes del campo a la ciudad?
Escuchemos las voces de Doña Lupe y Don Arcadio, dos campesinos que nos hablan de la importancia de la campaña Volver al Campo de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina.
Participar en esta campaña:
Comparte los audios con sus radios comunitarias para divulgar sobre esta campaña.
Escucha Edición 71 de Voz Campesina con jóvenes sobre la importancia de Volver al Campo
Envía fotos y videos de la producción de alimentos sanos de su comunidad a clocomunicacion@gmail.com
Sobre Volver al Campo:
En el contexto de la crisis sanitaria que vive nuestro mundo, desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo impulsamos la campaña Volver al Campo, que reivindica la necesidad central de la producción campesina y agroecología para garantizar alimentos sanos y defender la vida. Esto requiere compromisos desde los estados con políticas públicas que apoyan a la agricultura familiar, mercados locales, y defensa de bienes comunes.
Llamado de Acción – 25 de Noviembre – Día Internacional por la eliminación de toda forma de violencia contra las mujeres.
(Harare, 28 de Octubre de 2020) Hoy 25 de Noviembre – La Vía Campesina llama a afirmar la Soberanía Alimentaria como una medida concreta para los Estados por el fin de la violencia contra las mujeres en los campos y las ciudades, tal como lo afirma la Declaración sobre Derechos de lxs Campesinxs en el Art. 4. Denuncia la violencia estructural del capitalismo extractivista y el patriarcado en esta crisis, que afecta principalmente, a las mujeres y diversidades, así como a toda la clase trabajadora en su conjunto, aumentando los niveles de explotación, con doble y hasta triple jornada, y precarizando la vida, con un grave retroceso de derechos, incluso en plena pandemia.
El COVID – 19 ha dejado cifras escalofriantes de muertes en todo el mundo, pero además, altísimas tasas de feminicidios por violencia de género, puesto, que la cuarentena obligó a las millones de mujeres y la niñez a convivir con sus agresores; esta es una de las peores caras de esta crisis. Además, el COVID está aumentando la carga de trabajo de las mujeres debido al cierre de escuelas y las necesidades adicionales de cuidado de los miembros del hogar como ancianos y personas enfermas.
Durante la pandemia las cifras de violencia sexual y física hacía las mujeres y la niñez son vergonzosas, niñas embarazadas y obligadas a parir, así como los casos de asesinatos selectivos a lideresas y defensoras de territorios. Millones de mujeres en los campos y ciudades están ensanchando las cifras de pobreza, desempleo, subempleo y hambre, mientras los Estados, que dicen representarlas, continúan implementando políticas extractivitas, neoliberales y conservadoras, que agudizan la violencia con graves retrocesos en la defensa de derechos. La Vía Campesina ha denunciado que incluso durante la crisis sanitaria algunos Estados han aprovechado para entregar las tierras a multinacionales y terratenientes. Lo que ha implicado un incremento de los desalojos en varios países y una mayor criminalización del campesinado.
Más que nunca, esta crisis, nos está haciendo reflexionar sobre la importancia de la solidaridad y de la organización, es por esto que saludamos a todas las mujeres y diversidades que resisten en los distintos territorios: las Zapatistas, Turcas, Kurdas, Palestinas, en los mares, páramos, montañas, selvas, bosques, campos y ciudades, nos unimos a las acciones a nivel global para exigir el fin de todo tipo de violencia contra las mujeres y niñas, por sociedades justas, igualitarias y en paz.
Reconocemos todas las acciones de solidaridad concreta que vienen sosteniendo las mujeres organizadas en todo el mundo, en especial durante la pandemia, como la producción de alimentos saludables, donación de alimentos, brigadas de salud popular y ancestral, ollas populares o comunitarias contra el hambre, mingas comunitarias de saneamiento, mercados campesinos, trueques y otras formas de economía popular y solidaria, que son una muestra concreta de la autogestión y trabajo colectivo. #EsTiempoDeTransformar
Exigimos que los Estados reconozcan y valoren las potencialidades de las campesinas para garantizar la Soberanía Alimentaria. El campesinado sigue siendo la primera línea en la alimentación de los pueblos, frente al sistema industrial de las transnacionales que ha mostrado no tener condiciones sanitarias, de seguridad y ni de sostenibilidad.
En el mundo, las mujeres producen la mitad de los alimentos, pero poseen menos del 15% de las tierras y apenas un 2% son propietarias en los países en desarrollo, según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Las campesinas también son las más afectadas cuando los bienes comunes y la agricultura campesinas se ven amenazados por proyectos extractivos y agroindustriales, que impactan dramáticamente sobre sus vidas. ¡Las campesinas nos resistimos a seguir siendo violentadas por el sistema capitalista y patriarcal, por los Estados y el agronegocio que destruyen la naturaleza, nos despoja de las tierras, que envenena el planeta y que concentra las aguas!
Es por esto, que en esta jornada de lucha el #25Nov como La Vía Campesina llamamos a nuestras organizaciones miembros y aliadas a unirnos al canto de la esperanza, de la lucha y la resistencia para transformar las realidades nocivas que perpetúan la violencia, para garantizar que las mujeres y diversidades puedan afirmar plenamente sus derechos y su rol en la construcción de nuevas sociedades.
¡Llamado por la vida, contra las violencias!
La solidaridad, la sororidad y la resiliencia son valores fundamentales para vivir y convivir como sociedades frente a la violencia y brutalidad del sistema.
Este #25Nov únete a nuestro llamado por la vida y contra las violencias:
Participa de cualquier acto simbólico o acción local promovida en tu organización, comunidad o país por el fin de la violencia contra las mujeres. #EsTiempoDeTransformar
Únete a nuestra transmisión online de LVC “Acciones por la vida y contra las violencias” haremos una jornada de lucha, reflexión y mística colectiva.
¡Estamos en casa, pero no en silencio! Usa los materiales de nuestra Campaña Mundial Basta de Violencia contra las mujeres para redes sociales. Imprime nuestra cartilla de seguridad básica contra la violencia, es importante el cuidado colectivo, no olvides de traducir a tu lengua local. Todos los materiales disponibles aquí:https://bit.ly/3jC5EoL
Comprométete con tu organización, comunidad, barrio o amigxs y ayuda a las mujeres y diversidades en riesgo. ¡Produce alimentos saludables, dona canastas, organiza una olla comunitaria o compra la producción de las campesinas! #MujeresEnLucha
• Durante todo el mes de noviembre queremos recibir cartas de nuestras compañeras, contando su experiencia de lucha y cómo LVC les ha empoderado contra la violencia y el patriarcado. Cartas no muy largas, puedes sumar tu foto si quieres, pero no es indispensable. ¡Queremos construir memoria y rescatar nuestra palabra del olvido!
• También queremos recibir fotos y videos para compartir en redes sociales, mujeres, diversidades, hombres, juventud. Puedes usar estas frases: ¡Nadie callará nuestra voz! ¡Basta de Violencia contra las Mujeres! ¡Mujeres en Lucha contra el virus del capital y del patriarcado!
¡Sé nuestra comunicadora o comunicador popular, y tomemos las redes sociales este #25Nov! Envía todos los materiales del 28 de Octubre al 25 de Noviembre a lvcweb@viacampesina.org para que los publiquemos en nuestros medios de comunicación.
Del 19 al 21 de octubre tuvo lugar en Nicaragua la 36° Conferencia de la FAO para América Latina y el Caribe, foro oficial donde participan ministros agrarios y otros altos funcionarios gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y representantes del sector privado, la academia, centros de investigación, ente otros, de los Estados miembros de esta parte del mundo, que trabajan temas vinculados a la agricultura y la alimentación.
La representatividad del sector campesino estuvo a cargo de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, donde convergen 16 organizaciones de agricultores, pescadores artesanales, pastores, habitantes de los bosques, minorías étnicas y pueblos indígenas, movimientos ambientalistas, etc. A decir de Fausto Torrez, referente de la CLOC-Vía Campesina que participó del encuentro: “Nos corresponde estar presentes en estos eventos debido al avance que hemos tenido como sociedad civil, y gracias también a la flexibilidad que la FAO demuestra después del periodo administrativo de José Graziano da Silva, quien ocupó la titularidad del organismo especializado en un momento muy importante de la historia”.
Entre los temas más importantes desarrollados en el debate se encuentra el de cómo hacer más sostenible la irrupción de las innovaciones tecnológicas en la agricultura, algo que preocupa especialmente a esta articulación internacional por todos los posibles riesgos que entraña, atendiendo al principio de precaución. En ese sentido, el posicionamiento del grupo representante del campesinado fue de potenciar las formas de crear ambientes saludables desde la agricultura campesina y la agroecología para la producción de alimentos.
Por otro lado, Torrez mencionó que el planteamiento que se realizó desde nuestros sectores ante los referentes de los gobiernos regionales es que se reconozca y se dé importancia a las políticas públicas de cara al Decenio de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. “Este periodo se vence en 2028 y es hora de que los gobiernos hagan propuestas para ir concretando esta proclama en hechos”.
Otro de los temas introducidos a instancias de la CLOC-Vía Campesina fue el reconocimiento de la Declaración de los Derechos Campesinos, apelando a que los Estados asuman este instrumento jurídico para garantizar que el campesinado siga produciendo alimentos, ya que la pandemia de la Covid-19 develó la necesidad de asegurarlos a las poblaciones más vulnerables, es decir, construir participación protagónica de las comunidades y pueblos, de las mujeres y la juventud.
Los Objetivos de Desarrollo Sustentable son 17 compromisos de los Estados firmantes a los que el movimiento campesino en alianza exigimos que pongan de su parte para la reducción de los impactos del cambio climático, que sea realmente sostenible, que el avance de una parte de la humanidad no se haga a costa de la otra mitad de la humanidad, como tiende históricamente a ocurrir. Al decir de nuestro compañero Fausto Torrez, referente y líder de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua, país que albergó esta vez la Conferencia: “Nosotros nos sumamos a esa alternativa, a esa posibilidad, pero para eso necesitamos que haya tierra, agua, territorio con capacidades óptimas para producir alimentos sanos y saludables y accesibles, mercados, circuitos cortos y un sinnúmero de tareas que nosotros también las avalamos y son parte de nuestra estrategia de trabajo de la Vía Campesina, pero son los Estados los que deben dar marcha a las iniciativas”.
Con el deseo de que la FAO recupere y retome su papel histórico y poniendo el acento en el esfuerzo colectivo por seguir apostando a la Soberanía Alimentaria como estrategia fundamental para la producción de alimentos y la disminución de los efectos del calentamiento global, además de la formación política de la juventud campesina, esperamos que para dentro de dos años, en la próxima Conferencia Regional ―que será en Ecuador, en 2022― se haya avanzado lo suficiente en el cumplimiento de los ODS y que los Estados asuman nuestras propuestas para lograr Soberanía Alimentaria a través de la promoción de la Agroecología.
Parte de la intervención de la CLOC-Vía Campesina
Saludamos la iniciativa “Mano de la mano” para lograr sociedades rurales prósperas e inclusivas, estamos de acuerdo en que sin territorios rurales prósperos e inclusivos, la región de América Latina y el Caribe no podremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Vivimos en una región muy compleja, con desafíos aún pendientes para reducir la pobreza, el hambre, la crisis climática y de mucha desigualdad social a excepción de gobiernos progresistas. Del documento que se nos fue entregado como sociedad civil tenemos las siguientes consideraciones:
Hay que tener servicios básicos en el campo y en las comunidades educación, salud, caminos, agua potable, energía eléctrica.
Conseguir la paz en algunos países y frenar aquellas situaciones de criminalización y violencia.
Agricultura campesina y familiar. Hay que democratizar el acceso a la tierra.
Nos preocupa el avance neoliberal en el continente que representa un retroceso a implementar un desarrollo rural a como está planteado en el documento. Es momento de reconocer el trabajo central de las organizaciones para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria e incluirlo en el plan de trabajo; además, hay que hacer explícito el compromiso para la implementación del Plan de Acción de Decenio de Agricultura Familiar, Declaración de Derechos Campesinos, y Directrices Voluntarias sobre la tenencia de la tierra.
Este documento se une a una propuesta que hemos hecho desde la sociedad civil denominada “Volver al Campo”, hacer del medio rural el sitio más habitable y que las políticas públicas sean de alta prioridad para los que producimos alimentos sanos y accesibles, reconociendo el papel central de las mujeres, jóvenes y pueblos originarios y negros.
Por último, hay elementos que ya son trabajados y donde la FAO ha hecho un compromiso y debería de estar trabajándolo en relación del plan Mano de la Mano.
Es necesario hacer explícito:
El Plan de Acción del Decenio de la Agricultura Familiar.
Apoyar la Declaración de Derechos Campesinos.
Continuar con las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra.
Asegurar procesos de formación orientados a las necesidades de las comunidades para incrementar la producción, comercialización de cultivos, pesca artesanal, mercados de cercanía con prioridad a las practicas agroecológicas.
Este lunes 19 de octubre a las 7 am (hora de Nicaragua) inicia la 36° Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se extenderá hasta el 21 del corriente.
En la reunión de consulta de la sociedad civil, realizada los días 6 y 7 de octubre, organizada por el Comité de Pilotaje de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, hemos elaborado conjuntamente las organizaciones miembros de esta articulación algunos puntos que nos preocupan por la forma en que se está abordando la problemática de la alimentación por parte de los Estados integrantes de la FAO, particularmente en el escenario de la pandemia por la Covid-19.
Estas declaraciones surgen con base en la importancia de volver a discutir en instancias de la FAO la promoción de la Soberanía Alimentaria a través de la Agroecología, la Agricultura Familiar Campesina, la urgencia de la Reforma Agraria y el respeto a los Derechos Campesinos, temas recurrentes que venimos trabajando desde la CLOC-Vía Campesina al interior de este organismo especializado. El documento resultante de este debate será presentado mañana por las y los representantes de la sociedad civil.
Es clara nuestra propuesta para enfrentar la problemática del hambre y la desnutrición y para contribuir a minimizar los impactos del cambio climático. Pero los Estados se niegan a reconocer el aporte de la agricultura en pequeña escala, por lo que el reclamo será puntual en el tema de las innovaciones y tecnologías, espacio donde los Estados no han dado participación a la representación campesina, mensaje que se interpreta como a favor del agronegocio y grandes empresas, con todas las consecuencias que esto puede significar.
El país anfitrión de este encuentro es Nicaragua. La Conferencia Regional se realiza cada dos años a efecto de establecer prioridades para los países miembros de la región en materia alimentaria.
Desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-Vía Campesina, enviamos FUERZA y SOLIDARIDAD al pueblo boliviano en su diá de elecciones, 18 de octubre 2020. Exigimos elecciones LIBRES y TRANSPARENTES, sin represión.
Estaremos publicando noticias destacadas y mensajes de solidaridad en esta pagina y en nuestras redes Facebook, Twitter, y Instagram.
Comunicado de Prensa – Día Internacional de Lucha por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las transnacionales.
(Harare, 16 de Octubre de 2020) Treinta y cinco millones de casos confirmados, más de un millón de fallecidxs en todo el mundo. Todo esto, en tan solo ocho meses. El COVID 19 es ahora una crisis estructural para la humanidad.
Numerosos informes han anunciado al mundo el impacto que ha ha ha ha pandemia en la vida de los pueblos en todos los rincones. No hay país, ni comunidad que, por el momento, inmune al mar. Sin embargo, es esencial resaltar, que las personas que ya ya ya eran pobres y estaban marginadas, se ven ven a un dilema sin comparación; o mueren de COVID o mueren de hambre.
La pandemia de COVID-19 puede sumar entre 83 y 132 millones de personas al número total de desnutridxs en el mundo en 2020, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (SOFI 2020). Una cruel ironía adicional, es que este mundo cada vez más hambriento, también pierde y desperdicia comida. Cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año. La FAO estima que esta comida desperdiciada sería suficiente para alimentar a 2 mil millones de personas. Sin embargo, las corporaciones agroindustriales transnacionales que controlan gran parte del suministro de alimentos del mundo no pueden hacerlo, ¡incluso cuando el hambre es una realidad vivida por casi mil millones de personas!
La pandemia socavará los esfuerzos internacionales para reducir la pobreza mundial. Unos 160 millones de personas solo en Asia pueden verse forzadas por debajo del umbral de pobreza. En América Latina, esa cifra ronda los 45 millones de personas. UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, informó que 872 millones de estudiantes en 51 países no pueden acceder a la educación. Más del 50% de estos estudiantes viven en circunstancias en las que el aprendizaje a distancia es imposible, en especial en zonas rurales, una escala que sugiere una crisis generacional en la educación, citan informes de prensa.
En medio de esta fatalidad y pesimismo para “algunxs ricos”, es como si la pandemia no existiera. El banco suizo UBS informó que los multimillonarios aumentaron su riqueza en más de una cuarta parte, en el apogeo de la crisis de abril a julio. No es de extrañar que aquellos en el sector de la salud aumentaran su riqueza total en más del 50%.
¿Qué hacemos con un mundo como este? ¿Dónde está la justicia en todo esto? Es en este contexto, que La Vía Campesina conmemora el Día Internacional de Lucha por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y contra las transnacionales.
La Vía Campesina, el movimiento campesino mundial, que representa a millones de campesinxs, pueblos indígenas, pescadorxs, migrantes y otros productores de alimentos a pequeña escala en 82 países, ha llamado a los gobiernos del mundo a que reconozcan las limitaciones y las injusticias inherentes al sistema industrial de alimentos. La agresiva expansión de la producción industrial de alimentos en las últimas cinco décadas también ha puesto cada vez más en peligro la salud humana.
Además del uso excesivo de agrotóxicos y el descomunal procesamiento de los alimentos, que los hace menos nutritivos y más dañinos, también ha resultado en un aumento significativo de las enfermedades zoonóticas, las causadas por patógenos que saltan de los animales a los humanos (como el COVID-19). Sin embargo, frente a los primeros signos de una pandemia mundial, este complejo industrial de alimentos de las transnacionales se vino abajo y dejó a los países y ciudadanxs en el caos.
Durante décadas, los gobiernos hicieron poco o nada para proteger a las pequeñas producciones y a lxs productorxs de alimentos que fueron expulsados por el agronegocio, por estos gigantes corporativos cada vez más disfuncionales. Que permanecieron inactivos mientras sus países se volvían cada vez más dependientes de unos pocos proveedores de alimentos que obligaban a los productores locales a vender sus productos a precios injustamente bajos para que los ejecutivos corporativos pudieran seguir aumentando sus márgenes de ganancia.
Incluso ahora, en medio de la pandemia, vemos esfuerzos persistentes por parte del lobby de la agroindustria para capturar todos los espacios democráticos de gobernanza. Por ejemplo, la asociación entre el Foro Económico Mundial (WEF) y el Secretario General de la ONU para organizar una “Cumbre de Sistemas Alimentarios” en 2021 refleja abiertamente una toma de control empresarial de las Naciones Unidas al más alto nivel.
En todo caso, esta pandemia nos ha dado suficientes razones para resistir tal captura corporativa y, en cambio, acelerar nuestras demandas de un Tratado Vinculante que pueda responsabilizar a las empresas por las violaciones de los derechos humanos y los derechos de lxs campesinxs.
Soberanía Alimentaria a través de la Agroecología Campesina
Los representantes electos del pueblo deben elaborar Políticas Públicas en sus Estados para promover la producción y distribución local de una cesta de alimentos diversa. Es esencial que cada gobierno en todas partes priorice la autonomía de sus ciudadanxs en el diseño de sus sistemas alimentarios. Cuando se otorgue a lxs pequeñxs productores de alimentos el poder de diseñar y decidir, tendremos un sistema alimentario que no sólo es cultural, climáticamente apropiado y diverso, sino que también se produce a través de métodos agroecológicos campesinos, basados en siglos de evidencia y experiencia. Incluso, en un informe reciente del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD) recomienda una “transición agroecológica” para hacer frente a la crisis alimentaria mundial y a la degradación de las tierras.
Soberanía Alimentaria y Reforma Agraria popular Urgente
La Soberanía Alimentaria garantiza las necesidades más básicas de la sociedad humana en todo momento: la alimentación. La pandemia o cualquier otra crisis perturbadora que el mundo pueda presenciar, se pueden resistir y sobrevivir si se garantiza la alimentación para todos los pueblos.
Nuestros sistemas alimentarios deben basarse en esta comprensión fundamental de nuestros derechos y necesidades básicas. Comer alimentos saludables es un derecho de todo ser humano en este planeta. Los alimentos nutritivos saludables no pueden ser sonteados por envases de carne y productos lácteos congelados homogéneos, insípidos y sin nutrientes producidos en fábricas lejanas. Para que se la Soberanía Alimentaria, garantizando los países sitios a seguir a una Reforma Agraria Popular que proteja las tierras agrícolas, los ríos, los océanos y los bosques de las industrias inmobiliarias y extractivistas. ¿Cómo puede la gente producir alimentos si se les quita la tierra? ¿Cómo puede un país llamarse a sí mismo libre si no puede alimentar a sus ciudadanos con alimentos saludables y nutritivos?
Sin embargo, lo que estamos viendo, incluso en medio de la pandemia, es que los Estados y los cabildeos con los agronegocios continúan desalojando violentamente a los pueblos de sus territorios, criminalizan a las y los líderes campesinos y permiten la apropiación de tierras, incluso causan la muerte.
La Soberanía Alimentaria puede vencer la recesión y reactivar las economías y los medios de vida rurales.
La pandemia también ha puesto de manifiesto el horror cotidiano de los trabajadores migrantes que viven en condiciones inseguras en una tierra extranjera que es hostil, xenófoba y patriarcal. Se necesitó una pandemia mundial para que las vidas de miles de millones de trabajadorxs rurales y urbanos fueran visibles para las poderosas élites del mundo, que se apresuraron a simpatizar en las redes sociales, pero pidieron que las leyes laborales fueran más “favorables a las empresas”. Esta hipocresía criminal de las élites del mundo debe terminar. Lxs trabajadorxs deben tener derecho a encontrar trabajo en o cerca de sus lugares de origen. La Soberanía Alimentaria puede garantizar un sistema de este tipo, ya que implica el uso de recursos locales – humanos y capitales – en la producción, distribución y consumo de alimentos. ¿Por qué un trabajadorx migraría a una ciudad y llevaría una vida indigna y lamentable, si uno puede encontrar trabajo y comida, en o cerca de su aldea?
La Soberanía Alimentaria es una luz que puede sacar al mundo de la oscuridad
Este largo túnel oscuro en el que se encuentra el mundo busca desesperadamente luz y esperanza. La mayoría de los pueblos del mundo, que viven en la desesperación y el desorden, una comunicación esperanzadora que garantiza a ellxs y a sus generaciones futuras equidad, igualdad y dignidad.
Incluso en estos tiempos difíciles, la solidaridad entre las personas más pobres y desposeídas del mundo nos da horizonte. La fraternidad y el coraje desplegados por millones de trabajadorxs de la salud, trabajadorxs de saneamiento, trabajadoras domésticas, campesinxs, pueblos indígenas, electricistas, técnicos, repartidorxs, conductores e innumerables trabajadorxs de primera línea nos están ofreciendo una lección; que en tiempos de crisis estructural, son lxs trabajadorxs y campesinxs quienes pueden salvar el mundo, incluso renunciando a su propia seguridad y salud.
Los gobiernos del mundo deben escuchar a la clase trabajadora y a lxs campesinxs que alimentan al mundo. Es así, que como movimiento que representa a más de 200 millones de campesinxs, La Vía Campesina hoy hace eco de las exigencias por Soberanía Alimentaria y Reforma Agraria Popular que vienen de nuestros territorios y exige la aplicación urgente de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs campesinxs y otras personas que trabajan en las zonas rurales como medida urgente construir un mundo con justicia, dignidad y solidaridad. #EsTiempoDeTransformar #SoberaníaAlimentariaYA
Para seguir las aquen de solidaridad en todo el mundo, consultar los hashtags #SoberaníaAlimentariaYA #EsTiempoDeTransformar #16Oct en Facebook, Instagram y Twitter.
Metade da humanidade não come; e a outra metade não dorme, com medo da que não come». CASTRO, Josué de. Geografia da fome.
A pandemia escancarou as consequências da crise do capital sobre a vida dos trabalhadores e trabalhadoras. Essa crise, política, econômica, social e ambiental, não é provocada por nós, mas pelas empresas do capital e por um estado empresarial, repressor. Mas somos nós que pagamos a conta e sofremos as consequências.
Somos mais de 13 milhões de desempregados e cerca de 40 milhões de pessoas que vivem do trabalho informal ou trabalho precário. O Brasil voltou para o Mapa da Fome, em decorrência de gestões que ignoram as necessidades reais do povo e para garantir os lucros exorbitantes do capital que não tem pátria e menos ainda senso de humanidade. As exportações dos produtos brasileiros nada têm a ver com a solidariedade aos povos de outros países, senão a ganância, mesmo que falte o que comer ao povo brasileiro.
Esse é o quadro que coloca os mais pobres de volta à fome e também traz problemas para os setores médios, pois o preço dos alimentos tem aumentado de forma assustadora, já que o agronegócio produz commodities, os supermercados especulam com a fome e as empresas promovem o uso de comidas artificiais que só deixam a população adoecida.
Em 2018 – dois anos pós o golpe ao governo Dilma Rousseff – o Brasil já contabilizava 10,3 milhões de brasileiros e de brasileiras em situação de pobreza ou de extrema pobreza (segundo dados do IBGE), e esta fome não esta somente na cidade. Esses números já são infinitamente maiores e imaginemos como estará o povo pobre no próximo período sujeito à alta no preço dos alimentos.
A falta de controle de estoque de alimentos regulado pelo Estado, a existência de um Plano Safra exclusivo para o agronegócio, bem como os vetos às medidas de apoio e fortalecimento da Agricultura Familiar e Camponesa, que é responsável em produzir comida de verdade, é o que tem piorado a situação de fome no Brasil
A crueldade das empresas e indústrias de alimentos está presente em todos os lugares, do campo, das águas, florestas e da cidade. Seja na introdução dos agrotóxicos dentro do modelo produtivo, seja na forma como se apresentam os alimentos ultraprocessados que não possuem capacidade de nutrir dos corpos e mentes humanos. Descarta-se o lixo das indústrias na boca de nossas crianças, e a classe trabalhadora tem sido a mais afetada nisso com menos tempo para o preparo dos alimentos nos grandes centros urbanos.
Nesse quadro, as mulheres têm sido as mais atingidas, elas são historicamente responsáveis pela alimentação das famílias e por isso têm que lidar com o combate à fome, buscando formas de colocar comida na mesa, lidando com a falta de emprego, pois foram as que mais perderam o emprego com as crises e, ainda, enfrentam uma grave ampliação da violência. A juventude, em especial a negra, segue morrendo nas periferias das cidades e sem oportunidades de produzir nos seus territórios. Os povos e comunidades tradicionais têm seus territórios atacados ainda mais, como forma do capital retomar suas taxas de lucro.
A natureza também tem sido duramente ameaçada e com ela a vida humana. Imagens de animais selvagens morrendo pelo fogo chocam o mundo inteiro, nossas florestas estão sendo destruídas com a única função de manter a acumulação capitalista materializada em sua forma atrasada no agronegócio brasileiro. A resistência é necessária e deve se dar entre todos que acreditam numa sociedade mais justa, onde todos possam comer e viver com dignidade.
Seguimos afirmando que a agricultura familiar e camponesa é o alicerce para a soberania alimentar de uma nação. Por isso lutamos no campo e na cidade pela defesa dos territórios indígenas, quilombolas, camponeses, pesqueiros, dos Fundos e Fecho de Pasto, pela construção de políticas que contemplem desde a produção ao consumo. Rechaçamos a expansão agrícola e mineral que avança sobre áreas de produção de alimentos e sobre as florestas e biomas.
PARA COMBATER A FOME NO BRASIL, NOS COMPROMETEMOS:
1. Seguir com todas as ações de solidariedade humana que têm ajudado a salvar vidas, através da partilha do pouco que temos, amenizando a situação de fome de muitas famílias, principalmente as crianças. Nossa solidariedade é de classe, ativa e orgânica para que os povos se organizem a mudar sua realidade de vida.
2. Lutar pela derrubada dos Vetos de Bolsonaro à Lei de Assis de Carvalho, proposta no PL 735/2020 –como passo fundamental para ampliar a produção de alimentos saudáveis pela Agricultura Familiar e camponesa e poder disponibilizar esse alimento para quem mais precisa, garantindo renda aos povos, especialmente as mulheres e a juventude.
3. Lutar pela retomada da construção dos estoques públicos de alimento URGENTE, para que o Estado regule preços e não deixe faltar os itens básicos para o povo do seu país a exemplo do feijão, do arroz, dentre outros. Construir um sistema de abastecimento alimentar. Sabemos que os estoques públicos que regulam os preços nas entressafras e nas situações de problemas climáticos são decisivos para manter a alimentação do povo.
4- Enfrentar este governo que tem abertamente decretado a fome para o país. FORA BOLSONARO! A liberação do Auxílio Emergencial, que até agora fez a diferença na vida das pessoas, não foi por vontade do governo federal que, na primeira oportunidade que teve, negou o apoio para os agricultores/as seguirem produzindo alimentos (veto ao PL 735). Reafirmar o direito ao pleno emprego e a uma renda digna é materializar o direito de se alimentar bem, com segurança e soberania alimentar.
5 – Lutar para que todas as políticas públicas voltadas à construção da soberania alimentar tenham a capacidade de atender as demandas diferenciadas dos povos e comunidades tradicionais, da juventude e das mulheres, como forma de garantir um desenvolvimento econômico, social e ambiental baseado na agroecologia e na igualdade de condições para todos. É necessário retomar o Programa de Aquisição de Alimentos (PAA), fortalecer o Programa Nacional de Alimentação Escolar (PNAE), ampliar o acesso à água para abastecimento humano e para a produção de alimentos com cisternas e expandir a rede de restaurantes populares.
Nós, Movimentos Populares, Entidades e Sindicatos do campo e da cidade vamos continuar lutando e alimentando a esperança. Defendemos um Programa de Renda Básica Permanente, Programa de Produção de Alimentos Saudáveis, a derrubada dos Vetos à Lei Assis Carvalho, Programas de Compra de Alimentos com doação a quem precisa, Programa de Geração de Empregos, Abastecimento de Água e Valorização do Salário Mínimo.
Por isso, neste DIA MUNDIAL EM DEFESA DA ALIMENTAÇÃO, temos a responsabilidade de nos dirigir à sociedade brasileira para manifestar nossa grande preocupação com a fome que se agrava em nosso país.
A produção de alimentos depende da preservação ambiental e da biodiversidade dos biomas. Para manter as florestas em pé, precisamos dos povos do campo, das águas e das florestas, VIVOS e em seus TERRITÓRIOS. Não é só fogo, é capitalismo e destruição. Tirem as mãos das nossas riquezas! Soberania nacional e popular já!! Fora Imperialismo!
#LaViaCampesina #EsTiempoDeTransformar #SoberaníaAlimentariaYA #16Oct Desde la V Escuela Continental de Comunicación de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-LVC) presentamos la campaña de audios radiales conmemorando el 16 de Octubre “Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y contra las transnacionales”.