Brasil: Movimientos reafirman lucha por tierra, territorio y dignidad

Martes 21 de Agosto de 2012

Encuentro de los Trabajadores, Trabajadoras y Pueblos del Campo, de las Aguas y de las Florestas presenta documento con propuestas para implantación de un modelo de desarrollo alternativo para el país

En el Parque da Cidade, la tarde de este lunes (20), los siete mil trabajadores y pueblos del campo, las aguas y las florestas participaron de la presentación del documento de propuestas para un desarrollo en contrapunto al agronegocio.

El documento propone la concreción de la reforma agraria, el acceso a la tierra, el fortalecimiento de la agricultura familiar, y el fomento a la producción agroecológica y orgánica. El objetivo es crear una identidad conjunta, que contemple la realidad de los pueblos y respete la diversidad de las categorías.



Construido a partir del diálogo con los movimientos sociales, la idea es que el nuevo modelo de desarrollo sea puesto en práctica. “Tenemos un programa de clase, tenemos que unirnos. El 80% de nuestro territorio es usado por el agronegocio. Tenemos que juntarnos para vencer”, dijo João Pedro Stédile, de la Dirección Nacional del MST.

Al citar el agronegocio como agente devastador del medio ambiente y “que ve a las comunidades del campo como estorbo para el desarrollo”, Elisângela Araújo, coordinadora general de la FETRAF, reafirmó que no es ése el modelo que defienden los movimientos.

“Nuestra lucha pasa por el desarrollo del territorio con sustentabilidad y soberanía alimentaria. Esto se logra con una amplia reforma agraria, que genera distribución de renta y producción de alimentos saludables”, afirmó.

La coordinadora también destacó el fortalecimiento de las asociaciones y cooperativas y la reestructuración de las políticas de crédito como puntos estructurales para un nuevo modelo de sociedad. Para ella, el país necesita colocar la agricultura familiar y campesina como factor estratégico para el desarrollo socioeconómico.

51 años de lucha

El Encuentro Unitario de los pueblos se da 51 años después del primer Congreso Nacional Campesino, que se realizó en Belo Horizonte (MG). En esa época, el país estaba al comando de joão Goulart. El centro del debate era el fin de la división de la producción con los latifundistas y el acceso a la previsión social.

Willian Clemente, de la Contag, al hablar sobre el marco histórico, remarcó que el Encuentro inaugura una nueva fase en la lucha campesina. Al hacer críticas al gobierno de la presidente Dilma, “que ha tomado clara preferencia por el agronegocio”, resaltó que el gobierno debería, al contrario de crear otro paquete de medidas para la industria, implantar un programa de aceleración de la reforma agraria.

Durante el Encuentro, los líderes citaron a los compañeros caídos durante la lucha. De acuerdo con la la publicación anual Conflictos en el Campo Brasil, de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), se registraron asesinatos de 29 trabajadores rurales en 2011.

Aunque el número es menor al del año anterior, en que murieron asesinados 34 trabajadores, hubo un aumento en el número de trabajadores amenazados de muerte del 177,6%.

Para la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) “el modelo de desarrollo que sega vidas y mete a la carcel a líderes que luchan por la tierra, no puede ser llamado desarrollo”, concluyó Lindomar Terena, líder indígena.

La lucha de los movimientos es por que se haga efectiva de la educación específica para los habitantes del campo, con principios que valoricen la cultura local, con la implantación de una política que reconozca la cultura como parte de las comunidades tradicionales y que respete las diversidades.

A modo de ejemplo, Ditão Alves, de la Coordinación Nacional de Articulación de Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq) dijo que es necesario respetar y valorizar las culturas quilombolas que están en riesgo debido a la actual política brasileña.

 

 

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