En Saravena, Arauca, en el centro-oriente del país la templanza y el tesón de campesinas, campesinos colonos y llaneros, han tejido históricamente la resistencia, la lucha y la defensa de los territorios; entre los días 14 y 20 de noviembre, 400 delegados y delegadas procedentes de 22 departamentos de Colombia, celebramos la VII Asamblea del Coordinador Nacional Agrario (CNA), dando cumplimiento al objetivo trazado de fortalecer nuestra estrategia política, organizativa e ideológica para articular nuestra acción política con el conjunto del movimiento popular hacia la reforma agraria, la soberanía y la vida digna en los territorios.
Nuestro espacio deliberativo y decisorio se da en un contexto de crisis generalizada en materia económica, política, social y DDHH, con 87 masacres perpetradas en los que va corrido de este año, cerca de 150 lideresas y lideres sociales asesinados, entre los que se cuentan diferentes compañeros del CNA, incluyendo a Marco Rivadeneira en Putumayo y Patrocinio Bonilla en el Chocó, quienes fueran líderes nacionales del CNA, y el desplazamiento de cientos de familias organizadas en el CNA, principalmente en el Cauca.
El país está también en una crisis de legitimidad del gobierno autoritario de Duque, gobierno que está hundido en la corrupción y en donde el paramilitarismo fortalece sus prácticas genocidas como politica de Estado; las regiones militarizadas y asediadas por las bandas criminales que actúan como ejércitos de ocupación en los territorios de la mano con la institucionalidad, para asegurar sus enclaves económicos agro industriales y extractivistas, incluido el narcotráfico ;una crisis generalizada en materia económica para la clase popular que arroja más hambre, pobreza y explotación, y una pandemia gestionada en beneficio del capital financiero y la oligarquía.
Pese a esta difícil realidad de constantes amenazas, las comunidades campesinas logramos sobreponernos y preparar con éxito jornadas de movilización, paros nacionales y, en los últimos meses, encuentros pre-asamblearios en los territorios, los cuales garantizaron el éxito de nuestra asamblea, tanto en el desarrollo del debate, los aportes políticos y la participación cualificada de delegadas y delegados de las organizaciones de base, quienes refrescamos y actualizamos nuestra Plataforma Política, elegimos los órganos de conducción colectiva para el próximo periodo y trazamos los lineamientos del Plan de Acción.
En materia de tierras y construcción de territorialidad, consideramos que la movilización social sigue siendo la forma de evitar el despojo y la concentración de tierras. Trabajaremos por consolidar una propuesta nacional de recuperación de tierras para las y los campesinos de Colombia, seguiremos impulsando la creación de los Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM), el fortalecimiento de la Guardia Campesina, a nivel nacional como mecanismo de autoprotección de la vida y los territorios que está el servicio del movimiento social, en favor de la clase popular y que es eslabón fundamental de la apuesta estratégica de construcción de Poder Popular.
Reafirmamos la Reforma Agraria como bandera de lucha histórica del campesinado, la cual consideramos vigente desde un enfoque ideológico transformador anticapitalista para la construcción de una nueva sociedad, por lo cual debe ser integral, popular, soberana y debe articular las propuestas de los TECAM y demás territorialidades de los pueblos indígenas y negros, el reconocimiento político del campesinado como sujeto social y de derechos, la recuperación de tierras, el fortalecimiento de una economía propia que nos permita la permanencia en el territorio, la movilización y lucha campesina para enfrentar el capitalismo, y establecer un modelo económico propio en armonía con la naturaleza, para la soberanía alimentaria, la vida digna y el poder popular.
Como Coordinador Nacional Agrario nos disponemos a la tarea de pensar en una soberanía energética; propuesta que debemos construir enmarcada en un plan de vida digna que propenda por la autonomía de nuestro territorio. Impulsaremos La Agroecología como una apuesta política, y herramienta de lucha contra el sistema agrícola capitalista y el agronegocio. Con un enfoque anticapitalista, anti extractivista y que reconozca el papel transformador de las mujeres campesinas, quienes han sido las cuidadoras y reproductoras de las semillas, que construya soberanía alimentaria, que establezca un equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. Que tenga como prioridad las semillas nativas y criollas, que garantice la permanencia de los campesinos en sus territorios, que procure la recuperación de la identidad de clase y la cultura campesina.
Como organización agraria nos disponemos para dar la lucha institucional, entendiéndola como un escenario táctico y de lucha de clases en el que confrontaremos al Estado capitalista, el régimen y los gobiernos que estén a su servicio, que no se reduce a participar a elecciones cada cuatro años sino que debe estar orientada en la construcción de un plan de acción para la vida digna el poder popular y el fortalecimiento de nuestras organizaciones; en donde se reconocen y tienen como guía los mandatos que hemos elaborado como el plan a ejecutar en los distintos escenarios de participación como las Juntas de Acción Comunal, mesas de interlocución, negociación departamentales y municipales, representaciones estudiantiles de instituciones educativas, consejos de desarrollo rural, plataformas juveniles, entre otras.
Finalmente, el Coordinador Nacional Agrario – CNA saluda al pueblo colombiano que lucha, resiste, crea y recrea en el día a día la política transformadora de los oprimidos del campo y la ciudad que le hacen frente a este modelo depredador y explotador del ser humano y la naturaleza. De igual manera, hacemos el llamado a seguir fortaleciendo la conciencia de clase y la movilización de nuestro pueblo para seguir construyendo ese bloque popular, democrático y revolucionario que nos llevará a la victoria.