Conscientes del contexto que vive la población a nivel mundial con la pandemia del COVID-19, las mujeres: campesinas, indígenas, pescadoras, pastoras y asalariadas, afirmamos hoy más que nunca el valor de la lucha por la tierra y el territorio, por el rescate de los saberes ancestrales que permiten hacer frente a la pandemia y al perverso sistema capitalista que continúa saqueando nuestros bienes comunes con la complicidad de gobiernos lacayos que vulneran la vida de los pueblos del campo y principalmente de las mujeres, que venimos dando la batalla por décadas contra todas las formas de explotación, discriminación y subordinación.
Culminamos este periodo de trabajo organizativo 2020 con balance bastante positivo, partiendo de la realidad que vive la humanidad con la pandemia, la cual nos obligó a modificar nuestras estrategias de lucha, pasando de encontrarnos de manera presencial a desarrollar trabajo virtual. Si bien la tecnología es arma del sistema capitalista, los pueblos tenemos el derecho de utilizarla a nuestro favor.
Así mismo con la llegada de la pandemia a nuestra América en marzo 2020, las mujeres nos planteamos mantener el compromiso asumido en la VI Asamblea de mujeres en la Habana, Cuba que planteamos “fortalecer la unidad en la diversidad para cambiar el sistema capitalista y neoliberal que pone los intereses del capital por encima de los derechos de los pueblos al buen vivir, a la protección y cuido de la madre tierra y la soberanía alimentaria”.
La formación política e ideologica a nivel virtual ha sido la estrategia perfecta para fortalecer la lucha social en momentos de pandemia donde el capitalismo busca vulnerar la vida de la humanidad y particularmente de las mujeres del campo, con el aumento de la violencia doméstica como consecuencia del confinamiento establecida por los estados.
Esta realidad ha producido un impacto negativo en la reproducción y sostenibilidad de la vida que como resultado genera una feminización de los trabajos reproductivos, haciendo que las mujeres no tengan la capacidad de desarrollar actividades de oscio o recreación y de manera contraria, se presenten extremas jornadas de trabajos y situaciones de violencia dentro de las familias que son invisibilizadas. Este fenómeno ha implicado para la Articulación de Mujeres de la CLOC-LVC repensar nuestro trabajo y seguir luchando por una sociedad equitativa e igualitaria en la busqueda de cambiar la relaciones de poder desiguales en el medio rural.
La apuesta por la construcción del feminismo campesino y popular, desde nuestra evolución ha contribuído a repensar la vida de las mujeres en el campo. Principalmente para hacer frente a las distintas opresiones que han generado la cultura capitalista y patriarcal que articulan para desarrollar prácticas de carácter: misógina, sexista, androcéntrica y machista, con el fin de objetivizar los cuerpos de las mujeres, creando desigualdades entre las relaciones de género en el medio rural.
La construcción feminista que se emerge desde los territorios y los pueblos del campo, va tejiéndose junto a la promoción y la lucha accionaria de la campaña Basta de Violencia Contra las Mujeres del Campo, contra los agronegocios y los agrotóxicos, lo que implica: la lucha por la vida, por la defensa de las Semillas que son Patrimonio de nuestros Pueblos al Servicio de la Humanidad, por el derecho igualitario a la tenencia de la tierra y contra la explotación, la violencia, el maltrato en el trabajo, y por salarios justos e igualitarios, la agroecología como sistema de producción ancestral que garantice la Soberanía Alimentaria.
A nivel general saludamos los esfuerzo realizados por cada una de las regiones donde las mujeres desarrollaron diferentes acciones virtuales para contextualizar la vida de sí mismas frente a la pandemia y como el capitalismo hace uso de diferente armas para afianzar su hegemonía.
En este contexto las mujeres dejamos claro que ninguna pandemia podrá detener la producción campesina, el cuido y protección de la madre tierra, así como la lucha frente a sistemas opresores que valiéndose del confinamiento buscaban apropiarse de nuestros cuerpos, territorios y los bienes comunes.
Desde la Articulación de Mujeres de la CLOC-LVC, cerramos este 2020, con la esperanza de seguir fortaleciendo la lucha a todos los niveles con el objetivo de transformar el nivel de vida de las mujeres en el medio rural.
A nivel orgánico tenemos el desafío de seguir trabajando la sistematización de nuestro recorrido histórico como mujeres del campo dentro de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-LVC.
Nos encaminamos hacia nuestra V Escuela Continental de mujeres para el próximo año 2021, espacio que permitirá seguir profundizando sobre la construcción del feminismo campesino y popular, apuesta política que engloba la lucha de las mujeres en el medio rural.