Nosotras, mujeres indígenas, lideresas comunitarias, lideresas de organizaciones, representantes de grupos de mujeres y jóvenes, de siete pueblos diferentes de ambas regiones del país, articuladas en la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, nos reunimos en Asunción los días 8 y 9 de diciembre de 2018 a fin de brindarnos las energías suficientes para seguir en la senda de la defensa de nuestros territorios-tierra/bosque/agua, de nuestros territorios-cuerpo, de nuestros territorios-cultura/lengua y de manera a fortalecer nuestra organización de alcance nacional, Conamuri, desde nuestras cosmovisiones, prácticas organizativas y experiencias de luchas.
Nos reconocemos cuidadoras del territorio que habitamos y donde somos, nos reconocemos lideresas en nuestras comunidades y en las organizaciones donde militamos por nuestros derechos y como tales reclamamos plenos reconocimientos ante las autoridades y la sociedad. Como mujeres lideresas, reclamamos participación plena en todos los asuntos que afectan nuestras comunidades, en especial cuando hay megaproyectos que quieran instalarse en nuestros territorios.
Reivindicamos la necesidad de recuperar plenamente el sentido de la palabra comunidad que nos dejaron nuestras abuelas y nuestros abuelos, y eso requiere hoy día seguridad sobre la tenencia de la tierra. Solo así podremos tener tekoporã, tekojoja y tekokatu.
Reclamamos de los líderes el respeto que nos merecemos nosotras por ser mujeres y por ser lideresas, no aceptamos malos tratos ni discriminaciones por liderar procesos comunitarios y organizativos ante los atropellos genocidas que nos vienen perpetrando en todos nuestros territorios, creemos firmemente que estamos contribuyendo con el futuro de nuestros pueblos. No queremos competir, somos sujetas políticas interesadas en el bienestar comunitario, el bienestar de nuestra familia y el cuidado de nuestra propia vida.
Demandamos del Estado atención real a las causas de los problemas que aquejan nuestras comunidades, nuestros territorios y nuestro ser Mujer Indígena; políticas públicas (salud, vivienda, educación, programas sociales, producción, empleo, etc.) diseñadas e implementadas participativamente –no queremos regalitos, somos sujetas de derechos–; garantías de un ambiente saludable, de una vida libre de violencias y de discriminaciones, valoración efectiva no solo discursiva de nuestro acervo cultural y lingüístico diverso; efectivas acciones que frenen a las empresas que expolian nuestros territorios, devolución de territorios ancestrales a los pueblos que los demandamos, compra de tierras para las comunidades que han sido expulsadas de sus territorios por diversas causas.
Nos comprometemos a sumar a otros pueblos y otros procesos a los esfuerzos organizativos que realizamos desde Conamuri para que nuestras voces sean escuchadas, por lo cual apostamos fuertemente a la formación política, el conocimiento del funcionamiento del Estado y al fortalecimiento de nuestra convivencia comunitaria con una mirada intercultural en los territorios donde nos encontramos; asimismo nos comprometemos a dar participación plena a las jóvenes que del intercambio vayan siendo protagonistas de las luchas que venimos llevando desde tiempos ancestrales. Nos comprometemos además a luchar contra el machismo de nuestros compañeros para adherirlos a nuestras causas.
Y junto con las compañeras campesinas nos comprometemos a construir un feminismo revolucionario, que reconozca y promueva la diversidad y la lucha por los cambios desde la cotidianidad, así también en la lucha contra todo sistema de opresión que cercene nuestros sueños de un mundo sin desigualdades y con justicia social, con Reforma Agraria, Soberanía Territorial, Alimentaria y Agroecología.
¡Sin los pueblos indígenas arriesgamos el futuro del planeta!
Asunción, 9 de diciembre de 2018