Hoy culmina la reunión de la Comisión Política Pedagógica de la Cloc-Vía Campesina Centroamérica, cuya cede es en la Escuela Campesina Francisco Morazán en Nicaragua. Dicha reunión persigue evaluar todo el proceso de formación del año 2018.
La agenda contempló un análisis coyuntural de la región, haciendo énfasis en la situación que atravesó Nicaragua en los meses pasados, donde quedó claro que lo vivido no es más que un golpe suave, donde un pequeño grupo pretendió desgastar paulatinamente a la verdadera mayoría. La derecha en Nicaragua en el 2007 empezó a construir el caos, es decir, fueron 10 años de lucha financiados por congresistas de la USA. En su etapa final de destrucción provocaron quema de instalaciones del gobierno, instituciones privadas, destrucción, quema y saqueo de instalaciones del FSLN, símbolos del partido, daños psicológicos y emocionales a las familias nicaragüenses, entre muchos otros. Finalmente, no pudieron ni podrán contra el pueblo nicaragüense organizado.
La reunión permitió un espacio para conocer y debatir sobre la estrategia de formación política continental como Cloc-Vía Campesina cuyo mayor esfuerzo es la formación de la conciencia política, social y científico técnica.
En la actualidad los procesos de formación son a través de los Institutos Agroecológicos (IALA) como respuesta a la Soberanía Alimentaria, principio fundamental de nuestro movimiento campesino mundial. El IALA se concibe como un nuevo modo de crear y compartir conocimientos científicos, tecnológicos, humanísticos y saberes que conduzcan a romper con la lógica de la racionalidad dominante en el contexto agrario y rural de nuestros países.
En este punto se detuvieron a debatir sobre el IALA Mesoamerica,el cual nació en el 2015 con el fin de aumentar las capacidades y competencias de las y los líderes en los diferentes niveles en los 7 países. Dicha escuela funciona en Santo Thomas Chontales, Nicaragua.
Las y los miembros de la Comisión Política Pedagógica regresan a sus países con el desafío de movilizar, formar política y organizativamente la clase trabajadora para superar los desafíos que son numerosos, y para crear programas que integren y unan la diversidad de experiencias de Nuestra América con el objetivo de formar militantes con conciencia transformadora.
Globalicemos la lucha, Globalicemos la esperanza.