Este sábado 25 de mayo 2024 en el Centro de Formación Mamá Tingó CEFCAMATI, Republica Dominicana, con una simbólica mística se apertura la VI Escuela Continental de Mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-Vía Campesina.
La Escuela es un espacio de encuentro, reflexión y acción donde las mujeres campesinas y rurales puedan compartir experiencias, adquirir conocimientos y fortalecer sus capacidades para enfrentar los desafíos que enfrentan en sus contextos locales. Se espera que este proceso formativo contribuya significativamente al fortalecimiento del movimiento de mujeres en América Latina y el Caribe, así como a la consecución de los ideales de justicia, equidad y dignidad que nos animan como organización.
La Escuela plantea los siguientes objetivos:
Fortalecer el proceso político-organizativo de la articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina
Adquirir herramientas teóricas para potenciar la organización y la formación de base de las mujeres.
Apropiar a nuestras compañeras del debate y construcción del feminismo campesino y popular en nuestras organizaciones y territorios.
Los temas que se abordarán en la Escuela están basados en el trabajo y las luchas de la CLOC-Vía Campesina:
La Vía Campesina como movimiento internacional
La Vía Campesina es un movimiento internacional de campesinos y campesinas que ha surgido como una voz vital en la lucha por la soberanía alimentaria, la justicia social y la defensa de los derechos campesinos en todo el mundo. En este tema, se explorará el recorrido histórico de la Vía Campesina, destacando sus luchas y reivindicaciones en la defensa de los derechos de las comunidades rurales.
Capitalismo, patriarcado, racismo y fascismo: violencia contra la mujer
Este tema aborda las intersecciones entre el capitalismo, el patriarcado, el racismo y el fascismo, y su impacto en la vida de las mujeres en el campo y la ciudad. Se examinarán las formas de organización y dominación que subyacen a estas estructuras, así como las diferentes manifestaciones de violencia contra las mujeres en distintos contextos sociales y culturales.
Feminismo campesino y popular
En este tema se llevará a cabo un estudio exhaustivo de las distintas corrientes del feminismo, con un enfoque especial en el feminismo campesino y popular. Se analizará el origen del feminismo como movimiento político y se explorarán las diferentes corrientes y perspectivas que han surgido a lo largo de la historia.
Pueden seguir el desarrollo de la VI Escuela Continental de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina a través de la pagina web de la CLOC y sus redes sociales:
En esta edición de la revista digital Boletin Tierra te mostramos como el movimiento campeisno se moviliza en solidaridad con los pueblos, se articula por la Soberanía Alimentaria, prepara el camino hacia Nyéléni fortaleciendo las organizaciones através de la formación.
Bajo el lema “Con convicción, construimos Soberanía Alimentaria y luchamos contra las crisis y la violencia” La Vía Campesina llamó a acciones globales de solidaridad y denuncia este 8 de Marzo 2024, Día Internacional de Lucha de las Mujeres Trabajadoras.
Las mujeres integradas en la CLOC-Vía Campesina, expresan que su norte político es la construcción de una sociedad socialista donde la eliminación de la propiedad privada, la socialización de los medios de producción, la eliminación de las jerarquías de poder en las relaciones de mujeres y hombres sean superadas, igualadas en todos los aspectos políticos y sociales para el buen vivir de nuestros pueblos.
La CLOC-Vía Campesina Región Caribe se movilizó en solidaridad con las mujeres haitianas en contra la intervención extranjera, y refrendamos desde esta región la memoria de las mujeres trabajadoras, luchadoras resistentes que mantienen en alto sus banderas de lucha y que históricamente continúan con demandas y propuestas políticas que garantizan la continuidad de una nueva sociedad, más allá del capitalismo donde se deben abordar e impulsar las desigualdades de género existentes en el mundo de hoy.
Desde la Articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina en Centroamérica, se sumaron a la conmemoración haciendo un llamado a la paz mundial y demandando el cese del genocidio contra el pueblo Palestino que ha cobrado la vida de miles de mujeres. Además hicieron un llamado a los Estados de la región para que asuman un compromiso serio y sostenido con la Declaración sobre Derechos Campesinos de la ONU, en Centroamérica, especialmente con el Artículo 4 que se refiere a la no discriminación hacia las mujeres y que indica los siguiente: “Los Estados adoptarán todas las medidas apropiadas para erradicar todas las formas de discriminación de las campesinas y otras mujeres que trabajan en las zonas rurales y para promover su empoderamiento de manera que puedan disfrutar plenamente, en pie de igualdad con los hombres, de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales y obrar por el desarrollo económico, social, político y cultural del ámbito rural, participar en él y aprovecharlo con total libertad”.
La CLOC-Vía Campesina Región Suramérica resaltó la importancia de la organización y lucha como un espacio de liberación y toma de conciencia, que garantiza la participación política de las mujeres como sujeto histórico, con el fin de construir una sociedad de justicia, sin importar la etnia, género u la orientación sexual. Vimos como las políticas se vuelven más y más neoliberales, y conservadoras empeorando la situación de las mujeres en Sudamérica. Las mujeres siguen privadas de su libertad más básica, de sus derechos básicos, están expuestas a la violencia y al feminicidio. En el sector económico también, la mayoría de los trabajos precarios están hechos por las mujeres. Las mujeres asumen muchas tareas en las áreas rurales, sin embargo, no tienen libertad económica ni acceso a la propiedad, menos aún tienen derechos sociales, recursos naturales a empresas transnacionales extranjeras por la construcción de represas y captura de los recursos de los pueblos indígenas.
Es por eso, que hoy las mujeres y hombres de la CLOC-Vía Campesina Sudamérica, ante este contexto de criminalización, por eso la jornada del 8 de Marzo se movilizaron contra todo tipo de opresión, tomando las calles y las plazas de nuestras ciudades, pueblos y territorios denunciando el modelo destructivo del capital y agronegocio, visibilizando cómo éstos atentan contra la vida de las mujeres, que pone en riesgo la Soberanía Alimentaria que nos ha permitido recuperar identidad de las mujeres, es el centro conocimiento experiencia y sabiduría de los pueblos. En la región el auge de la lucha feminista es esperanzador, pero también requiere una responsabilidad política de la CLOC-Vía Campesina y sus organizaciones miembros en los países de no perder el rumbo de nuestro planteamiento del Feminismo Campesino y Popular.
Como cada 17 de abril, la CLOC-VC conmemora el Día Internacional de las Luchas Campesina en memoria de la masacre de 19 trabajadores sin tierra en Eldorado Dos Carajás, Brasil. En el marco de esta importante fecha desde La Vía Campesina se realizó un llamado a acciones que promuevan la Soberanía Alimentaria, apoyando la Declaración de la ONU sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales UNDROP (por sus siglas en inglés).
En el marco de las Luchas Campesinas se realizaron diversas acciones y movilizaciones a lo largo del continente. Desde el campo de lo digital se difundió a partir de distintos formatos como podcast, afiches, ilustraciones, entre otras, acerca ejes fundamentales de la lucha campesina desde lo local, regional y global.
Por otra parte, podemos destacar algunas de las acciones realizadas desde las diversas regiones:
En la región caribe, concretamente en República Dominicana, el 17 de abril El Instituto Agroecológico Latinoamericano Florinda Soriano Muñoz – IALA Mamá Tingó, centro de formación de la CLOC-Vía Campesina, miembro de la Articulación Nacional Campesina y la Alianza por la Soberanía Alimentaria la CLOC-LVC, visitan la Cámara de diputados en República Dominicana, donde fueron recibidos por la Comisión de Agricultura, la Comisión de Derechos Humanos y una amplia delegación de diputados/as para la entrega formal de La Declaración de Los Derechos Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales aprobada por la ONU, además la revisión del anteproyecto de Ley de Pesca RD.
En la región de Centroamérica, en El Salvador, se realizó una rueda de prensa donde se exigió la aplicación de la UNDROP, que fue un compromiso que el Estado salvadoreño adquirió desde diciembre del 2018 al adherirse y ratificar en la Asamblea General de las Naciones Unidas la Declaración de los Derechos del Campesinado y otras personas que Trabajan en las otras Zonas Rurales (UNDROP).
En la región de Suramérica, en Chile durante el V Seminario Internacional de Agroecología y Cultura en Chile, se realizó un Intercambio de semillas para con el fin de seguir propagando las semillas nativas, siendo la defensa de estas claves en la lucha por la Soberanía Alimentaria.
¡Construyamos Solidaridad! ¡Basta de genocidios, desalojos y violencia!
Con el objetivo de garantizar la eficacia de la labor que realiza la FAO a nivel regional se llevó a cabo la 38 Conferencia Regional para América Latina y el Caribe entre el 11 y 13 de marzo 2024 en Guyana, espacio que permitió la definición de las áreas prioritarias de trabajo para este bienio. En este evento de consulta, participaron organizaciones y movimientos sociales a través de voceros y voceras entre ellas representantes de la plataforma Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe quienes en su intervención acotaron:
Planeamos la agricultura familiar campesina e indígena visibilizando la participación de las mujeres y juventudes, y el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar como camino que ha tenido su recorrido y proceso en el que han jugado un papel muy importante los comité nacionales de agricultura familiar campesina e indígena, con planes de acción acorde al desarrollo rural y desde donde se han trabajado los planes nacionales y los borradores de leyes que garanticen que la agricultura familiar sea tomada en cuenta por los tomadores de deserciones.
“La soberanía alimentaria es lo que nosotros creemos para garantizar el derecho humano a la alimentación. Es importante apoyar con políticas y programas para valorar la producción del alimento que proviene de la agricultura campesina e indígena, nosotros somos parte de la solución”.- Fernando López, COPROFAM, integrante de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.
“No puede haber transformación azul sin la participación plena y efectiva de los pescadores artesanales de pequeña escala, de las mujeres pescadoras y recolectoras, y de las juventudes, pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales cuyas estrategias de vida dependen de los pueblos” – Gisella Illescas, MAELA, integrante de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.
“Vemos con preocupación la promoción de las falsas soluciones, como el mercado de carbono y la captura corporativa que no respeta la Consulta Libre, Previa e Informada.” – Taily Terena, CITI, integrante de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.
Nuestros líderes siguen siendo criminalizados, amenazados y asesinados, en esta consulta aportamos al diálogo político y acuerdos bilaterales que garanticen soluciones acorde a la agenda del movimiento basados en la solidaridad y la integración física de nuestros líderes campesinos.
Dentro de las prioridades discutidas en las consultas se reflejan las Cuatro Mejoras del Marco Estratégico de la FAO: mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor. Estas son dimensiones interconectadas que contribuyen a la transformación de los sistemas agroalimentarios a través de la producción eficiente, inclusiva y sostenible; la erradicación del hambre y el logro de la seguridad, soberanía alimentaria y la nutrición; la gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación al cambio climático, la reducción de las desigualdades y la pobreza y la promoción de la resiliencia.
Por lo que nos sumamos a las propuestas como movimiento social de asumir según lo resaltado en esta consulta:
Contribuir e incidir en programas en nuestras zonas rurales que permitan combatir el hambre desde el derecho de la campesina a producción alimentos sanos y desde una propuesta agroecológica para el consumo familiar y comunitario.
Asegurar el acceso físico y económico a alimentos inocuos y nutritivos para lograr dietas saludables y uniéndonos a la gran demanda de las campañas de no al etiquetado.
Apoyar políticas y programas destinados a reducir el sobrepeso y la obesidad, fomentar el comercio local dando valor a la cadena alimenticia desde la producción campesina.
Fomentar el comercio agroalimentario dando valor a la producción campesina local y disminuyendo los intermediario incentivando los mercados solidarios.
Aumentar la productividad y ampliar las oportunidades económicas rurales desde el incentivo a la financiación para la producción campesina.
Apoyar la aplicación de las iniciativas campesinas locales incentivando la productividad que permita ampliar las oportunidades económicas rurales.
A partir de este artículo, te contaremos en cada edición del Boletín Tierra todo acerca de Nyéléni y lo qué significa para la lucha por la Soberanía Alimentaria.
Vamos a empezar por comentar ¿Qué es Nyéléni? ¿De dónde surge? Y ¿Qué simboliza?
«En Mali hay un símbolo muy poderoso que podría ser el símbolo de la soberanía alimentaria. Es una mujer que entró en la historia como gran agricultora. Cuando se dice su nombre, todo el mundo sabe lo que representa. Madre nodriza, madre agricultora, luchó para afirmarse como mujer en un entorno que no le era favorable. Esta mujer se llamaba Nyéléni. Si usamos este símbolo en Mali todo el mundo sabrá que es una lucha por la alimentación, una lucha por la soberanía alimentaria.» – Ibrahim Coulibaly, La Vía Campesina
Como homenaje a la legendaria campesina maliense se denominó Nyéléni, se celebró el primer ForoInternacional sobre Soberanía Alimentaria en el año 2007. Este evento representó un hito crucial y reunió a más de 500 personas de 80 países con el fin de agrupar ideas, estrategias y acciones para fortalecer el movimiento global en favor de la soberanía alimentaria.
Nyéléni simboliza la convergencia de luchas y compromisos para construir un mundo libre de codicia, hambre, explotación, extractivismo, misoginia, racismo, discriminación y violencia. Desde 2007, Nyéléni ha sido un espacio para construir estrategias colectivas, avanzar en la Soberanía Alimentaria, los derechos a la tierra y los territorios, la agroecología y los derechos de todos las y los pequeños productores de alimentos. Las articulaciones creadas nos han dado la fuerza para organizarnos contra el capitalismo, el neoliberalismo, el poder de las empresas, el patriarcado y el ecocidio. A través de las reuniones de Nyéléni en 2007, 2011 (Europa), y 2015, el movimiento por la soberanía alimentaria sentó las bases de nuestra postura futura en muchas negociaciones mundiales.
Estos eventos y los conceptos nacidos en ellos dieron lugar a las Directrices Voluntarias para una Gobernanza Responsable de la Propiedad de la Tierra, la Pesca y los Bosques, las Directrices Voluntarias para Garantizar la Pesca Artesanal Sostenible en el Contexto de la Seguridad Alimentaria y la Erradicación de la Pobreza, y la aplicación de los Derechos de los Agricultores en el contexto del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. Pero en el actual contexto mundial, el movimiento por la Soberanía Alimentaria no puede lograrlo solo.
Para desmantelar el agronegocio y el poder empresarial, así como para dar respuestas integrales a las persistentes crisis sistémicas y al ascenso de las fuerzas de la derecha conservadora, necesitamos converger con las organizaciones populares que se enfrentan a diferentes formas de opresión y amenazas. Colectivamente, podemos proponer verdaderas alternativas para todos y avanzar en la justicia social, de género, racial, económica, intergeneracional y medioambiental. Los encuentros de Nyéléni son, por tanto, esenciales para construir principios, conceptos y estrategias compartidas y reforzadas por muchos movimientos de diferentes sectores, al tiempo que defienden a los más vulnerables a nivel local.
En la siguiente edición hablaremos sobre ¿cómo se involucra el movimiento campesino y cuál es el proceso que lleva la preparación hacia Nyéléni 2025.
La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-LVC, saluda a la primera generación de estudiantes y al equipo facilitador de la Maestría en Agroecología 2022-2024, quienes celebraron su ceremonia de graduación el pasado 5 de marzo en la sede de El Colegio de la Frontera Sur en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.
Esta primera generación de la maestría 2022-2024 fue llevada a cabo en convenio junto a El Colegio de la Frontera Sur y la Sociedad Científica Latinoamericana SOCLA, conformada por once estudiantes en total, de quienes cuatro fueron cuatro compañeras colaboradoras y militantes delegadas por organizaciones de la CLOC-VC.
María Camila Torres Romero | FENSUAGRO / IALA MARIA CANO
Tiare Alexandra Suazo Torres | ANAMURI / IALA Sembradoras de Esperanza
La integración de nuestros cuadros técnicos-militantes a procesos formativos en distintos niveles académicos forma parte de la estrategia de la CLOC-VC para el fortalecimiento de los Institutos Agroecológicos Latinoamericanos, siendo parte de la apuesta central por la formación y territorialización agroecológica campesina.
Esta maestría propicia el fortalecimiento de los procesos organizativos y territoriales en marcha, donde cada uno de los momentos formativos está ligado con el trabajo y necesidades en las organizaciones. Por tanto, los proyectos terminales se articulan con los intereses de los distintos IALAs, contando a su vez con formatos de socialización que tienen la finalidad de que las investigaciones aterricen a los territorios desde diversos formatos que comuniquen de forma fácil y sencillas los resultados y reflexiones.
Por acá compartimos los títulos de las investigaciones que forman parte de los productos de este proceso formativo:
Mercedes Torrez: Metodología de la Alternancia: Experiencias educativas del Instituto Agroecológico Latinoamericano Ixim Ulew de la Vía Campesina.
Tiare Suazo: “Todas sabemos, pero juntas sabemos más». Resonancias entre mujeres participantes del IALA Sembradora de Esperanza- ANAMURI, Chile.
Camila Torres: Diálogos político – pedagógicos para la re-existencia de mercados campesinos agroecológicos en la región del Tequendama y Sumapaz, Colombia.
Yeimi Martínez: Campesina a Campesino una metodología para tejer hilos entre el IALA Ixim Ulew y la comunidad Tierra Blanca, Chontales, Nicaragua.
El 17 de abril de cada año La Vía Campesina conmemora el Día Internacional de las Luchas Campesinas para recordar la masacre de Eldorado do Carajas de 1996 y movilizarse en apoyo a las luchas de campesinos/as, comunidades rurales, comunidades indígenas y trabajadores/as rurales en todo el mundo.
En este marco, para la edición 90 del Voz Campesina contamos con la participación de Anderson Amaro, del Movimiento de Pequeños Agricultores de Brasil, el MPA, que nos recuerda la historia de la masacre a manos de la Policía Militar del estado de Pará, cuando fueron asesinados 19 campesinos y campesinas del Movimiento Sin Tierra (MST) que se movilizaban para reivindicar la reforma agraria y exigir la expropiación de tierras para la producción campesina.
También nos acompaña Leonor Honda, del Coordinador Nacional Agrario (CNA), para contarnos sobre la campaña de solidaridad que organiza el movimiento campesino junto a otros sectores populares para reclamar el fin del genocidio en Gaza.
Además escuchamos a Chavannes Baptiste de La Vía Campesina Haití sobre el contexto de ese país y la posición de las organizaciones campesinas que buscan una Solución Haitiana a la crisis.
Y por último, Adilen Roque Jaime, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba, nos cuenta sobre las actividades organizadas en Cuba en el marco del 65 aniversario de la Reforma Agraria.
“Con convicción, abrimos camino al Feminismo Campesino y Popular, construimos Soberanía Alimentaria y luchamos contra las crisis y la violencia«
(Republica Dominicana, 14 de mayo de 2024) Del 24 al 31 de mayo de 2024, se realizará la VI Escuela Continental de Mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina, en el Centro De Formación y Capacitación Mama Tingo (Cefcamati), en la República Dominicana.
La CLOC-Vía Campesina es una articulación de 84 organizaciones campesinas, indígenas y afrodesciendientes en 18 países de América Latina y el Caribe, ha sido una voz vital en la defensa de los derechos campesinos y la construcción de la soberanía alimentaria en el continente. En esta escuela, participarán 90 mujeres delegadas de estas organizaciones, además de delegadas invitadas de organizaciones de La Vía Campesina de Canadá y Estados Unidos.
En el contexto político actual de América Latina, nos encontramos en un momento crucial donde los movimientos sociales, en particular el movimiento campesino, juegan un papel fundamental en la lucha por la justicia social, la equidad y la defensa de los derechos de las comunidades del campo, así como en la lucha por la paz y la democracia en la región. Sin embargo, reconocemos que aún queda mucho por hacer para garantizar la plena participación y representación de las mujeres campesinas en este movimiento.
Esta VI Escuela Continental busca fortalecer el proceso organizativo de la Articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina, el debate sobre la construcción del feminismo campesino y popular, y la lucha contra todas las formas de violencia y opresión.
Contactos para la prensa: Vanessa Rodríguez +1 809 426 9601
El 12 de marzo, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, presentó su renuncia en medio de la creciente violencia en el país. Antes de su anuncio, la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM) se reunió a puerta cerrada para elaborar un plan de transición, que incluye la creación de un consejo presidencial y el nombramiento de un primer ministro interino. En paralelo, Estados Unidos respaldó otra intervención extranjera, prometiendo $100 millones para el despliegue de una fuerza multinacional de las Naciones Unidas en Haití.
A medida que avanza la formación del consejo presidencial, surgen preocupaciones sobre la credibilidad de sus miembros y sus lealtades políticas, especialmente al Partido Tèt Kale de Haití (PHTK), que está involucrado en la crisis actual.
El pueblo haitiano se cuestiona cómo se puede confiar en aquellos implicados en el caos para resolverlo y cómo otra intervención extranjera que socava la soberanía haitiana no fracasaría miserablemente como las intervenciones anteriores.
La crisis actual es producto de la intervención extranjera y solo puede resolverse si cesa la ingerencia extranjera y se permite a lxs haitianxs recuperar el control de su país.
Soluciones fallidas
A lo largo de su historia, Haití ha soportado una serie de intervenciones extranjeras que han erosionado su soberanía y han llevado directamente a la crisis actual. Después de la revolución haitiana de 1791, que trajo la liberación del dominio francés, Francia logró obligar a las autoridades haitianas a pagar indemnizaciones a cambio de reconocer la independencia de Haití en 1825. Esta enorme deuda, junto con sus intereses, debía pagarse durante 120 años y socavó el desarrollo económico del país durante dos siglos.
En 1915, Estados Unidos invadió y ocupó el país hasta 1934, sentando las bases de una política estadounidense sostenida para interferir violentamente en los asuntos internos de Haití y socavar la democratización. En la década de 1990, 2000 y 2010, las intervenciones de las llamadas “misiones de paz” de la ONU, así como la implementación de políticas de ajuste estructural por parte de instituciones como el Banco Mundial y el FMI, erosionaron aún más la soberanía de Haití y profundizaron su crisis.
El golpe más reciente, apoyado por potencias occidentales, vio la destitución del presidente democráticamente electo Jean-Bertrand Aristide en 2004. Después de su derrocamiento, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU creó el Core Group, compuesto por representantes de Brasil, Canadá, la Unión Europea, Francia, Alemania, España, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos.
Durante las últimas dos décadas, este grupo ha ejercido una fuerte influencia en los asuntos políticos y económicos de Haití. No solo ha dictado quién debería gobernar el país, sino que también ha facilitado la incursión de fuerzas militares extranjeras en Haití y ha socavado el restablecimiento de una fuerza armada nacional después de que el ejército fuera disuelto en 1995.
Al tomar estas acciones, el Core Group ha provocado una profunda crisis política, social y económica en Haití, que ha desembocado en la desmantelación del poder estatal y en el control ejercido por diversas pandillas criminales.
Estados Unidos, en particular, tiene una responsabilidad directa en la proliferación y el fortalecimiento de las pandillas, al hacer poco para abordar el tráfico de armas estadounidenses hacia el país.
Como resultado, hoy, lxs haitianxs luchan no solo contra la pobreza y el hambre, sino también contra lo que se asemeja a un “genocidio lento”.
Las pandillas criminales controlan la capital, Puerto Príncipe, y los municipios circundantes, donde dominan más del 90 por ciento del territorio. Operan con total impunidad, aterrorizando a la población a través de secuestros, violaciones, asesinatos y saqueos.
Antes del reciente aumento de la violencia, un informe de 2023 de la organización haitiana Fondasyon Je Klere (FJKL) indicó que bajo el gobierno de Henry, de julio de 2021 a abril de 2023, fueron asesinadas 2,845 personas, incluidos 84 policías. Muchos más han sido asesinados en el último año. Alrededor de 360,000 personas han sido desplazadas, incluidas más de 50,000 que han huido de la capital en los últimos meses.
La violencia ha llevado al cierre de empresas, la pérdida de empleos y el colapso económico. Incluso antes de la escalada actual de la violencia, alrededor del 58 por ciento de la población ya vivía por debajo del umbral de la pobreza, sufriendo una inflación de hasta el 50 por ciento. Las escuelas han cerrado, privando a lxs jóvenes de su derecho a la educación; los centros de salud también han tenido que cerrar sus puertas, privando a muchos de acceso a la atención médica.
Haití está lidiando también con una crisis alimentaria. Según el Programa Mundial de Alimentos, 1.4 millones de haitianxs están al borde de la hambruna. La violencia en curso ha interrumpido gravemente los canales de distribución de alimentos. Además, la escasez de combustible, los gastos crecientes y los gravámenes exorbitantes impuestos por las pandillas están aumentando los precios en el mercado.
Un factor importante en la escasez de alimentos es también la devastación de las comunidades rurales, que han sido la columna vertebral de la economía agraria de Haití. Durante mucho tiempo han enfrentado la negligencia de quienes tienen el poder, recibiendo poco apoyo para sus actividades agrícolas y servicios básicos limitados para garantizar un nivel de vida normal, ya sea agua y electricidad o salud y educación.
La práctica de asignar tierras para zonas industriales gratuitas y el cultivo de productos comerciales para la exportación ha exacerbado aún más la escasez de alimentos en Haití. Esto beneficia a corporaciones extranjeras y a las élites políticas corruptas respaldadas por Occidente.
Los despojos de tierras han empeorado en los últimos meses, ya que las pandillas han comenzado a tomar por la fuerza tierras campesinas y venderlas ilegalmente a partes interesadas. Esto ha exacerbado la situación de las comunidades rurales.
Lxs haitianxs están sumidxs en la desesperación, con sus comunidades destrozadas y sus esperanzas quebradas frente a la violencia implacable.
El camino a seguir
En este contexto, parece poco probable que el nuevo plan de transición propuesto por la CARICOM, respaldado firmemente por el Core Group y en el que participan actores relacionados con el PHTK, pueda resolver la crisis.
Intervenciones similares en el pasado han introducido liderazgos y políticas supuestamente destinadas a aliviar la crisis en Haití, solo para empeorarla. Exfuncionarios haitianos como Gérard Latortue, Michel Martelly y Ariel Henry, respaldados por las mismas entidades que ahora abogan por una nueva intervención, han permitido que la violencia de pandillas florezca; algunos incluso han establecido estrechos vínculos con estos grupos.
El pueblo haitiano recuerda los fracasos pasados y no confía en las intervenciones dirigidas por la ONU y respaldadas por Occidente, la más reciente de las cuales trajo un brote de cólera que cobró la vida de unas 10,000 personas. En consecuencia, es comprensible que la población haitiana rechace una nueva intervención extranjera y el plan de transición asociado.
Las comunidades sociales, políticas y rurales pueden desarrollar soluciones sostenibles y lideradas por haitianxs. En la transición en curso, liderada por el colegio presidencial, estos sectores importantes se encuentran marginados, con solo un asiento entre los nueve asignados para instaurar el gobierno de transición. Esta representación desequilibrada plantea una seria amenaza para la credibilidad de la administración interina.
Por lo tanto, el Frente Patriótico Popula, confluencia de diversos movimientos sociales haitianos, incluidas nuestras organizaciones campesinas y partidos políticos que abogan por un cambio genuino y la soberanía nacional, enfatiza la necesidad de que estos sectores marginados ejerzan el control sobre el Poder Ejecutivo a través de un Comité de Monitoreo Nacional durante la transición. Esto garantiza una acción efectiva sobre problemas urgentes como la inseguridad y la revitalización económica, al tiempo que sienta las bases para elecciones justas dentro del plazo estipulado de dos años.
Para abordar la violencia de manera efectiva, las fuerzas del orden deben recibir una capacitación reforzada, recibir recursos suficientes y rendir cuentas, todo ello a petición del gobierno de transición y con la atenta supervisión del propuesto Comité de Monitoreo Nacional. Es crucial mantener las instituciones delineadas en la Constitución de 1987, junto con iniciativas para fortalecer la seguridad fronteriza destinadas a combatir el tráfico ilícito de armas.
Si bien las fuerzas armadas nacionales pueden desempeñar un papel crucial en el restablecimiento de la seguridad nacional, las medidas extremas pueden empeorar el caos. Por lo tanto, es esencial un Plan Nacional de Seguridad ideado por expertxs haitianxs e implementado por el gobierno de transición, que ofrezca diversas estrategias para combatir el crimen organizado y que sea fundamental para garantizar una solución definitiva a los desafíos de seguridad de Haití.
Paralelamente, la transición debería centrarse en restablecer las instituciones de administración pública y judicial, que son vitales para lograr la paz social. Los movimientos sociales, como los que participan en el Frente Patriótico Popular y grupos similares, deberían desempeñar un papel clave en este esfuerzo para garantizar que se respeten los estándares de transparencia y gobernanza democrática. Esta transición debería allanar el camino para el establecimiento de un nuevo contrato social y un estado redefinido comprometido a servir al interés nacional.
La crisis de escasez de alimentos puede abordarse internamente apoyando a lxs agricultorxs haitianxs e invirtiendo en la agricultura haitiana. El país tiene la tierra y los recursos para alimentarse a sí mismo. En lugar de hacer que los pobres dependan de la ayuda, los recursos financieros deben destinarse a revitalizar y proteger la agricultura campesina rural y fomentar una variedad de actividades productivas, incluida la agricultura, la agrosilvicultura, la ganadería, la pesca y la artesanía.
Además, la distribución de alimentos puede garantizarse apoyando a lxs vendedorxs minoristas a pequeña escala, algunas conocidas como Madan Sara, que desempeñan un papel vital en la entrega de alimentos a los centros urbanos. Incluso en estos tiempos peligrosos, continúan desafiando rutas inseguras para proporcionar a los mercados locales bienes esenciales.
Si la comunidad internacional quiere ver resuelta la crisis haitiana, puede apoyar estos esfuerzos locales. Puede proporcionar asistencia en un asunto determinado por los propios haitianos, ya sea a través de apoyo técnico para abordar la inseguridad rampante o ayuda humanitaria para combatir el hambre a corto plazo. Lxs haitianoxs también necesitarán solidaridad y apoyo internacional para buscar reparaciones financieras por indemnizaciones injustamente impuestas en el pasado y para repeler otros intentos de violar su soberanía.
La situación del pueblo haitiano no puede ser ignorada ni trivializada; exige acción inmediata y concertada, pero la respuesta no es otra intervención extranjera. Las potencias occidentales deben honrar la soberanía haitiana y respaldar soluciones locales en lugar de imponer sus propias preferencias. La voluntad del pueblo, que soporta el peso de esta catástrofe, debe ser defendida.
Este artículo fue escrito por Doudou Pierre Festile y Micherline Islanda Aduel de La Via Campesina Haití para Al Jazeera.