Centroamérica en la pandemia

La situación de las campesinas, campesinos, pueblos indígenas y obreros cada vez es más desafiante para las organizaciones que trabajan en defensa de sus derechos, particularmente en la defensa de sus territorios, recursos naturales, espacios, saberes ancestrales, cosmovisión, empleo, libertad de circulación, la vida misma.

La reivindicación de sus derechos, crecimiento de desempleo, las riquezas concentradas en pocas familias, sociedad más desigual, la pérdida del desarrollo humano son parte del modelo neoliberal que ha mermado la igualdad de oportunidades y la justicia social. Sumado a la escalada de violencia como flagelo social y las mujeres que, de manera puntual, son las que repuntan con la violencia de género e intrafamiliar y con la carga de trabajo duplicado en el hogar en tiempos de pandemia.

Por otro lado, el desafío es aún mayor al considerar los niveles de represión que aumentan en la región, sobre todo con los sectores más dinámicos y populares quienes,4 a pesar de las amenazas no han cesado con sus luchas. Cientos de asesinatos, atropellos, asalto a sedes de pueblos, saqueos, acaparamiento y masacres por tierra, opresión internacional, bloqueo, corrupción, reformas a leyes han sido las principales acciones en contra de pueblos como es el caso de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá Paraguay y Perú.

Sin dejar de mencionar a los grupos paramilitares, hordas fascistas que se han volcado en la represión y asesinato principalmente de jóvenes, en su mayoría provenientes de los sectores populares, hijos de campesinas y campesinos quienes han migrado a la ciudad. Hay un desplazamiento forzado. Se ha expandido los carteles de la droga, hay una confabulación entre los carteles de la droga, policía, militares, la clara intención es hacer retroceder a los movimientos y organizaciones defensoras.

A todo lo anterior se suma a partir de este año 2020 la problemática por la pandemia del COVID 19 que vino agravar más la situación, acentuando elementos que desfavorecen a los grupos vulnerables entre los que cabe mencionar: 1. Confinamiento forzado, 2. Abuso de poder en la mayoría de los sistemas gubernamentales y capitalistas, quienes han aprovechado la pandemia para fortalecer políticas públicas (leyes, decretos) en favor de las grandes corporaciones trasnacionales, agronegocio, 3. Privatización de los recursos naturales como el agua, 4. Apuro por aprobar tratados de libre comercio para 5 tomar el control de la agricultura en medio de la pandemia. 5. Facilitación de agrotóxicos en el cono sur y la producción transgénica.

Centroamérica

La pandemia viene a poner sobre la palestra pública descontento generalizado de la población como bien se ha mencionado anteriormente. Algunos gobiernos y sectores de poder han elaborado leyes y decretos en el marco de esta coyuntura, que perjudican a los grupos más vulnerables entre ellas; contra el sistema agroalimentario, decretos para entregar el agro a los empresarios, militares, criminalización de la lucha, lo que imposibilita cualquier acción, aun así, el movimiento campesino e indígena acompañado de otros sectores han dado su lucha.

La situación de Costa Rica, Panamá, Guatemala, Honduras es preocupante entre cierre de negocios, déficit fiscal, aumento a los impuestos a diferentes sectores, más desempleo, negación a derechos humanos sensibles como es el caso de Panamá con la modificación de su código penal que elimina el fuero maternal, crisis sanitaria generalizada entre falta de personal médico y recursos, modificación al sistema de educación (de presencial a virtual) en algunos países, lo que genera una clara preocupación por la calidad de la educación y el endeudamiento.

En Costa Rica la tasa de desempleo ha incrementado al 24% según datos sociales. En el caso del agro cerca del90% de la producción están en estos momentos bajo los parámetros de informalidad. Hay muchos lugares en los que la gente está hacinada, mucha gente contaminada. Nicaragua por su parte tiene la salvedad de contar con un sistema de salud comunitario que ha venido fortaleciéndose. Enmedio de la pandemia las orientaciones han sido usar sistemas de protección, pese a que hubo fuerte presión por cerrar operaciones se demostró que siguiendo todas las medidas pudo mantenerlas actividades económicas, sociales y productivas abiertas. Como resultado ha sido el único país en la región sin afectación por escasez de alimento, ni por endeudamiento.

El Salvador en lo económico apunta a una reducción cerca del 8.5% del PIB. Se han perdido cerca de doscientos mil empleos. En el ámbito de la salud desaparecieron trece programas sociales. E n temas de educación, la pandemia y métodos de acceso de Información digital y clase online lo que ha marcado son las grandes desigualdades en la población. En el tema agrícola sin ninguna dirección.

Honduras, por su parte registra que el mayor problema es el desabastecimiento, acompañado con actos de corrupción en el robo de donaciones. Mas de sesenta y cinco millones de dólares se han destinado para el combate de la pandemia y no se ha recibido nada. En ese sentido se ha promovido una campaña que se llama ¿dónde está el dinero? Honduras lo necesita. Sin seguirlas medidas de bioseguridad se prevé un incremento de contagio en el país. En el sector rural se ha desbordado el virus. Se escondes las cifras reales. Los toques de queda violan cualquier procedimiento que tenga que ver en el marco de los derechos humanos. El gobierno ha anunciado el cierre del año escolar, los juzgados están aperturando solo para atender delitos en contra de los campesinos y pueblo pobre, sin dinero para fortalecer el agro.

Lo que viene post pandemia es serio: aplicación del nuevo código penal, elecciones altamente violatorias en contra de las luchas sociales y populares del país, pobreza extrema, desabastecimiento, salud y económico.

En Guatemala la pandemia entra con un nuevo gobierno, se han hecho prestamos millonarios al banco mundial, han vendido bonos del tesoro, han prestado cerca de veintiún millones de quetzales a donaciones y se han recibido de otros países. No queda claro su destino. Haya alto porcentaje de contagios. En medio de la pandemia además de leyes creadas para favorecer al sector económico, se propuso una contra las ONG que pretende controlar a los campesinos, sindicatos y cooperativas. Sin embargo, no avanzó porque varias organizaciones interpusieron un recurso de amparo.

También hicieron pasar la ley de transgénicos con otro nombre, pero tampoco pudo pasar. Se ha perdido el orden democrático, la gobernabilidad se ha desestabilizado.

En resumen, puede decirse que, el mundo capitalista se creía invencible porque había sido poseedor del poder económico, militar, de la ciencia y tecnología y eso lo hacía se entirse inconmovible, potente, seguro, y tranquilo.

Esa seguridad no podrá volver desde el momento de la pandemia. Es la organización popular la que va a romper este cerco. En medio de las débiles barreras de protección se hace necesario tomar el control de los recursos. Los servicios de salud convertirlos en comunitarios como es el

caso de algunos países, crear políticas públicas que favorezcan a los sectores campesinos, indígenas, obreros, mujeres.

Por tanto, urge dinamizar la organización, la solidaridad internacional, resistencia, cerrar los frente de luchas, alcanzar la posición política de todas las organizaciones que conforman la CLOC/Vía Campesina. Esta crisis genera una oportunidad a la vida campesina con la producción de la alimentos sanos, reforma agraria,9soberanía y seguridad alimentaria y la agroecología. Se prevé una mayor escalada de desempleo y hambruna en los países. Es tiempo de empezar a fomentar un planteamiento de regreso al campo, la Soberanía Alimentaria es una demanda general.

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