“Contra el capital, patriarcado y fascismo más feminismo organización y lucha”
Las mujeres campesinas del continente latinoamericano, junto con invitadas de África y Norteamérica, se reúnen en esta VII Asamblea, donde presentaron la importancia de llegar a este evento con un proceso histórico recorrido. Este mensaje fue compartido de manera virtual por la compañera Francisca Rodríguez, fundadora de la Articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina.
Las mujeres hemos sido protagonistas y forjadoras de propuestas políticas dentro del campesinado, y ello se refleja en la construcción del Feminismo Campesino y Popular, una propuesta que ha fortalecido los procesos formativos con temáticas vinculadas al territorio y al contexto actual, levantando su bandera de lucha contra el patriarcado, el colonialismo, el fascismo y las injerencias extranjeras.
Esta Asamblea constituye una parte esencial de nuestro proceso político: es un espacio de formación, articulación y proyección desde el cual las mujeres del campo elaboramos propuestas colectivas, analizamos el contexto continental y construimos estrategias de lucha frente a los múltiples sistemas de opresión que nos atraviesan, tales como el racismo, el capitalismo, el colonialismo y la violencia estructural en los territorios.
La Articulación de Mujeres retomó algunos de los principales desafíos en el marco de este contexto, reafirmando la necesidad de continuar fortaleciendo la propuesta política. Entre ellos destacan: seguir posicionando el Feminismo Campesino y Popular en las organizaciones de base, en los espacios de dirigencia y entre aliados y aliadas; profundizar en la igualdad de género desde una perspectiva de diversidades; y avanzar en el trabajo con las nuevas generaciones, un reto fundamental para garantizar la continuidad del proceso político.
La Asamblea es la base política y organizativa que garantiza la participación propositiva y con voz propia de las mujeres en todas las instancias del VIII Congreso de la CLOC–LVC en su conjunto.
Su realización representa una apuesta concreta por la justicia de género, la soberanía alimentaria, la paz con justicia social y la autodeterminación de los pueblos. Es un ejercicio de fortalecimiento de la voz colectiva de las mujeres del campo frente a un modelo que pretende mantenernos excluidas, fragmentadas y silenciadas. Así lo han ratificado las mujeres en esta Asamblea a través de discusiones grupales, ponencias, acciones colectivas, momentos místicos y los intercambios en plenaria.
