En enero del 2018, Michel Temer y el presidente de Nestlé, Paul Bulcke, estuvieron reunidos para discutir la explotación del Acuífero Guaraní.
La sede de Nestlé en São Lourenço, región sur de Minas Gerais, ha sido ocupada por 600 mujeres Sin Tierra a las 06h de la mañana de este martes 30. Las mujeres, que continúan en la Jornada Nacional de Lucha, denuncian la entrega de las aguas a las corporaciones internacionales que está siendo fuertemente promovida por el gobierno golpista de Michel Temer. Ellas alertan de los grandes acuerdos que tienen lugar en este momento en el Foro Mundial de las Aguas, en Brasilia.
“Imagínate siendo obligada a comprar botellas de agua a lo largo de todo el día para saciarte la sed. Nadie lo aguantaría. Y eso es lo que quieren las empresas que están reunidas en este exacto momento en aquel Foro”, comenta Maria Gomes de Oliveira, de la Dirección del MST. “Hace falta mucho atrevimiento para organizar un foro internacional con el objetivo de comercializar nuestras reservas de agua. Ellos no están reunidos para discutir la gestión de nada, están promoviendo una verdadera subasta para vender el país a “precio de bananas”, comenta la dirigente.
En enero del 2018, Michel Temer y el presidente de Nestlé, Paul Bulcke, estuvieron reunidos para discutir la explotación del Acuífero Guaraní. La reserva abarca a cuatro países. Después de la victoria de los conservadores en Argentina y de los golpes de Estado promovidos en Paraguay y en Brasil, solamente Uruguay puede poner obstáculos a la privatización. “Cuanto más se profundiza el golpe, más clara queda la influencia de los grandes grupos económicos sobre la política y su interés en explotar nuestras riquezas naturales”, explica Oliveira.
Extracción Criminal
La empresa, que controla un 10,5% del mercado mundial de agua, está instalada en la ciudad de Minas Gerais desde 1994, cuando compró las fuentes y el Parque de las Aguas de São Lourenço. Desde 1997 la población local denuncia la explotación de las aguas en la región. Aguas que, antes de ser privatizadas, eran largamente utilizadas para tratamientos medicinales. Además de la reducción del caudal, se nota el cambio en el sabor del agua, o sea, la explotación está haciendo que el agua pierda sus sales minerales.
El proceso de envase lleva al mercado dos marcas: “São Lourenço” y “Pure Life”. Ésta última fue comercializada sin licencia estatal desde 1999 hasta 2004, cuando el gobierno de Aécio Neves (PSDB) regaló el permiso a la empresa. Sin embargo, una acción civil pública en contra de Nestlé identificó que, además de abrir ilegalmente el Pozo Primavera y así promover la sequedad de la fuente magnesiana, el agua producido también era ilegal. Nestlé retiraba todo el mineral del líquido, a través de un proceso químico para, a continuación, adicionar sales minerales de su propia patente.
“Nestlé se estableció aquí hace décadas y, desde entonces, promueve la explotación predatoria e, incluso, irregular. El agua es un bien común de la humanidad, defenderla es una cuestión de soberanía”, explica Maria. Pese a la afirmación del presidente de Nestlé de que no hay superexplotación, dos de las fuentes del parque ya se han secado. Según los datos oficiales de la propia empresa, son extraídos 19 millones de litros de agua al año. Y, como no hay una legislación específica sobre el mercado, compete a la Unión, al municipio y al Estado una compensación financiera. En 2016 esto reportó a São Lourenço 563 mil míseros reales.
Esclavitud
La región sur de Minas Gerais es conocida por su gran producción de café. Nestlé controla a un 22% de las marcas de café en el mundo, de las cuales una parte fundamental es recolectada en esta región. El plantío convencional, que utiliza altos niveles de agrotoxicos, emplea a miles de trabajadores irregulares anualmente. Faltan fiscales del trabajo para controlar las violaciones que suceden en las haciendas productoras de café. En 2015 dos adolescentes, uno con 14 años y otro con 15, han sido rescatados de haciendas de Nestlé.
¡Marielle vive!
Las mujeres sin tierra prometen continuar con las luchas a lo largo del año. En este sentido, Maria Gomes de Oliveira es categórica: “Mientras la burguesía siga imponiendo esta ruptura democrática, condenando a la población brasileña a la perdida de derechos, seguiremos ocupando tierras, empresas y propiedades para denunciar a todos los articuladores del golpe. El pueblo necesita saber quienes son los responsables de la miseria, de su explotación y de la destrucción del medio ambiente”.
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Traducido por Amanda V.