Convocatoria de movilizaciones ante la 12° Conferencia Ministerial de la OMC – junio 2022 en Ginebra, Suiza

Desde la creación de la OMC en 1995, La Vía Campesina ha denunciado las políticas neoliberales y de libre comercio que están destruyendo al campesinado y desestabilizando los sistemas alimentarios locales en todo el mundo. De Seattle (1999) a Cancún (2003), de Hong Kong (2005) a Buenos Aires (2017), hemos luchado contra la imposición de un orden de libre comercio al servicio de las grandes empresas y de los multimillonarios. El 10 de septiembre de 2003, mientras se protestaba frente a la reunión ministerial de la OMC en Cancún (México), el campesino del KPL- Corea del Sur- Lee Kyung-Hae sacrificó su vida apuñalándose. Este trágico incidente expuso los efectos destructivos de la OMC y sus esfuerzos de liberalización del comercio en la vida de millones de campesinxs en todo el mundo.

Nuestras movilizaciones han permitido bloquear las negociaciones. Después de nuestra gran movilización en Hong-Kong en 2005, el Programa de Desarrollo de Doha, que comenzó en 2001, ha quedado en el limbo y no se ha adoptado ningún nuevo acuerdo importante de la OMC, especialmente en materia de agricultura. Sin embargo, la OMC, establecida sobre la base del acuerdo de Marrakech en 1994, sigue obligando a los países a abrir sus mercados a las empresas multinacionales e impide la aplicación de política públicas ambiciosas en favor de la economía campesina. Además, se han multiplicado los acuerdos bilaterales y regionales de libre comercio.

Las políticas neoliberales y la imposición del libre comercio han debilitado enormemente al campesinado en todo el mundo. Empujan a los países a dar prioridad a los cultivos de exportación y a depender de las importaciones para alimentar sus poblaciones. Aumentan el acaparamiento de recursos por parte de las multinacionales, en detrimento de lxs campesinxs y de las comunidades locales.

Contribuyen a agravar la crisis climática al fomentar las plantaciones de monocultivos, la deforestación, la sobreexplotación de los suelos y del agua y la disminución de nuestra biodiversidad.

Hoy, con la pandemia de COVID-19, con los acontecimientos extremos relacionados con el calentamiento global y con la guerra en Ucrania y en otros lugares, está claro que hacer que la seguridad alimentaria de la gente dependa del comercio internacional y de las empresas transnacionales es un crimen. Esto debe terminar. La OMC debe salir de la agricultura. La Soberanía Alimentaria debe ser la base de las políticas agrícolas y alimentarias en cada país y a nivel internacional.

Del 12 al 15 de junio de 2022, la 12° Conferencia Ministerial de la OMC se reunirá en Ginebra. La OMC lucha por volver a ser relevante en un mundo azotado por la desigualdad, el hambre, la pobreza extrema, las guerras y una pandemia única en el siglo.


La Vía Campesina llama a la sociedad civil a movilizarse para denunciar a esta organización y defender la Soberanía Alimentaria de los pueblos. Estaremos en Ginebra durante la semana realizando una serie de movilizaciones públicas que llevarán las voces de los territorios rurales hasta la puerta de la sede ministerial.

La Vía Campesina también llama a todos nuestros miembros y aliados a organizar reuniones públicas, conferencias, manifestaciones, ferias, emitir declaraciones públicas y comunicados de prensa – entre el 10 y el 15 de junio – y exponer el impacto de los Tratados de Libre Comercio y las políticas de la OMC sobre los pequeños productores de alimentos rurales y urbanos.
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Nuestra consigna: ¡El libre comercio es hambre! ¡OMC fuera de la agricultura!

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Hemos reiterado en nuestro Día Internacional de Acción contra la OMC y los Tratados de Libre Comercio que para nosotrxs – el movimiento mundial de campesinxs, indígenas, trabajadorxs agrícolas, migrantes, pescadorxs y pastorxs- la única solución permanente es que la OMC y los TLC se mantengan al margen de cualquier debate agrícola. Los alimentos no pueden estar sometidos a los caprichos de un mercado libre en el que sólo pueden comer los que se lo pueden permitir.


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El Consejo de Derechos Humanos de la ONU también se reunirá a finales de junio en Ginebra. Será la oportunidad para que los movimientos campesinos de todo el mundo afirmen que la alternativa debe basarse en los derechos de les campesinxs y exijan procedimientos para la aplicación de la Declaración sobre los Derechos de lxs Campesinxs y otrxs trabajadorxs rurales (UNDROP).


Para más información, escríbenos a comunications@viacampesina.org o síguenos en nuestras redes sociales.

¡El libre comercio es hambre! ¡OMC fuera de la agricultura!

La Vía Campesina: ¡Alto a la crisis alimentaria! ¡Soberanía Alimentaria, ya!

(Bagnolet, 3 de Junio de 2022) “Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza”; esta consigna nos ha dado unidad en estos 30 años de historia de La Vía Campesina. Nos ha guiado en la lucha incesante contra la intervención de la Organización Mundial del Comercio (OMC), contra la comercialización de alimentos al servicio de las grandes corporaciones capitalistas, que han transformado los alimentos en mercancías, y en la lucha por la Soberanía Alimentaria. Pero hoy, se presentan nuevos desafíos. Las crisis de hambre están estallando en varios países del mundo. Frente a esto, La Vía Campesina comparte su análisis de la situación y sus demandas por un cambio urgente y radical en las políticas internacionales y nacionales.

Crisis simultánea…

Vivimos hoy, en todo el mundo, en medio de crisis simultáneas, graves, intensas y prolongadas, con cambios muy rápidos en la correlación de fuerzas y en la lucha política. Una crisis económica profunda y estructural que afecta a los principales países del centro capitalista y a los países pobres y en vías de desarrollo. Llamamos a esta crisis estructural porque es el resultado del modo de organización del sistema y no es posible superarla sin confrontar las bases del propio capitalismo. Esta crisis aparece y se profundiza en la economía, las desigualdades sociales, los límites de la democracia burguesa, la inoperancia del Estado, el peso insostenible de la deuda pública, el ataque a la soberanía de los pueblos y una verdadera crisis de valores civilizatorios. Donde en diversas regiones del planeta emerge la barbarie, en forma de odio, violencia, guerras y prédicas fascistas.

Crisis ambiental

Vivimos una crisis ambiental que es parte de esta crisis estructural. Se agrava porque es consecuencia de las agresiones cotidianas que los capitalistas realizan contra la naturaleza, que se intensifica con la crisis, tratando de privatizar los bienes comunes y, en especial, apropiándose de los minerales, el agua, los bosques, la biodiversidad para transformarlos en mercancías y obtener un beneficio extraordinario, ingresos que no tendrían en las fábricas, el comercio o incluso con la especulación financiera.

Por eso, la Conferencia COP26, convocada para discutir la crisis climática, fue un fracaso, porque los capitalistas no quieren renunciar a sus ganancias para salvar la naturaleza y el planeta. En cambio, lo único que pretenden es crear mecanismos de bonos de carbono para disputar las ganancias obtenidas en la naturaleza entre la propia burguesía. Y con esto, nuestro planeta ya está en estado de alerta, porque muchas especies ya están desapareciendo, y tras el aumento de las temperaturas y el dióxido de carbono en la atmósfera, el propio ser humano corre riesgo de sobrevivir.

Crisis sanitaria

Sumado a la crisis estructural del capitalismo que ya estaba instalada, la irrupción del Covid-19 generó una enorme desorganización y aumento de las desigualdades a nivel mundial.

Las personas de bajos ingresos han sido las más vulnerables al COVID-19, tanto porque la mayoría de los gobiernos no han proporcionado los medios suficientes para que la gente se quede en casa, por lo que la gente más pobre tuvo que seguir trabajando y se enfrentó al virus, pero también por las enormes desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios, dispositivos de protección, como mascarillas o gel hidroalcohólico y vacunas. Esta desigualdad fue tanto al interior de los países como a nivel internacional, porque las grandes industrias médicas y farmacéuticas siguen la lógica de la mera ganancia y no de salvar vidas, y destinaban los medicamentos solo para los países ricos.

Y así, la crisis se ha profundizado en todas sus dimensiones económicas, sociales y ambientales. Por lo tanto, en lugar de enfrentar las verdaderas causas de la crisis, el propio sistema, lo que hacen los capitalistas es acelerar la destrucción de la naturaleza para producir más bienes y trasladar la factura de la crisis a lxs trabajadores y trabajadoras quitándoles derechos, aumentando la explotación y represión, reduciendo los salarios, etc.

Guerras y crisis geopolítica

Sumado a todo esto, estamos en medio de varias guerras, en Yemen, Palestina, Siria, Libia y, por último, en Ucrania. El estallido de la guerra en Ucrania crea importantes amenazas geopolíticas, tanto en Europa como en el mundo.

Lo más importante en tiempos de guerra para La Vía Campesina es defender los principios que políticamente nos han llevado hasta el día de hoy y que son determinantes y fundamentales para nuestra posición. Estos principios están incorporados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs campesinxs y otras personas que trabajan en las zonas rurales. El primero es la defensa intransigente de la vida y la paz. El segundo es la defensa de la soberanía de los pueblos, o naciones, contra las guerras y contra la destrucción de las estructuras sociales.

La principal consecuencia de estas guerras es la pérdida de muchas vidas humanas, tomadas por causas casi siempre ajenas a su vida cotidiana. Millones de personas son mutiladas por la guerra, tanto física como psicológicamente debido al trauma de la pérdida de familiares y amigxs, la destrucción de su espacio vital y el sentimiento de miedo y frustración por haber abandonado su tierra, sin nada, dejando atrás todo lo que habían construido para huir de la guerra y tratar de salvar sus vidas y las de sus familias.

El mundo sufrirá consecuencias en varios niveles, como un recrudecimiento de la crisis económica, que experimentamos desde 2008, pero que, con la guerra, tiende a aumentar en intensidad. Sin duda, esto tendrá consecuencias directas e indirectas en muchas áreas, pero especialmente en la producción de alimentos. Esto significa una crisis de abastecimiento, aumento de los precios de los alimentos, aumento de la inflación y una posible suba del valor del dólar. La tendencia es que la crisis económica se extienda a todos los países a medida que la guerra se vuelva más grave y se prolongue. A menudo se dice que “sabemos cuándo comienza una guerra, pero no podemos predecir cuándo, ni cómo terminará”.

… dirigiéndose a una posible crisis alimentaria mundial

Aún es demasiado pronto para predecir cuáles serán las consecuencias de la guerra o el desarrollo de la guerra, más allá de en Europa, en la política, en la economía, en las disputas geopolíticas y para la agricultura.

Sin embargo, estas diferentes crisis tienen graves consecuencias en los sistemas alimentarios de todo el mundo, principalmente porque los gobiernos, las transnacionales y las instituciones internacionales han dado prioridad al desarrollo de la importación y exportación de alimentos y productos agrícolas en lugar de apoyar sistemas alimentarios locales y nacionales estables destinados a producir alimentos saludables para la gente. Esto ha creado una dependencia con los mercados internacionales.

Todavía hoy, más del 85 % de la producción agrícola no se comercializa internacionalmente. Lo que experimentamos es una crisis del sistema alimentario capitalista globalizado e industrializado, mientras que los sistemas alimentarios campesinos locales están mostrando su resiliencia.

Actualmente, la crisis no está ligada a la escasez de alimentos a nivel mundial, sino a la especulación de los precios. Los países que se han transformado en países dependientes de la importación de alimentos ahora no pueden pagar los precios altísimos a los que actualmente se venden los cereales en los mercados internacionales. Podemos decir que lamentablemente la lujuria del capital nos puede llevar a una crisis en la distribución de alimentos en el mundo y ciertamente a un aumento del hambre, especialmente en países que ya están sufriendo de hambruna. La agricultura en el mundo produce lo suficiente para soportar un período más largo de crisis, el problema no es la falta de alimentos, sino el hecho de que las grandes empresas capitalistas que dominan el mercado financiero y de distribución mundial han transformado el comercio de alimentos y productos agrícolas en un mercado altamente especulativo. La mayoría de los “productos básicos” negociados internacionalmente ahora están sujetos a contratos a futuro que pueden intercambiarse en el mercado de valores varios cientos de veces al día. El precio al que finalmente se venden estos productos a los países que los necesitan para alimentar a su población no tiene relación con los verdaderos costos de producción, ni con la capacidad de compra de los países importadores.

Además, en un intento cínico de aprovechar la guerra en Ucrania, EE. UU., Canadá y la UE ahora piden un aumento sin precedentes en la producción de granos, no tanto para alimentar a las personas en los países importadores de alimentos, sino para captar nuevos mercados que solían ser abastecidos por Rusia o Ucrania.

La mayoría de las políticas que aseguraban una protección frente a crisis internacionales o nacionales (desastres naturales, pandemias, guerras o conflictos internacionales…) como el acopio y almacenamiento público estratégico, el control regulatorio de existencias, la regulación del mercado u otras políticas públicas necesarias han sido desmanteladas progresivamente durante la última década a través de la presión del FMI, el Banco Mundial, la OMC y los acuerdos bilaterales de libre comercio. Esta estrategia, parte constitutiva de los procedimientos estratégicos de defensa de la soberanía nacional, ha sido siempre tarea de los Estados. Sin embargo, el neoliberalismo, como modelo de desarrollo capitalista, implementado en la mayoría de las naciones en las décadas de 1980 y 1990, promovió, en nombre de la globalización económica: la apertura total de las fronteras para la libre circulación de mercancías controladas por las grandes corporaciones capitalistas y la privatización de las estructuras y logística de almacenaje y control de stock.

Como resultado de este proceso, la mayoría de las naciones se han convertido en rehenes del mercado y de los intereses de las grandes cooperativas transnacionales, que controlan la producción, el almacenamiento, la industrialización, el financiamiento y la distribución del mercado mundial de alimentos. La tarea de almacenamiento estratégico y control de stock de alimentos ahora pertenece al mercado, al servicio del capital, por lo que es nuestro desafío retomar en todos los países la construcción de stocks provenientes de la agricultura campesina, así como la comercialización de alimentos entre países, que debe realizarse con nuevos parámetros y normativas.

Mientras la agroindustria avanza hacia la digitalización de la agricultura con tecnología 4.0, nosotrxs hemos obtenido la aprobación en 2018 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs y otras personas que trabajan en las zonas rurales. Este momento histórico, se presenta como una oportunidad para denunciar el agotamiento del modelo productivo basado en el paquete tecnológico, y presentar al campesinado como la alternativa de presente y futuro. Producir alimentos sanos, proteger la naturaleza y crear nuevas relaciones sociales en el campo, vida digna, soberanía alimentaria y soberanía de los pueblos. Debemos tener en cuenta que las nuevas tecnologías conducen al desempleo y al vaciamiento del campo de personas, de campesinxs, fomentando la migración forzada y la miseria.

Propuestas de La Vía Campesina para enfrentar la actual crisis alimentaria y avanzar hacia la Soberanía Alimentaria

Frente a este dramático contexto, La Vía Campesina expresa fuertes demandas y propuestas para enfrentar la crisis, tanto a corto como a largo plazo.

Demandamos acción inmediata por:

1-El fin de la especulación con los productos alimenticios y la suspensión de la cotización de los productos alimenticios en las bolsas de valores. Los contratos futuros sobre productos agrícolas deberían prohibirse inmediatamente. El precio de los alimentos comercializados internacionalmente debe estar vinculado a los costos de producción y seguir los principios del comercio justo, tanto para lxs productorxs como para lxs consumidorxs;

2-El fin de la Organización Mundial de Comercio en el control del comercio de alimentos, así como los tratados de libre comercio. En particular, las normas penales de la OMC que impiden a los países desarrollar reservas públicas de alimentos y la regulación de precios y mercados deben eliminarse de inmediato, para que los países puedan desarrollar las políticas públicas necesarias para apoyar a lxs productorxs de alimentos a pequeña escala en este difícil contexto;

3-Una reunión de emergencia del Comité de Seguridad Alimentaria y la creación de un nuevo organismo internacional para llevar a cabo negociaciones transparentes sobre acuerdos de productos básicos entre países exportadores e importadores, para que los países que se han vuelto dependientes de las importaciones de alimentos puedan tener acceso a alimentos a un precio accesible;

4-La prohibición del uso de productos agrícolas para producir agrocombustibles o energía. La comida debe ser una prioridad absoluta por sobre el combustible.

5-Una moratoria global en el pago de la deuda pública por parte de los países más vulnerables. En el contexto actual, presionar a algunos países muy vulnerables para que paguen la deuda es una gran irresponsabilidad y está desembocando en una crisis alimentaria. Hacemos un llamado al fin de las presiones del Fondo Monetario Internacional, FMI, para desmantelar las políticas públicas nacionales y los servicios públicos y a la cancelación de la deuda pública externa ilegítima en los países en desarrollo.

Exigimos cambios radicales en las políticas internacionales, regionales y nacionales para reconstruir la soberanía alimentaria a través de:

1-Un cambio radical en el orden comercial internacional. La OMC debe ser desmantelada. Un nuevo marco internacional para el comercio y la agricultura, basado en la soberanía alimentaria, debe abrir el camino para el fortalecimiento de la agricultura campesina local y nacional, para asegurar una base estable para una producción de alimentos relocalizada, el apoyo a los mercados liderados por campesinxs locales y nacionales, así como en cuanto a asegurar un sistema de comercio internacional justo basado en la cooperación y la solidaridad en lugar de la competencia y la especulación;

2-La implementación de la Reforma Agraria Popular e integral, para detener el acaparamiento de agua, semillas y tierras por parte de las transnacionales, y garantizar a lxs pequeñxs productorxs derechos justos sobre los recursos productivos. Protestamos contra la privatización y el acaparamiento de ecosistemas y recursos naturales por intereses corporativos bajo el pretexto de la protección de la naturaleza, a través de mercados de carbono u otros programas de compensación de biodiversidad, sin consideración a las personas que viven en los territorios y que han estado cuidando de los recursos por generaciones;

3-Un giro radical hacia la agroecología, con el fin de producir alimentos sanos en cantidad y calidad para toda la población. Debemos tener en cuenta que la crisis climática y medioambiental será nuestro gran reto en el contexto actual y debemos afrontar el desafío de producir suficientes alimentos de calidad mientras reanimamos la biodiversidad y reducimos drásticamente las emisiones de GEI.

4-Una regulación efectiva del mercado de insumos (créditos, fertilizantes, pesticidas, semillas, combustible…) para apoyar la capacidad de lxs campesinxs para producir alimentos, pero también para asegurar una transición justa y bien planificada hacia más prácticas de agricultura agroecológica;

5-Una gobernanza alimentaria basada en la gente, no en las transnacionales. A nivel mundial, regional, nacional y local, se debe detener la captura de la gobernanza alimentaria por parte de las transnacionales y se debe poner el interés de la gente en el centro. Se les debe reconocer a lxs pequeñxs productorxs un papel clave que ocupan en todos los organismos de la gobernanza alimentaria;

6-La transformación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs en un instrumento jurídicamente vinculante para la defensa de los pueblos rurales.

7-El desarrollo en cada país de las capacidades públicas de almacenamiento. La estrategia de acumulación de alimentos debe llevarse a cabo tanto a nivel nacional, como a través de la creación y el apoyo público a reservas de alimentos a nivel comunitario con alimentos producidos localmente provenientes de prácticas agrícolas agroecológicas;

8-Una moratoria global sobre tecnologías peligrosas que amenazan a la humanidad, como la geoingeniería, los transgénicos o la carne celular. La promoción de técnicas de bajo costo que incrementen la autonomía campesina y de las semillas campesinas.

9-El desarrollo de políticas públicas para asegurar nuevas relaciones entre quienes producen alimentos y quienes los consumen, quienes viven en las áreas rurales y quienes viven en las áreas urbanas, garantizando precios justos definidos en base al costo de producción, que permitan ingresos dignos para todxs lxs que producen en el campo y un acceso justo a alimentos saludables para lxs consumidorxs;

10-La promoción de nuevas relaciones de género basadas en la igualdad y el respeto, tanto para las personas que viven en el campo como entre la clase trabajadora urbana. La violencia contra las mujeres y diversidades debe cesar ya.

Hacemos un llamado a reconstruir Colombia para el Pueblo Colombiano

La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina, desde la campaña Pueblos Soberanos, Pueblos Solidarios, nos unimos al llamado de los pueblos del mundo de ser vigilante al proceso electoral de este 29 de mayo 2022 a celebrarse en el país de Colombia.

Los líderes campesinos, sociales, sindicales y otros sectores vulnerables en este país viven una difícil situación relacionado con la criminalización, la inseguridad, violación de derechos humanos, y el incumplimiento de los Acuerdos de Paz por parte del estado colombiano. Ahora el derecho del pueblo colombiano a elegir sus próximos representantes debe ser respetado.

El pueblo colombiano desde sus movimientos de masas ha demostrado que la articulación y coordinación interna están en este proceso bien definido de evitar que en estas elecciones se continúe violando lo establecido en la constitución, las leyes y organismos que tiene ver con estos procesos en el país ya que los sectores compuestos por la ultra derecha y las fuerzas armadas han sido violadores de los mismos en los últimos sufragios.

Tomando como marco este contexto es que asumimos que se hace necesaria nuestra solidaridad, siendo acompañante, observadores de este proceso desde las organizaciones movimientos sociales para que la decisión del pueblo colombiano pueda ser expresada en las urnas sin la imposición de las armas, amenazas, agresiones como en los últimos procesos electorales.

Llamamos a los pueblos del continente a ser solidario y desde sus movimientos nacionales e internacionales garanticemos que la respuesta electoral que se exprese en las urnas sea la garantía, estabilidad del pueblo colombiano que garantice el presente y futuro de este digno pueblo.

Hoy decimos NO a la criminalización

SI a la democracia, autonomía y soberanía de nuestros pueblos

Respeto a los derechos humanos

Respeto de la voluntad popular

#ColombiaDecide   #Elecciones2022   #PueblosSoberanosPueblosSolidarios

Colombia: Elección histórica definirá el futuro del país

Por Jaime Amorín

Este fin de semana, el 29 de mayo, se celebrará la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, que podría convertirse en un hito histórico para una población que ha sufrido agresiones y violencia. Elecciones con grande posibilidad de que la izquierda gane en la primera vuelta.

Estamos a menos de cinco días de las elecciones, pero Colombia vive días tensos con dos grandes objetivos por cumplir: el primero es elegir al ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, histórico militante de la izquierda colombiana, que actualmente lidera todas las encuestas con el 41% de los votos, seguido, pero con gran desventaja en la disputa electoral, por el ex alcalde de Medellín, el derechista Federico Gutiérrez, con el 27%. Resaltamos el papel de Francia Márquez, mujer Negra, feminista, defensora de los derechos humanos que va a estar con Petro en la vicepresidencia.

Este clima de tensión nos permite decir que, más allá del objetivo central de ganar las elecciones, es necesario asegurar que el candidato que representa a la gran mayoría de la población llegue vivo a las elecciones para asegurar que por primera vez el pueblo colombiano pueda soñar con la paz y la soberanía en este continente

Colombia, un importante país de Sudamérica con más de 50 millones de habitantes, limita con varios países como Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú. Está centrada en un espacio geográficamente importante en las disputas por el poder político, económico y militar. Es un país históricamente gobernado por conservadores de extrema derecha, entreguistas y totalmente sumisos a los intereses del imperio norteamericano.

En las últimas décadas, el pueblo colombiano ha vivido un proceso de permanente agresión y violencia por parte de grupos conservadores vinculados al narcotráfico, milicias y grupos paramilitares. Para la población, uno de los principales objetivos en la vida es sobrevivir en medio del estado de violencia implantado en los territorios del país. Colombia es ahora el país de Sudamérica con más bases estadounidenses instaladas en sus territorios.

Estas bases, siempre justificadas con el argumento de la lucha contra las guerrillas y el narcotráfico, tienen el verdadero objetivo de controlar y enfrentarse de forma agresiva y ostensible a toda Sudamérica. El deseo norteamericano es conspirar y crear un conflicto permanente, principalmente con Venezuela, pero con un ojo puesto en los movimientos de toda la Amazonía, cuyo intento de control es responsabilidad de los países sudamericanos que la componen. Esta forma de control militar es una amenaza permanente contra los gobiernos sudamericanos y los pueblos de la región.

Hace más de 50 años, los izquierdistas colombianos comenzaron a organizar grupos de resistencia armada. Las organizaciones guerrilleras que resistieron durante tantos años, como las FARC -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-, el ELN – Ejército de Liberación Nacional, entre otros, organizaron como base política a la comunidad de campesinos, que a su vez vivían y viven aún hoy bajo la violencia promovida directamente por grupos paramilitares al servicio de la extrema derecha colombiana y grupos de milicianos al servicio de las empresas que controlan la mafia de la cocaína que distribuye la droga al mundo al servicio de gobiernos que someten a la población a una violencia extrema combinada con terribles condiciones de vida.

En el país, desde noviembre de 2016 han sido asesinados más de 1300 dirigentes y solamente en 2022 se han perpetrado 43 masacres; se reclama un fin de las violencias y muertes. En este tema concreto, Petro ha enviado un mensaje directo a la burguesía y a los narcotraficantes, que “quieren que un país se incline ante los que compran carbón, petróleo y cocaína”. 

En estas elecciones está en juego la posibilidad de un gobierno de izquierdas, que rompa con la sumisión total al Estado norteamericano y sus oligarquías y construya con la sociedad un proceso basado en la democracia, la paz y la distribución de la renta.

En la región, Colombia podría asumir un papel importante en la articulación y las relaciones políticas regionales, potenciando la articulación entre los países sudamericanos. Por lo tanto, las elecciones colombianas podrían crear las condiciones para cambiar el escenario de la correlación de fuerzas políticas en América Latina.

Recordando, que el año pasado la izquierda ganó las elecciones en Perú; en Chile, donde está en proceso la construcción de una nueva constitución, con un congreso constituyente, elegido específicamente para esta función; las fuerzas progresistas ganaron las elecciones en Honduras; recuperaron el poder en Bolivia, después del golpe contra Evo Morales y Venezuela, Cuba y Nicaragua han resistido en los últimos años una agresiva embestida con boicots y conspiraciones, tratando de desgastar y derrotar a los gobiernos populares de estos países.

El posible triunfo en las elecciones colombianas y, en octubre, la victoria de Lula en Brasil, permiten ir reconstruyendo, paso a paso, una relación más soberana entre las distintas naciones latinas del continente. La región tendrá una nueva oportunidad de articularse y reconstruir instrumentos de articulación soberana y autónoma frente a los embates norteamericanos y de transformarse en una región con orgullo y soberanía en sus articulaciones y relaciones comerciales y políticas con otras naciones, incluso con los estadounidenses.

Si Petro gana las elecciones, el gobierno y el pueblo de Colombia tendrán por delante varios retos que serán decisivos para la reconstrucción de la nación: el primero es derrotar políticamente a la extrema derecha. No basta con derrotarlos en las urnas, habrá que derrotarlos ideológicamente, entre la población en las disputas de ideas. Esto ocurrirá en el día a día de la sociedad. Derrotarlos ideológicamente es necesario para evitar más violencia y para que la población pueda soñar con un país libre y soberano.

El segundo reto es desactivar los pilares de apoyo a la burguesía: los grupos paramilitares y milicianos, responsables de gran parte de la violencia que viene sufriendo la población. Tercero, construir con las organizaciones guerrilleras un proceso de paz consistente que incluya la integración política y económica de la población en las zonas liberadas, con una amplia reforma agraria, que garantice a las familias campesinas las condiciones para poder producir en la tierra y vivir con dignidad. Crear un proceso amplio con políticas públicas para garantizar la asistencia a las comunidades rurales, con alfabetización, salud, carreteras, transporte, electricidad e infraestructura para que la población pueda vivir con seguridad.

Finalmente, quizás uno de los mayores retos del nuevo gobierno colombiano es integrar a Colombia en los procesos de articulación política de la región que puedan garantizar la construcción de un proceso soberano y autónomo entre las naciones regionales. Es deconstruir el proceso histórico de sumisión a los intereses norteamericanos. Para nosotros, la tarea de esta semana estar vigilante al proceso, pero al mismo tiempo estar en sinergia para que las elecciones en Colombia se realicen de manera transparente y legítima y el pueblo pueda finalmente celebrar un gran logro histórico para luego reconstruir Colombia para el pueblo colombiano.

Foto: Colprensa

“Acceso a los recursos y medios de producción” Ya está disponible el folleto temático nº1 de la UNDROP

(Bagnolet, 7 de Mayo de 2022) Ya está disponible el primer folleto temático sobre “Acceso a los recursos y medios de producción”. Este es el primero de los cuatro folletos temáticos, parte de los materiales de Educación Popular que se utilizarán como un paso crucial para volver a conectar a aquellos que inspiraron y crearon la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP). Se destaca la utilidad que puede tener la UNDROP para abordar y proteger los derechos de los campesinos a los recursos y medios de producción. Se esbozan las obligaciones de los Estados. Concluye dando ejemplos sobre cómo las comunidades de todo el mundo están utilizando la UNDROP para proteger sus derechos.

Los materiales de Educación Popular nos ayudarán a utilizar eficazmente la UNDROP en nuestras luchas para hacer valer y promover nuestros derechos colectivos e individuales. Ayudarán a crear una mayor conciencia, a promover una comprensión más profunda y a mejorar las capacidades (mediante la formación) de los movimientos populares rurales. Deberíamos utilizar este folleto como herramienta fundamental para garantizar que la UNDROP se respete, se aplique y se promueva a todos los niveles, desde el local hasta el internacional, desde las costumbres comunitarias hasta los mecanismos de elaboración de políticas.

Los materiales educativos populares de la UNDROP están siendo desarrollados por La Vía Campesina y FIAN Internacional.

Mira también el Cuadernillo de Formación: Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP).

LVC-ES-Thematic-Booklet-2-WEBDESCARGA

Alto al fuego n°6 : Seguimiento a Acuerdos de Paz en Colombia

VI Edición del Boletín “Alto al Fuego” – Luchamos por la Paz en Colombia y en el mundo

Bagnolet, 17 de mayo de 2022 – La Via Campesina comparte este boletín sobre Colombia, a fin de difundir información sobre la agudización de la crisis humanitaria en el país, la persecución del movimiento social, la criminalización de lxs hijxs del campo, de lxs pobres. Continúa el genocidio del movimiento social colombiano: dos históricos dirigentes, Teófilo Acuña y Jorge Tafur, miembros del Coordinador Nacional Agrario – CNA, fueron asesinados a finales de febrero, junto a ellos ya son 57 las y los líderes sociales asesinados en 2022.

Se destacan las diferentes iniciativas de los movimientos sociales para paliar la actual crisis de inseguridad en Colombia. Los movimientos siguen defendiendo la vida, la tierra y el territorio utilizando los acuerdos humanitarios como mecanismos para mitigar la violación de los derechos humanos y fomentar el diálogo pacífico entre los diferentes actores.

Lee AQUÍ el boletín completo.

CLOC-La Vía Campesina celebra los 30 años de luchas colectivas, esperanza y solidaridad

En Managua, Nicaragua, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina celebraron durante las fechas 22-28 de abril, 2022, una serie de reuniones y actividades en marco de los 30 años desde el nacimiento de La Vía Campesina.

Con el lema «30 años de luchas colectivas, esperanzas y solidaridad», participaron mas de 60 delegados y delegadas de 24 paises de manera presencial en la Escuela Obrera Campesina «Francisco Morazán», centro de formación de la Asociación de Trabajadores del Campo de Nicaragua.

En este espacio, se acordó los momentos importantes que contribuyeron a la fundación de La Vía Campesina. Hace tres décadas, el mundo cambió con la caída del Muro de Berlín y la derrota de la Unión Soviética, estableciendo un mundo unipolar y el auge del modelo neoliberal globalizado. Así mismo, en el continente de América (con participación también de organizaciones de Europa) se realizó la Campaña de los 500 años de Resistencia Indígena, Negra, y Popular con tres Encuentros en Quito, Guatemala, y Managua.

En este contexto de muchos desafíos, las y los campesinos del mundo, en lucha por la defensa de sus vidas y culturas, vieron que estaban enfrentando las mismas dificultades en América, Africa, Asia y Europa y decidieron unirse para trabajar agendas comunes.

Managua juega un papel importante en la historia de La Vía Campesina porque es allí en abril 1992 que se realizó el Congreso de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos, donde las organizaciones de América Latina y Caribe y Europa tomaron la decisión de formar La Vía Campesina. Luego, Centroamérica recibió la primera Secretaría Operativa Internacional bajo la coordinación general de Rafael Alegría de La Vïa Campesina Honduras.

El acto central de las celebraciones de los 30 años de La Vía Campesina se llevó a cabo el día 26 de abril con participación de todos los continentes a través de la participación presencial y virtual.

Además del acto central, se sostuvieron una serie de reuniones de La Vía Campesina y la CLOC, incluyendo del Comité Coordinador Internacional de La Vía Campesina, la Comisión Política Continental de la CLOC, la Articulación de Mujeres de la CLOC, entre otras varias actividades.

Estas actividades también se hicieron previo a la VIII Conferencia, el espacio de toma de decisiones mas alto de La Vía Campesina, que se realizará en Managua en noviembre 2023.

Desde la CLOC-Vía Campesina, estaremos publicando mas entrevistas realizadas durante este encuentro en las semanas que vienen, en marco de la celebración de todo el año de los 30 años de La Vía Campesina.

Se conmemora 30 años de La Vía Campesina en acto central en Managua, Nicaragua

En Managua, Nicaragua, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina celebraron durante las fechas 22-28 de abril, 2022, una serie de reuniones y actividades en marco de los 30 años desde el nacimiento de La Vía Campesina.

El acto central se realizó el día 26 de abril con participación de todos los continentes en el espacio presencial de la Escuela Obrera Campesina Francisco Morazán y espacio virtual a través de la plataforma zoom y redes sociales.

Puedes ver un resumen del acto aquí:

Puedes ver la grabación completa del acto aquí:

Durante el acto se recibió saludos de dirigentes históricos y jovenes de los continentes de África y Asia:

Saludo de Henry Saragih, Ex-Coordinador General (Secretaría Operativa Internacional Jakarta, Indonesia) de La Vía Campesina para el acto de conmemoración de los 30 años de La Vïa Campesina.

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Saludo de Elizabeth Mpofu, Ex-Coordinadora General de La Vía Campesina para el acto de conmemoración de los 30 años de La Vïa Campesina.

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Saludo de Anuka Vimukthi De Silva, Comité Coordinador Internacional (CCI) Asia Sur de La Vía Campesina para el acto de conmemoración de los 30 años de La Vïa Campesina.

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Saludo de Pramesh Pokharel, Comité Coordinador Internacional (CCI) Asia Sur de La Vía Campesina para el acto de conmemoración de los 30 años de La Vïa Campesina.

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Saludo de Paul Nicholson, Líder Histórico de La Vía Campesina para el acto de conmemoración de los 30 años de La Vïa Campesina.

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Chile: Organizaciones Campesinas logran la aprobación de artículos que consagran la Soberanía Alimentaria

COMUNICADO OFICIAL ANAMURI:

Queridas compañeras de ANAMURI,

Queremos hacerles llegar este saludo lleno de alegría, orgullo y reconocimiento por el aporte de todas ustedes a lo que es un triunfo histórico en nuestra lucha. Los días jueves 5 y sábado 7 de mayo, la Convención Constitucional aprobó un conjunto de artículos que consagran la soberanía alimentaria, reconocen la función social y ecológica de la tierra, fijan el deber del Estado de terminar con la violencia y discriminación contra las mujeres rurales,  y  por primera  vez reconocen la importancia y el deber de apoyar la agricultura campesina e indígena, la recolección y pesca artesanal, las ferias libres y los mercados locales.

Para ANAMURI, éste es la culminación de largos procesos de lucha. El Congreso Nacional de ANAMURI de 2007 ya concluyó que para avanzar hacia un país más justo y democrático necesitábamos una nueva Constitución, y en el Congreso de 2014 nos declaramos en un proceso permanente de Asamblea Constituyente.  Desde 2018 somos parte del G12,  una coordinación de 12 federaciones y confederaciones nacionales de organizaciones campesinas e indígenas que elaboramos una propuesta integral sobre los cambios constitucionales que nuestro país requiere. A fines del año pasado presentamos una iniciativa popular de norma sobre el derecho a la alimentación que obtuvo más de 17.000 firmas y que finalmente fundimos con una iniciativa  similar presentada por CODEMA. Y como parte de la CLOC presentamos una segunda iniciativa popular que abordaba elementos tan importantes como el reconocimiento de la ruralidad, la soberanía alimentaria y el derecho a las semillas.

Desde octubre del año pasado, hemos trabajado en forma permanente con un gran número de Convencionales y sus asesores, especialmente con nuestras dos compañeras Convencionales, en un proceso de construcción colectiva, con mucho de debate, movilización, cooperación y búsqueda de consensos. No siempre fue fácil, pero en el  pusimos nuestra mejor voluntad y  recibimos muchas expresiones de solidaridad y reconocimiento a las zonas rurales y a quienes vivimos, trabajamos y producimos en el campo.

¿Logramos incorporar a la Constitución todo aquello que consideramos necesario? Sin duda que no. Ha sido especialmente doloroso que no se reconociera nuestro derecho a las semillas, puesto que éste es un derecho milenario fundamental para nuestra permanencia en el campo y gracias al cual la agricultura se expandió y diversificó en el mundo entero. Sin embargo, celebramos con fuerza y alegría lo que hasta ahora se ha incorporado porque abre puertas para avanzar  hacia una ruralidad que permita vivir dignamente, asegurar alimentos para todas y todos y cuidar la naturaleza para las generaciones futuras. Sin ser perfectos, son avances históricos y trascendentales. Va nuestro profundo y sincero reconocimiento a todas y  todos los Convencionales y asesores con quienes unimos fuerzas e ideas y a todos quienes finalmente entregaron su voto de apoyo.

Una vez más,  llamamos a todas y todos los Convencionales a avanzar un paso más y aprobar el miércoles 11 de mayo el Derecho a la Alimentación, derecho que las Naciones Unidas ha definido como un derecho absoluto; es decir, como un derecho que todo Estado debe garantizar, independientemente de sus sistema político o su desarrollo económico. No consagrar el derecho a la alimentación sería una mancha para la futura Constitución.

Estamos convencidas que ANAMURI y las organizaciones campesinas, indígenas, de las ferias libres  y de la pesca artesanal que tomaron parte de este proceso trabajaremos con dedicación y fuerza para hacer realidad los sueños de un Chile más democrático, más justo, que sustente los sueños de dignidad, bienestar y paz para todas y todos. También continuaremos luchando  por lograr las garantías y derechos que  aún no han sido consagrados.

Un abrazo fraterno

DIRECTORIO NACIONAL ANAMURI

Solidaridad con el pueblo Cubano tras accidente en La Habana

La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC/LVC expresa sus condolencias con el pueblo, gobierno y partido comunita de Cuba en medio del lamentable accidente que se produjo este viernes en el Hotel Saratoga, en el centro de La Habana.

Nos unimos al dolor de los familiares de las 35 personas muertas a causa de la inesperada explosión. Así como también enviamos gritos de fuerza y valor a las 85 personas que resultaron lesionadas y a las 24 que se encuentran aún hospitalizadas.

Nosotros campesinas y campesinos, indígenas, pescadores,  trabajadores migrantes  y otros trabajadores del campo organizados en la CLOC ratificamos nuestra solidaridad con la Revolución Cubana y convocamos a todas las fuerzas progresistas del mundo a pronunciarse solidariamente con el pueblo cubano. ¡Cuba no está sola!

¡Pueblos Soberanos, Pueblos Solidarios!!!

¡Globalicemos la lucha!

¡Globalicemos la Esperanza!